A veces necesitamos que nos pongan luz sobre aquello en lo que no nos fijamos. En este libro, de una forma ágil y un lenguaje muy próximo, el autor nos alumbra sobre la importancia de tener una actitud positiva para abordar nuestras vidas. El simple hecho de aprender a ver las cosas con un cristal que permita enfocar aquello de una manera más óptima, nos ayudará a lograr vivir más sanos y felices, ya que las emociones que discurren por nuestro cerebro, tienden a manifestarse en los órganos del cuerpo. Parece ser que existen beneficios sobre la salud debido a las emociones positivas ya que ayuda a fortalecer las defensas naturales.

Ya no sólo en el ámbito de la salud, sino, también, en el trabajo y en las relaciones con nuestros prójimos, una disposición positiva hace que perseveremos para conseguir nuestros objetivos, pese a las dificultades que encontremos por el camino, evitando que flaqueemos ante las adversidades.

La esperanza es parte de la receta a la que se agarra el optimista, ya que, le permite pensar que, aquello que le atormenta, pasará. Y el valor del sentido del humor para hacer frente a las situaciones complicadas, descargando tensión, oxigenarnos o, el más común: alegrarnos y hacer lo propio con los que nos rodean.

El libro lo presentaban como uno muy necesario para la época en la que estábamos cuando se publicó (en pandemia). Tal vez, sea imprescindible para cualquier momento.

Rompiendo de nuevo mi zona de confort, vuelvo a la incursión de la lectura de un libro de poesía. Va a resultar que es un género literario que me atrae más de lo que pensaba, y puede que no sea el último.

En este caso, su título y su portada no dejan indiferente pero, realmente, son sus páginas lo que te llegan. Es la unión de sus textos, aunque breves, lo que te sacude al compás de las emociones de la autora. La ira, el dolor,… Un alma que se rompe pero que lucha para volver a recomponerse. Me parece una labor tan admirable cuando una persona, a través de palabras, desnuda su ser mostrando sus sentimientos, y lo hace sin miedo, creando cierta intimidad, en este caso, con quien lo lee.

Se trata de un libro no muy extenso, pero que va calando conforme se va leyendo. Como capturas de sensaciones y vivencias de la autora. La lectura de sus páginas es muy ágil, sin dejar impasible con sus palabras. Con una forma de expresarse transparente y sin pelos en la lengua. Y es que cuando se habla de sentimientos, parece ser que no sirven de nada las medias tintas.

Su lectura es muy recomendable.

Hoy vengo con la reseña del libro “Invencible”, de Pascal Ruter, que aunque terminé de leerlo hace unas semanas, creo que el poso que me dejó, ha hecho que me resultara más arduo escribir estas líneas. En esta novela se cuenta la historia de un anciano exboxeador de nombre Napoléon y su nieto, cariñosamente llamado por su abuelo, Coco. Se narra la historia de Napoleón, en sus años como boxeador, y cómo su nieto, lo tiene en un pedestal. La historia comienza con Napoleón, un señor terco de ochenta y cinco años, divorciándose de su esposa, algo que a esas alturas es sorprendente, pero tal vez no lo es tanto por el motivo por el que el tozudo señor decide hacerlo. En su periplo de divorciado, Coco estará con él, ayudándolo con sus excentricidades, y luchando contra el enemigo, viendo cómo su fuerte abuelo no  es invencible al paso del tiempo.

La misma ternura que me despertó la historia, me recordó lo vulnerables que somos las personas al llegar a cierta edad, y cómo se dice en el libro, por la familia se pueden llegar a hacer cosas que jamás pensaríamos haber hecho. Esta historia acaba siendo un canto a lo bella que es la vida y cuánto debemos valorar la familia con la que convives.

Es un libro recomendable, ligero y tierno. Con sus momentos divertidos y los que te devuelven a lo perecederos que podemos llegar a ser, pero durante el viaje, podemos ser invencibles.

En esta ocasión, vuelvo a salir de mis lecturas habituales, y recaigo en un libro compuesto por una serie de poemas. Hasta ahí, puede parecer una obra más, pero no. La autora, además de abrir su alma y expresar sus sentimientos con un torrente de palabras, le pone banda sonora a lo que lleva dentro. Nos aconseja qué canciones escuchar mientras leémos sus poemas, marcando así el ritmo de lo que ella había escrito y nos presta para hacerlo nuestro. Es como un sumiller en un restaurante indicando qué vino tomar para saborear mejor la comida que vamos a degustar.

Realmente me ha gustado cómo se expresa. Incluso ha conseguido que me emocionara con algunas de sus páginas, cosa que no todo el mundo logra. La sugerencia musical para acompañar lo que nos está contando me ha parecido un punto a su favor, con unas melodías conocidas y que han sabido maridar tan bien con toda la obra. Y qué decir de la portada tan bonita que invita a abrir el libro.

Es altamente recomendable.

Para el nuevo libro a reseñar, esta vez, aunque no sea la primera vez, he optado por volver a salir de mi zona de confort eligiendo una obra de poesía. Aunque no sea una habitual de este tipo de literatura, reconozco que cada vez me llama más la atención. Como decía, el elegido está compuesto por un conjunto de poemas, que de una forma breve, sacuden la conciencia de quien lo lee. Como si lanzasen un jarro de agua fría para despertar de todo aquello que nos rodea, y nos recuerde la clase de mundo en el que vivimos, y cómo nos comportamos o consentimos los seres que en él vivimos. 

Es un libro poco extenso, pero que en su formato se muestra escrito tanto en español como en inglés, convirtiéndolo en un punto a su favor. 

Aunque como cualquier libro, se puede leer al gusto: en dosis pequeñas o sin parar. En este caso, aconsejo leerlo de una sentada, con calma, saboreando cada una de sus palabras que acceden a nuestra conciencia clavándose como verdades que a veces podemos olvidar sin darnos cuenta. Un libro interesante que despeja los cimientos de nuestra mente. Recomendable.

Ante la petición de ayuda de Flor, Violeta Lope abandona el hotel que regenta en los Pirineos, para viajar hasta Praga donde su amiga la necesita. Pues, ha escuchado una conversación entre Ladislav, su exmarido, y una mujer peculiar de cabellos rojos, que le hace temer incluso por su vida, por ello, no informa inmediatamente a su hija Ivana, y opta por llamar a Violeta. Ivana, por su parte, ya tiene bastantes problemas por su parte y no quiere agobiar a su madre.

Es en la ciudad checa donde se desarrolla esta historia que gira entorno a unas piedras de gran antigüedad, pasando de mano durante años, y que, quien las desea a toda costa, no le importa llevarse a quien sea por delante con el fin de conseguirlas.

La historia está ambientada en el presente, aunque su forma de estar escrita, me recuerda a autores de décadas pasadas. Como si perteneciera a otra época. La autora ha diseñado unos personajes entrañables, como los de Violeta y Flor, amigas desde hace años, envueltas en un espacio tan idílico como la ciudad de Praga, persiguiendo las piedras del frío.

Recomendable para tardes de sofá y manta.