John Grisham es un reconocido autor, sobretodo por sus obras de ficción legal, como es el caso de esta novela. Al haber estudiado y ejercido la abogacía no es de extrañar que haga hincapié con esa temática y, desde luego, es todo un acierto. A pesar de llevar muchísimas novelas a sus espaldas, mi primer contacto con el autor ha sido con Los Guardianes, su última obra traducida al español. 
 
No sé si alguna de sus tantas novelas tiene una trama parecida a esta, pero en mi caso ha sido toda una sorpresa. He leído muchas novelas en las que la investigación es clave para resolver delitos y/o crímenes, para encontrar al culpable, condenarlo como proceda y hacer justicia. Y me encantan. Pero en esta novela John ha dado un giro al asunto y vamos a tratarlo desde otra perspectiva. 
 
¿Cuál es esa perspectiva?  Entre estas 399 páginas vamos a conocer de primera mano el gran trabajo que realizan Los Guardianes, una organización sin ánimo de lucro cuyo único objetivo es exonerar a prisioneros que recibieron una condena injusta. Me gusta la misión que llevan por bandera: hacer justicia devolviendo la libertad a aquellas personas que nunca debieron perderla. Es tanta la importancia que le dan a esto que encontrar al verdadero culpable es algo secundario, algo que además les corresponde a otros profesionales. Su prioridad es hacer justicia con los inocentes en lugar de hacerlo con los culpables.
Veremos todo esto de la mano de Cullen Post, que lidera esta maravilla de organización. Abogado y sacerdote episcopaliano. Un protagonista nada común, ¿no es cierto? Me ha encantado conocer a este personaje tan tenaz y lleno de bondad.

 
En este caso veremos cómo se las apaña junto a su equipo para intentar sacar de prisión a Quincy Miller, que en breves va a hacer 23 años que está en el corredor de la muerte. Se le acaba el tiempo y Post apuesta por él y su inocencia, pero su caso es más turbio de lo que él pensaba. Más peligroso que cualquier otro al que se haya enfrentado.

Esta ha sido mi sorpresa con esta trama, que me ha aportado frescor y me ha parecido muy interesante y emocionante. Ha habido ocasiones que me he emocionado de verdad, se me ha erizado el vello y se me ha escapado alguna que otra lágrima. Sobretodo se me ha quedado un sabor agridulce al haber leído la nota del autor. No la desvelaré para respetar a quien quiera leerla por su cuenta, y aunque no es nada revelador, ha dejado poso en mí y me ha hecho reflexionar.
 
Como decía, es la primera novela que leo del autor pero no será la última, además con John hay donde elegir y ya tenía unos cuantos en mi lista de pendientes. Se demuestra que el autor entiende del tema por cómo transcurren los acontecimientos  en cuestión de juicios, abogados, información privada, relaciones entre profesionales del gremio, palabras técnicas, etc. Ha habido momentos más lentos que otros, pero a rasgos generales es una lectura fluida, pues en los juicios e investigaciones los tiempos a veces van despacio, pero cuando menos te lo esperas aparecen resultados científicos e información reveladora que hace que el lector se mantenga expectante.

   En resumen, Los Guardianes es una novela de ficción legal escrita por John Grisham en la que el protagonista, Cullen Post, abogado y sacerdote, lidera una organización sin ánimo de lucro llamada Los Guardianes y cuya misión es exonerar prisioneros inocentes que en su día recibieron un juicio no justo y llevan años cumpliendo condena por un delito que no cometieron. Cullen y su equipo han exonerado a varios, pero el caso de Quincy no es como los demás, el peligro los acecha a cada paso que dan, pues se están metiendo en tierras peligrosas.

Estamos ante una novela romántica-erótica con la que vamos a disfrutar, a pesar de los clichés, pues de estos tiene para dar y vender. Aún así he podido disfrutar de la historia de Laine y Lyle.
Ambos son jóvenes pero ya llevan a sus espaldas un pasado más que doloroso, con los que deben lidiar en el presente día a día. Sus vidas son muy diferentes entre ambos, pero eso no impide que la atracción entre ellos crezca como la espuma y el lector quede prendado de cada paso que dan los protagonistas.

Obviamente, ambos pasados tienen una carga de drama que, a mí en lo personal, a pesar ser un cliché muy utilizado y visto (leído) suelo disfrutar, ya que hace que empatice con los protagonistas y entienda sus formas fe actuar y pensar.

Algo que me ha encantado es el cameo que se le hace al anterior libro de la serie (No quería enamorarme) se hace alusión a los protagonistas y a una de las escenas más importantes de la trama. Es por eso que a pesar de ser una serie, siempre prefiero leer los libros en orden. Como lectora disfruto mucho más de estos detalles.

Además, el mundillo Hollywood que hay como escenario de fondo me ha parecido muy interesante. Realmente recomiendo esta novela, sobretodo si estás buscando una lectura fresca, rápida de leer y adictiva.

   No quería enamorarme es la primera entrega de la serie Noches inolvidables, compuesta por tres novelas. Es lo primero que leo de la autora, aunque he visto que tiene varias series publicadas. Las tres son novelas independientes, con diferentes protagonistas y quedando la trama cerrada. Por lo menos así ha sido con el primero, supongo que los otros dos serán igual. Pensaba que se trataba de una novela romántico-erótica, y aunque tenga alguna escena subidita de tono no diría que forma parte del género erótico.

La sinopsis ya cuenta bastante de la trama, poco más puedo decir sobre ella. Trata sobre la historia de Kelsey y Wyatt, que se encuentran en ciertas circunstancias después de 12 años, cuando no eran más que unos adolescentes. Ambos recuerdan lo que ocurrió en el pasado y eso hace que la relación no sea nada fácil entre ellos, pero las circunstancias requieren que tengan que soportarse, por así decirlo.

Kelsey es una mujer a la que le pesa mucho el pasado, no solo en lo relacionado con Wyatt. Ha sido educada por un padre demasiado estricto, cosa que también ha influido en su forma de ser. Entiendo ese aspecto, pero me ha mareado tanto cambio de opinión, ha sido una montaña rusa en varias ocasiones. Por su parte Wyatt me ha ido gustando cada vez más, pero lo que más me ha gustado de su personaje es el mensaje que quería transmitir con su exposición y su lucha por hacerse un hueco en el gremio.

He sentido que no es una historia nada original, hay  muchas novelas que juegan un poco con ese tipo de pinceladas eróticas (aunque es muy sutil) mezcladas con un pasado que pone a los protagonistas en tensión. A pesar de eso me ha gustado porque añade a la trama un pequeño drama ligado al pasado y, bueno, es una técnica que funciona muy bien. A mí por lo menos me encantan las novelas con ese corte. Aunque no sean novedosas, me resultan bastante adictivas. Además me ha gustado el ambiente de la fotografía, no había leído ninguna novela en la que uno de los protagonistas fuera fotógrafo y… ehem ehem… he de decir que tiene su aquel.

Me ha gustado que esté narrada a dos tiempos, pues aunque la mayoría de capítulos están ambientados en el presente, hay alguno de ellos que mediante flashback nos permiten conocer lo que sucedió años atrás. También he de decir que me hubiera gustado que la autora profundizara un poco con los personajes. Porque, aunque a medida que vamos avanzando la lectura descubrimos qué les ocurre y por qué actúan de cierta forma, me hubiera gustado conocerlos de forma más íntima. Eso sí, la autora se encarga de que conozcamos los perfiles de cada uno de los personajes.

La novela está narrada desde la perspectiva de ambos protagonistas, en primera persona en los capítulos de Kelsey y en tercera persona los de Wyatt. Está formada por un prólogo y un total de 29 capítulos de extensión media. El estilo de la autora es directo, sin florituras ni descripciones innecesarias, más bien escueta en ellas. Es una lectura ágil y adictiva que se lee en un suspiro.

Resumiendo, No quería enamorarme es la primera entrega de una serie de novelas románticas independientes llamada Noches inolvidables, donde conoceremos la historia de Kelsey y Wyatt. Una historia de segundas oportunidades en la que vuelven las pasiones que los envolvían en el pasado, pero también se abren las heridas que parecían haber cicatrizado.

Una distopía (no tan alejada de la realidad en muchos aspectos) puramente feminista, ambientada en el país de Eare, donde acaba de entrar en el poder un partido político de ultraderecha. 
Este partido, llamado TOTUM, es odiado por casi la totalidad de las mujeres earienses debido a sus australophitecas leyes, prácticamente todas enfocadas en contra de sus derechos. Algunas de estas leyes son la ilegalización y penalización del aborto, la ilegalización del divorcio, la prohibición de reuniones de 15 mujeres en la que no hubieran hombres, la criminalización del colectivo LGTBI, entre muchas otras.

Todo esto deriva en una reacción agresiva por parte de los grupos feministas, que deciden hacer manifestaciones con mucho más ruido. Pero Luco Barán, presidente del TOTUM, no estaba dispuesto a que le molestaran en su recién estrenado sillón del poder y empezó a acallar las voces feministas de tal forma que empiezan a haber muertes de mujeres, muertes de personas que estaban luchando por sus propios derechos. Su mejor baza era el miedo que inculcaba en cada casa. Además, teniendo de su parte a la policía y los medios de comunicación le fue relativamente fácil.

Tras este velo de represión contra todo derecho de la mujer, se empezó a originar un grupo clandestino de mujeresque se tomaban la justicia por su cuenta en lo que a violadores y maltratadores se refiere, aquellos que han cumplido una condena irrisoria para los crímenes que han cometido. Ellas forman el FFR (Frente Revolucionario Feminista)

Tanto los medios de comunicación, como la policía y el propio gobierno ignoran quién hay tras esos asesinatos que se están sucediendo y «hacen la vista gorda» hasta que uno de los asesinados es un juez. Aquí la cosa cambia y el FFR tiene que andarse con pies de plomo.

Búho es la protagonista de esta historia y de su mano vamos a conocer cómo se origina el FFR, cómo es la vida de una integrante de un comando del FFR junto con sus compañeras (Águila, Mirlo y Alondra), cómo es la comunicación entre los comandos repartidos por todo el país, qué medidas preventivas hay que tener en cuenta para no ser descubiertas y sobretodo el objetivo que todas llevan grabado a fuego: luchar por la causa es más importante que CUALQUIER otra cosa.

Todas las integrantes llevan a sus espaldas un motivo que le empujaron a formar parte del Frente, y Búho no es una excepción. En el pasado sufrió mucho junto a su madre y Jana (su hermana) por culpa de su padre y su incontrolable violencia.
Y esto es algo que me gustaría destacar. A pesar de haber empatizado con todas y cada una de ellas y sus respectivos pasados, los personajes no son la clave de esta novela. Son lo que las hace moverse, quejarse, revelarse, gritar, pelear e incluso matar. Lo importante son las motivaciones que las llevan a realizar sus acciones. Es eso en lo que creo que Barbi ha querido profundizar y es el vínculo que he encontrado entre esta distopía y la realidad que estamos viviendo todavía a día de hoy, en el año 2019.

Como deduciréis, en la novela se tratan temas como la violencia, la vejación, la violación, la represión, la humillación, los intereses políticos, las injusticias y la necesidad de tomarse la ley por tu propia cuenta cuando ves que el país está podrido y el barco se está hundiendo. No profundiza en cada tema pero sí abarca una gran cantidad de ellos.

La novela está escrita en primera persona y dividida en cuatro partes. La primera y más larga está contada por Búho, la segunda por Jana, la tercera por Águila y la última de nuevo por Búho. Hay un total de 34 capítulos y cuenta con un epílogo y un sencillo mapa para situarnos.
La pluma de Barbi es totalmente reivindicativa, con numerosos ejemplos de injusticias tanto grandes y evidentes como pequeños detalles. Usa un lenguaje sencillo y fácil de leer, lo que junto a la trama ha hecho una lectura muy amena y bastante adictiva.

En definitiva, ‘Nadie duerme’ es una distopía feminista escrita por Barbi Japuta en la que la defensa y la reivindicación de los derechos de las mujeres es el tema principal. El FFR (Frente Revolucionario Feminista) tiene claro que para conseguirlo debe derrocar al partido ultraderechista TOTUM. Como ellas dicen, luchar por la causa es más importante que cualquier otra cosa, y hay veces que conseguir tu objetivo tiene un precio. Con una prosa sencilla y totalmente feminista, descubriremos junto a Búho y sus compañeras cómo es vivir dentro de un comando y qué decisiones deben tomar. Totalmente recomendado.

Estamos ante un thriller en el que la acción y el misterio no decaen en ningún momento, de hecho empieza bien fuerte. Tensión, miedo, desconfianza, una mente asesina, diversidad de sospechosos…
La novela está dividida en tres partes y cada una de ellas en capítulos de una extensión media-corta. Éstos están titulados con fechas, para poder visualizar, en cuestión de tiempo, el progreso de la investigación. Para mí todo esto ha sido un punto a favor.
Está escrita en tercera persona, con una narrativa sencilla, ágil, pícara en muchas ocasiones y no apta para estómagos sensibles cuando se habla de cada uno de los casos. Con dos claros protagonistas, Marco Besana e Ilaria Piatti, sin olvidarnos de nuestro asesino, por supuesto.
Está ambientada en Italia, hogar de la novela negra. De la mano de los protagonistas viajaremos a Milán, Bérgamo, Bottanuco, Suisio…

Si te gustan los thriller y los asesinos en serie y lees la sinopsis, es imposible que no te apatezca leer esta novela.  
Tiene los ingredientes necesarios para satisfacer al lector, y así ha sido en mi caso.
 Nuestros protagonistas, Besana y Piatti, son periodistas de sucesos en un periódico.
Pero hay ciertas diferencias entre ellos. Él es un periodista veterano, a punto de jubilarse, enamorado de su profesión aunque está ya bastante quemado.
Ella es la becaria que está realizando sus prácticas en el mismo periódico, y le quedan dos días contados para que la echen, pues al director no le ha parecido una profesional destacable.

Un 8 de Diciembre aparece en Bérgamo el cadáver de una mujer. Ha sido asesinada, el escenario del crimen es muy grotesco y presenta claros signos de canibalismo.
Besana resulta ser el periodista encargado de informar acerca de este caso. Tiene la suerte de tener un cuñado policía, pues le pasa información de primera mano.
Pero la mayor de sus suertes es poder contar con Ilaria Piatti, la becaria en prácticas que ha pasado desapercibida por toda la redacción pero que ha sido la única en fijarse en las similitudes de ciertos detalles entre este asesinato y otros que tuvieron lugar hace 100 años allí mismo, en Italia, por parte del asesino que fue nombrado como El vampiro de Bottanuco.

Ambos unen sus fuerzas para intentar conseguir la mejor información, exclusivas, datos de interés, seguimiento continuo de los casos…
Ambos hacen el buen papel de periodistas, investigando mediante la información que reciben por parte de Giorgio (policía y cuñado de Besana) Pero el grueso de la información lo extraen por sus propios medios, llevando un hilo de investigación paralelo al de la policía y del que sale en la televisión. La investigación policial no termina de convencerles a ninguno de los dos y buscan otros caminos, otras teorías. Ambos tienen un gran instinto, corazonadas, y se complementan muy bien para hurgar en la sociedad italiana, los secretos de sus calles y habitantes con tal de recabar información para ser los primeros en transmitirla. Además, ambos tienen su propios motivos personales por acabar esclareciendo y archivar este caso.

Me ha parecido una novela de los más adictiva, que se lee sin darte cuenta. Me encantan los asesinos en serie y aquí tenemos una buena dosis. Una mente intrincada, enrevesada de la que poco a poco se conocen algunos detalles y se responden algunas preguntas que me he ido planteando a lo largo de la lectura.
Me ha parecido muy interesante que los protagonistas fueran periodistas en lugar de policías o investigadores criminales. Me ha gustado conocer más de cerca esta profesión y saber hasta qué punto pueden llegar, los límites que deben ponerse y cómo el/la periodista de sucesos consigue y gestiona la información. Maravilloso.
También me ha gustado mucho las escenas donde se recreaba el perfil del asesino mediante su modus operandi y la escena del crimen. Al igual que la rama de la psiquiatría meta el hocico para hacernos plantearnos hasta qué punto un asesino comete los crímenes con alevosía. Te hace pararte a pensar dónde está la línea que separa eso de la enfermedad, de ser consciente de lo que hace. Este tema me ha fascinado.

Sí es cierto que he echado en falta algunas respuestas. La explicación de ciertos detalles en el modus operandi en los crímenes que no voy a decir por miedo a hacer spoiler. Pensé que se le daría respuesta a medida que terminaba el libro, pero no ha sido esa mi suerte. No obstante son solo detalles, no son datos importantes para la trama.
Y el final tal vez ha sido algo precipitado. Me hubiera gustado que los últimos sucesos hubieran sucedido unos capítulos antes para «alargar» el final, o que simplementre tuviera una cuantas páginas más.

De todas formas he quedado satisfecha en toda esta aventura italiana en la que he acompañado a Besana y Piatti y junto a ellos he sufrido cada caso. He sospechado de varias personas distintas. He podido meterme un poco dentro de esa mente para intentar entender al asesino y los motivos que le mueven a matar.

«No es fácil imaginarse el mal, darle una entidad. A lo mejor es el instinto de conservación, a lo mejor es un mecanismo de defensa: el mal tiende a ser irreal, por tanto, lejano. Incluso para quien lo sufre»