Emmanuelle y Jakob son adorables y tiernos, me ha encantado verlos juntos y felices después de sentir todo lo que han sufrido en su pasado. Es una historia de superación y amor a raudales. Aunque he de decir que, al ser la primera vez que leo a Danielle Steel, me he sorprendido gratamente porque esperaba una historia de amor pastelosa y “de película”, pero la relación que se establece entre Emmanuelle y Jakob va mucho más allá y da la sensación de ser una gran historia de amor REAL. Por cierto, si sois de lágrima fácil posiblemente lloréis.

En esta historia hay muchos saltos temporales, de manera que una vez hemos conocido la historia de Emmanuelle y Jakob, conoceremos también la vida adulta de su hijo Max y de qué manera ha influido en él el pasado de sus padres. Por lo tanto, podremos ver claramente las diferencias generacionales y todo lo que eso conlleva.

El final del libro no me ha gustado tanto como esperaba, ya que la historia de Max no me parecía tan interesante y no llegué a entender la actitud del personaje en muchas ocasiones. Aunque no es el género que suelo leer, me ha gustado mucho la manera de escribir de Danielle Steel y no descarto volver a leer algo más de ella. La trama me ha parecido interesante y ha sido una lectura muy llevadera y emotiva.