Se trata de un libro que engancha, prácticamente, desde la primera página.

Consigues entender a la protagonista Blythe gracias a las narraciones intercaladas y saltos temporales sobre las historias de maltrato y abandono que sufrieron tanto ella por parte de su madre como esta por parte de su abuela. Hacen que consigas entender el porque del comportamiento de cada una y la razón de sus actos.

Es un libro que hace dudar sobre si la maldad de las personas se forma durante el crecimiento o realmente se nace con ella. Si el instinto materno es intrínseco a la mujer cuando da a luz o cría a sus hijos. El amor por los hijos y las diferencias que se puedan dar respecto a este.

Te hace empatizar mucho también con el miedo y la angustia que ella tiene de ser igual que su madre o su abuela a la hora de criar a sus hijos, sobre todo, teniendo en cuenta la relación que tiene con su hija mayor la cual a veces la hace comportarse de manera similar a ellas haciendo creer al resto que no es \»buena madre\».

Es un libro muy bien escrito y que se lee muy rápido. Muy recomendable.

Nos enfrentamos a un caso que estará liderado por la UHI por Julia, Autor, Ane y alguno más que también aportará su grano de arena. El comienzo de la novela es tranquilo, situándonos en escena y luego va evolucionando de tal manera que no puedes soltar el libro de las manos, además lo hace encajar todo a la perfección, por lo que es inevitable deleitarte con la lectura. Los personajes están muy bien desarrollados y alguno que otro tiene un halo misterioso y oscuro que os sorprenderá. Además de la trama policial salpicada por tramas personales, hay una trama paralela que me ha llegado a estremecer. La verdad es que ha sido un gran descubrimiento y tengo claro que volveré a leer al autor.

La ambientación de la novela es una maravilla, el autor no lleva al Cantábrico y nos hace sentir como si estuviéramos allí, sintiendo su humedad, el olor del mar y la presencia de las gaviotas.

La narración del autor es espectacular, muy ágil, llena de giros inesperados y sobre todo con mucha intriga. Por supuesto juega con el factor sorpresa del lector porque nos va dejando pistas que a veces no son lo que parece ser, y por supuesto le ha dado un punto final de vértigo.

Los personajes, muy bien construidos, oscuros algunos, muy oscuros y con una personalidad arrolladora cada uno de ellos nos van llevando a lo largo de las páginas por diferentes caminos, algunos callejones sin salida, hasta llegar al final. Tenemos un par de tramas principales, la investigación policial en la que también se entremezclan tramas personales de los personajes principales y otra que a mí particularmente me ha arañado el alma en más de una ocasión que es independiente de la trama principal de investigación, pero que causa intriga por momentos, estremece otros tantos y te deja con un sabor agridulce al final y, al menos a mí, con el corazón en la garganta.

Un libro que, aunque, como os digo me ha costado entrar en él, una vez hecho va creciendo a cada página que pasas, desarrollando perfectamente la trama principal, añadiendo infinidad de sub-tramas que nos van dando pistas, o no, de lo que está sucediendo y que hacia el desenlace coge tal velocidad que no puedes parar de leer.
Bien escrito, con ritmo, con giros inesperados, personajes perfectamente definidos y una resolución cerrada.

Una pena que tratando temas muy interesante no me ha terminado de llegar. No he conseguido conectar con los protagonistas, ni con su historia en ningún momento. Ha sido una lectura bastante ajena y típica, en la que me he sentido más fuera que dentro. No he encontrado ningún elemento diferencial o especial que me hiciera preocuparme por ellos, o querer conocer más, necesitar seguir leyendo… y me ha dado pena, porque realmente en un inicio sentía que la novela podía ofrecerme algo más. Quizá es algo personal, no voy a justificar esta falta de conexión en un mal del libro, porque muchas veces la propia realidad del lector es la que hace la diferencia. Quizás se deba también a que no disfruto tanto los libros que mezclan historia con crímenes, prefiero leer una novela histórica como tal y una novela negra como tal. Rara vez consigo conectar con amalgamas de género que siento que se quedan un poco a medias entre la realidad que deberían afrontar. Personalmente me esperaba mucha más acción, aprender más sobre mitología y saqueos, pero desde el punto de vista de esta novela podemos aprender más del día a día de la sociedad nórdica. De las condiciones tan duras en las que vivían, de cómo habían cambiado sus costumbres desde que dejaron de lado los saqueos, el considerarse vikingos, y se asentaron, de todo lo que debían trabajar para resistir otro invierno. También aprendemos sobre sus leyes, sobre cómo se regían por códigos de honor que respetaban por encima de todo. Es una historia más personal, más íntima. Como punto negativo, y tampoco lo considero como tal, diré que soy una apasionada de la mitología nórdica y me hubiera gustado que tuviera más referencias para los que somos más freaks del tema. No necesitas tener conocimientos de los pueblos nórdicos para leerlo, y cada término desconocido aparece en un glosario al final de la novela.

Escogí este libro con la simple y escasa información que aporta una sinopsis de una página web, sin mucha esperanza en que me gustara y con la idea de que sería un libro previsible y como muchos otros. Sin embargo, no fue así.

Durante toda la historia se nota como los giros argumentales, totalmente inesperados, sorprenden al lector cada vez que aparecen y, además, llevan a los personajes a una evolución y maduración que se hace evidente a medida que la historia avanza. Estos giros llevan tanto a la historia como a los personajes hacia otros caminos.

Se trata de un libro contado en primera persona y que hace que el lector pueda llegar a pensar si es el propio personaje o uno mismo quien está viviendo lo que va ocurriendo. A destacar la manera o los detalles con los que se puede ver la evolución del personaje principal y el cambio que en este ocurre. Personaje que presenta de manera muy clara sus ideas, pensamientos , sueños y miedos, algo que ayuda a entender su forma de ser; que presenta su vida anterior con todo tipo de detalles, anécdotas, historietas, accidentes, etc. que dan sentido a su carácter y a la manera en la que se comporta y por qué hace lo que hace o dice lo que dice.

Pueden notarse aspectos de la cultura japonesa y las diferencias entre esta y la nuestra, lo que le da riqueza a la historia al introducirte en una sociedad diferente. Sin embargo, la manera de relacionarse de los personajes y otros aspectos de la historia parece que se encuentren más influenciados por las costumbres occidentales que orientales, lo que le quita cierta chispa a la hora de leerlo y entender esa cultura.

El autor, por medio de los diferentes personajes y, sobre todo, del principal, va explicando los diferentes conceptos técnicos o poco conocidos que pueden aparecer durante el trascurso de la historia con definiciones claras y simples que facilitan la compresión de esta. Aspecto que se agradece por aquellas personas que no estamos costumbradas a ese tipo de vocabulario.

El personaje principal, llamado Kaoru Nakamura, trabaja en una tienda de zapatos en el centro comercial muy cerca de su casa. Mantiene una rutina muy estricta y estructurada, que recuerda mucho a un trastorno obsesivo-compulsivo, fruto de un aislamiento voluntario alargado en el tiempo tras un acontecimiento traumático en su adolescencia.