Toda la información que llega a nuestras manos puede convertirse en oro si es que sabemos transmutarla. «Nacimos para triunfar» abre los ojos a una realidad muchas veces ignorada. La violencia y el miedo forma parte de nuestra vida desde el primer momento en el que salimos al mundo y experimentamos por primera vez la realidad fuera de la protección que nos da el vientre materno. La ignorancia de no saber qué está ocurriendo, pues hemos estado 9 meses en una calma apacible y segura, se queda almacenada en algún lugar de nuestro inconsciente, de tal forma que hasta la vejez pueden estar atormentándote las nalgadas de aquel médico que solo quería que respiráramos, la separación con nuestra madre porque la rapidez de hoy en día instaba al equipo médico a llevar un cierto procedimiento olvidándose de permitir vivir el presente. Un sinfín de momentos vividos, ya ni hablar de ciertos problemas durante el parto o el embarazo, que harán que ese niño inocente e indefenso que fuimos se aferre a recuerdos que de alguna forma fueron impactantes para él, a modo de protección contra una vida que más que recibirlo con gracia, lo traumatizó desde el primer momento. 

Me ha parecido un libro bastante ameno. Yo ya tenía ciertas creencias entorno a este tema, y no solo me he visto respaldada sino que además he sumado mucha más información de gran utilidad para poder sanar mi propio nacimiento. 

Creo que todo lo que llega a nuestras manos hay que estudiarlo con detenimiento. Aceptar la información que nos es útil y simplemente dejar ir lo que sentimos que no va con nosotros. Con este pensamiento es con el que he intentado leer este libro. Si bien estoy muy de acuerdo con la parte teórica donde se aporta una explicación de todas las consecuencias de las distintas situaciones que pudimos haber vivido en nuestra llegada al mundo, no lo estoy tanto con la forma de sanación que propone Becerra. No pienso que el único método para triunfar sea sanar nuestro nacimiento, pero si veo sumamente importante conocer lo expuesto para así poder entendernos un poco más, que a fin de cuentas de eso se trata vivir. 

No importa si no te gusta la espiritualidad, la maternidad, etc. Este libro puede servir de ayuda para abrir la mente un poco más al modo tan robotizado que tenemos de vivir. Te abrirá a un entendimiento del amor alejado de las obligaciones. Preguntas como, ¿cuándo fue que dejamos de ver la vida, incluso el nacimiento, como un regalo maravilloso que nos ha entregado la naturaleza? ¿Por qué parece que estamos tan desconectados de sentir, y en su lugar hacemos todo como computadoras que analizan cada paso y movimiento que dan? 

Te animo a leer «Nacimos para triunfar». Admito que yo tampoco soy fan de estos libros de autoayuda o explicativos, pero de vez en cuando cae alguno del que no te arrepientes de haber encontrado. Me alegra saber que el amor sigue expandiéndose y que cada vez somos más personas conscientes de que este mundo necesita un cambio, pero no tecnológico o científico, sino más profundo, sentimental. 

Sanar para que el mundo sane, y que así el día de mañana digamos «el ser humano ha triunfado».