Un libro perfecto para adentrarte en el thriller psicológico
Esta historia narrada desde varias perspectivas (una psicóloga, un asesino en serie y una niña de 11 años) mezcla el presente con flashbacks del pasado.
Lo que me ha gustado:
Los capítulos son cortos , intercalando varias voces y el estilo de la autora es muy sencillo, por lo que resulta una lectura fluida y amena.
Puede ser una buena novela para adentrarte en este género si te interesa la psicología criminal y los asesinos en serie ya que no entra en detalles escabrosos.
Habla de la importancia de establecer un apego seguro para un niño y cómo los traumas infantiles pueden desembocar en una percepción distorsionada de la realidad, percibiendo el mundo como algo hostil y peligroso.
Lo que no:
No profundiza demasiado en los aspectos mas truculentos por lo que puede ser demasiado suave si estás acostumbrado a leer este género. Hay tensión pero es superficial y el final resulta previsible.
No llegas a conocer a los personajes principales, sus pensamientos se tratan de forma muy vaga y los diálogos son muy cortos en su mayoría. Además, los personajes secundarios aportan poco a la trama.
Me resulta «raro» que un médico y una psicóloga sean tan poco perspicaces, más tratándose ella de una experta en perfiles criminales.
Consejo:
Os podéis hacer un lío tremendo con los nombres si intentáis aprenderlos completos (son todos compuestos y no es algo sencillo). Lo que yo hice es quedarme sólo con la primera parte. Por ejemplo, el asesino en serie se llama Lee-Byeong-do, pues simplemente le llamáis Lee, ¡y así con todos!