El profesor Unrates una novela escrita por el escritor alemán Henrich Mann. La obra es del año 1910 y en 1935 se filmó la película El ángel azula propósito del libro de Mann y protagonizada por Marlene Dietrich. Es el personaje femenino el centro del libro y tema de la obra. La señorita Fröhlich es una artista, una cabaretera de más que dudosa reputación, simboliza la belleza, la sugerencia, la decadencia y el vicio. La perdición más absoluta. El personaje principal, un profesor catedrático de instituto de una pequeña ciudad portuaria de la Alemania de principios del siglo XX, de nombre Raat y conocido como Unrat, por su parecido en alemán con el término basura, es, precisamente, todo contrario a ella. Es y defiende con categórica vehemencia los principios de moralidad, estatismo y disciplina. El profesor Unrat es una revelación de la caída de todo lo sublime a los más bajos confines del infierno. Al menos, en lo que respecta a la figura del profesor (o como preludio de la deriva alemana durante las primeras décadas del siglo XX).
Con una narración algo lenta en los inicios del relato, presentación de personajes principales y conversión del personaje de Unrat, se torna en una vorágine de pequeños acontecimientos que harán de Unrat la persona en la que acabó convirtiéndose. El personaje destaca, sobre todo, por su toma de la palabra, en una perfecta gramática y en un uso exagerado de la lengua y su perfeccionamiento. Unrat es un misántropo e hipócrita que siempre quiso la caída de todos los seres humanos habidos a su alrededor con la excusa de que perpetuaban el vicio y mancillaban una moralidad en la que ni él mismo creía. Y consiguió arruinar a toda una ciudad, aunque nunca supo las terribles consecuencias para él mismo. Un personaje que solo alimentaba odio, que en su fantasía creía amar y poseer a la artista Rosa Fröhlich y que, con ella, poseía también a todo un pueblo.
El profesor Unrat es una caricatura del hombre misántropo sediento de venganza, cultivador de las desgracias que pueblan la humanidad, alentador de las malas costumbres, que se siente víctima, aunque es victimario. Toda un reflejo y expresión social que raya en la fábula con intención didáctica incluida. La primera mitad de la obra se vuelve un poco tediosa por su lentitud, pero el resultado final del texto le otorga completo sentido.

Eduardo Santiago Soto (Pontevedra, 1964) es escritor de novela juvenil, aunque dio el salto a la novela para adultos. 2M84 (2019) es una novela distópica donde hace uso del femenino como genérico y defiende una ideología feminista en su texto desde la perspectiva matriarcal, donde los hombres están subyugados a las mujeres en un hembrismo dominante.

2M84 es una novela breve sin muchas pretensiones. Aunque la idea es buena, carece de originalidad. Se queda en un podría haber sido, pero nunca fue. Porque traslada todo lo que hoy sale en las noticias y lo vuelca en un texto de ficción donde el protagonista es un chico joven que sufre los problemas de la mujer occidental que vive en desigualdad con el hombre. Podría haber llegado a ser una buena historia, porque trata un problema de actualidad al cual podrían haberse dado variadas salidas y posibilidades, que emocionaran y conectaran con el lector, pero la novela renquea y el personaje es medroso y previsible. Y lo cierto es que las mujeres podrán no estar en igualdad de derechos y condiciones con el hombre, pero el protagonista no es representativo en ninguna forma del sexo femenino. Falta con mucho perfilar el personaje, así como el contenido de la novela. Quizá lo que dote a la historia de personalidad sea el recurso de la Biblia, mucho más restrictiva y trascendente en los hábitos sociales y de convivencia de 2M84 que hoy en día en nuestra sociedad actual.

En definitiva, 2M84 tiene ecos de 1984 de Orwell, en cuanto a mensaje distópico, pero donde se remeda la distopía, dando lugar únicamente al remedo de la realidad más actual. Sin embargo, es un texto atrevido porque el autor desafía su propio sexo y se embarca en la escritura de una novela donde invierte los papeles y utiliza un mundo opuesto, matriarcal y no patriarcal. El marco y contexto es una crónica, donde Eduardo Santiago Soto llega a una historia ficticia que flaquea y con la que el lector no llega a conectar.

Son de letras es una antología de veintitrés cuentos publicada en Caligrama por el autor Juan Miguel Roca. Se trata de un compendio narrativo muy dispar, aunque sea posible encontrar bastantes puntos en común. Desde el título se atisba el deseo de conferir a los textos una naturaleza musical. Son de letras es literatura, pero también es música, porque la singularidad de esta antología radica en la presencia de diferentes canciones, como boleros, rock o sinfonías, entre otras. El ritmo musical si no en todos los relatos sí es posible encontrarlo en la mayoría de ellos. Si el son es agradable por definición al oído, las letras han de serlo a la comprensión de los textos literarios.
Es cierto que las historias son variopintas, encontramos casos de asesinato, aventuras amorosas, situaciones que rayan en lo hilarante o memorias familiares, por ejemplo. Asimismo, en los cuentos se respira el afán narrativo y literario de Juan Miguel Roca, su disfrute personal. No obstante, y aunque la escritura es cuidada, pero no afectada, se echa de menos variedad respecto a los personajes, no tanto a la capacidad de desarrollar historias.
Si bien, por un lado, los cuentos de Son de letras están llenos de posibilidades, porque la mayoría de ellos te dejan con ganas de saber qué más puede pasar, pudiendo el lector continuar si lo desea las historias, por otro lado, los protagonistas son personajes burgueses, todos ellos. Su mundo, sus novias, sus amigos, sus trabajos, los restaurantes donde comen o los hoteles donde se hospedan pertenecen a una clase media alta que no deja lugar a otra clase de historias.
Son de letras resulta una lectura amena en la que se destaca el uso de la música como recurso que enriquece la dimensión narrativa gracias a la conexión que establezca el lector que decida reproducir las canciones sugeridas por los personajes de los relatos.