Jerónimo Contreras, es la joven estrella del Real Madrid. Querido por los aficionados, mimado por el club y bien valorado por sus compañeros, poco antes de un clásico, el jugador colombiano falta a un entrenamiento. La prensa y seguidores se sorprenden por su carácter sereno y responsable, pero empiezan a poner en duda su compromiso con el equipo. Sin embargo, las preocupaciones y el miedo empiezan a sobrevolar Madrid cuando Contreras no se presenta al día siguiente. No hay rastro de él, no contesta las llamadas y nadie sabe nada de él desde hace tres días.

Esa misma semana aparece el cadáver del primo del futbolista flotando en una piscina. Las alarmas saltan y la búsqueda de Jerónimo Contreras se convierte en prácticamente un asunto de Estado. Lamentablemente, a los pocos días después se descubre el cuerpo del jugador en el maletero de un coche.

En la misma ciudad, Giordano Merisi, nuestro protagonista y ojos en esta historia, se encuentra en plena redacción de la biografía de Eduardo Castro Wolfe, por aquel entonces entrenador del equipo merengue y quien mantenía una estrecha relación con Contreras.

Merisi es un reputado periodista italiano que trabaja como freelancesobre todo, con temas relacionados con deporte. Afincado en Madrid, casado y padre de tres hijos, somos testigos de sus pensamientos y sus dudas, de su día a día, de la preparación de sus platos de pasta y de pizza,… Tras recibir la noticia de la muerte de Jerónimo Contreras, por su cercanía con Wolfe, quien sospecha que las primeras pesquisas no son certeras, Merisi se ve involucrado en la investigación del caso. No tardará en descubrir que la explicación al fallecimiento del jugador van mucho más allá de lo que hubiera imaginado. Un thriller con trasfondo deportivo, lleno de turbios negocios, nombres reconocidos, amenazas, vejaciones y silencios obligados que tiñen de negro el fútbol… y que quizá se asemeja bastante a la realidad.

¿Sorprende que el protagonista de este libro sea el mismo que la firma como autor? Reza al final de la novela: «Giordano Merisi es el pseudónimo de un autor que se gana la vida escribiendo sobre fútbol, y de su agente. Ambos son amantes de la literatura, la poesía y la buena cocina. El nombre de cada uno, aunque no es secreto, no tiene mayor importancia». 

Manuel Espinal lleva la literatura en la sangre. Devorador de clásicos en su juventud, dejó a un lado su trabajo como profesor en su madurez para volver a escribir. Tras publicar algunos poemarios, se adentró en otro género. Los dioses analfabetos es su primera novela.

La editorial Caligrama apostó por esta obra para lanzarla este 2019, tanto en formato papel como en eBook. Sello de publicación personalizada del grupo editorial Penguin Random House, ayudan a los autores a editar, publicar y distribuir su obra a nivel global.

Finales de 1869, tras la muerte de su mujer Edith, Alasdir decide poner tierra de por medio y alejar a sus hijos de la sociedad que les rodea. Durante el primer capítulo (La música de los ángeles) la familia, formada por Alasdir y sus tres hijos Maud, Hamish y Bridget, viajan en el barco Enitharmon desde Glasglow hacia una isla. Un destino que el libro no desvelará jamás, pero que los niños llaman el Paraíso.

Con ellos viaja también la institutriz de los pequeños, Mademoisselle Cora Moreau, un personaje tan oscuro como el infierno.

Durante su largo periplo hasta la isla, se desvelará el carácter de los personajes, así como vislumbraremos sus intenciones. Las dilatadas charlas entre ellos y con otros viajeros también nos revelarán su visión del mundo y sus convicciones morales. La relación entre Maud y el anónimo pasajero trompetista, los encuentros entre Alasdir y Cora, las huidas de la mayor de las hermanas y los choques con la institutriz, marcarán a los personajes y cada una de las páginas.

En el segundo capítulo, homónimo del título del libro, con la familia ya en la isla, todas las conductas se volverán mucho más salvajes: control severo, moralidad excesiva, prohibiciones, vejaciones, odio y castigos,… todo aquello que los distingue de los animales, lo dejarán atrás. Los que se creyeron dioses se tornarán… analfabetos. Esos dioses que parecen caer en un infierno que queda retratado en el prólogo del libro.

El tono global de la novela de Espinal es marcadamente filosófico, con un cuidadoso uso del lenguaje que es marca del autor, filólogo de profesión y de convicción.

Una familia que huyó buscando una libertad… que quizá no encuentren jamás.