En los dos relatos nos encontraremos con el mismo protagonista, Elijah Westlake. Este personaje es periodista y el libro nos cuenta dos historias ambientadas en 1860, la primera, y en 1862, la segunda. En La joven del asiento nº 4, nuestro protagonista debe viajar desde Londres a la localidad de Devon para hacerse cargo de una casa que ha heredado por sorpresa. El viaje ya le guarda un acontecimiento impactante… Su compañera de asiento dará algún que otro sobresalto tanto a Elijah como al lector. Más tarde, durante su estancia en la casa llamada Woodland House continuarán sucediendo episodios terroríficos. ¿Quién será esa muchacha y qué quiere? ¿Qué fenómenos paranormales ocurren en la casa heredada por Elijah?

En el relato La bruja de Holywell street, conoceremos la historia sobre una extraña mujer que monta una librería en una calle concurrida y conocida por los negocios que allí hay. Todos a su alrededor se sienten atraídos por su apariencia poco común y se hacen preguntas acerca de ella y su tienda que, de la noche a la mañana, aparece como por arte de magia. A su vez, están desapareciendo personas en la zona. Con todo esto, Elijah Westlake deberá investigar qué está pasando en Holywest street y quién le iba a decir que se iba a ver envuelto en situaciones que ponen el vello de punta, con el fin de desenmascarar a la dueña de la librería. Como consecuencia de ello, acabará conociendo información de este peculiar personaje que es sorprendente.

El libro cuenta con un narrador omnisciente que nos llevará por pasajes de puro misterio repartidos en varios capítulos en cada relato y lo bueno es que no son extensos, por lo que se puede leer sin pesadez.

Descubriremos dos tramas muy misteriosas, donde el suspense es el ingrediente principal y de forma entrelazada a ésto vamos a conocer cómo el odio, el rencor y la venganza mueven los hilos de ciertas acciones que realizan algunos personajes. ¡No puedo decir más!.

♠♠♠ Pros ♠♠♠
El personaje protagonista: Elijah Westlake. Me ha gustado cómo la autora dibuja al personaje, es valiente y seguro de sí mismo, aunque a veces deja ver su temor y debilidad ante algunas situaciones que le ponen al límite. Precisamente eso le otorga un cariz de normalidad al personaje, pues lo hace creíble y realista. No se profundiza en su vida personal, es lógico al tratarse de un libro de relatos de miedo, ya que lo que el punto destacado y desarrollado en este género debe ser la trama. Pero es un personaje fuerte que psicológicamente se le puede conocer bien y logré conectar con él.
Otros personajes. Los fantasmas están estupendamente creados y moldeados. En ellos sí se profundizan personalmente, nos desvelan unas historias trágicas y perturbadoras que fácilmente pueden dejan asombrado al lector. Por un lado podemos comprender por qué hacen determinadas cosas y por otro, es evidente la maldad que se refleja en sus actos. Reconozco que el perfil de los fantasmas posee los típicos clichés, no obstante son personajes que transmiten incertidumbre y causan algo de temor.
Las tramas. Los dos relatos están construidos con un desarrollo y un contenido muy bien elaborados. Las circunstancias y pasajes te envuelven en un misterio hechizante que te mantiene expectante en muchos momentos. En un grado alto se puede decir que es un libro que atrapa. El primer relato me dejó impactada con la joven que acompaña en el tren a Elijah, ¡consiguió meterme el miedo en el cuerpo!.
El estilo y narración. La autora utiliza un lenguaje elegante y brillantemente adaptado a la época del siglo XIX. Con su forma de narrar consigue transportarte a una Inglaterra antigua y con una atmósfera gris que sobrecoge en determinadas ocasiones. La narración es excelente, seria, formal y cuidadosamente elaborada para crear desasosiego e intriga en los fragmentos claves de máxima tensión. Y las descripciones físicas son geniales, estarás metido en las historias con una gran claridad visual.
La ambientación es buena, los escenarios elegidos son propicios para generar historias de fantasmas y la narración es fantástica en cuanto a este aspecto también. Percibí una Londres un tanto tenebrosa por el tipo de ambiente que describe la autora, ideal para pasar un rato con los músculos agarrotados por ver qué va a pasar.
Finales. Lo cierto es que la autora hace unos giros en la recta final que no son fáciles de adivinar y ese factor sorpresa te deja con los ojos como platos. Si que pueden haber partes previsibles en la trama, pero en los finales no sucede. Así que te dejan con buen sabor de boca al fin y al cabo.
♠♠♠Contras ♠♠♠
Ritmo irregular. Si bien tiene partes con mucho suspense y se describe situaciones espeluznantes que se te pone la piel erizada, hay otras partes donde el ritmo decae y la autora se centra en cuestiones que a mi parecer ralentizan el ritmo. Y la atmósfera helada con tintes de terror se desvanece… Al menos para mí. No me mantuvo expectante de forma continua, los altibajos en el ritmo me cortaron el rollo.

Es una novela escalofriante que trata el tema de los asesinos en serie y en concreto podemos encontrar datos y referencias sobre Vincenzo Vernezi, el primero que consta en Italia. Sí, pone la piel de gallina saber que sucedió en realidad. Fue conocido como El vampiro de Bottanuco, sembrando el terror en la ciudad de Bérgamo. Sus dos víctimas mortales fueron estranguladas pero cometió otros ataques con fines sexuales entre 1870 y 1874. Su mente enferma le llevó a realizar rituales vampíricos para saciar su sed de sangre, horripilantes prácticas que el criminólogo Cesare Lombroso analizó minuciosamente para hallar los tipos de patologías psíquicas que tenía el asesino.

En Nostalgia de la sangre, conoceremos la investigación que llevarán a cabo dos periodistas de un periódico local de Milán. Marco Besana está a punto de jubilarse, atraviesa una situación personal delicada y a través de este personaje aprenderemos el oficio de periodismo con anécdotas variopintas en su carrera, aportando su ojo experto en los análisis que hace con su compañera Ilaria Piatti, que recién comienza su profesión pero quien va a demostrar la gran inteligencia que posee. Ambos formarán un equipo bien avenido donde abundan las especulaciones entre ellos, lo que involucra de buen grado al lector en las pistas que van encontrando.

La historia está relatada por un narrador omnisciente en la que iremos conociendo cómo los protagonistas, con vidas opuestas y perfiles psicológicos diferentes, unen fuerzas por una misma causa. Piatti es un personaje que evoluciona visiblemente, y es que al principio conoceremos a una becaria tímida, insegura y menospreciada por sus compañeros que poco a poco irá tomando confianza y seguridad con sus valorados artículos. La relación con Besana nos hace cómplices de una bonita amistad que se va desarrollando entre viajes, comidas y entrevistas. Los dos son personas que aman su trabajo y se refleja en la pasión que demuestran durante la historia. Piatti, a parte tiene motivos personales para implicarse tanto.

La trama está muy bien construida y su ritmo es muy ligero, pues los capítulos son bastante cortos (encabezados por día y mes, para que no nos perdamos), lo cual logra que la lectura fluya imparable. Encontraremos en esta historia muchos personajes pero el autor profundiza básicamente en los protagonistas que son los que tienen más presencia. Los autores los perfilan con detalle y conectar con ellos es demasiado fácil, la vida privada de cada uno se irá desvelando en las dosis justas a medida que avanzan las páginas. Los secundarios son importantes, pues entre ellos se encuentran las víctimas del asesino y en la narración se nos acerca a ellos tan estrechamente que podremos oler el miedo que sienten momentos antes de ser atacados. Podremos conocer las circunstancias de las víctimas, sus pensamientos y emociones mientras se acerca el fatal desenlace que aguarda sin piedad para dejar al lector desarmado en sentimientos de compasión hacia ellos. Y lo que no suele ser frecuente es que una vez se sabe quién es el asesino, podamos conocer por su propia “voz” qué le lleva a matar e incluso conocer lo que siente al hacerlo. En esta novela ocurre y me ha parecido original.

Lo que menos me ha convencido es la forma tan directa y simple de revelar la identidad del asesino, que ya conforme se acerca el final se introduce en la trama una situación que hace evidente quién es, por eso al confirmarse no provoca ninguna reacción de sorpresa. Y el final es abierto… ¡Aggg! En cuanto a la vida personal de los protagonistas, claro, porque el caso del vampiro de Bottanuco se resuelve, normal, ¡Eso sería imperdonable! pero hay una cuestión que se queda en el aire. Que cada cual cierre esa parte como quiera… Me refiero a lo sentimental. Hasta ahí puedo contar. Yo me había montado castillos en el aire, ¡Al parecer!.

Nostalgia de la sangre es un thriller atrapante con relatos terroríficos acerca de los dos vampiros de Bottanuco. Es adictivo, tiene personajes muy buenos y el estilo es intachable: te hiela la sangre en cada suceso en relación con los crímenes. No te lo puedes perder si te interesan las historias que te mantienen en tensión, te hacen sospechar constantemente y te dejan cavilando en el caso sin darte un respiro casi hasta el final.

Esta novela nos cuenta la historia de la repentina pérdida de colores que sucede a nivel mundial. De forma inesperada e inaudita, las personas solo pueden ver el blanco, negro y gris a su alrededor, lo que provoca una epidemia de tristeza y depresión en la población. La ciencia es incapaz de dar con una explicación a este hecho insólito que provoca tanta confusión y desorden emocional. Los protagonistas, Arthur y Charlotte se darán cuenta de la misión que tendrán en sus manos para devolver los colores ya que Louise, hija de Charlotte, tiene un don.

Arthur, trabaja en una fábrica de lápices de colores que cierra después de que este desgraciado fenómeno tuviera lugar. Este personaje sufre una adicción al alcohol y está enamorado de su vecina, Charlotte, locuta de radio invidente y especialista en la historia de los colores. Louise, es una niña especial con una capacidad que será clave para la solución de este desolador problema.

Son tres los personajes destacados en esta novela, la trama principal gira en torno a ellos aunque hay otros secundarios que tienen importancia en la historia como Ajay, un taxista hindú con una peculiaridad: es capaz de percibir la gama de colores a través del sonido. 

A esto se le suman los intereses ocultos de un personaje que tratará de evitar que se resuelva esta situación. Una carrera a contrarreloj para Arthur y Charlotte con un enemigo acechándoles los talones… 

El Día que amaneció sin colores es una historia contada por un narrador omnisciente que nos conduce por diferentes perspectivas y caminos, no obstante hay dos líneas que toman más cuerpo que las demás, transcurren paralelamente en París y Nueva York. Hay cambios continuamente de personajes por lo que no se profundiza en ellos, sí es cierto que conoceremos mejor a los protagonistas pero personalmente no pude conectar con ninguno. Los capítulos son extensos, sin embargo al haber diversidad de personajes y líneas en la trama, no será un punto en contra.

♠ ¿Qué vamos a aprender con El día que amaneció sin colores?: Teniendo en cuenta que Jean-Gabriel Causse es publicista y diseñador especializado en los colores, vamos a conocerlos no solo desde el punto estético. Nos habla de sus estudios sobre cómo éstos influyen en nuestro comportamiento y percepciones. ¡Son muy interesantes!

♠ ¿Podemos reflexionar con este libro?: Veremos que con la ausencia de colores la humanidad cae en estado depresivo, empieza a valorar lo que nos aporta el color (lo normal, cuando pierdes algo, es cuando ves su valor) y con el personaje de Charlotte, ciega de nacimiento, nos damos cuenta de cómo perciben y valoran los invidentes los colores. La historia tiene su por qué, si desaparecen los colores es por un propósito y a su vez consecuencia de algo…

La lectura de esta novela tiene un ritmo muy bueno ya que he comentado que hay muchos cambios de personajes, eso hace que nos entretenga y fluyan las páginas. Sin embargo, no ha sido una lectura adictiva. No es un libro que atrape por su trama, para mí no tiene más encanto que el de desconectar y pasar un buen rato, entre reflexiones, eso sí.

El estilo del autor para la narración es objetivo e informal. Su forma de expresarse refleja una escritura muy cuidada pero llana, sencilla y coloquial en determinados momentos. Puntualizo el exquisito sentido del humor con el que dota sus relatos, un humor inteligente para sacar unas risas al lector y contrarrestar la tristeza que supone vivir en un mundo sin colores.

La ambientación no es un rasgo destacado en la historia, hay descripciones justas y suficientes para imaginar los pasajes en los que están los personajes, sin descripciones detalladas de los lugares públicos o interiores. El autor se centra en darnos a conocer las circunstancias de cada uno de ellos y no desarrolla otros aspectos.

El final es previsible por un lado, pero ocurren algunas cosas que sí me sorprendieron. El autor guarda información que a última hora desvela y que no había sospechado en ningún caso. Así que este factor ha sido muy positivo para dejarme buen sabor de boca.

Conclusión
El día que amaneció sin colores es un libro original, entretenido, divertido y reflexivo. Para apreciar el sentido que tienen los colores en el universo, conocer lo que influyen en nosotros y darse cuenta de la desesperación y miedo que nos invadiría un mundo gris, blanco y negro. Además con un toque de suspense en la trama que desemboca en algunas sorpresas al final. Personajes diversos con unos protagonistas entrañables. Su lectura es fácil, fluida y amena. ¿Te animas a imaginar la vida sin colores?

En Tú buscas amor y yo cobertura conoceremos la historia de Capo, un actor famoso de comedia que acaba de sufrir una ruptura sentimental con La Musa, maquilladora profesional.
Partiendo de esta separación, vamos a conocer a un Capo nostálgico por ese amor perdido y le acompañaremos en la búsqueda de un nuevo papel que le lleve a las mieles del éxito tras su marcha de una serie de tv que le llevó a la gloria.

Capo bautiza a su smartphone inteligente con el nombre de Nen y será él nuestro narrador que en tiempo presente nos cuenta cómo es la vida de un teléfono móvil desde el instante en que fue elegido en una tienda por Capo mientras hace saltos en el tiempo para darnos a conocer vivencias de su amo con su ex novia.

Conoceremos el último año de vida de Nen en doce capítulos que van desde Enero hasta Diciembre. Desde su perspectiva podemos hacernos una idea de lo que percibiría un teléfono móvil si tuviera consciencia y veremos cómo estos aparatos tienen acceso a cualquier dato privado. Sutilmente y enmascarado de humor, hay un mensaje para el lector: estamos siendo controlados.

Una trama sencilla pero repleta de anécdotas que llama la atención por la originalidad de la voz narrativa. Cortas narraciones, abundantes diálogos de frases pequeñas, descripciones breves con un lenguaje directo, sin ahondar en detalles Bruno Oro logra crear una comedia fresca, ágil y de lectura rápida.

Al llevar la narración un teléfono móvil nos encontraremos con detalles como mensajes de whatsapp a lo largo de la historia, transcritos los emoticonos a palabras. Lo cual es gracioso.

El punto fuerte de esta novela es el humor alocado y disparatado que desprenden sus extravagantes relatos, historietas nada corrientes que transcurren en Barcelona, cadaqués (Girona), Beverly Hills, Las vegas y Buenos aires.

En esta novela encontraremos muchos personajes dispares pero destaco por encima de todos a Pep: el mejor amigo de Capo. Ha sido con él con quien he reído a carcajadas en varias ocasiones, el personaje que da vidilla a la novela bajo mi punto de vista. Con Capo no pude conectar, me parece un personaje aburrido y lineal. Aunque conozcamos su mundo al dedillo, no es un personaje carismático ni divertido.

Otro punto en contra es que no están bien diferenciados los saltos en el tiempo, hay párrafos donde abruptamente te lleva al pasado de Capo y La musa por lo que me costó en alguna ocasión comprender que el autor había cambiado de línea temporal.

Tú buscas amor y yo cobertura es una obra que me entretuvo de forma discontinua. La trama pasa por fragmentos aburridos y otros de locura, por lo que no pude quedar totalmente atrapada en su lectura a pesar de que a ratos encuentras diversión y pasajes de ternura por la forma de narrar que tiene Nen.

El final es previsible en parte, no obstante nos encontraremos con alguna sorpresa respecto a uno de los personajes. El ritmo en el desenlace se vuelve más rápido y el autor concentra demasiados acontecimientos en la última recta. Resulta algo conmovedor pero no llega a calar hondo como esperaba al inicio de la novela.

En definitiva, Tú buscas amor y yo cobertura es una comedia que flojea en numerosos puntos de la trama. Personajes diversos pero superfluos, salvándose Pep, el único que anima de forma soberbia la lectura. Contiene algunos puntazos para reírse pero no es una obra que llegue a amenizar constantemente. Y el final te guarda algunas novedades pero básicamente la resolución del tema principal es previsible.

La novela Papel y tinta está exquisitamente narrada por la protagonista, Elisa Montero. En primera persona nos cuenta sus vivencias desde que llega a la acaudalada casa de su madrina; crece entre libros, periódicos y una máquina de escribir que son las herramientas claves para que de adulta desee dedicarse en cuerpo y alma a labor de informar a la ciudadanía de lo que acontece en España en un marco histórico repleto de sucesos.

María Reig demuestra un magnífico trabajo en cuanto a documentación sobre la época en la que está ambientada la novela, nos introduce en una sociedad madrileña convulsa para hablarnos de la guerra de Marruecos, el surgimiento de partidos políticos socialistas y el fin de la guerra europea, entre otros hechos. Crea una trama en medio del caos por el golpe de estado de Primo de Rivera, pasando por su dictadura y el fin de la misma con la victoria republicana y el nacimiento de la II República. A través de sus personajes podemos conocer algunas consecuencias de estas circunstancias, como la censura en los medios de comunicación.

Impresiones

Con Papel y tinta he podido disfrutar de la prosa de María Reig, su narración refleja una absoluta devoción por las letras ya que tiene un dominio del lenguaje admirable que junto a su amplio vocabulario y manejo de la gramática me dejaba embelesada. Debo agradecer la oportunidad de haber leído esta novela a Edición Anticipada por hacerme llegar un ejemplar para su reseña.

El personaje de Elisa Montero me ha maravillado. La conocemos con siete años en 1908, a partir de entonces veremos que es educada por su madrina Manuela Montero, entre normas y restricciones sumadas a la frialdad que caracteriza a la hermana de su padre. Gracias a sus largos ratos leyendo periódicos y usando una máquina de escribir durante su infancia y adolescencia, Elisa se apasiona por la escritura y el mundo de la información. Sin embargo, el destino previsto para nuestra protagonista es un enlace matrimonial con un hombre de la alta burguesía que la mantenga mientras ella cumpla con sus obligaciones de dama sumisa, y de esposa fiel y obediente.

Elisa creerá amar a su futuro marido pero lo que no piensa aceptar es adoptar el papel de la mujer convencional. Trata de hacerse un hueco en la esfera periodística, un círculo cerrado y exclusivo para hombres.
Al darse cuenta de la dificultad para firmar artículos con su nombre por ser mujer, decide escribir con un pseudónimo masculino: Pedro Liébana. El nombre lo elige en homenaje a un especial amigo de la infancia con el que tuvo una estrecha y cómplice relación.

Su idea de desarrollar el periodismo en la sombra, bajo un personaje inventado le llevará por unos derroteros en los que podrá disfrutar de la miel pero también de la hiel.

Me encanta que la autora formara un personaje así; una mujer fuera de lo normal para aquellos años, una mujer luchadora y reivindicadora, una mujer que persigue su sueño arriesgando su reputación para sentirse útil y desempeñar una profesión que le da la vida. Además es capaz de adaptarse a todo tipo de situaciones, fue criada con lujos y tuvo una educación estricta pero Elisa procede de una familia humilde y nunca va a olvidar sus raíces.

Elisa Montero es un personaje perfectamente creado, pude conectar plenamente con ella y vivir intensamente cada paso que daba como Elisa y como su alter ego: Pedro Liébana. Acompañarla y ser testigo de sus sueños, emociones, aventuras, pasiones y enamoramiento real fue un placer para mí.

Existen muchos personajes en la novela, la mayoría entrañables y con peso en la trama. Destaco a Manuela Montero, una mujer que guarda celosamente su vida privada, es fría y distante con su sobrina a la que le prohíbe desde niña algunos accesos en la casona por lo que la convierte en un personaje misterioso con algún que otro secreto por desvelar; Catalina Folch, una de las íntimas amigas de Elisa, es una joven que impulsa a nuestra protagonista a tomar decisiones que la lleven a cumplir sus deseos. Es otro ejemplo de mujer inconformista, luchadora e independiente que hace lo posible para estudiar y dedicarse a la enseñanza; El Señor Pascal, corresponsal y periodista francés que en un principio se postula como el principal rival de Pedro Liébana pero ambos están condenados a entenderse entre campos de batalla y salidas nocturnas.

Hay personajes secundarios que no me despertaron simpatías por tener una mentalidad retrógada, que era lo propio por aquella época, claro. Por ejemplo Manuela Montero, quien piensa que una mujer triunfa en la vida si se casa con un hombre bien posicionado y adinerado. O Don Francisco de las Heras y Rosales, esposo de Elisa, un hombre machista que ve a su esposa más bien como un adorno para amenizar fiestas y que no toma en cuenta sus inquietudes y aspiraciones.
Sí que me identifico con personajes progresistas como Elisa y Catalina, mujeres diferentes que deseaban un cambio para el sector femenino y que tomaban acciones para ello.

La narración consta de numerosas descripciones tanto para aspectos físicos como psicológicos (en exceso bajo mi punto de vista) con una prosa elegante y de gran belleza que me transportaba al siglo pasado embaucada por los pasajes que tan fácilmente se pueden visualizar.
En cambio, el ritmo me pareció lento en muchos tramos. Al principio, con la niñez de Elisa el ritmo es ágil y la trama fluye, pero después con las aventuras de Pedro Liébana la trama avanza lentamente y se estanca en un momento dado.

La autora inserta en la trama cuestiones como la educación y formación de la mujer en clara desventaja respecto al género masculino y cita ejemplos de mujeres populares que tuvieron que hacerse pasar por hombres para desarrollar una profesión, como en el caso de la protagonista. Eran otros tiempos y podemos ver reflejados a la perfección estos pensamientos en la historia.

Me resultó curioso encontrar personas célebres como los hermanos Romero de Torres o Federico García Lorca entre los personajes “extras” de la novela, cameos literarios que se han narrado con gracia.

Con el final tuve sentimientos encontrados: por un lado la trama de Elisa desemboca con esperanzas renovadas y un golpe de aire fresco que encoge el corazón pero por otro, deja un desenlace abierto que cada lector debe interpretar a su gusto. Los finales de este tipo no me complacen pues prefiero que me den la historia íntegra y no tener que suponer lo que va a ocurrir. Manías. Pero de todas formas no me imaginaba que fuese así, acostumbrada a todos los detalles minuciosos que fui encontrando a lo largo de la novela, esperaba un broche suculento. En parte es bonito, me dejó emocionada, pero quería más. Estaba tan inmiscuida en la trama que me supo a poco.

En definitiva, Papel y tinta es una novela de ficción histórica intensa que nos habla de la superación, del coraje que le echa a la vida su protagonista por cumplir un sueño vetado en el mundo de la información. Con luces y sombras, es una historia que nos ayuda a empatizar con las mujeres de inicio del siglo pasado y conocer, gracias a los generosos diálogos que encontramos, cuáles eran los pensamientos tan dispares sobre la actualidad política entre los ciudadanos de aquellos años.