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registrado desde febrero de 2016
Una obra con mundo entre la fantasía y la ciencia ficción interesante pero con unos personajes mejorables.
El libro que nos compete es una curiosa mezcla entre fantasía, realidad y ciencia ficción. En un mundo asolado por antiguas guerras, Managea, Zander es invitado a pertenecer a una división especial, DISE, que investiga el reciente descubrimiento de un nuevo planeta, Gaia, con la particularidad de que es mágico. Zander, junto con otros compañeros, deberá aprender a utilizar magia para poder investigar Gaia, ya que sus habitantes no conocen la existencia de Managea. El DISE quiere utilizar la magia como arma para combatir a su histórico enemigo, pero este enemigo también conoce la existencia de Gaia, por lo que empezará una serie de luchas, traiciones y secretismo por hacerse con el control del poder mágico y destruir a los demás.
Creo que esta entrada puede ser una de las más difíciles que he realizado hasta la fecha. Así que voy a ir directamente al grano. El libro ni me ha gustado ni me ha dejado de gustar, y eso para mi mente es un problema muy gordo por un simple hecho: es olvidable. Que para mí sea olvidable no significa que no se deba leer, ni mucho menos, absolutamente todo libro debería leerse, pero la cuestión es que estoy haciendo la reseña y no me acuerdo de numerosas cosas, algo que pocas veces me ha pasado. Por supuesto que ha habido libros que no me han gustado, faltaría más, y por eso mismo me acuerdo de ellos. Pero este se ha quedado en un limbo, en una zona gris, que hace que no tenga motivos para atraerlo a mi mente, ni para bien ni para mal.
Voy a intentar desengranar todo esto. Lo primero que hay que recordar que es un libro para mayores de 9 años, entrando dentro de la categoría infantil, por lo que no se puede comparar con libros de fantasía para jóvenes y adultos, ni debe reseñarse como tal.
Esta novela es sencilla y su lectura es bonita, con un lenguaje que se entiende perfectamente y «adaptado» a los jóvenes lectores, pero analizándola bien, quizás peque algo de simple. Esto no sería ningún tipo de inconveniente para este rango de edad si no fuese por su longitud, 434 páginas, y sobre todo porque toda la historia empieza demasiado atropellada, explicándose en un prólogo cosas que, para mí, deberían ocupar varios capítulos para que el lector vaya enganchándose poco a poco. Realmente aquí veo que no se ha medido de forma correcta el número de páginas que se dedica a cada cosa. Aunque las comparaciones sean odiosas, Vinlandia (Pedro Estrada) es una historia infantil también sencilla, con casi la cuarta parte de páginas pero que tiene perfectamente medidas sus páginas.
Por otra parte, los 50 capítulos que componen la obra presentan un narrador omnisciente, quien parece seguir las aventuras pero no participa en ella; es como que la historia está narrada por alguien que sabe absolutamente todo y que ha vivido la historia, pero que en ningún momento participó en ella.
«Nuestros protagonistas no podían haberse percatado de la catástrofe. Zander se volvía cada vez más fuerte, y Rokhi y Blum gozaban de su nueva vida junto a los seres mágicos. Pero todos sus planes debían ser modificado. Sus misiones los ataban en el fondo, impidiéndoles eludir la responsabilidad de ayudar a su mundo. La adictiva y mágica Gaia solo era una parte de sus corazones; la otra suplica ayuda a gritos, y nuestros héroes debían responder.»
En cuanto a los personajes, son los culpables de que esté en esa franja gris, en esa tierra de nadie. Realmente son personajes cliché, y no es algo malo; estamos tan saturados ya de todo que leerlo, ver o jugar a algo verdaderamente original es casi como ver un unicornio, pero es cierto que luego lo que haga cada uno sí que puede ser original. La cuestión aquí es que Zander es el héroe prototipo que recorre una senda pero, en esta ocasión, no hay senda más allá de su aprendizaje mágico. Casi parece que es héroe por rebote y por el azar pero sabiendo que es un héroe, ya que no existe una evolución como tal, no tiene un cambio claro de mentalidad. Personalmente hubiese dedicado parte de las páginas a fomentar ese camino; es más, si Zander hubiese sido un miedica que por amistad es capaz de ser un héroe, un cliché explotado hasta la saciedad, hubiese dado un resultado más llamativo.
Del resto de personajes tampoco es que se pueda comentar mucho, ya que el protagonista indiscutible de la obra es Zander, así que cada personaje tiene su papel asignado y lo juega, pero no hay nada destacable más allá de los eventuales giros de la trama con determinados personajes.
En cuanto a las descripciones, me han parecido bastante agradables. Un mundo narrado de una manera sencilla pero bonita, como ya comenté, que hace que no leas mil veces lo mismo ni sea un caos que impida recordar cómo era todo, teniendo que volver atrás en la lectura para saber dónde se desarrolla la acción. Quizás, desde mi punto de vista, esto sea el punto fuerte de la novela junto con sus giros y sorpresas, aunque yo personalmente le hubiese quitado muchas páginas y situaciones que ocurren para establecer un marco temporal y situacional más nítido.
Por cierto, todo hay que decirse, la portada es bien chula, y fue lo que hizo que le diese la oportunidd al libro. Y también me ha llamado la atención el hecho de que en cada diálogo aparezca antes quien habla, tipo diálogo de obra de teatro. Si bien es algo raro de ver, personalmente me parece una buena idea para que los más jóvenes no se pierdan y sepan en todo momento quién dice qué.
A modo de conclusión, un libro que personalmente me dejó completamente gris pero que aún así recomiendo su lectura, sobre todo a los más jóvenes, porque es un libro hecho para ellos que seguro que sacarán. Quizás he sido demasiado duro, pero siempre he realizado las reseñas desde la más absoluta sinceridad y en esta ocasión no iba a ser menos.
Una novela policíaca en la que la trama se entremezcla con la Historia y la Física.
No es habitual ver novelas en la que la trama gire en torno a científicos -salvo si hay que rescatarles; entonces hay a patadas-. Y en esta novela podemos encontrar una escena muy conocida: el Quinto Congreso Solvay(octubre de 1927), considerada por muchos la reunión científica más importante, o por lo menos la más famosa, de la Historia.
Pero vayamos la la historia. Bruselas. Casi nueve años han pasado desde que la I Guerra Mundial acabase, pero Jan van Hoff sigue arrastrando las heridas psicológicas de esa guerra. En verano de 1927 el superior de Jan le asigna su primera misión; nada más y nada menos que proteger el Quinto Congreso Solvay, donde los mejores físicos del mundo debatirán sobre la novedosa teoría cuántica. Nombres como Marie Curie, Auguste Piccard, Hendrik Lorentz, Paul Dirac, Alber Einstein, Edwin Schrödinger, Louis-Victor de Bruglie, Werner Heisenber, Wolfgang Pauli, Max Planck o Niels Bohr, entre otros, serían inmortalizados por el futuro Nobel de Química Irving Langmuir.
Pero la reunión se celebra en época convulsa: empieza la radicalización de jóvenes alemanes, Adolf Hitlerempezaba a parecerse a ese caudillo que sería en el futuro, provocando que la reunión se vea envuelta en una oscura trama política que afectará especialmente a científicos judíos, como Einstein. Las circunstancias harán que Jan van Hoff se vea irremediablemente ligado a Einstein.
La novela le muestra al lector cómo es la Bruselas de 1927: una ciudad importante, que intenta abrirse paso entre las mejores ciudades y que ha sido capaz de acoger a las grandes mentes de la física en el Hotel Metropole (abierto hoy en día), donde los científicos viven entre lujos y conversaciones que ,quizás a lectores sin apego a los temas científicos se les pueda hacer algo pesadas, pero para los amantes de la historia de la ciencia será una delicia.
Algo que me ha enamorado ha sido que se muestra a los científicos como personas de carne y hueso, tangibles, con sus fallos y aciertos, alejados de los clichés que a día de hoy aún perduran. Por ejemplo, Schrödinger se aleja del estereotipo de científico: «—[…], Schrödinger es una persona a la que le gusta vivir bien, acepta muy bien los honores, títulos y homenajes, y los busca. Vio de cerca la pobreza tras la guerra, y la odia. […] Mantiene un matrimonio muy «abierto», de común acuerdo con su esposa Annemarie, según me comentó el mismo. Se le conocen públicamente muchas amantes, incluso esposas de colaboradores suyos, […]. Lo que sí es cierto es que parece que el sexo tiene un efecto creativo en su persona.»
Es, obviamente, una novela policíaca en la que se mezcla la Historia; en ella se muestra el nacimiento delNationalsozialistische Deutsche Arbeiter Partei (NSDAP), la devastación que la Gran Guerra produjo en Europa, los horrores de la guerra a través de Jan… pero no deja de girar todo en torno a la relación entre Jan y Einstein, y de cómo el primero salva al segundo.
Por lo tanto, la novela presenta dos tramas, el pasado de Jan y los acontecimientos del Congreso Solvay, repartidos en 25 capítulos y un epílogo, narrados por Jan. El epílogo, como suele ser normal en novela históricas que se sitúan en unas fechas determinadas, muestra las consecuencias de la novela a lo largo de los años, siendo la parte más puramente histórica.
En cuanto a la escritura, José de la Peña ha conseguido crear una lectura que empieza algo lenta pero no aburrida que termina entreteniendo al lector. Muestra numerosos detalles de los escenarios en los que transcurre la acción, aunque no son lo importante de la novela.
Por descontado, es fácil llegar a la conclusión de que la terminología en ocasiones puede ser desconocida por el lector debido a la temática, y puede hacer perder algo el hilo a aquellos no familiarizados con los conceptos. Aún así, el autor consigue no sin esfuerzo mantener la atención del lector en la novela, sobre todo antes de llegar a la trama más puramente policial.
Eso sí, desde el punto de vista de la documentación el libro es una auténtica maravilla.
Quizás la pega del libro es que sea más complejo de lo que debería. Al ser una novela policíaca, es posible que exista una excesiva cantidad de nombres, datos y fechas que harán que al lector la lectura le pueda parecer tediosa en determinados momentos. A algunos esto le encantará mientras que los más alejados del mundo científico les supondrá, en ocasiones, un reto.
Como conclusión, un libro que puede gustarle a todo el mundo, pero que es cierto que el público que verdaderamente puede disfrutarlo es más bien pequeño. Una novela con la que aprender física e historia en una época convulsa mientras se intenta salvar a una de las grandes mentes de la Humanidad.
Una thriller rural interesante pero sin aportar nada completamente novedoso.
Últimamente en el blog hay mucha novela de thriller y, si bien todas tienen elementos en común, también tienen algo especial que las diferencia. Puede ser una ambientación distinta, una subtrama original o una componente psicológica, por ejemplo. Pero cuando se empieza a repetir tramas, cuando un libro empieza a sonar a otro o a alguna serie… No sé, pero no acabo conforme. Y esta novela, sin ser ni muchísimo menos mala, tampoco me ha parecido que proponga algo diferente a lo que ya existe. Aún así es una lectura más que interesante.
El lector se situará en Albacete y alrededores (Riópar y Almansa). La teniente Beatriz, de la UCO (Unidad Central Operativa), sigue sin levantar cabeza desde que en un fuego cruzado mató a un niño. En ese tiempo asesinan a Anabel, una amiga de la infancia que ha sido capaz de salir de la prostitución y las drogas, y su hijo, Adrián, ha desaparecido. De forma extraoficial, Beatriz ve en este caso la oportunidad de resarcirse y darle algo de paz a tu atormentada cabeza. Para resolver este caso contará con la ayuda del brigada de la Guardia Civil Juan Cebreros.
El tiempo corre en contra, los fantasmas del pasado amenazan con atacar en cualquier momento, y la culpa es una losa que no deja de crecer.
Es un libro en el que todo está muy bien detallado, pero que desde mi punto de vista hay demasiada información. Habrá gente que le guste poder definir absolutamente todos los parámetros del escenario, pero creo que ese exceso de detalles resta agilidad a la novela.
No obstante, la forma sencilla y clara de narrar le hace ganar muchos puntos, además de ser un aliciente para los amantes de los escritores detallistas. Es una novela muy ágil, aunque en determinados momentos algo previsible, pero que consigue mantener enganchado al lector, sobre todo a aquellos que no están familiarizados en exceso con la novela policíaca.
La novela está narrada en tercera persona, con capítulos cortos divididos en días y cuya narración total tiene una duración de un mes en la línea temporal del libro.
Generalmente, la historia está bien hilvanada y consigue atrapar al lector, pero en determinados momentos me ha dado la sensación de que se ha intentado meter con calzador la escena o los personajes. A raíz de esto, si se lee detenidamente el libro, se puede conocer o, al menos, suponer quién es el asesino, ya que deja el autor tanto pistas verdaderas como falsas. Esta pistas falsas, que es cierto que enriquecen la novela, no son difíciles de esquivar para alguien acostumbrado al género.
Existen personajes de todas las formas, desde fuertes y confiados, hasta débiles y celosos, junto con todo el amplio abanico, tanto femeninos como masculinos.
Reconozco que con Beatriz no he sido capaz de empatizar del todo a pesar de parecerme un personaje con destellos originales. Además, al inicio existen algunos personajes que no se sabe muy bien porqué están ahí, aunque a medida que avanza la novela van encajando, algunos mejor que otros.
Pienso que hay algunos secundarios con más carisma que la propia protagonista, pero esto es ya una opinión personal mía.
Una oda a la igualdad, al amor y la amistad en una sociedad en las que las mujeres no tenían peso.
He tardado algo en traeros esta novedad debido a que no acaba de llegar. Al final, tras casi cinco semanas de espera, decidí comprar la novela para poder reseñarla.
Y ha sido una compra más que acertada. Reconozco que nunca había leído de corte tan feminista (lo más parecido ha sido El océano de la memoria), y la verdad que el gusto que me ha quedado ha sido fantástico.
Entremos en materia. La novela lleva al lector a la Venecia del año 1793. En esta época podríamos decir, por muy mal que suene, que la mujer era un cero a la izquierda: sin voz ni voto, condenadas a no ser nada más que amas de casa cuya única función era parir -a no ser que fuesen de la nobleza, y aún así debían soportar la presión de la sociedad-, y a los matrimonios concertados entre familias.
Todo comienza con la fiesta de máscaras que organiza la poderosa Arabella Massari. En esta fiesta conoce a Lucrezia Viviani, la hija de un mercader obligada a casarse en contra de su voluntad con Roberto Manin, familia odiada por todos pero poderosa.
Arabella quiere que Lucrezia se una a la a «Hijas del agua», una hermandad secreta de mujeres que lucha por lo que creen justo, sus derechos, chocando contra una sociedad que las domina. En esta hermandad, sus miembros pueden sentirse libres, expresar sus anhelos, miedos y deseos, con la férrea voluntad de cambiar el sistema.
Unidas por la amistad, la hermandad se proponen evitar la boda de Lucrezia, incluso si conlleva ponerse en contra de toda la sociedad. Lucrezia es el futuro de la orden.
Esta novela, que está clasificada como histórica y narrativa femenina por la editorial,, permite al lector conocer las diferencias entre hombres y mujeres, y entre las clases pudientes y las marginales, además de costumbres de la época.
La crudeza con la que Sandra Barneda narra la vida de las mujeres en esta época, pero sin perder la belleza narrativa, puede verse en párrafos como el siguiente.
«La vieja cortesana sabía que los buenos tiempos se habían acabado. Eran siervas del placer, del fornicio y de la perversión, pero era consciente de que el destino de la mayoría era la mendicidad. Condenadas a pasear solo los sábados, a resguardarse y sufrir ataques de cualquiera sin derecho a defenderse. Con los años, su desprotección había aumentado. Se encontraban recluidas; estaban obligadas a vivir en un único sestiere, el Rialto, sin distinción de rango ni fama. No eran bien vistas por los puritanos que cada vez llenaban más los canales. Solo para fiestas señaladas, como la de Ca Massari aquella noche, se permitía a las Foscas gozar de la misma libertad que al resto.»
Todas las protagonistas, en mayor o menor medida, son mujeres de carácter fuerte, decididas y luchadoras, aunque cada una es distinta, con sus propios miedos y deseos. El narrador omnisciente hace posible que el lector conozca cómo son psicológicamente los personajes, haciéndolos tan reales que casi pueden tocarse. No soy muy dado a quedarme con los protagonistas de una novela, me suelen gustar más los secundarios, pero en este caso sí que mis personajes favoritos son Arabella y Lucrezia.
También tengo que decir que en la novela se mezclan personales históricos con otros ficticios.
La prosa de la autora es sencilla pero elegante, sin florituras que entorpezcan la novela.. Esto es algo que se agradece mucho a la hora de las descripciones de los escenarios de Venecia en los que la acción se lleva a cabo, permitiendo al lector trasportarse a una fiesta de máscaras, a una góndola, a los lugares emblemáticos de esta bonita ciudad…
Esta habilidad con la pluma permite atrapar al lector desde la primera página, ayudado, además, con constante giros y una atmósfera de tensión en determinadas partes que hará las delicias a los amantes del género.
La única mácula que le pongo al libro es que la autora hace demasiado énfasis en que las relaciones heterosexuales son malas. Quizás para la novela sí que viene bien para darle más poder a las acciones de la hermandad, pero no sé… En todas las épocas a habido de todo, gente mala y gente buena. Pero esto ya es algo personal.
Para finalizar, la autora le regala al lector una frase de las grandes feministas de la historia al empezar cada capítulo.
Una novela policíaca que recuerda a los clásicos en la que el lector se rodeará de lujos, secretos, muerte y una joya de valor incalculable.
Nunca había leído nada de Mary Higgins Clark, la verdad. En el blog tenemos una reseña de otra obra suya, ¿Dónde te escondes? y Eva acabó encantada con la lectura, pero ya sabéis que es raro que yo coja novelas policíacas. Pero sí es cierto que ver esta novedad me dio ganas de leer algo de esta magnífica autora, y no me ha defraudado.
En esta novela el lector viaja durante una semana a bordo del Queen Charlotte, un lujoso crucero que ha congregado a una gran cantidad de ricos, famosos, expertos en determinados temas que están invitados como conferenciantes y demás personas que pueden permitirse un lujo así, desde nuevos millonarios a nobles, pasando por un policía infiltrado que va buscando a uno de los mejores ladrones. En él va Celia, la protagonista, que desea escapar de su vida por todo lo que ha liado su ex -ha estafado mucho dinero a mucha gente, siendo ella salpicada-. Celia es una una experta gemóloga que trabaja para reparando y tasando joyas de lujo, siendo invitada al crucero por una de sus pasajeras, lady Emily Haywook, quien mostrará al mundo una pieza única: el colgante de esmeraldas de Cleopatra, que se dice que perteneció a la misma reina de Egipto y cuyo país está lucha luchando por recuperarlo.
Como buena novela de misterio, durante el trayecto suceden robos, empiezan a vislumbrarse secretos, ocurre alguna que otra muerte… y todos los personajes son sospechosos, como no podía ser de otra manera. Celia jugará un papel fundamental al conocer determinados secretos que pueden poner su vida en riesgo. El lector tendrá la misión de descubrir quién es el culpable o los culpables, o al menos intentarlo, antes de que se resuelva todo.Una cosa que me ha encantado del libro ha sido la cantidad de personajes útiles que existen. Todos cumplen perfectamente su función dentro de la historia; unos estarán más desarrollados que otros, pero todos están perfectamente definidos y muy estereotipados, es decir, con los clásicos clichés que la clase media podemos tener sobre las clases más altas, como son a la hora de comportarse, las refinerías, las manías, la visión que tienen de las clases inferiores, etc. La autora también ha sido capaz de darles una veracidad que parece que se puedan tocar, por lo que es imposible que el lector no se «relacione» con ellos, y ninguno le dejará frío.
Evidentemente Celia es la que más juego da al ser la protagonista, pero hay un par de personajes que desde el primer momento tienen algo que no puedo explicar. Personalmente, me gusta mucho lady Emily.
«Qué pena, pensó, mientras experimentaba la inyección de energía que siempre sentía cuando se disponía a dar un golpe. Aunque la mayoría de las veces era capaz de conseguir el objeto de sus deseos sin la triste necesidad de acabar con la vida de nadie, era consciente de que esa noche podía verse obligado a hacerlo. Resultaba improbable que su visita al dormitorio de Lady Em no despertase a la dama.»
Y bueno, reconozco que mi apuesta no salió bien y no lo acerté, cosa que de verdad me alegra. La trama va girando de tal manera que sea complicadísimo poder encontrar al asesino y la idea de quién puede ser cambiará constantemente, algo imprescindible en este tipo de novelas y que la autora ha conseguido crear con gran maestría.
En cuanto a la narración, es una novela sencilla (que no simple), con mucha agilidad, con un vocabulario más que correcto, mérito también de la traductora, y una capacidad de atrapar al lector entre sus páginas envidiable, favorecida a su vez por el hecho de que los capítulos son muy cortos -a veces de una y dos páginas-, haciendo que se quiera seguir leyendo más y más.
La novela se divide en seis partes, con un total de 97 capítulos más epílogo, todos contados por un narrador omnisciente.
Realmente, reseñar novelas policíacas tienen el problemas que no puedes meterte mucho más. Como conclusión, es una novela totalmente recomendable para los amantes del género y para los que quieran relajarse con una novela muy escrita que les mantendrá pegados a sus páginas.
Una novela con temática nórdica y toques del género negro basada en la venganza y el honor.
Esta novela transporta al lector al siglo X, época de vikingos, a una isla que no lleva más de 100 años descubierta y colonizada -o al menos en parte-. Islandia, que así llamaron a esa tierra tan inhóspita y dura como hermosa, fue colonizada principalmente por noruegos y daneses que huían de la justicia o de las leyes que los ahogaban. Allí, en esa isla con casi seis meses de noche perpetua y otros seis de día, no había ciudades como tal, sino que las casas estaban diseminadas por todo el territorio; no había rey, no había cárceles ni castigos, se respetaba la Ley no escrita que se recitaba en los Althing (congregaciones del pueblo islandés para solucionar disputas y comerciar, entre otras cosas), pero allí solo gobernaba el honor y la venganza. Un solo insulto, un solo «cobarde» escuchado, podía llevar a familias enteras a un baño de sangre.
Y de eso trata esta novela. No de guerras vikingas contra sarracenos u otros vikingos ni de grandes gestas en nombre de Thor y Odín, sino de venganza y honor, de traiciones y duelos, de amistad y de supervivencia.
«Durante el largo invierno, hasta el más rico de los islandeses maldice el día en el que sus antepasados llegaron a esta tierra. Olvidan el sueño del pueblo, ese sueño de un mundo
sin reyes, y solo saben que viven en un lugar oscuro y solitario. Pero cuando el sol empieza a ascender en el cielo y la nieve empieza a calentarse y fundirse, es una tierra fácil de amar.
El sueño cobra fuerza una vez más, porque somos un pueblo obstinado.»
La historia es la narración las aventuras y desgracias que sufrió con poco más de veinte años Kiarán Sin Tierra, un poeta errante medio irlandés e hijo de un esclavo libre, que se gana la vida trabajando en el campo durante los meses estivales y con su voz y su memoria en una casa durante el invierno. Todo comienza cuando Kiarán está pasando el invierno con la familia de Gunnar, un auténtico vikingo de los de antaño que ahora es granjero, y salen a la caza de un fantasma. Pero el fantasma no resultó ser tal y, para salvar el honor del mismo ente, no confiesan el asesinato, el mayor delito de Islandia (puedes matar, pero se confiesa y se paga la deuda en plata o sangre). Lo que hicieron se les volvió en contra y, traicionados, deben luchar por sus vidas en un holmgang, el combate a duelo para asentar disputas. Al final todo se complica de sobremanera y obliga a Kiarán a tomar una terrible decisión: abandona a todos y es libre o se queda y lucha por su vida.
Ha sido una novela me ha sorprendido gratamente, a pesar de ser una temática que me enamora y que sabía que me gustaría. Todos los libros que he leído sobre el mundo vikingo se basan en mostrarnos su carácter, sus batallas y conquistas. Pero esta no. Realmente se podría haber cambiado Islandia por la España del s. XVI y el resultado hubiese sido el mismo. Más adelante entenderéis el porqué.
Tal como dice la sinopsis, es una novela épica, de esas historias que tienen de todo y son perfectas para contar al abrigo de la lumbre, tanto en épocas pasadas como en las actuales. El narrador es en todo momento un Kiarán ya anciano, si bien es cierto que a veces se «sale» de lo que cuenta para hablarle a quien está escuchando y ponerlo en situación (con letra cursiva).
La obra tiene un total de 35 capítulos divididos en cuatro partes no uniformes. Cada parte se centra en la palabra que tiene como nombre, por lo que se conoce qué se puede esperar, pero no cómo se dará.
Esta es una novela catalogada como histórica (o ficción histórica) pero todo lo que muestra no lo hace con la intención de que el lector aprenda de la cultura del pueblo islandés, sino aquello importante para la historia: sus ideales y mentalidad, tradiciones y códigos, cómo se organizaban, cómo eran sus días y noches… pero todo aquello que no sea útil no es explicado. Esto es así porque tiene grandes pinceladas del género negro y ha perdido parte de ese marco teórico característico de las novelas históricas por el de darle una atmósfera y una tensión de literatura negra; que no quede como una novela más de acción y hachas.
Si me tengo que decantar por lo que más me ha sorprendido de todo sería la propia narración. No hay que olvidar que Kiarán es un poeta, por lo que el autor, desde mi punto de vista, se ha esforzado en darle la mayor teatralidad a la historia con énfasis a determinadas situaciones importantes o utilizando construcciones gramaticales que quizás ralenticen algo la historia, pero que embellecen o dramatizan la escena. Esto hace innegablemente que la lectura tenga momentos muy ágiles y otros bastante más lentos, pero sin llegar a ser excesivamente densos salvo, quizás, en los que habla con el oyente.
Las descripciones de los escenarios, que complementan perfectamente la narración, no están exentas de belleza -como enamorado del paisaje islandés no ha hecho más que acrecentar mis ganas de ir- pero también dan una visión real de la crueldad de los elementos y de las condiciones de vida que da la isla.
«-Asesino.
Fue Bjorn quien pronunció la palabra y no pude contener un
respingo al oírla. Gunnar no reaccionó con ningún movimiento parecido;
quizás un temblor, como el de un guerrero que restase importancia a una
herida encogiéndose de hombros, pero nada más.»
Por la parte de los personajes, dado que el narrador es Kiarán, este no conoce los pensamientos de los demás personajes, por lo que están definidos por sus actos. En general son personajes complejos, saltando constantemente la línea que separa el bien del mal en función del momento, algo totalmente comprensible siendo la época que es. Esto es algo que verdaderamente me gusta, ya que nadie es completamente bueno o malo y que un mismo acto, en función de la situación, puede ser uno u otro. Además, se plantean diversas cuestiones sobre el propio ser humano, la religión y qué deben hacer en situaciones extremas.
Tras la lectura, el final me ha dejado a cuadros. No me lo esperaba así, ni me imaginaba quién era el oyente. A medida que avanzaba el libro el final lo tuve más claro, pero no que habría que esperar a que el protagonista fuese anciano. Así que puedo decir sin miedo a equivocarme que esta es una lectura que va a dar opiniones dispares: habrá gente que esta mezcla de géneros no le guste mientras que a otros le encante, habrá gente que esté de acuerdo con el final y otros que no, que les parezca tediosa y poco fresca la narración, pero a otros le parezca original. Se puede dar un debate bonito, la verdad.
En cuanto a lo que menos me gustó podría decir que al inicio me costó mucho ser empático con Kiarán e, incluso, empatizaba mejor con personajes como Gunnar y Dalla, Thoris, Thorvaldur o Ragnar, este último más adelante. Quizás fuese el hecho de ser el propio Kiarán el narrador y que a veces se fuese por las ramas lo que me provocó eso. Tampoco me agrada en exceso que el narrador sea el protagonista de mayor, porque significa que pase lo que pase, acaba al menos vivo, lo que le quita el misterio sobre lo que va a pasar, pero esto ya es un gusto personal mío ajeno a la novela.
Para finalizar quisiera comentar algo sobre el título y la portada. El título original es «The Feud», cuya traducción sería, entre otras, «El Pleito». Quizás no suene tan bien como el elegido para la edición en español, pero que sí que tiene mucho más que ver con la historia. En mi caso no conseguí entender el título en español hasta el final y porque aparece en una frase. Y sobre la portada, si bien es cierto que me gusta, o algo se me ha escapado o no tiene nada que ver.
La segunda parte de una nueva serie de novela negra y thriller que encantará a los amantes del género.
Se trata del segundo volumen de la serie policíaca Tessa Leoni, una agente de la policía estatal. No obstante, se puede leer perfectamente sin haber leído el primer libro, como ha sido mi caso.
Es una historia llena de misterios y secretos. La acción ocurre en Boston, en la actualidad a priori porque no se comenta nada. La novela empieza narrando un secuestro desde la primera persona y continúa explicando la investigación del caso llevada a cabo por los detectives. A medida que avanzas en la trama las dos voces de esta novela te van aportando información sobre la historia de vida de los Denbe y sobre la vida e investigación de Tessa Leoni.
Es una novela intrigante, con giros en la trama que te hace sospechar de todo el mundo y no deja que averigües quién es el culpable ni los motivos. Todo lo que parece pierde el sentido de un momento a otro o vuelve a recuperarlo. Durante toda la historia se puede ver el progreso de los personajes, cómo son, sus vidas… lo que lleva al lector a comprender por qué actúan de una forma o de otra.
La novela está narrada a dos voces, los capítulos se intercalan y son narrados en primera persona, desde el punto de vista de la Señora Denbe, y en tercera persona, desde el punto de vista de nuestra detective, Tessa Leoni.
En cuanto al final, después de tanto giros de trama, me sorprendió. Para mí es el final adecuado, el que crees que se merece una familia que ha pasado por un secuestro, que ha pasado por esta historia.
«Hay momentos en los que se pierde la comunicación, no ya en le seno de un matrimonio, sino en toda la familia. Momentos en lo que dejas de ver a los otros, en los que compartes el espacio, pero no la vida.»
Si hablamos del lenguaje de la novela, lo describiría como un lenguaje fluido y fácil de leer, apoyado en una gran traducción. La autora es capaz de conectar bien con el lector y, además, considero que todo lo que cuenta es necesario para entender la novela. No añade cosas que no vienen a cuento o para rellenar páginas como ocurre en otras ocasiones, todo lo que escribe es necesario para el transcurso de la historia.
Además, la considero una buena descriptora de ambientes, da toda la información necesaria para que puedas imaginarte las escenas, los ambientes, los momentos, los paisajes o las características físicas e los personajes. Y, si juntamos esto con la descripción psicológica de los personajes según vas avanzando en la trama, se consigue que sea un libro que te enganche de principio a fin con ese halo de misterio.
Si te gusta el suspense o los thriller psicológicos te recomiendo leer esta novela, tendrás suspense e intriga de principio a fin. ¿O a caso un secuestro sin motivo, sin testigos y sin un rescate que pedir no hace que te mueras de curiosidad?
Una novela en la que nadie es quien dice ser.
En esta ocasión traigo un libro ambientado en la Segunda Guerra Mundial, cuya acción principalmente está en una España empobrecida y muy castigada por la Guerra Civil. El mundo de la novela está alejado de la pobreza del momento, ya que todos los personajes tienen relación con la aristocracia, tanto local como alemana. Los ricos intentan ser todavía más ricos de múltiples maneras: siendo fieles al Tercer Reich, vendiendo materias primas a los alemanes, espionaje o, directamente, contrabandistas de cualquier cosa. Pero no todo es malo. Aparecen grupos que intentan ayudar a los combatientes caídos o perdidos, como la Red Comète, y otras que intentan liberar a Europa de los nazis.
Una de esas personas es una rebelde belga, Monique de Bissy, quien llega a la casa de Martín Inchauspe, un aristócrata español de dudosa reputación, en muy mal estado. A medida que Monique pasa tiempo con Martín se dará cuenta de cuál es su verdadera personalidad a la vez que intima con la encantadora hermana de Martín, Ana Eugenia. Monique se verá envuelta en numerosos peligros que no solo tienen que ver las obras del expolio nazi… sino también con una guerra bioquímica.
Llegada la hora de la verdad, ¿quién será fiel a quién? ¿Quién pensará en su beneficio y quién en el de los demás?
Estructuralmente, la narración tiene tres partes diferenciadas, si bien en el libro no hay división. En una primera, las 100 primeras páginas más o menos, se presentan todos los personajes -o casi todos- y sus relaciones con los demás; esta es una parte sobre todo descriptiva, donde el lector puede empezar a decantarse por su personaje o personajes favoritos o los que menos le agradan en función de cómo se comportan. En la segunda parte es donde empieza de verdad todo lo relativo al espionaje, al contrabando de obras robadas, etc., y donde los personajes nazifílicos cobrarán un mayor importancia. En la tercera y última parte ya habrá acción propiamente dicha, si bien nada de grandes gestas o macro batallas, pero sí que es una acción mucho más creíble y plausible.
Sin lugar a dudas la parte que ralentiza la lectura y la complica es la primera. No porque esté mal narrada, ni mucho menos, sino que hay una gran cantidad de personajes, varios de ellos sin ni siquiera relevancia en la historia. Esto hace que el ritmo sea lento, y más cuando empieza el «politiqueo» entre los diferentes actores.
Esta parte mejoraría muchísimo, desde mi punto de vista, con un glosario comentando simple y escuetamente quién es quién.
En la segunda parte, al desaparecer parte de los personajes y quedarse los que tienen un peso en la historia relativamente importante, todo se agiliza, ya que se conocen las relaciones entre los personajes -salvo aquellas que empiezan a descubrirse-.
La tercera, en cambio, es una vorágine de acción, de situaciones distintas. Todo muy rápido, prácticamente sin descanso, y la parte que más disfruté, si bien el final de la historia principal me quedó un poco frío, ya que, a pesar de ser totalmente plausible y lógico si se piensa un poco, esperaba algo más por parte de todos los bandos. El final del libro, en cambio, me pareció correctísimo y bonito.
-Cada cual lucha desde la trinchera que le ha tocado en suerte. Unos la tenemos mejor y otros peor. Todos los días le doy gracias a Dios por haber sido de los afortunados, y también le pido entereza para ser merecedor de esta suerte, para utilizar mis talentos con decencia y honor, para encajar con la misma entereza los reveses de la fortuna que puedan llegar.
Los personajes, como ya he comentado, son numerosos, así que voy a pasar un poco por encima. Si bien cada uno es muy «suyo», no hay que olvidar la frase que comenté al inicio: nadie es quién parece ser. Vamos, lo lógico en una novela de espionaje y contrabando. ¿Creéis que alguien en 1944 iba pregonando a los cuatro vientos que era un ladrón, un espía y/o un contrabandista? Pues no.
Todos los personajes están perfectamente definidos, sin una evolución más allá de los sentimientos que experimentan, obviando aquellos con doble vida. Me ha gustado bastante Alphonse, por cómo se la juega siempre, y Ana Eugenia, por su frescura, su forma de ser a pesar de vivir en esa época y, en definitiva, una mujer adelantada a su época.
No tengo ningún personaje así al que «odie», aunque la mayoría de los nazifílicos no me han agradado mucho.
La narración. Si bien la primera parte es la espesa debido a los personajes, eso no le quita mérito. Está escrita de forma amena, clara y sencilla, respetando las formas de hablar y las expresiones de la época pero sin complicarse la vida, siguiendo esa máxima de «en la simpleza está la elegancia». A medida que pasan las páginas el lector se sumerge de lleno en la historia, aunque a mí me costó más de 70 páginas (en mi caso fue una especie de zambullida en un día frío; primero despacito, poquito a poco, para acabar tirándome de cabeza).
En cuanto a las descripciones, se da más preferencia por las relaciones entre los personajes que a los escenarios, notándose sobre todo en los viajes de los personajes a través de España: Al principio sí eché en falta una descripción mayor del terreno, quizás para diluir un poco la presencia de los personajes, pero en cuanto llegó la acción como tal lo agradecí muchísimo.
Me ha llamado poderosamente la atención que haya tres formas de conocer detalles de la historia, si bien al principio es bastante raro. Una es la normal, a través de la narración. Otra es a través de conversaciones telefónicas, representadas por los nombres en mayúsculas. Y una tercera, a la que hay que prestarle una atención mayor si se quiere intentar sacar conclusiones antes de que aparezcan, son los informes de espionaje que aparecen por los capítulos; estos informes dan más de una pista más que interesantes para el devenir de la historia.
¿Qué «peros» hay que ponerle a la novela? Quitando el inconveniente de la gran cantidad de personajes al inicio y, quizás, la necesidad de un glosario, no tengo ninguno. Los personajes me han parecido muy reales, sin elementos extraños que hagan pensar que son algo más que hombres. Pero sí me gustaría señalar la parte de la guerra bioquímica. Quizás, y solo quizás, desarrollarla un poco más habría mejorado lo que ya hay, si bien es cierto que para ello habría que ampliar el número de páginas.
Una novela intimista con una prosa que destila sentimientos a raudales.
Primeramente quiero pedir perdón por mi ausencia de temas de reseñas. He estado tremendamente ocupado, cuando no eran los exámenes era el trabajo u otras obligaciones, y me ha sido imposible hacer ninguna antes. ¡Pero ya estoy aquí!
¡Vayamos al lío! Lo que hoy os traigo es una novela intimista llena de humor y de situaciones cotidianas, una novela intimista de un tipo al que no estoy acostumbrado pero que realmente me ha impresionado gracias, principalmente, a la forma de escribir de Macarena Berlín. Pero vayamos por partes.
Pita es una mujer de cuarenta años moderna: tiene un trabajo que le satisface en todos los aspectos -es la directora de un programa de radio de éxito-, va a la última, práctica running, sale con sus amigas, tiene una vida totalmente alejada de la tradicional ama de casa, entre otras cosas porque no hay niños de por medio ni otras responsabilidades. Pero de la noche a la mañana el mundo de Pita se pone patas arribas, ya que se produce la ruptura con su pareja, con la que lleva muchísimos años, y de repente aparece ante ella un mundo nuevo, desconocido, lleno de miedos y de posibles aventuras, y dentro de esta últimas está el encargo de escribir una novela.
Esta es la historia de Pita, que la cuenta en primera persona, de sus miedos y recuerdos, de lo que antes fue y ahora es y quiere ser. En esencia, la historia de cómo Pita tiene que descubrirse a sí misma.
Con este pequeño resumen -que realmente se parece a la sinopsis pero porque no hay más- ya os he puesto en situación y no es necesario saber mucho más. Es una novela en la que no hay absolutamente nada de acción, es decir, no ocurre nada más allá del día a día. He leído otros libros de este estilo, como Tan poca vida o Algún pecado raro, y puedo decir que es en esta novela en la que menos cosas ocurren (en Tan poca vida, al pasar más de cuarenta años se dan muchas situaciones). Ojo, no significa que esté mal o sea tediosa, al revés, tiene una agilidad asombrosa, y por eso remarco que no pasa nada.
Realmente es el día a día de una mujer que se ve superada por la situación que está viviendo en ese momento y necesita reencontrarse para volver a ser completamente feliz.
Esta falta de acción la suple perfectamente -y reconozco que me ha encantado- con sucesos reales que se introducen en la historia, como la entrevista -que se realizan en el programa de Pita- a Philippe Laçon (superviviente de la matanza en Charlie Hebdo), a Alain Vigneau (creador de Clown Esencial, que utiliza la risa y el humor como terapia para superar hechos traumáticos, como vivir atentados), o Paciencia Melgar (la religiosa guineana contagiada de ébola que las autoridades españolas no repatriaron junto a los demás por no ser española, pero que luego fueron a ella para que donara su plasma sanguíneo para pruebas y con el que se salvó Teresa Romero, aunque está en discusión), y también con situaciones vistas en televisión, siendo muy llamativa una que ocurrió no hace mucho tiempo en una conocido programa y que os invito a averiguarlo.
Así mismo en estas páginas se pueden diferentes temas, como la defensa a que una mujer pueda tener o no hijos sin presiones sociales, el actual mercado editorial, toda la parafernalia con lo de las «medias naranjas», el Brexit, el feminismo y el heteropatriarcado… aunque lo que más me atrae es todo lo relacionado con la soledad y la idea de que si la soledad es elegida no es mala (todos, alguna vez en nuestra vida, nos hemos visto solos rodeados de gente, y acompañados en nuestra soledad si nos han dejado).
Esto libera la historia, permitiendo a Pita enfrentarse a nuevos miedos y retos, a la vez que permite conocer conocer más cosas de ella sin cargar al lector.
Algo que veo genial a este libro es que es la facilidad que presenta para empatizar con los diferentes personajes. Reconozco que el que más me ha llamado la atención es el padre de Pita, ya que es un padre maniático, homosexual pero ha estado casado con una mujer, religioso, de derechas, y se lleva fatal con las lesbianas. También las tías de Pita le dan un toque especial a la historia: una es una reputada psicóloga familiar, y la otra es una activista feminista. Y sus amigas, las cuales generalmente ya tienen su vida ocupada por los niños, y se da el curioso y habitual caso de que se desea lo que la otra persona tiene.
Si bien es cierto que a lo largo de la historia Pita está acompañada, se puede ver perfectamente como internamente está sola, intentando recuperarse de unas heridas que no cicatrizan, como puede leerse en esta frase: «Respiro con dificultad y miro a los otros corredores; son las nueve y media de la mañana y estoy aquí. ¿Por qué nadie me da un abrazo y me pregunta quién o qué me ha hecho tanto daño? ¿Estaremos todos igual de rotos?»
En cuanto a la narración, la novela se lee a una velocidad pasmosa. Macarena Berlín tiene una prosa directa pero bonita y delicada, sin florituras, y trasmite una gran cantidad de sentimientos, haciendo que sea imposible no sentir empatía o verse reflejado en los personajes, sobre todo en Pita. Esa prosa junto a las situaciones que mete para aliviar la historia principal son los que hacen que sea, posiblemente, la novela más ágil que haya leído en bastante tiempo. Esto también está ayudado por ser un libro con unas letras relativamente grandes, y que esté dividido en numerosos capítulos que permiten dejarlo.
Como elemento decorativo me ha llamado la atención que en esta novela aparecen conversación de WhatsApp y/o mensajes, algunas veces con emoticonos y otras con la descripción del mismo.
Este es uno de esos raros casos en los que la novela, sin ser de un género que sea habitual en mí, me ha gustado y mucho, y sobre todo me ha entretenido, permitiéndome abstraerme en sus páginas y no dándome cuenta de la hora. No tengo un solo pero que ponerle al novela más allá de que en algún momento puntual algún que otro personaje me ha parecido insufrible.
En conclusión, una novela intimista tremendamente ágil, con una prosa delicada y llena de sentimiento que hará imposible no sentirse indentificada -o parcialmente identificada- a las personas que o bien estén en una fase de encontrarse a sí mismas o que llegan a una determinada edad sin saber qué hacer.
Thriller con dos líneas temporales que acaban convergiendo para crear una novela que no dejará indiferente.
Esta historia está basada en la vida de dos chicas completamente diferentes y en como la única cosa que tenían en común les cambió de forma tan drástica la que ellas creían que era su nueva vida.
Cada una de ellas nos cuenta en diferentes capítulos su experiencia y su día a día para superar este revés en su vida. Empiezan por buscar piso para poder cambiar de aires y así olvidarse (o al menos intentarlo) de sus recientes traumas; las dos son conscientes de que no tienen mucho dinero para poder alquilar algo muy bueno y seguro, pero cuando ya lo veían todo perdido, sus agentes inmobiliarios les hablan de una casa que está en alquiler y que tiene un precio bastante asequible, pero el problema es que tiene normas, muchas normas, que el dueño ha impuesto a las personas que quieran vivir en ella.
Y eso no es todo, sino que para poder acceder al alquiler de dicha casa antes deben rellenar un cuestionario que el propietario (Edward Monkford) revisará punto por punto; si las respuestas son de su agrado concertará una visita personal con dichas personas para ser entrevistadas y así él mismo decidir si son personas aptas para vivir en su casa.
Ahora conozcamos un poco a nuestras protagonistas.
Emma es una atractiva joven, un poco desequilibrada emocionalmente, tiene tendencia a evadir la realidad y está acostumbrada a salirse siempre con la suya. Una niña malcriada podríamos decir.
Recientemente es víctima de un robo con violación y a pesar de no sentirse como una víctima, hace sentirse fatal a todo el que le rodea, manipula a la gente a antojo e interés propio. Es realmente consciente del daño que puede ocasionar, pero eso para ella son daños colaterales.
Jane es nuestra segunda protagonista. Ella también es joven y atractiva, pero en lo personal es mucho más organizada, tiene un trabajo que le llena, sus idease están bastante claras y sabe que es lo que quiere en la vida. Ahora mismo no está pasando por su mejor momento ya que hace pocos días tuvo en brazos a su bebé recién nacido, un bebé que nació muerto, y es un trauma que está intentando superar poco a poco con ayuda de sus amigos.
Es difícil que dos personas tan diferentes pueda llegar a tener tanto en común, parece contradictorio, pero cuando Jane empieza a investigar, descubre que muchos aspectos de la vida de Emma son bastante parecidos a los suyos: las dos han vivido en la misma casa, las dos han sucumbido a los encantos de su casero… Jane está inquieta, no conocía a Emma pero quiere entender que pasó, quiere saber porqué Emma sufrió un final tan trágico, y sobretodo qué y quién lo provocó.
Para ello Jane se adentra en la vida de Emma, sigue sus pasos, conoce a todas las personas que directa o indirectamente han formado parte de su vida, pero lo que no sabe Jane es que esos pasos la van a llevar a descubrir algo un tanto espeluznante.
Es un libro lleno de misterios y sorpresas, con buen thriller que es. Además, ambas historias son narradas en primera persona por nuestras protagonistas en diferentes tiempos, es decir, Jane nos cuenta su día a día en tiempo real, mientras que la historia de Emma se remonta a semanas anteriores.
En cuanto a la narración, esta novela presenta una prosa bastante cuidada y sencilla, consiguiendo el autor que nos acerquemos de manera profunda a los personajes. Personajes a los que al principio pueden ser tachados de ser oscuros pero a los que se les puede coger cariño enseguida.
En cuanto a las descripciones, esta novela presenta una evidente escasez de escenarios diferentes, no se podría decir lo mismo de las descripciones, ya que toda la novela es rica en descripciones que rozan lo empático a nivel emocional y la realidad a nivel físico.
Desde mi punto de vista crítico, esa es la mejor parte del libro, el hacer sentir al lector que lo que está leyendo no sólo le llena, sino que lo vive, lo siente. Y puedo decir que, aunque la historia en principio es un poco banal, devoré el libro sin darme cuenta.
En sí la historia me gustó, pero cuando llegué al final… ¿qué puedo decir? Fue la guinda perfecta para un pastel delicioso.
Interesantísima colección de relatos de uno de los maestros de la literatura de terror.
Y llegó el momento en el que reseño a unos de los escritores que más admiro. Gracias a este escritor soy una fanática del terror y la intriga. Recuerdo como si fuera ayer la lectura de mi primer libro suyo y desde entonces me absorbió. Disfruto leyéndolo y me gustaría que ustedes también disfrutaran con mi reseña.
Y sin más dilación aquí os dejo mi reseña.
En este libro este escritor nos deleita con nada menos que veinte relatos bastante singulares. Es cierto que alguno de ellos ya los conocíamos, pero otros muchos no. Dado que no puedo ponerme a reseñar cada relato por separado -cosa que he intentando y quedaba una reseña enorme-, he optado por algo más general, una visión global de esta magnífica obra de uno de los grandes en la literatura de terror, por lo que va a quedar algo más pequeña de lo normal.
Antes de comenzar cada relato Stephen King hace una pequeña introducción del mismo, o simplemente comenta aspectos biográficos relacionados con ellos.
Imaginaros esto… Un coche realmente diabólico que parece tener vida propia y «comerse» a las personas, una misteriosa duna que escribe en su arena el nombre de la persona o personas que van a morir, un matrimonio que acepta un trato bastante especial por dinero, una historia muy tétrica sobre el béisbol, una necrológicas inventadas que se hacen realidad, un par de familias retándose a ver quien gana con los fuegos artificiales, una muy bella historia sobre el alzheimer, el fin del mundo… ¿Sois capaces?
Por supuesto no os he mencionado los veinte, pero sí los aspectos más destacables para que os podáis hacer una ligera idea de lo que os espera.
«El viento aulló, y Melissa aulló con él. Era el grito de una mujer ahogándose en un tipo de dolor que los gráficos de uno a diez de los hospitales son incapaces de describir.»
Lo que más me gusta de este escritor es que, a pesar de llevar tantos años escribiendo no pierde su capacidad de imaginación, sigue siendo capaz de ponerle a cada relato su tono perfecto. Tiene una prosa muy fluida, es terrorífico y macabro e, incluso, podría añadir que un tanto tétrico, pero con un morbo que no te deja desengancharte tan fácilmente.
No puedo deciros que relato me gusta más, ya que disfrutado con cada uno de ellos, pero si tuviera que deciros algo negativo, sin duda sería la de vueltas que le da Stephen King a alguno de sus relatos, se va alargando y alargando la historia en banalidades para luego soltarte la bomba.
Fanáticos del terror y el humor negro creo sin duda alguna que este es vuestro libro.
Novela indicada para el público adolescente femenino
Hoy me he atrevido a traeros algo nuevo para mí. Un libro juvenil que, aunque no tiene nada que ver con mis últimas lecturas, creo que merece la pena darle una oportunidad.
En esta historia conocemos a Enrico, un adolescente que nos cuenta a modo de diario su vida. Es cariñoso, humilde, atento y, sobre todas las cosas, es un chico muy peculiar. Al comienzo de su bonita historia nos cuenta que hace un año que su relación con Irene ha terminado. La había echado de menos sí, pero nunca creyó hasta que punto hasta que se encontró con su hermana y le dijo que se había trasladado a vivir a Milán. En este punto, Enrico decide viajar a Milán a ver y hablar con ella para darle algo con lo que espera saber cúal es su opinión al respecto.
Durante el trayecto a Milán, Enrico nos va contando sus últimos tres años con Irene: sus peleas, reconciliaciones, esas palabras que nunca se dijeron y detalles de su relación de los cuales él cree que no se puede acordar. Nos relata también factores como la relación que mantiene con su padre, la marcha de su madre, la muerte de su abuelo, han ido afectando a su relación así como a su vida cotidiana desde su más tierna infancia. Antonio Dikele organiza cada capítulo con las paradas del tren en el que viaja.
«Antes de ti competía con mis amigos a ver quién amaba menos. Era algo así
como el cielo, que parece invencible pero nunca ha tocado una flor.»
La historia está contada en primera persona por Enrico, que viaja a través de sus recuerdos para escribir este diario, alternando pasado con presente, lo que nos hace entender su vida de principio a fin. Está desarrollada en una preciosa Italia, expresada con una prosa poética llena de metáforas y reflexiones sobre el amor.
Tengo que decir que esta novela no ha conseguido conquistarme. Hay que reseñar que es una novela más indicada para adolescentes femeninas de más de doce años, y que con total seguridad les gustará mucho, ya que podrán verse reflajadas: complejos, hormonas revueltas, amores y desamores que rozan lo platónico…
Pero desde mi punto de vista no creo que la prosa poética sea lo más acertado para esta narración, ya que no consigues empatizar con los personajes. Además, da la sensación de que no tiene argumento, y carece de originalidad. Quizás sea el final lo único que me ha sorprendido en toda la trama.
En definitiva, libro recomendado para adolescentes ya que su género es romántico juvenil, pero también para no tan adolescentes. Espero que ustedes puedan disfrutarlo como se merecería.
Reseña #218. Tan poca vida, de Hanya Yanagihara
Últimamente estoy leyendo mucho libro intimista. Creía que era un estilo que no iba conmigo pero no ha sido así. Si bien es algo que se aleja totalmente de mis gustos preferidos, de vez en cuando es bueno cambiar el chip, leer cosas distintas y descubrir nuevos autores y nuevas temáticas. Y, de momento, he ido acertado en todo lo que he leído. Toquemos madera.
La historia comienza con cuatro amigos: JB, Willem, Malcolm y Jude. Estos cuatro amigos, todos dispares entre sí, incluso en las razas, tendrán que luchar día a día en una ciudad cruel y dura, una cuidad que no les pone las cosas fáciles a ninguno a pesar de que unos tienen más suerte que otros.
Esta novela hace que el lector recorra junto con los protagonistas toda la vida de cada uno de ellos, centrándose más en la parte entre los 20 años, donde todos se conocieron, y más allá de la cincuentena.
A simple vista parece una novela de tantas que trata sobre la amistad y/o el amor entre cuatro amigos. Podría serlo, pero no es así. Si bien la amistad de los cuatro amigos es un pilar importante en la trama, lo que sujeta al libro, el auténtico eje, es el dolor y el sufrimiento, tanto físico como psicológico, de uno de ellos en concreto: de Jude, el verdadero protagonista de historia.
A mi juicio una definición de este libro es que es una radiografía exhaustiva del sufrimiento de un protagonista y cómo eso afecta a los demás.
Yanagihara ha sido mundialmente aclamada por este libro. Y realmente se lo merece. No solo por cómo ha sido capaz de plasmar y de diseccionar de una forma magistral el dolor y el sufrimiento humano, que es la parte más oscura y dura de la novela, sino porque ha sido capaz de explorar con una calidad increíble masculinidad, la orientación sexual, los miedos y deseos de los personajes, sus inquietudes… En esencia, sus vidas. Ha creado personajes tan sumamente reales, con tantos detalles y tan cambiantes que casi se pueden tocar.
«-Si algo he aprendido es que hay que hablar de los episodios dolorosos mientras aún están frescos o nunca hablarás de ellos. Voy a enseñarte a verbalizarlo, porque cuanto más esperes, más difícil te resultará, y se intensificará en tu interior y siempre creerás que tuviste la culpa. Te equivocarás, pero siempre lo pensarás.
Él no supo cómo reaccionar, aunque al día siguiente, al volver ella a sacar el tema, Jude negó con la cabeza y le dio la espalda, aún cuando ella lo llamó.»
De los personajes podría estar hablando horas y quizás aún me quedaría cosas por decir. Son los personajes más complejos que he leído nunca. Podría intentar hacer un resumen de ellos, pero no lo iba a conseguir ya que quedaría muy cojo. Cuando un libro es tan largo en número de páginas y en los años que la trama dura, y más si los protagonistas empiezan en la adolescencia, es muy difícil hacer un resumen decente. Y ante esa posibilidad prefiero que sea el lector el que valore cómo son los personajes y qué les motiva a vivir. Solo decir lo mismo que arriba: es una autopsia completa de cada personaje, a veces muy pero que muy dura.
Posiblemente lo que más me ha gustado de los personajes ha sido su disparidad, las diferencias tan abismales que a veces existían entre ellos. Y de los cuatro amigos no sabría con quién quedarme, la verdad. Todos tienen cosas que me encantan y detesto, pero quizás sienta más simpatía por Willem, aunque no sé el porqué.
A pesar de que solamente comento lo de los cuatro amigos, hay un elenco de secundarios bastante importante que enriquece la historia, si bien a veces me daba la sensación de que alguno de ellos sobraba.
En cuanto a la narración, tengo sentimientos encontrados. A pesar de sus más de mil páginas, es un libro que se lee estupendamente. Pero no es fácil de leer, ya que aúna partes de extrema belleza con otras verdaderamente duras, sobrecogedoras y oscuras, partes más directas con otras más complicadas. Es realmente denso, no se puede leer a la ligera si se quiere captar todo el trasfondo. Las descripciones, casi inexistentes, cuando aparecen se aprecia que están medidas, sin que molesten a la historia y, además, son de gran calidad.
Por contra, me parece un libro que podía haberse contado con muchísimas páginas menos ya que se llega a un punto que se entra en un bucle de sufrimiento del protagonista. Es como estar todo el rato metiendo el dedo en la llaga, sin dejarla sanar. No sé si es algo pensado por la autora, pero ese sufrimiento «gratuito» que nos brinda no es algo que me apasione y ha habido momentos en los que me ha desesperado.
Aunque mi desesperación duraba bastante poco ya que es un libro en el que los giros de argumento son habituales gracias a los numerosos personajes, además de los cambios de tensión en la historia.
También me gustaría mencionar algo que me ha quedado bastante sorprendido. El libro contiene numerosas faltas tipográficas, como ausencia de palabras, de puntos, frases quizás no del todo bien construidas. Quizás sea porque se mandó a los bloggers antes de su salida definitiva y por eso, entre otras cosas, tenga en la contraportada una frase de «prohibida su venta». Confío en que la edición para el público haya sido corregida completamente, porque sino sería una auténtica pena.
Como conclusión, una novela que sería buena de leer pero no es para todo el mundo. Puede llegar a ser pesada y repetitiva si no se disfruta siguiendo a los protagonistas a través de su vida. En cambio, para quien le guste este tipo de novelas es una lectura casi obligada; simplemente por como es capaz de plasmar el dolor de Jude merece la pena.
Reseña #207. El océano de la memoria, de Paloma San Basilio
He visto reseñas en las que dicen que es una novela histórica. Voy a discrepar por una simple razón. Aquí no se utiliza el contexto socio-económico y político para que el lector aprenda sobre la época que vivían, sino que se usa para enfatizar que los años pasan y poner un poco «en situación» al lector, ya que los cuenta como hitos. No es lo mismo decir: «han pasado 40 años» a «en este tiempo se ha visto la llegada al poder de Franco, toda la postguerra, el creciente ímpetu de los jóvenes, el puente de Cadiz, los Beatles, la muerte de Franco, el nombramiento de un nuevo monarca…». Simplemente remarca el cambio de una sociedad mediante hechos históricos.
La narradora de la novela es Alba Monasterio-Livingston, quien en forma de diario o memorias cuanta todo la historia de su familia, prácticamente desde los inicios con sus bisabuelos (de los cuales se va conociendo a lo largo de la narración) hasta la «actualidad» del personaje. Si bien está escrita en primera persona, no presenta una narración constante, ya que en las partes que ella participa hará partícipe al lector de sus pensamientos, de sus ilusiones e inquietudes, pero en las partes que narra gracias a los conocimientos de los demás (generalmente cartas), se convierte en un narrador en tercera persona que solo vuelve a la primera cuando aparece en escena ella, lo que suele ocurrir cuando la escena está en Cádiz.
Además, de vez en cuando, aparece alguna carta escrita literalmente o páginas de diario.
Honestamente, nunca pensé que este libro pudiese encantarme (gustarme sí, pero no encantarme). Reconozco que no me agrada que ahora cualquier «famoso» saque libro y automáticamente tenga el apoyo de una editorial grande simplemente por la repercusión mediática, y con este libro tenía esa sensación. También es cierto que desconocía que Paloma San Basilio había sacado otra novela. Decidí leerlo sin prejuicios, sin esperarme nada, y me he encontrado un libro trabajado y muy bien documentado, con un estilo narrativo sencillo, bonito y elegante, que intenta atrapar al lector en sus páginas a través del uso de lenguaje conocido y unos personajes que llegan al alma. Vamos, que alegremente me he tragado mi propio pensamiento, y eso me alegra muchísimo.
Para mí, y esto es totalmente mi opinión personal, lo mejor de la novela han sido los personajes. Una vez cerrado el libro se me quedó un hondo sentimiento de pena, ya que durante 608 páginas se sigue la vida de una familia, de unos personajes tan magistralmente trabajados que parecen reales, con sus defectos, virtudes, evolución para bien o para mal, por lo que es imposible no ponerse de parte de uno o de otro, de sentir alegría, dolor, pena o rabia. Podría centrarme en ellos pero es mejor que el lector los descubra.
Estructuralmente el libro se compone de cuatro partes, cada una con su propio ritmo, que se incrementa con el paso de las páginas (sobre todo en la última parte), por lo que voy a hacer algo distinto a lo habitual: una minireseña de cada una.
«Yo era incapaz de reprocharle nada. Sabía muy bien como duele un amor imposible. En el fondo de mí, le compadecía. Lo peor que puedes hacer es perseguir lo inalcanzable. Esa obsesión vedada solo puede dejar un gran peso en tu alma y la frustración de un tiempo inútilmente perdido, que podría haber sido maravilloso.»
Narra desde el nacimiento de Alba hasta que tiene más o menos 10 años (1936 – 1946). Es una parte sumamente descriptiva, la que más de hecho. Describe de forma muy elaborada todos los elementos de los edificios con los que los protagonistas tuvieron contacto, así como la mentalidad de la época respecto a todo. Si bien Alba es la «protagonista», aparecen bastantes personajes, con una gran importancia de los padres de la narradora.
En esta parte se puede comprobar el daño que hizo la Guerra Civil en España y las dos Guerras Mundiales a través de los ojos de una persona inocente.
Principalmente la acción ocurre en Cádiz, en la casa de la Plaza Mina, y en Inglaterra.
Esta parte ha sido la causante de mi lentitud. Si bien en este tipo de novelas el exceso de detalles es normal (la falta de acción se suple a la perfección con un entorno magistralmente descrito, vease El valle del asombro), es algo con lo que sufro mucho, y más cuando mi cabeza estaba saturada de información por los exámenes. Ayer leí más de 100 páginas, mientras que necesité más de dos semanas para salir de la primera parte.
Alba ya tiene 18 años. Ha dejado atrás su inocente infancia para ser una señorita con el espíritu rebelde e indomable que se podría prever gracias a la primera parte.
Abundan los sentimientos de los personajes, creándose la mejor historia de amor de todas las que he leído para mi gusto. Sin tonterías y sin necesidad de recurrir al sexo explícito Paloma San Basilio ha creado un romance que me ha encantado, y eso es noticia, ya que no me gustan nada.
Entra en juego otro país, México, por lo cual vuelven las descripciones, pero ni punto de comparación como en la primera parte. En la parte mexicana, Alba pasa a narrar las aventuras de un familiar en las tierras americanas, sus andanzas y desventuras.
La novela empieza a perder su envoltorio alegre, que se lo dan los niños de la plaza Mina, para ir oscureciéndose con los reveses de la vida y la aparición de secretos.
Ahora Alba tiene 26 años. Un salto en el tiempo que se pone de manifiesto con la citación de algunos hitos en la historia española y mundial. Termina con Alba entrando en la treintena.
Se caracteriza por la lucha diaria en México, donde la narración en dicho país ocupa gran parte de sus páginas, y el devenir de la familia Monasterio-Livingston. Las descripciones se reducen al mínimo y vuelven las reflexiones de su narradora.
Los sentimientos no son tan puros como en la 2ª parte, sino que son mucho más negros, predominando el odio y la venganza, saliendo a la luz más secretos. muchos de los cuales pondrán patas arriba a una de las familias de más nombre de Cádiz.
Los hermanos empiezan a tomar protagonismo en la historia y cada uno tendrá su hueco, que será mayor o menor en función de lo grande que sea.
Continua donde se dejó anteriormente. Un nuevo país entra a escena, Colombia. En esta parte los años pasan mucho más rápido, pudiendo haber saltos de varios años entre situación y situación, por lo que aconsejo mucha atención.
Una parte en la que sale a la luz todo, llena de contrastes, de felicidad y tristeza. Es una montaña rusa de emociones. Aquí es donde se observa cuán mezquino puede ser el hombre para garantizar su felicidad, pero a la vez cuán generoso y bueno puede ser por los demás.
Quizás sea la parte donde hay más giros de argumentos, donde ocurren cosas que en ninguna aparecen, situaciones posiblemente más acordes a lo que estamos acostumbrados a la realidad.
Pocas descripciones pero muchas reflexiones. Termina de una manera que me ha parecido la más acertada para la historia, quedándome con muy buen sabor de boca.
Cómo último apunte, el título me ha parecido el mejor de todos los posible.
De toda la narración tengo una queja. No me ha gustado el recurso de intentar mantener la atención al lector dando pistas (algunas de una forma muy cantosa) de lo que pasará en el futuro, y no dejando que lo suponga. Ahí ha faltado sutileza, para mi gusto.
Otra pega, pero tampoco importante, es que algunos diálogos flojeaban, estaban vacíos y no aportaban nada, pero, por otra parte, es la historia de una familia, con infinidad de personajes totalmente humanos. Por tanto ¿quién no conoce a alguien que no puede dejar de hablar y las conversaciones no aportan nada? No todo puede ser diálogos magistrales.
Como conclusión, la recomiendo a los amantes de la narrativa contemporánea, a aquellas personas que disfruten con una buena historia aunque no haya espadas ni pistolas de por medio, o quienes quieran leer algo con unos personajes inventados tan reales que parecen tangibles.
Reseña #207. El océano de la memoria, de Paloma San Basilio
He visto reseñas en las que dicen que es una novela histórica. Voy a discrepar por una simple razón. Aquí no se utiliza el contexto socio-económico y político para que el lector aprenda sobre la época que vivían, sino que se usa para enfatizar que los años pasan y poner un poco «en situación» al lector, ya que los cuenta como hitos. No es lo mismo decir: «han pasado 40 años» a «en este tiempo se ha visto la llegada al poder de Franco, toda la postguerra, el creciente ímpetu de los jóvenes, el puente de Cadiz, los Beatles, la muerte de Franco, el nombramiento de un nuevo monarca…». Simplemente remarca el cambio de una sociedad mediante hechos históricos.
La narradora de la novela es Alba Monasterio-Livingston, quien en forma de diario o memorias cuanta todo la historia de su familia, prácticamente desde los inicios con sus bisabuelos (de los cuales se va conociendo a lo largo de la narración) hasta la «actualidad» del personaje. Si bien está escrita en primera persona, no presenta una narración constante, ya que en las partes que ella participa hará partícipe al lector de sus pensamientos, de sus ilusiones e inquietudes, pero en las partes que narra gracias a los conocimientos de los demás (generalmente cartas), se convierte en un narrador en tercera persona que solo vuelve a la primera cuando aparece en escena ella, lo que suele ocurrir cuando la escena está en Cádiz.
Además, de vez en cuando, aparece alguna carta escrita literalmente o páginas de diario.
Honestamente, nunca pensé que este libro pudiese encantarme (gustarme sí, pero no encantarme). Reconozco que no me agrada que ahora cualquier «famoso» saque libro y automáticamente tenga el apoyo de una editorial grande simplemente por la repercusión mediática, y con este libro tenía esa sensación. También es cierto que desconocía que Paloma San Basilio había sacado otra novela. Decidí leerlo sin prejuicios, sin esperarme nada, y me he encontrado un libro trabajado y muy bien documentado, con un estilo narrativo sencillo, bonito y elegante, que intenta atrapar al lector en sus páginas a través del uso de lenguaje conocido y unos personajes que llegan al alma. Vamos, que alegremente me he tragado mi propio pensamiento, y eso me alegra muchísimo.
Para mí, y esto es totalmente mi opinión personal, lo mejor de la novela han sido los personajes. Una vez cerrado el libro se me quedó un hondo sentimiento de pena, ya que durante 608 páginas se sigue la vida de una familia, de unos personajes tan magistralmente trabajados que parecen reales, con sus defectos, virtudes, evolución para bien o para mal, por lo que es imposible no ponerse de parte de uno o de otro, de sentir alegría, dolor, pena o rabia. Podría centrarme en ellos pero es mejor que el lector los descubra.
Estructuralmente el libro se compone de cuatro partes, cada una con su propio ritmo, que se incrementa con el paso de las páginas (sobre todo en la última parte), por lo que voy a hacer algo distinto a lo habitual: una minireseña de cada una.
«Yo era incapaz de reprocharle nada. Sabía muy bien como duele un amor imposible. En el fondo de mí, le compadecía. Lo peor que puedes hacer es perseguir lo inalcanzable. Esa obsesión vedada solo puede dejar un gran peso en tu alma y la frustración de un tiempo inútilmente perdido, que podría haber sido maravilloso.»
Narra desde el nacimiento de Alba hasta que tiene más o menos 10 años (1936 – 1946). Es una parte sumamente descriptiva, la que más de hecho. Describe de forma muy elaborada todos los elementos de los edificios con los que los protagonistas tuvieron contacto, así como la mentalidad de la época respecto a todo. Si bien Alba es la «protagonista», aparecen bastantes personajes, con una gran importancia de los padres de la narradora.
En esta parte se puede comprobar el daño que hizo la Guerra Civil en España y las dos Guerras Mundiales a través de los ojos de una persona inocente.
Principalmente la acción ocurre en Cádiz, en la casa de la Plaza Mina, y en Inglaterra.
Esta parte ha sido la causante de mi lentitud. Si bien en este tipo de novelas el exceso de detalles es normal (la falta de acción se suple a la perfección con un entorno magistralmente descrito, vease El valle del asombro), es algo con lo que sufro mucho, y más cuando mi cabeza estaba saturada de información por los exámenes. Ayer leí más de 100 páginas, mientras que necesité más de dos semanas para salir de la primera parte.
Alba ya tiene 18 años. Ha dejado atrás su inocente infancia para ser una señorita con el espíritu rebelde e indomable que se podría prever gracias a la primera parte.
Abundan los sentimientos de los personajes, creándose la mejor historia de amor de todas las que he leído para mi gusto. Sin tonterías y sin necesidad de recurrir al sexo explícito Paloma San Basilio ha creado un romance que me ha encantado, y eso es noticia, ya que no me gustan nada.
Entra en juego otro país, México, por lo cual vuelven las descripciones, pero ni punto de comparación como en la primera parte. En la parte mexicana, Alba pasa a narrar las aventuras de un familiar en las tierras americanas, sus andanzas y desventuras.
La novela empieza a perder su envoltorio alegre, que se lo dan los niños de la plaza Mina, para ir oscureciéndose con los reveses de la vida y la aparición de secretos.
Ahora Alba tiene 26 años. Un salto en el tiempo que se pone de manifiesto con la citación de algunos hitos en la historia española y mundial. Termina con Alba entrando en la treintena.
Se caracteriza por la lucha diaria en México, donde la narración en dicho país ocupa gran parte de sus páginas, y el devenir de la familia Monasterio-Livingston. Las descripciones se reducen al mínimo y vuelven las reflexiones de su narradora.
Los sentimientos no son tan puros como en la 2ª parte, sino que son mucho más negros, predominando el odio y la venganza, saliendo a la luz más secretos. muchos de los cuales pondrán patas arriba a una de las familias de más nombre de Cádiz.
Los hermanos empiezan a tomar protagonismo en la historia y cada uno tendrá su hueco, que será mayor o menor en función de lo grande que sea.
Continua donde se dejó anteriormente. Un nuevo país entra a escena, Colombia. En esta parte los años pasan mucho más rápido, pudiendo haber saltos de varios años entre situación y situación, por lo que aconsejo mucha atención.
Una parte en la que sale a la luz todo, llena de contrastes, de felicidad y tristeza. Es una montaña rusa de emociones. Aquí es donde se observa cuán mezquino puede ser el hombre para garantizar su felicidad, pero a la vez cuán generoso y bueno puede ser por los demás.
Quizás sea la parte donde hay más giros de argumentos, donde ocurren cosas que en ninguna aparecen, situaciones posiblemente más acordes a lo que estamos acostumbrados a la realidad.
Pocas descripciones pero muchas reflexiones. Termina de una manera que me ha parecido la más acertada para la historia, quedándome con muy buen sabor de boca.
Cómo último apunte, el título me ha parecido el mejor de todos los posible.
De toda la narración tengo una queja. No me ha gustado el recurso de intentar mantener la atención al lector dando pistas (algunas de una forma muy cantosa) de lo que pasará en el futuro, y no dejando que lo suponga. Ahí ha faltado sutileza, para mi gusto.
Otra pega, pero tampoco importante, es que algunos diálogos flojeaban, estaban vacíos y no aportaban nada, pero, por otra parte, es la historia de una familia, con infinidad de personajes totalmente humanos. Por tanto ¿quién no conoce a alguien que no puede dejar de hablar y las conversaciones no aportan nada? No todo puede ser diálogos magistrales.
Como conclusión, la recomiendo a los amantes de la narrativa contemporánea, a aquellas personas que disfruten con una buena historia aunque no haya espadas ni pistolas de por medio, o quienes quieran leer algo con unos personajes inventados tan reales que parecen tangibles.
Reseña #198. Lo que aprendí de mi pingüino, de Tom Michell
Nos trasladamos a la Argentina de los años setenta, donde Tom, un joven inglés con muchas ansias de vivir y descubrir el mundo, consigue un empleo en un internado inglés. Cierto día, Tom decide dar un paseo por la orilla del mar en Punta del Este (Uruguay), sin saber que ese simple paseo cambiaría su vida por completo. Tom descubre, apilados en la orilla de la playa, montones de cadáveres de pingüinos, pues estaban cubiertos de petróleo que algún barco habría dejado escapar. Horrorizado, Tom continúa su paseo hasta que, anonadado, descubre que una de las aves todavía permanece con vida. Aunque en un principio duda, Tom decide rescatar al pingüino, y aunque este en principio se mostraba hostil, Tom consigue llevarlo a su apartamento y lavarlo, salvándole la vida al pequeño ave. El pingüino será bautizado como Juan Salvador Pingüino, y será a partir de aquí cuando Tom y Juan Salvador se convertirán en dos amigos inseparables.
Tom comenzará a investigar acerca de estas singulares y divertidas aves, para lograr mantener con vida a su nuevo amigo, a la vez que tendrá una pequeña lucha interna sobre qué hacer con él: bien podría quedárselo como mascota, devolverlo al mar o incluso llevarlo al zoo de Argentina. Mientras tanto, Tom decide llevar al encantador Juan Salvador al internado donde trabaja, donde el pequeño ave creará un precioso vínculo con todas aquellas personas que llegan a conocerlo. Juan Salvador se convertirá en la mascota del equipo de rugby, será considerado amigo y consejero de muchos humanos, y ante todo, se meterá muy hondo en el corazón de Tom, ganándose un hueco que nunca nadie más podrá ocupar.
«El tiempo pasa, claro, y nuevos parientes, amigos y mascotas se disputan la entrada en nuestros corazones, pero el vacío que dejan los que lo ocuparon no se llena jamás. Mantenemos con vida a nuestros seres queridos en nuestros recuerdos, conversaciones y relatos, pero no siempre revelamos su auténtica importancia en nuestra vida. Ni falta que hace. Todo el que haya perdido una mascota lo sabrá.»
La historia gira en torno a la relación del hombre y su amigo pingüino, así como vivencias personales de Tom, su día a día, anécdotas curiosas o divertidas, etc. Aunque resulta también muy interesante el hecho de que Tom cuente como era la situación política y social de la Argentina de los 70, así como su experiencia acerca del golpe de Estado en Argentina el 24 de marzo de 1976, o un angustioso ataque terrorista. En resumidas cuentas, mezcla vivencias triviales de la vida cotidiana con temas más serios como por ejemplo, la política.
Los personajes, salvo Tom y su querido Juan Salvador, se mantienen al margen, sin llegar a destacar. El dúo protagoniza por completo la obra, y sinceramente, no era necesario el protagonismo de nadie más. Juan Salvador y sus tiernas aventuras derrochan simpatía y carisma, al igual que Tom es un buen chico que destaca por su naturalidad. Su preciosa relación, la cual va creciendo más y más cada día, hace que los sientas a los dos sumamente reales, sumamente cercanos a ti. Al final del libro, les llegas a coger mucho cariño a los dos.
El libro tiene un ritmo ameno, es muy fácil de leer y entretiene en todo momento. Mantiene un «tono» alegre y divertido durante toda la narración, y es por eso mismo que el final resulta tan chocante. De repente el libro se torna muy serio e inesperadamente profundo, y, estáis advertidos cuando digo, que este es el típico libro que va a desgarrarte el corazón. Un final tajante y descorazonado, pero a la vez increíblemente sentimental y capaz de derretir hasta los corazones más duros. El último capítulo es simplemente sublime. Me gustaría comentar mucho más al respecto pero no quiero destripar el libro, ya que desearía que si le dais una oportunidad al mismo, el final os sorprenda y os llegue tan hondo como a mí.
Por último, cabe mencionar lo sumamente bonita que es la edición del libro: desde la preciosa portada con detalles metalizados hasta las ilustraciones que encontramos al comienzo de cada capítulo. Una edición sumamente cuidada y de gran calidad.
Creo que ha quedado claro ya que el libro me ha encantado. Es uno de esos libros que van mejorando con cada página, y sobre todo, que sorprenden y se te meten en las entrañas para hacerte sentir de forma casi desgarradora. El amor y respeto por la naturaleza y los animales que derrochan en este libro merecen ser leídos por cualquier tipo de lector, es por eso que lo recomiendo a todo el mundo. Aunque estoy segura de que este libro se va a convertir en una obra especial para todos los que tenemos mascotas y las amamos como a un más de nuestra familia. Dadle una oportunidad, merece la pena.
Reseña #195. La misión del bufón, de Robin Hobb
Antes de nada me gustaría aclarar algo. Aunque este libro es el inicio de una trilogía propia, los hechos ocurren 15 años después de que termine la trilogía Vatídico; el universo creado se completa por las otras trilogías de la autora, aunque parécese que son independientes. A ver, no es imprescindible conocer el extenso mundo de los Seis Ducados para disfrutar de este libro, pero sí es cierto que en La misión del bufón apenas se pasa por encima del pasado, con momento puntuales y sin explicar numerosas cosas que se suponen que debería sonar al lector. Parentescos, las relaciones exteriores, la Guerra de las Velas Rojas, el alzamiento de los dragones, incluso qué es la Maña y la Habilidad… Si bien estos dos últimos conceptos se desarrollan a lo largo de la novela, que se empiece con ellos al principio sin explicaciones puede descolocar.
Bien, entrando en faena. Esta novela es claramente fantasía épica, en un mundo psudomedieval. Los típicos elementos que suelen estar presentes en ellas abundan aquí. La historia gira en torno al protagonista absoluto, Traspié Hidalgo, que será el propio narrador. Tras 15 años aislado del mundo en compañía de Ojos de Noche, su lobo vinculado con la Maña, la magia de la naturaleza, y de alguna compañía femenina, Traspié recibe varias inesperadas visitas que alteran su pacífica y rutinaria vida alejada de la corte, planteándose dejar todo lo que ha construido. Convertido en el ayudante de cámara de su antiguo compañero de aventuras, el bufón convertido en lord, parte a buscar al principie para evitar un conflicto que podría desencadenar una nueva guerra. Durante su viaje, el lector conocerá más detalles sobre el pasado del protagonista y de la anterior trilogía, aunque como ya dije, son momentos puntuales, más bien ideas que sirven para dar énfasis a una acción o un pensamiento que tiene que ver con el pasado en vez de explicarlo.
Esta lectura no ha dejado de sorprenderme página tras página. En vez de tener a un joven héroe, tenemos a un antiguo asesino al que su juventud y su pasado le han pasado factura en lo físico -cosa que recuerda mucho el protagonista- y un lobo más cerca de la tumba que de ser un cachorro; esto ya no es solo que no abunde, sino que no tengo constancia de haber leído un libro que el protagonista no haya sido un joven héroe o un aguerrido soldado. En cambio, Traspié y Ojos de Noche sueñan más con su cabaña alejada de todo que en ser héroes. Primera sorpresa de las gordas.
La segunda sorpresa gorda fue haber leído más de 300 páginas con un ansia voraz en las que no pasaba absolutamente nada de acción. Ha sido, quizás, la lectura en las que más ganas tenía de saber qué ocurriría después en una trama momentánea en la que lo más interesante desde el punto de vista de la fantasía eran unos grabados en la madera y la creación de unos amuletos contra depredadores.
En cuanto al argumento, el libro tiene a mi juicio dos claras partes. La primera, más descriptiva, donde la «acción» que ocurre está camuflada: mucha intriga, muchos cabos sueltos, espionaje, planes de ataque y de salvaguarda, etc. La segunda parte es cuando empieza ya la auténtica acción, aun así no está repleta de gigantescas batallas tipo El Señor de los Anillos, sino más bien batallas del tipo escaramuzas. Pero en ambas hay mucha magia, traiciones, cosas que no son lo que parecen…
Traspié hace de narrador, de una forma que me recuerda a unas memorias. Se podría decir que es un narrador en primera persona encubierto en tercera. Traspié no es un ser omnipotente y omnipresente, sino que todo lo que cuenta es fruto de su experiencia, su conexión con el lobo, o lo que le cuentan los personajes. No conoce los pensamientos de los demás y todos tienen secretos, por lo que le da un halo de misterio en torno a los protagonistas que me gusta bastante. Otro acierto del narrador es que,,aunque hasta la mitad del libro todo es bastante descriptivo, no se hace pesado debido a que el narrador «interactúa» con el lector, por lo que no es un párrafo de 20 lineas describiendo un bosque, sino que quizás explique la distribución del bosque, cuente las sensaciones que tiene, vuelva a describir más a fondo el bosque, aparezca el lobo y de su punto de vista, etc.
«—Eso es un lobo.
—Sí, parece un lobo de verdad— admití. Dí una palmada y silbé—. Aquí, Ojos de Noche. Aquí, bonito.
Estoy bebiendo, imbécil. Tengo sed. Como la tendrías tú si hubieras venido corriendo en lugar de montado a caballo.
—No —insistió Laurel sin alterarse—. No es un perro con aspecto de lobo. Es un lobo.»
La narración es simplemente espectacular. Solamente por ella el libro ya debería ser leído. Presenta una capacidad de absorber al lector con los hechos más insignificativos, queriendo este siempre saber más y más. Y eso que la historia empieza muy lenta, aumentando la agilidad y los giros argumentales a medida que pasan las páginas, pero como he dicho solo notaba que me bebía las páginas y no ocurría nada. Así que si es capaz de absorber sin acción, cuando esta empieza es un sin vivir. Anoche empecé a leer a las 01:00 más o menos, y hasta las 6:30 no tuve el coraje y la fuerza suficiente para separarme de sus páginas. También ayuda mucho un lenguaje claro y preciso, sin palabrejas o expresiones prácticamente desconocidas para el lector medio.
En cuanto a los personajes, realmente me han gustado todos, aunque mi preferido es Ojos de Noche. Cada uno en su rol, generalmente sin sufrir evoluciones salvo excepciones, y muy definidos. Como mencioné, me ha parecido muy original que los protagonistas no sean los mejores guerreros del reino, sino dos antiguos héroes que ya no están en la flor de la vida. Unos personajes que sufren, pasan hambre y frio, pero también se emborrachan, conquistan y son héroes; en definitiva, personajes muy vivos.
Gracias a su manera de narrar y que es el propio Traspié quien cuenta la historia, es imposible no sentir empatía tanto por él como por los demás. A lo largo de la narración habrá alegría, llantos, situaciones de pelos de punta… Sacará al lector desde una sonrisa hasta una lágrima.
Y desde mi punto de vista, darle a los animales tanto protagonismo pero sin dejar de ser animales, solamente por las conexiones de los pensamientos a través de la Maña, es una perfecta manera de salir del cliché de los animales parlantes en los libros de fantasía.
Las pegas de este libro son bastante pocas, la verdad. Una de ellas, más que una pega, es algo que me chocó mucho: los nombres y apellidos de los personajes. Traspié, Dorado, Civil, Cervudo, Mechatejón… No sé, pero en ese aspecto no me ha convencido, la mayoría de los nombres me sonaban fatal. Otro aspecto «negativo» es que al usar al narrador en primera persona se puede suponer que el protagonista no morirá -salvo sorpresa mayúscula y con el consiguiente cambio de narrador-, aunque esto no se aplica a los demás personajes. Y por último, aunque esto no depende de la historia, lo que menos me ha gustado es que un libro de 800 páginas tenga esa tapa tan blanda. La portada reconozco que me ha gustado mucho, pero durante casi toda la lectura he ido con miedo de hacerle algo al libro, de que se me ladease y lo rasgara; para mí el gran fallo del libro es ese.
Y a modo de conclusión decir que ya tengo apuntados todos los libros de Robin Hobb sobre los Seis Ducados. Un más que estupendo libro de fantasía épica en donde no sobra una descripción, con unos personajes totalmente atípicos y una trama lenta pero completamente absorbente. Recomendadísima para cualquier amante de la fantasía y que disfrute simplemente con una buena narración.