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El mar de letras

España

registrado desde abril de 2016

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Libros y reseñas

De la mano. Testimonios de una enfermera, de Christie Watson

Christie Watson

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Valoración: ★★★

"De la mano" - Christie Watson

Christie Watson nos cuenta en “De la mano” su experiencia profesional como enfermera en varios hospitales ingleses. El título original, “The Language of Kindness” sin ser especialmente brillante contiene muchos más matices y engloba bastante bien el contenido del libro y su mensaje principal, esto es: que en la profesión de enfermería es tanto o más importante la calidad humana del profesional que sus conocimientos técnicos. En todo caso, “De la mano” es un título que cojea.

Christie Watson ya no es enfermera: dejó la profesión para dedicarse a la escritura cuando consiguió una beca en un máster de escritura creativa. A menudo durante la narración comenta los graves problemas de conciliación familiar que conlleva el desarrollo de esta profesión en Reino Unido. Y siguiendo con la huella de lo profesional en la vida privada, también asegura que resulta casi imposible establecer un límite para que lo que les sucede a los pacientes no afecte psicológicamente y termine transformándote como persona.

Leí este libro durante un viaje y fue una buena compañía, no requiere que se le preste una atención profunda y continuada, es apropiado para leer a ratos. En esencia se trata de anécdotas encadenadas, que a su vez se engloban en temáticas más amplias (niños, ancianos, el paciente es un familiar de la autora, la unidad de urgencias, maternidad, etc.). Nada que no sepamos ya si hemos leído algo sobre el tema o tenemos cerca a alguien con profesión sanitaria.

Las anécdotas de los médicos son difíciles de superar, de ahí que haya tantas series de televisión en torno a este tema. Son escatológicas y brutales, y muestran lo más siniestro de la condición humana, es una delicatesen para las ansias de entretenimiento del gran público. Sólo están a la altura las anécdotas de las profesiones de seguridad, que en todo caso suelen ir de la mano (detenidos por la policía por alguna barbaridad que acaban en el hospital, etc.)

Hay espacio para todo tipo de historias, en cualquier caso Watson no ahorra en detalles escabrosos y llama a las cosas por su nombre, así que pueden abstenerse los que se desmayan ante la visión de una gota de sangre o la primera pregunta sobre casi cualquier cosa es “¿pero eso no duele mucho?” Seres de luz, etéreos e incorpóreos, elegid otra lectura.

Me han gustado y entretenido todas las secciones por igual, quizá son más llamativas algunas en las que pone sobre la mesa temas tabú que no suelen ser bienvenidos en corrillos de oficina. Por ejemplo todo lo relativo a las sombras de la maternidad: el porcentaje de bebés que nacen con problemas de salud y los malos tratos a los que les someten sus padres, quienes más deberían quererlos. Hijos de la esclavitud (prostitución) con vidas truncadas desde el principio, madres perdidas y padres fantasma; las salas de incubadoras, a veces el abandono. También, el contraste con la calidez humana, que en ocasiones no proviene de la familia y depende de que el enfermero de ese turno quiera hacer horas extras o extralimitarse en sus funciones; en el caso de los bebés se ha demostrado que la falta continuada de contacto humano tras el nacimiento les conduce a la muerte.

También es muy duro (pero especialmente delicado, literariamente hablando) el episodio relativo a la muerte de uno de sus familiares más queridos, donde ahonda mucho más en lo personal, se limita al rol de familiar de un paciente y se fija en cada movimiento de la enfermera que les asignan, a quien adora y de hecho se encuentra entre los agradecimientos del libro. Hay un antes y un después de este acontecimiento, Watson ya no será la misma ni como persona ni como profesional. Vive una de esas situaciones que te añaden una capa, o te la quitan, que te cambian el color con el que observas los acontecimientos del mundo a tu alrededor. Lo que ayer te parecía vital hoy es irrelevante, aprendes a dar sentido a todo lo que realmente lo tiene, pero es que antes no lo sabías. Hay cosas que, en fin, solo se aprenden a base de este tipo de golpes.

Creo que Christie Watson no es una excelente narradora, es correcta sin más. Su libro es agradable pero también es de los que fácilmente se olvidan, pasando a ser “un libro más de anécdotas de enfermeras”: típico para regalar, ya me entienden.

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El hechizo de la amapola

Desiree Ruiz Velázquez

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Valoración: ★★★★

"El hechizo de la amapola" - Desiree Ruiz Velázquez

Los amigos de Edición Anticipada no comparten mis gustos literarios, así que no suelo colaborar con ellos reseñando los libros que me ofrecen. Hice una reseña de prueba hace tiempo y el libro no me gustó, esta vez entré a curiosear y me animé a leer este libro en la pantalla (jamás leo en la pantalla). «El hechizo de la amapola» es un libro autoeditado que tiene una presentación formal bastante buena: la maquetación y las ilustraciones no están nada mal, salvo excepciones.

Me he decidido a reseñar el poemario básicamente porque trata de amor platónico adolescente y lesbiano. Por esto último, exactamente. Es necesario dar visibilidad a una realidad que aunque socialmente cada vez está más normalizada, aún es tabú. Precisamente leemos algunos fragmentos en este sentido entre las páginas, un ejemplo:

Fuiste mi secreto por mucho tiempo,
uno que apreciaba,
que valoraba,
que amaba.
Pero por más precioso que fuera,
me fue matando el guardarlo tanto,
y más cuando veía que te perdía
porque apareció en tu vida alguien
que no tenía por qué mantenerte en secreto.

Y otro ejemplo:

Pero cierta adrenalina despertaba
tal repentina clandestinidad
de ese secreto compartido,
ante aquella inconsciente jugada
entre dos supuestas amigas.

El tiempo pasa más rápido de lo que nos gustaría, se olvida con rapidez la intensidad de la adolescencia, el modo en que se magnifica hasta el más mínimo detalle y se vive cada pequeña cosita como un tremendo acontecimiento con el corazón desbocado. Los Románticos del XVIII eran eternos adolescentes.

A pesar de no poseer una gran calidad literaria, estos poemas no conocen la pretenciosidad, son de un intimismo y una sinceridad enternecedores. Básicamente, una voz femenina en primera persona relata los detalles de su enamoramiento por otra mujer durante el primer año de universidad. Nunca se materializó porque tomaron caminos diferentes (disculpad el destripe, pero esto no trata de saber cómo acaba la historia), lo que importa es la sensibilidad de la que hace gala la autora, a pesar de no tener las herramientas literarias a su alcance para darle una forma más interesante desde el punto de vista formal.

Todavía hay mucha gente hoy en día que ni siquiera se concibe a sí misma como homófoba, pero que sigue señalando las relaciones queer como un acontecimiento, como si una orientación sexual no normativa fuera algo exótico. No lo es. Nadie debería sentirse forzado a salir del armario si ni siquiera ha estado nunca en él. Como apuntaba al principio, visibilidad y normalidad son clave para acabar con esta lacra. Este librito bien puede servir para desmontar mucha heteronormatividad adquirida: todo se reduce a que las personas no somos sexos con patas y el género es algo adquirido, una construcción social. Así pues… cualquier expresión artística y cultural en este sentido, es muy bienvenida.

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El instante preciso en que los destinos se cruzan

Angélique Barbérat

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Valoración: ★★

El instante preciso en que los destinos se cruzan

Esta novela encaja en la línea de novelas románticas para adolescentes, más en concreto tiene todas las características de una fan-fic. Se trata de una novela larga de más de 400 páginas dividida en multitud de capítulos muy breves, letra grande, amplios márgenes y una prosa muy poco elaborada. Es decir, que está configurada para captar la atención del lector que no busca nada más allá de un bonito desenlace: el tipo de libro que jamás leo.

Pero esta reseña surge por la colaboración con la web Edición Anticipada, en la que internautas con cierta visibilidad en diferentes canales (vídeo, blog, etc.) pueden suscribirse y solicitar ejemplares de los libros que cada poco tiempo se van ofreciendo. No tengo marcada la casilla de novela romántica ni juvenil entre mis preferencias, aún así es el tipo de libro que más habitualmente se ofrece, y solo por probar, pedí este.
Aclarado esto, y aunque sólo sea por ejercicio y diversión, vamos a ver un poco mejor por qué no me ha gustado y qué partes buenas quiero destacar, ya que también las tiene.

Al parecer, este libro fue autoeditado en Francia con bastante éxito, de ahí que un sello editorial se interesara por él y que haya llegado también la traducción a España. A grandes rasgos, hay que decir a su favor que Angélique Barbérat se ha esforzado por escribir una novela bonita. Es decir, creo que está llena de fallos y en conjunto es muy floja, pero bueno, no parece tener muchas pretensiones y en todo caso, es inocua.

Una de las características más llamativas es que trata el tema de la violencia machista: la dura realidad inevitablemente filtrada en las ficciones. Creo que el tratamiento está bien llevado, puesto que se parte de un personaje femenino fuertemente sometido desde la infancia, con un entorno de mayoría masculina, heteropatriarcal y una madre igualmente machista y con la voluntad suprimida. La joven no conoce otra realidad y nunca se le da la opción de conocer gente, salir fuera de su pequeño entorno, estudiar, etc.: antes de cumplir la mayoría de edad se la arroja en brazos de un marido maltratador que sabe mantener las apariencias de puertas afuera y tiene mucho dinero.

La diferencia con la mayoría de libros románticos dirigidos al mismo público es que en este, la mujer es consciente del peligro de su situación, si bien no sabe cómo salir de ella (psicológicamente, esto es totalmente normal y explicable). Es más, gracias a una serie de casualidades tendrá la opción de salvarse y alejar también del peligro a sus hijos. Esto es muy loable. En otros best-seller muy conocidos, la chica siempre perdona, justifica al maltratador, cambia de vida desoyendo los consejos de su entorno, se aleja de su familia y amigos coaccionada por su pareja, etc. Lo que pone los pelos de punta es que estos libros se lean (¡y se disfruten!) como si tal cosa, y que las actitudes aprendidas entre líneas se trasladen al escenario de la vida real y se permitan en las relaciones sentimentales de los lectores, que han aprendido que el machismo es “normal”. Las consecuencias de esto son vidas estigmatizadas para siempre, o un desenlace fatal, ¿cuántas mujeres murieron en España en 2016? En feminicidio.net hablan de 105, también nos recuerdan que el 016 es un número gratuito de ayuda a la mujer maltratada y que no deja huella en la factura telefónica.

El mensaje que quiere transmitir Barbérat es muy pertinente, como vemos: el empoderamiento de la mujer, el rechazo total y absoluto al maltrato machista en todas sus formas, la búsqueda vital de la belleza, la paz y la no violencia, etc. Son las formas lo que dan al traste con tan buenos propósitos. No se puede tomar en serio una novela si parece una de esas fan-fic tan populares en las redes, como decíamos. Recordemos que una ficción de un seguidor o fan-fiction, que es de donde proviene el término, es la historia que escribe un seguidor que en su fantasía literaria llega a conocer a su ídolo y a tener un romance idealizado con él.
En este caso, la casualidad conduce a la joven mujer maltratada a los brazos de un famoso artista (sensible, talentoso, hermoso y dispuesto a ayudarla a salir de su peligrosa situación), las casualidades son tantas y tan forzadas que destrozan por completo una trama ya de por sí inestable.

Un importante aspecto negativo que se deriva de esto es que, si bien la chica tiene opciones para escapar del maltrato, las tiene siempre y cuando pase a depender emocionalmente de otro hombre, y esto es indefendible, por muy perfecto y pacífico que sea el segundo candidato. Es decir, me hubiera gustado que se hubiera apostado con este personaje hasta el final, y tuviéramos una protagonista que fuera cien por cien un ejemplo a seguir, y no se quedara todo en una lucha desvaída por el “sí, pero…”

No me ha gustado el uso del viejo truco psicológico de los capítulos extremadamente breves y simples, que se leen rápido, en absoluto obligan a hacer una lectura pausada y reflexiva, ayudan a pasar páginas muy deprisa y consiguen mantener vivo el interés del lector. La conclusión es que es un libro para personas que leen poco, o que leen mucho y mal, en una comparación con el cine esta sería una novela de serie b.

“Leer cualquier cosa mientras se lea” me parece un error, este tipo de novelas y otras peores pueden configurar muy mal las delicadas mentes en crecimiento de lectores jóvenes, o ayudar a enquistar en sus concepciones insanas sobre las relaciones las mentes más maduras. Creo que sólo se pueden leer siendo muy conscientes de lo que se tiene entre manos, casi como una prueba vívida de lo pueril que es esta sociedad: “El complejo de Telémaco” de Recalcati explica esto muy bien, y antes que a Barbérat aconsejo echarle un vistazo.

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