Para quienes quieran leer «La red de Alice», lo primero que deben saber es que es una novela dura. La trama se centra en la historia de dos protagonistas femeninas: Charlotte St.Clair (Charlie), una estadounidense de 19 años que viaja a Europa con su madre en 1947 para «deshacerse de un pequeño problema», y Evelyn Gardiner (Eve), una inglesa de 20 años que es reclutada por el capitán Cameron como espía durante la I Guerra Mundial. Sus historias se cruzan en Londres tras la II Guerra Mundial, cuando Charlie pide a Eve que le ayude a encontrar a su prima desaparecida, Rose Fournier. Desde entonces comenzarán un viaje por Francia acompañadas de Finn Kilgore, un escocés que trabaja para Eve, y su inseparable Lagonda.

Me han gustado muchísimo las dos protagonistas. Además, se va intercalando la historia de una y otra, con lo que la trama avanza a muy buen ritmo y, al terminar un capítulo, siempre te quedas con las ganas de saber qué ocurrió después.
Con la descripción de los lugares por los que van pasando me han entrado ganas de visitar todos esos pueblecitos de Francia (Lille, Limoges, Roubaix…).
Y el final es de escándalo. Durante toda la cuarta parte me ha sido imposible despegar los ojos del libro.

Más allá de la historia que narra, la novela me ha encantado también por otras razones. En primer lugar, porque aporta una gran reflexión sobre ambas guerras. Durante toda la novela se van narrando escenas de la I y la II Guerra Mundial, y al terminar la historia no puede evitarse comparar una con otra para llegar a la conclusión de que todos los conflictos bélicos son iguales: pobreza, destrucción, miseria. Kate Quinn consigue describir de manera magistral todos esos horrores, y hace que verdaderamente los sientas cuando estás leyendo. Ejemplo de ello es la escena (sin spoilers) entre Eve y René en el despacho de este último. Es imposible leer eso y que no te duela a ti también. Los que hayan leído entenderán.
Además, creo que la autora ha intentado hacer una contraposición también con los personajes masculinos. Por una parte, Cameron y Finn, dos escoceses, cada uno sirviendo en una guerra mundial diferente, creo que han servido para exponer la parte buena, sensible e inteligente de los hombres. Por su parte, el personaje de René Bordelon, francés, dueño de un restaurante en Lille, refleja toda la maldad, avaricia y egoísmo.

En resumen, es un libro que ya ha pasado a estar entre mis favoritos del año. Lo tiene todo: guerra, amor, espionaje, venganza… La nota final de la autora y los anexos, para mí, son lo que ha dado sentido a la novela por completo. Saber que no solamente es una historia de ficción, sino que muchos de sus personajes y hechos en ella incluidos, existieron realmente… me ha encantado conocer más sobre ello.
Es un homenaje a todas las mujeres que participaron en las guerras mundiales; ojalá sus historias no caigan en el olvido y recordemos siempre a esas heroínas que incluso llegaron a dar la vida para procurar que la guerra terminase antes de lo que lo hizo.

Llegué a este libro gracias a Edición Anticipada, la comunidad de lectores de Penguin Random House que ofrece de manera gratuita las próximas novedades de la editorial, y debo decir que tanto la sinopsis como la portada de la novela llamaron mi atención. Suelen gustarme las novelas distópicas y \»que te hacen pensar\», así que pensaba que iba a ser una buena elección. 

Si bien no ha sido estrepitosamente mala, tampoco ha logrado cautivarme como pensaba que lo haría. Los personajes no han terminado de convencerme, más allá de Alastair; me ha dado la sensación de que no estaban bien construidos y no he conectado con ellos en ningún momento. Además, el desenlace ocurre muy rápidamente, en apenas tres capítulos, mientras que el resto de la novela queda, de esta manera, como poco relevante.

Lo que más me ha interesado ha sido la historia de Francis y Melania pero, como igualmente se resuelve demasiado pronto para mi gusto, la desaparición de esos dos personajes hasta el final de la novela me desmotivó un poco para seguir leyendo. 

En conclusión, me esperaba otra cosa. Me ha parecido interesante, pero no me ha atrapado.

3,5 / 5, en realidad.

La novela más ambiciosa de Chufo Lloréns se divide en tres partes. La primera, situada entre París, Madrid y Caracas a finales del siglo XIX, nos presenta los personajes y la trama, que en las dos partes posteriores se desarrolla durante la I Guerra Mundial y la Guerra del Rif, ya a principios del siglo XX.

Lo primero que destaco de esta obra son sus personajes que, si bien al principio parece que no tienen ninguna relación, poco a poco van coincidiendo por circunstancias varias. Me ha gustado especialmente Lucie, una chica francesa que sufre lo que no está escrito pero que, según avanza el tiempo, se va convirtiendo en un personaje esencial. También me ha enamorado la personalidad de Félix.
Todos los personajes, no obstante, tienen una gran evolución a lo largo de la obra, y es que tras más de 800 páginas te das cuenta de que cada uno tiene su papel y ninguno está de más. Hasta Rita, la madre de José, asume un rol importante y, aunque sea insufrible, sirve para representar esa España tradicional y conservadora de principios del siglo XX con doble rasero moral para según qué cosas.
Además, en la novela se mezclan los personajes de ficción con personajes históricos reales, lo que, en mi opinión, contribuye a dar credibilidad a lo que se narra.

El segundo aspecto a destacar es la maravilla de descripciones que hace Chufo, ya sea de las estancias de una casa, de un café, de un estudio de pintura, de un parque… es un experto en ello.

No le doy más puntuación porque me ha faltado mayor conexión entre las partes el libro. Realmente, parecen novelas diferentes. Entiendo que cada parte es necesaria para comprender lo que llega después, pero esa falta de homogeneidad a veces me ha descolocado. Según avanzaba la trama, se me iba haciendo más lenta y poco interesante, tras una primera parte de ritmo vertiginoso y multitud de acontecimientos.

Aun así, la recomiendo muchísimo si os gusta la novela histórica. La vais a disfrutar seguro, ya sea para leer a buen ritmo o con más calma. Si os gusta la I Guerra Mundial, el espionaje, el automovilismo o la aviación, todo ello mezclado con historias de amor, rencillas entre hermanos y política internacional, esta es vuestra novela.