La historia en sí está bien: Natalie –profesora del montón– conoce a Flynn Godfrey –actor de Hollywood súper sexy. Él enseguida se siente atraído por ella, y tiene la necesidad de seguir viéndola.
¿El problema? Que ambos tienen secretos. El de Flynn lo sabemos pronto, pero el de ella… no. Aunque la autora nos repita hasta la saciedad que tiene un secreto guardado bajo llave desde hace mucho tiempo, y que hace años que no puede mantener relaciones sexuales con hombres por «aquello que le sucedió».
Desde el principio Natalie le deja claro a Flynn que no se irán a la cama, y él –ejem– lo acepta sin ningún problema.

A partir de entonces, vemos una relación que sería de lo más normal, excepto por el hecho de que él es famoso, y de que ambos se esconden un secreto «de los gordos».
Flynn me ha parecido muy atento con Natalie, siempre dispuesto a hacer que ella se sintiera bien y cómoda con él. En cuanto a Natalie, le cuesta un poco acostumbrarse a ello, y es normal. Me ha parecido interesante ver cómo evolucionaba a lo largo de la historia, y cómo iba confiando en Flynn. Además, la historia va alternando capítulos narrados en primera persona por los dos protagonistas, con lo que también me han parecido muy cercanos.

Como he dicho, la historia en sí me ha gustado. Lo que no me ha gustado tanto ha sido el estilo de la autora. He notado que repetía mucho demasiado ciertas informaciones para cerciorarse de que llegaban al lector, pero con ello la he encontrado un pelín «cansina».
También, en varios momentos he tenido la sensación de que los personajes justificaban al lector sus pensamientos, como si la autora quisiera explicar por qué debemos creernos lo que piensan.

Resumiendo…
Escándalo me habría gustado más si la historia hubiera fluido de forma más natural, sin que la intervención de la autora se hubiera notado tanto: repitiendo demasiado cierta información y explicando demasiado, en lugar de dejar que las acciones y palabras de los personajes hablaran por sí mismas.
Esta es la primera parte de una trilogía, que, sinceramente, no sé si seguiré leyendo. De momento daré prioridad a otras historias, y ya veremos.