Es la primera vez que leo algo de este autor y honestamente no sé si volvería a leer algo escrito por él. Cuando leí la sinopsis y vi que se trataba de un thriller, me llamó mucho la atención y creí que me iba a gustar.
Podría dividir el libro en tres partes: la primera, donde se presentan los personajes, al menos los más importantes y dentro de ellos al protagonista: El Zorro, tal como dice la sinopsis, un adolescente con síndrome de asperger que a través de su brillante mente logra traspasar los cortafuegos más difíciles del mundo y por supuesto ignorando por completo los peligros de sus acciones. De un día para el otro tanto él como su familia deben abandonar su hogar en Londres y cambiar su vida drásticamente como consecuencia de sus intromisiones en bases de datos del gobierno de Estados Unidos, ya que dicho país quiere su extradición por los “daños causados”. Sin embargo, Sir Adrian, un ex espía británico intercede con la condición de que gracias a este joven hacker podrían tener valiosa información de sus enemigos y usarla en beneficio de sus respectivos países.
Hasta acá, podría decirse que la lectura era muy amena, muy entretenida y te llevaba a querer saber más. A partir de aquí empieza según mi interpretación, la segunda parte del libro, donde el autor se “olvida” bastante del personaje principal, nos lo trae de vez en cuando como para poder hilvanar ciertas historias de espías poco entretenidas, lentas de leer y muchas veces con nombres propios rusos bastantes díficiles de recordar y asociar. De hecho, el ex espía británico toma un protagonismo tan importante o más, que la del joven hacker. Diría que Sir Adrian es el hilo conductor de toda la historia.
Y por último, la tercera parte del libro es donde El Zorro vuelve a aparecer como línea principal y donde ocurre su desenlace poco feliz para mi gusto. No porque sea trágico (porque no lo es), sino más bien porque su final carece de lógica y da la impresión que el autor quiso darle un final a su personaje principal de manera rápida y sin querer comprometerse mucho con él.
Cabe mencionar que a lo largo de todo el libro, el autor hace referencia a hechos que pasaron en la realidad y personas del ámbito político mundial muy reconocidos aunque varios de ellos están con otros nombres.

La historia está situada en Inglaterra a fines del siglo XIX donde Charlotte Pauly una institutriz de origen alemán llega a estas tierras, para de alguna forma, escapar de ciertos acontecimientos que para la época eran un tanto inconvenientes para una mujer. En la travesía de su país natal hacia su destino final, la autora ya nos deja entrever que a la nueva casa donde se dirige, las cosas no le serán fáciles dado el misterio que ronda a la familia Clayworth. Me gustó mucho como a lo largo de todo el libro se describen con precisión, lugares, comidas, olores, sabores, al punto que uno logra visualizar o sentir lo que la autora nos narra con tanto detalle. Sin embargo debo decir que si bien la lectura es atrapante y bastante fluida, por momentos se hace lenta y cuesta llegar al siguiente capítulo. De todas formas, nada es lo que parece en Chalk Hill y eso es lo que nos hace plantear varias opciones a situaciones que van aconteciendo con Emily, su niñera y su institutriz. La familia Clayworth está llena de secretos que Charlotte está determinada a descubrir por la salud mental de Emily.