Mi criterio respecto a “Ella lo quiso”, novela negra de Javier Martín Betanzos, es algo contradictoria, podría hablar de sentimientos encontrados. Siempre he sido muy fan de este género pero con esta lectura me ha faltado algo, no podría decir exactamente el qué, igual más tensión. Más intriga. La tiene, pero esperaba más. 

Al principio me costó bastante engancharme, pero una vez le vas pillando el truco a la historia, engancha. No puedo decir lo contrario, engancha. Hay giros en la trama que me han sorprendido, pero otros son bastantes predecibles, como el hecho de que los traumas de Bruno vengan de su niñez con una figura materna bastante violenta, es algo normal dicho por psicólogos y eso no lo puedo juzgar, sin embargo, me hubiera gustado abolir de esta novela esta serie de clichés. 

El personaje de Bruno me ha dejado por momentos shockeada, redactar un libro desde la mente de un psicópata es algo admirable. Este personaje está construido con un mimo y dedicación que se palpa a lo largo de la lectura. La profundidad de los diálogos es algo que he echado de menos, al igual que el indagar un poco más en el resto de personajes. Sin ninguna duda, la entrada de la inspectora Celia a la historia es todo un acierto aunque se nota que la trama policial queda en un segundo plano cuando es algo que en una novela negra hay que cuidar.

Me ha gustado como Javier Martín ha conseguido capturar la esencia de la historia en tan pocas páginas y se nota el estudio previo a la escritura, cosa que se agradece enormemente. En general, es un libro recomendable, tiene sus “peros” como podría tenerlos cualquier otro. En el arte de escribir, nunca se deja de aprender y debo felicitar al autor de “Ella lo quiso” porque el trabajo que hay detrás es digno de aplauso.