Si bien no es un género del cual esté muy familiarizado ya que las lecturas realizadas sobre movimientos sociales han sido prácticamente nulas, sin embargo, con Riquelme se ha logrado despertar el interés sobre el análisis del tema, he de decir que me pareció una obra bastante buena por varios factores: aborda aspectos políticos donde se analizan los movimientos y por supuesto también menciona cómo actúan las autoridades tras bambalinas, es decir, los mismos que buscan plantar en la oposición personas para desprestigiar al lado contrario figurándolo como un villano. Por otra parte también destaca el papel del Estado en esta breve novela. Se destaca el tema de la antiglobalización que lucha contra el actual proceso de globalización que busca el beneficio de los países más adinerados creándose una injusticia económica. Esa guerra sucia, nombre bautizado por Riquelme, la podremos ver a través de Luis Villalba, el protagonista de la novela que se dedica a investigar y estar bajo el mando de las autoridades. Todo un proceso dividido en dos: el primero, en su pasado para poder comprender todos los eventos por los que atraviesa Villalba en el presente. Esos dos tiempos ciertamente narrados por Riquelme a través de la voz de Luis, el policía infiltrado y desaparecido de las actas de registro para no dejar evidencia alguna, considero pudieron haber sido potenciados con más fuerza. Aunque reconozco que el narrar en primera persona es complicado precisamente porque pone en juego todo el tiempo el aspecto mental donde entra el factor emocional. Esa fuerza de la que se discute la podremos ver a través de la lucha que tiene Luis V. con su pasado donde su padre, siendo miembro de la ETA (Euskadi Ta Askatasuna, organización terrorista disuelta el 3 mayo de 2018) es asesinado; los desprecios e incluso indiferencia de su madre quien posteriormente se suicida.

El escritor español nos demuestra que tiene un talento fascinante de narración con ideas bastante originales a las cuales siempre le es fiel y las respeta sin desviarse en nimiedades. Es un autor del cual sin duda volvería a leer ya que se entrega totalmente en su proyecto literario e independientemente de si era su deseo o no, nos enseña una parte de su vida inspirándose en uno de sus trabajos para crear al protagonista, el de ser espía.

La obra de José Aguilar es una novela que tal vez no es para cualquier público, de hecho, exige mucho en conocimientos y saberes culturales. Su redacción es muy parecida a los clásicos como Víctor Hugo, aunque en parte peca mucho en el exceso de descripciones y poca acción dando una sensación de desequilibrio aspecto del cual los clásicos poseen de manera equilibrada. La novela cuenta con un sinfín de pies de páginas creando muchos tropiezos en la redacción y desconcentración en la lectura. Sin embargo, ese mismo aspecto donde demuestra las investigaciones indica que está muy sustentado en infinidad de fuentes.

José Aguilar nos demuestra que tiene la capacidad de crear una novela histórica con mucho rigor de investigación y nos indica que es posible no dañar la historia para las mismas licencias históricas. Del mismo modo expresa a través de personajes muy sapientes y conocedores del arte mostrando una visión anticlerical y con tintes de crítica política. Lo especial de la novela es el homenaje a los pintores europeos inmortalizando sus obras de arte al darles una descripción poniendo en ellas mucha vida y movimientos propios.

Es una obra muy diferente, donde los protagonistas son las pinturas y las esculturas. El autor hace recuerdo de la mitología además de que implícitamente nos pide que respetemos las obras artísticas, que sepamos y nos interesemos por la historia de cada una de ellas. Nos invita a través de su novela a darle profundidad, un nuevo sentido que llena de color y de vida el arte en sí mismo. Es una historia realmente original pero que también considero que pudo haberse idealizado mejor la novela, posiblemente no todo el público pueda no entender el mensaje maravilloso del autor, dar un sentido respetuoso y profundo al arte.