“El secreto de la Indiana” nos traslada a la isla de la Palma a finales del siglo XIX. Una historia centrada en el negocio del tabaco y en las luchas por el mercado tabacalero entre Cuba y las fabricas españolas.

Me han gustado los personajes y el trato que se le ha dado. Realmente bueno es el reflejo de la situación de la mujer en esta época. La historia se encuentra impregnada por ese machismo presente en todos los aspectos cotidianos. Respecto al resto de personajes, se introducen tramas sobre asuntos también conflictivos en la época como es la homofobia.

“El secreto de la Indiana” nos traslada a la isla de la Palma a finales del siglo XIX a través de una historia de amor, luchas de poder y secretos. Ciertamente todos los personajes que aparecen mantienen un hilo argumental, donde en todos reside un secreto que mantener a salvo. El secreto de la Indiana no resulta ser uno solo, si no una multiplicidad de ellos. Estos secretos son los que te mantienen enganchada a la historia a lo largo de sus casi 600 páginas. Aunque mi corazón hubiera preferido otro final para esta bonita historia, creo que la forma de cerrar el libro es la justa para con la trama.

Irlanda siempre es una buena idea. Pero una pequeña isla en Irlanda ya es una ambientación segura. Josie Silver nos traslada a la pequeña isla de Slanú (que por lo que he podido comprobar es completamente ficticia) donde dos personas con planes totalmente distintos van a coincidir en el mismo lugar y tiempo.

Ambos quieren redescubrirse aunque de formas diferentes. Cleo, periodista con el objeto de conocerse a si misma y aceptar que la edad es solo un número y que no cambia ni tus planes ni quien eres.

El libro plantea una historia sencilla y de fácil lectura. No hay grandes cambios en la trama y en ocasiones puede ser bastante predecible. No obstante lo anterior, los personajes tiene una gran evolución dentro de la trama a pesar de no sufrir imprevistos ni cambios por haberse mudado a la isla de Salvación. Y eso, realmente es lo bonito, ver como poco a poco van cambiando por la simple reflexión interna que realizan cada uno de ellos. El final he de confesar que no me lo esperaba, pero, una vez terminado el libro, creo que es el mejor final que se lo podía dar a cada uno de los personajes para no traicionar lo que nos habían estado mostrando durante todo el libro.

Antes de leer “Audrey Hepburn entre diamantes” desconocía la vida de esta actriz tan laureada. El libro nos presenta a un Audrey desde su infancia con la marcha de su padre, su vida en los Países Bajos durante la ocupación nazi de la segunda guerra mundial, la persecución de su sueño de convertirse en bailarina de ballet en Londres, así como sus inicios en el mundo del cine y sus grandes éxitos.

Parece sorprendente que, a pesar de estar triunfando continuamente en Hollywood con todas sus películas, fuera tan infeliz y se sintiera tan desdichada en su vida personal. Resulta frustrante seguir a Audrey a lo largo de su periplo para ser madre y esposa y el poco apoyo que recibe de su, en aquel momento, marido que únicamente se encuentra interesado en seguir lanzando su carrera de actriz dado que él es un actor frustrado.

Con esta lectura he podido conocer de primera mano a la persona que se escondía detrás de la actriz que no vivió precisamente feliz. El libro refleja la frustración que sintió al ver la imposibilidad de cumplir su sueño de ser bailarina y la soledad que sentía día a día y que, únicamente era sobrellevada por su gran amigo Givenchy (una gran sorpresa descubrir esta bonita amistad) y por la llegada de su primer hijo que vino al mundo para hacerla por primera vez feliz.

No soy una gran admiradora de la actriz y tan si quiera he visto una de sus películas. Por ello, me llamaba tanto la atención esta biografía. No obstante, el final me ha dejado con un sabor agridulce, creo que es muy precipitado y no permite conocer al lector la totalidad de su vida y todos los acontecimientos que han llevado a Audrey Hepburn a ser el icono que conocemos hoy en día.

La Edad de Tiza refleja, a través de Álvaro, su protagonista, y de las vivencias con sus compañeros de clase y amigos los años 90 en Madrid. La mayoría de la trama se centra en un colegio religioso segregado por sexos. Sus aventuras con misterio, las relaciones de amistad, de familia, sus críticas a la educación que reciben son el pilar fundamental de la historia. Álvaro, el protagonista, recuerda sus años de juventud en ese colegio y los amigos y compañeros de clase que tenía en esos momentos.

Ciertamente hay una crítica profunda a la educación que se impartía (o se imparte) en esos centros educativos religiosos y la influencia que tienen en sus alumnos sobre todo los temas cruciales tales como la homosexualidad o el aborto.

El grupo de detectives Mascarada sirve de hilo conductor de las vivencias de los jóvenes, así como acaba siendo la base para comprobar la madurez que van alcanzando todos ellos dejando de lado los juegos de detectives de la infancia. La agencia Mascarada tiene que resolver un gran misterio que planea sobre todo el libro y resulta raro en nuestros tiempos descubrir cual es.

Resulta curioso comprobar que a pesar de que la generación de la historia parecía más libre y con grandes expectativas de futuro, estas no se ven materializadas en ningún caso. De hecho, el libro comienza con el protagonista de vuelta en la habitación de su infancia después de un fracaso laboral. El presente casi no aparece a lo largo de la historia, únicamente se desdibujan algunas conversaciones entre madre e hijo tras la vuelta de este a casa de sus padres.

En conclusión, considero que el autor ha realizado un muy buen retrato de la época que choca con la educación que ha recibido, y en los juegos y formas de relacionarse de las generaciones posteriores (entre las cuales se encuentra la mía). La tiza, como metáfora de una época pasada, que ha marcado una generación.

\»El cielo sobre el tejado\» es una breve historia de no más de 120 páginas que nos traslada a la vida de Lobo, un adolescente que tras haber cogido el coche de su madre, Fénix, provoca un accidente de circulación y es detenido y trasladado a un centro penitenciario. La autora nos presenta así a la pequeña familia de Lobo marcada por la rebeldía de su madre y las carencias afectivas de sus dos hijos y que acaba provocando el alejamiento de su hija mayor y la frustración en Lobo. Una dura y breve historia sobre las complicadas relaciones familiares. La autora nos traslada a la historia familiar partiendo desde la detención de Lobo y el motivo por el cual ha cometido un delito. Poco a poco, descubriremos que su delito tiene mucho que ver con su hermana y con su madre y la falta de comunicación familiar.

Ciertamente, la historia puede parecer corta con tan pocas páginas, pero Natacha Appanah consigue darle profundidad alternando pasado y presente. Antes de este libro no conocía a la autora pero después de “El cielo sobre el tejado” me he quedado con ganas de leer algo más de ella.

Las memorias de Hunter Biden son, simplemente, impactantes. Estuve muy desconectada de la política estadounidense durante las elecciones del año pasado y quizás por eso desconocía la existencia de este hijo de Joe Biden con una historia tan traumática e intensa. A sus 50 años, Hunter ha tenido que pasar por momentos duros, principalmente, por muertes que le marcaron y le hicieron tomar decisiones cuestionables. Al principio me resultó difícil meterse en la mente del autor pero, poco a poco, vas metiéndote en la espiral de errores de la que no puede salir. He de decir que nunca llegue a comprenderle y que hay decisiones que toma que son más que cuestionables, pero quizás este es el quid de la cuestión: que los adictos toman decisiones irracionables únicamente siguiendo impulsos provocados por su adicción. Creo que Hunter ha aprovechado bien la posibilidad que se le ha ofrecido de contar su versión y que ha sido valiente de contar ciertas situaciones de su vida de las que muchísima se sentiría avergonzada.

«La mansión. Tiempos de tormenta» es la segunda parte de la trilogía de Anne Jacobs «La mansión». El libro retoma la historia de Franziska y Walter, ya juntos, de su nieta Jenny y de los habitantes del pueblo.

A pesar de que parecía que en el primer libro ya habían destapado todos los hechos de su pasado que les habían llevado a ese preciso momento, en la narración se van desvelando nuevas historias. No obstante, en mi opinión, las situaciones y el pasado que se narra en insuficiente para sostener todo el libro. En las más de 500 páginas que tiene este libro, únicamente se habla del pasado de los personajes en 3 o 4 capítulos. 

Tampoco me ha enganchado la historia de Jenny, sus idas y venidas amorosas y la vuelta de cierto personaje que no aporta gran cosa a la narración. Por otro lado, el personaje de Mine que en el primer libro me enamoró en éste no tiene prácticamente relevancia. Respecto a los personajes, destacar a Sonja, hija de Walter y Elfriede que sorpresivamente aparece en la narración y que, para mi, tampoco supuso en gran aliciente. Anne Jacobs escribe bien pero quizás no daba la historia para más.

De hecho, tengo la sensación de que «los tiempos de tormenta» ya se expusieron en el libro anterior y que la «tormenta» de este libro no llega ni a «llovizna». Aunque el final queda completamente abierto, después de esta lectura, no sé si terminaré de leer la saga  porque la historia ha dejado un poco de interesarme.

Me habría encantado leerlo pero lo solicité en edición anticipada y nunca me llegó por el tema Covid. Su sinopsis parece interesante y tiene muy buenas reseñas en Goodreads. 

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Después de \»Astur\» y \»La visigoda\» y \»La peregrina\» es la tercera parte de las novelas que narran la vida y aventuras de Alana. Esta novela de Isabel San Sebastián nos traslada al reino astur de Alfonso II el Casto mediante la cual se nos narra la peregrinación que emprendió el rey Alfonso II en busca del sepulcro del apóstol Santiago que dio origen al camino de Santiago primitivo. La Peregrinación transcurre desde Ovetao (Oviedo) a Iria Flavia (Compostela). Es una lectura maravillosa que se encuentra bien documentada y ambientada. La autora acomoda el lenguaje de la novela a la época en la que la sitúa. El lenguaje arcaico aporta una enorme riqueza a la narración y te parece estar hablando con alguien de la época. Esto junto con la localización de la narración es uno de los puntos que más destaca en “La Peregrina”.

La narración en primera persona en forma de diario que realiza Alana puede llegar a ser poco creíble en ciertos puntos de la historia dado que incluye demasiadas escuchas a sus escritos.

Cabe destacar la aproximación que se hace en la novela a la corte astur del Rey Alfonso II. Resulta magnífica la forma de que tiene la autora de transportarnos a finales del siglo VIII d.c. en una tierra que se encontraba asediada por las incursiones sarracenas y por las múltiples intrigas que sucedían en la corte. Toda la novela incluye momentos o lugares históricos que se entremezclan con la historia narrada.

Por otro lado, la comitiva que acompaña al Rey Alfonso II ofrece a la autora la posibilidad de crear historias paralelas al núcleo central de la novela sin perder el hilo de ésta. Pero, si hay un personaje a destacar en la novela es Alana quién, con una gran personalidad y una vida apasionante, se encarga de narrar esta magnífica historia. 

Las ilustraciones que preceden los capítulos hacen referencia al contenido del mismo. Además, al final del libro, la autora incluye un apartado de notas historias y una breve guía del camino de Santiago primitivo para los lectores que se hayan quedado con ganas de más.

En general, es una lectura entretenida y fácil de seguir, aunque la primera mitad del libro puede ser un poco densa debido al lenguaje arcaico que utilizan los personajes. Así, es un libro que los amantes de la novela histórica pueden leer y disfrutar de una época poco conocida y de la primera peregrinación de uno de los caminos más famosos de todos los tiempos.

En resumen, “la Peregrina” me parece una novela historia muy interesante y una gran fuente de información para los lectores con intención de aprender del camino de Santiago.