José siempre ha sido un hombre solitario, un poco huraño y muy celoso de su intimidad, hasta el día en que, en una cena informal con amigos, la conoce. Su primera conversación estará plagada de preguntas gigantes para conocerse, opiniones enormes para tan poca confianza; pero aún con todo ello, desea seguir viéndola. Lentamente, se conocen, y al final acaban teniendo una relación de esas que se viven solo una vez en la vida. El propio José nos irá desvelando poco a poco sus deseos y anhelos junto a su enamorada. Mientras la vida le tiene preparada una sorpresa, y ha de hacerle frente de la mejor manera que pueda.

Ha sido una lectura corta, muy amena de leer, pero sobre todo, con un transfondo psicológico grandísimo. En ningún momento se nos dice «ese» nombre, es la única palabra que el lector no va a leer hasta bien avanzado el relato, y es en un momento muy álgido en la historia.

Personalmente me he metido de lleno en la narración, a pesar de que el inicio es un poco extraño e inconexo, pero enseguida estás siguiendo los pasos de José para conquistar a la belleza que acaba de conocer, y esa pequeña historia de amor me ha hecho sentir una calidez impoluta. El relato es de una sencillez sublime y está escrito con u a prosa muy ligera. Totalmente recomendable.

No he podido acabar el libro, las narraciones han sido repetitivas, me ha costado mucho seguir el hilo en lo que he llegado a leer y aunque el argumento tiene una originalidad y una premisa estupenda, creo que no se le ha sacado todo el jugo que se podría.

La trama gira sobre un psiquiatra que quiere llevar a cabo un experimiento novedoso para sanar las heridas del alma de cuatro pacientes suyos. El experimiento se llevará en una Abadía cercana, para emular el recogimiento que mantienen los monjes.

En la primera parte del libro se presentan los personajes, uno por capítulo, con unas descripciones de sus historias tan enrevesadas que en muchos momentos me he sentido fuera de la narración. No he llegado a seguir a partir de aquí, por más que lo he intentado, porque se me hacía totalmente cuesta arriba.

La segunda se supone que nos describe la semana que pasan los pacientes, su relación con el doctor, y entre ellos mismos. Seguro que esta parte podría ser mejor que la primera, pero ya no me atreví a descubrirlo.

Es un libro juvenil, que no me ha encantado como otras novelas de su género, pero al que no le puedo poner mala nota. Creo que se podría haber sacado más jugo de algunas situaciones, como explicar mejor los clanes y toda su historia, y no solo centrarnos en los dos bosques. Explicar mejor la afición de Robin por la música y sacarle el jugo que merecía a las campanas.

Aún así, me parece muy recomendable como libro de verano, ya que es rápido de leer, y te hace querer saber mucho más de la cultura de los clanes de los Highlands. Merece la pena dedicarle el tiempo a leer un libro que transcurre en la temporada estival, para dar ideas de qué hacer en nuestras próximas vacaciones. ¿A quién no le hubiera gustado disfrutar de una aventura como la de Robin, Allison, Tony y Maggie, siendo adolescente?

Los personajes están bien construídos y maquetados, sus relaciones son creíbles y el escenario que los rodea invita a querer comprar un castillo en Escocia y convertirte en un Laird.

Relato estimulante, pero me quedo con muchas ganas de ampliar tramas, de conocer mejor a los dirigentes del clan y qué lleva a la creación de la reserva.