En este nuevo libro, Jojo Moyes nos cuenta la historia de Alice van Cleve, una joven inglesa de modales refinados, que hastiada de la monotonía de su vida y el control que sus padres ejercen sobre ella, se aferra a un atractivo americano, con cuyo matrimonio, consigue salir de Inglaterra y mudarse al estado de Kentucky. Allí, su vida no es todo lo idílica que imaginaba: su marido vive bajo el mando de su autoritario padre, que además de convivir con la pareja, llega incluso a dirigir la relación de ambos, en la que todavía no hay noticias de un posible embarazo. Unido a ello, la joven se ha convertido en el centro de todas las miradas por su característico acento, en un pueblo sumamente conservador, donde cada palabra y acción se mira con lupa, y las habladurías están a la orden del día.

Un día, en un acto de rebeldía, Alice decide presentarse voluntaria para trabajar en la nueva biblioteca itinerante de Baileyville, junto a Margery O’Hare y otras muchachas. Pronto, Marge se convertirá en una buena amiga y confidente, a la que Alice admira por su carisma, su fuerza y porque, a pesar de la mala imagen que tiene su familia y que ella arrastra, hace caso omiso de lo que los demás opinen: no piensa casarse, ni quiere ser una buena ama de casa, no pisa la Iglesia y no le importan los modales. Sin embargo, es la primera en prestar ayuda a sus vecinos, cuando estos se ven en apuros, aunque ninguno se atreva a dar la cara por ella. Gracias a Marge, Alice comenzará a replantearse su situación, buscará nuevos estímulos y luchará por salir del pozo en el que, su frustrado matrimonio, la ha hundido.

Además de estos dos personajes, conocemos a otras tres mujeres, muy diferentes entre sí: una chica minusválida, una joven rebelde y una mujer negra. Todas ellas, han de enfrentarse a situaciones complicadas, tanto por su situación, como aún más, por su condición de mujer. Sin embargo, las cinco acabarán creando grandes lazos de amistad, gracias a la creación de la biblioteca.

Adoro los libros que hablan de libros, bibliotecas, lectores o cualquier cosa relacionada. En este caso, las chicas comienzan a trabajar en una nueva biblioteca itinerante, llevando libros por todo el pueblo y haciéndolos llegar a las más remotas profundidades de las montañas para educar y mantener informados a todos los habitantes del condado. Su labor es tan buena, que pronto se ven obligadas a trabajar día y noche, debido a la gran demanda de préstamos. Pero, como suele pasar, algunos prefieren ciudadanos ignorantes a los que manipular…

Esta historia no solo habla de amistad y amor: habla del poder de la mujer, la lucha, la pobreza y de los que se enriquecen a costa del trabajo de los demás, de parajes hermosos pero peligrosos, de una época de valores de corte conservador, atados a la Iglesia, de prejuicios y lecciones de vida, de sororidad y felicidad. Habla de tantas cosas, que soy incapaz de transmitir con palabras lo mucho que he disfrutado de la lectura y todas las emociones que me ha hecho sentir.

Gracias Jojo por escribir así de bonito, por crear historias tan humanas, absorbentes e inolvidables.

\\\»La última carta de amor\\\» es mi primer acercamiento a la famosa autora de romance Jojo Moyes. Aunque sus libros poseen críticas muy positivas, temía encontrarme con una historia muy dramática o con un final demasiado triste. Sin embargo, me he topado con un libro que me ha gustado mucho. Quizás no con una trama especialmente original, pero sí muy bonita y tierna.

El libro narra la historia de Jennifer Stirling, quien tras despertar en un hospital sin recordar prácticamente nada de su vida pasada, se ve obligada a seguir adelante rodeada de personas que le resultan desconocidas y distantes. Nadie parece querer darle pistas sobre el accidente, pero poco a poco, y gracias a unas preciosas cartas de amor, empieza a recordar una relación extramatrimonial con un hombre a quién no pone cara, pero que parece amarle de verdad.

La autora juega con dos tiempos, pasado y presente, donde también conoceremos a Ellie Haworth, quien trabaja para el periódico Nation y mantiene una relación amorosa con un hombre prohibido. Cuando, por casualidad, encuentra las cartas de Jennifer, se ve tan reflejada en ellas, que comienza a investigar para descubrir el desenlace de esa historia de amor vivida 40 años atrás.

Por lo general, los cambios de tiempo suelen hacer que la lectura me resulte más lenta y pesada. En este caso, sin embargo, la historia de Jennifer se nos presenta sin un solo corte y podemos disfrutar de ella al completo y sin pausas. Aunque, como es de suponer, todavía tendremos noticias de ella en el presente, mientras Ellie investiga qué ocurrió. Sin duda, ha sido mi parte favorita. Jennifer Stirling es un personaje de carácter, que tras su estancia en el hospital, al no reconocerse, comienza a ver su vida desde otra perspectiva y a reconsiderar qué quiere o qué podría hacerla feliz de verdad. Lucha por ello, a pesar de que el destino no deja de poner obstáculos en su camino, y no se rendirá en ningún momento, aunque el tiempo no deje de correr y los años se escapen entre sus manos. Además, la ambientación de la época me parece muy conseguida y puedes imaginar esos eventos sociales de gente rica, donde el protocolo, el saber estar y la buena imagen lo eran todo.

No obstante, me costó ubicarme en la historia. Pues, mientras se nos relata la trama referida a Jennifer, nuevamente, la autora juega con dos tiempos: los meses antes del accidente y lo que ocurre justo después de él. Así, veremos el cambio que sufre Jenny y como el accidente cambia su vida. Es interesante, pero he echado en falta un subtitulo en cada capítulo que me avisara en qué momento de la historia me encontraba.

La historia de Ellie, no es tan interesante, pero es un personaje con el que también he conectado y que ayuda a crear un desenlace para la trama de Jennifer.

En definitiva, es un libro que he disfrutado mucho, que me enganchó casi desde la primera página y con una historia algo amarga, pero tierna y con final feliz. Sin duda, ha sido un acierto leer a Jojo Moyes.

Por normal general, las historias ambientadas durante la Segunda Guerra Mundial, se enfocan directamente en Alemania, olvidándose de otras tantas zonas y testimonios que vivieron el horror de la época. Por ello, Bajo un cielo escarlata me causó gran asombro desde el inicio y me causó tal curiosidad que he sido incapaz de dejar de leer. Su ubicación en Milán y otros territorios italianos dan una nueva perspectiva a las novelas de este tipo y resulta destacable y llamativa frente a otras. 

Pero, además, y para mi gusto, lo más interesante de la novela es el estar basada en hechos reales. Cierto es que, tal y como el autor comenta en el prólogo, muchas partes son pura ficción al existir lagunas en el relato del propio Pino Lella, protagonista de la historia, así como al no haberse podido demostrar, ya fuese por fuentes oficiales o no oficiales. No obstante, todos los personajes que se mencionan existieron y, por tanto, es muy complicado diferenciar qué partes son reales y cuáles no. Sin embargo, este aspecto dota de gran valor a la novela y resulta más impactante todavía. 

Como en todas las novelas sobre esta época, encontramos guerra, destrucción, sangre, muerte, miedo y otros tantos horrores, que se entrelazan con una valiente trama de espionaje, heroísmo y amor. Pero, a pesar de que la historia podría parecer un romance trágico, como su sinopsis hace suponer, nada más lejos de la realidad. El amor no es solo entre una pareja de enamorados, sino también por la vida, la familia, los amigos, la patria. Es una historia muy dura, pero también muy conmovedora. 

La lectura es muy ágil y fluida, no se es del todo consciente de encontrarse ante una trama real tan impresionante que resulta muy adictiva. No he podido para de leerla desde que comencé con ella y cada página me ha puesto el vello de punta. Creo que es una historia altamente recomendable para cualquier lector, le guste la novela histórica o no.