Piso para dos cuenta la historia de Tiffy, una editora de una editorial, que, después de romper con su novio Justin, decide mudarse. Y la de Leon, un enfermero con turno de noche que necesita dinero urgentemente.

De esta manera, Leon decide poner un anuncio para compartir piso. Sin embargo, solo hay un problema: solo hay una cama. Es por ello que su futuro compañero de piso deberá tener un trabajo de día, para que Leon pueda dormir y descansar, y su compañero duerma por la noche.

¿Y qué mejor candidato que una editora? Así es como Tiffy acepta esa oferta. Y comienza una de las relaciones más raras que he leído en toda mi vida. De hecho, como nunca se encuentran en casa, porque él se queda los fines de semana en casa de su novia Kay, se van dejando notas por todo el piso.

Los capítulos no duran más de diez páginas. Ágiles y rápidos de leer. Intercalando los narradores, primero Tiffy, luego Leon y así sucesivamente. Es interesante ver las diferentes personalidades por la forma en la que están escritos. Por ejemplo, los diálogos de Leon siempre empiezan con dos puntos. Las notas de Tiffy son más extensas y terminan con un “Besos”.

El final es muy bonito. Algo previsible, porque no es el primer libro que leo con ese final, pero me encantó. Ha sido como ver un capítulo de una serie o ver una película. O un capítulo de un programa que no puedo mencionar porque sería spoiler de la escena, jajaja.

Lo que más me ha gustado ha sido el primer encuentro, que obviamente eso iba a suceder, y la reacción de ambos. De hecho, ese encuentro se dio justo en una de las metas del día y Bea y yo acordamos seguir leyendo porque… ¡Era imposible parar ahí! El encontronazo fue muy gracioso de leer, pero no lo habría sido si lo hubiese vivido.

En resumen, Piso para dos es una novela llena de amor y amistad. Con toques de humor. Ágil de leer y adictiva. Con un final digno para esta historia.

En si este libro me ha gustado, no del todo, pero ha sido culpa mía, al ser la tercera parte de una trilogía, se suponía que se podía leer por separado (y se puede) pero no lo recomiendo, si quieres disfrutar de verdad de esta historia, es mejor leerlos en orden.
Lo que me ha pasado es que había cosas que hacían referencia a los libros anteriores, entonces no llegué a disfrutar del todo de esta historia, no descarto leer sus libros anteriores Viajo sola y El búho, y así quitar este amargo sabor que me ha dejado.
Punto a favor la pluma del escritor, que me ha gustado bastante en casi toda novela, y el final me resultó algo flojo la verdad.
Otro punto negativo ha sido tanto personaje, al final llevaba un cacao enorme de cabeza con tanto nombre, y algunos personajes que aparecían que parecía que serían importantes y luego ni volvían a salir.
Los protagonistas, Helger Munch y Mia Krüger miembros de de la Unidad de Homicidios de Oslo, me han gustado mucho, pero como dije antes me hubiera gustado conocer más su historia leyendo los libros anteriores del autor.