Aunque no me ha resultado una lectura adictiva sí que siento que ha sido bastante entretenida. Ligeramente confusa ante las dos líneas temporales, esto es un defecto personal mío, pero encantada una vez soy capaz de poner todo en su sitio y seguir cómodamente con la trama.

Sentí sin embargo que se crea cierta tensión o incógnita respecto a algunas cosas cuya resolución realmente no me satisface, sin ser yo experta creo que hay cartas que se podrían haber jugado mejor o quizás incluso no haberlas mostrado. Repetitivo en pequeña medida y lenta en otras ocasiones, aunque a verdad es que a pesar de eso me ha mantenido enganchada así que no sería algo del todo malo. Es confuso. Respecto al final global de la novela me siento bastante contenta, aunque con respecto a lo anterior siento que es mejorable. También he estado muy cómoda con la pluma de Cristian, a pesar de los ratos de narración confusa. Por ello no descarto intentar sumergirme en otra de sus historias en el futuro y darle una segunda oportunidad al autor.

Tengo sentimientos muy muy encontrados.

Por un lado, la novela es preciosa. Las ambientaciones históricas y, sobretodo tocando lo bélico, son de mis favoritas, las suelo disfrutar muchísimo y siempre aprendo algo nuevo. Cuando algo llama mi atención suelo buscar información por otro lado y me parece una forma maravillosa de alimentar mi curiosidad por la historia (que, de cualquier otro modo, estaría dormidísima. Las cosas como son.).

El desarrollo de personajes (Jakob Y Emmanuelle) y la huella que dejan en las personas que conocen o en su propio hijo (Max) marcan de forma evidente lo que serán sus vidas y es algo que se aprecia muy bien. Miedos, objetivos, esperanzas,… absolutamente todo tiene ese toque de influencia. Y aquí es donde una pequeña parte de mi quería pelea con varios personajes, bien porque sus métodos me ponian nerviosa, o porque les he interpretado bastante cobardes. Puede que me haya visto incluso reflejada en más de uno pero indagar en eso ya es entrar en algo de.asiado personal.

Me resulta tranquilizador el final, que me equilibra un poco la balanza para con el resto del libro, me ha dado una visión general de la novela más esperanzadora, positiva o cómo se quiera llamar. Porque al 70% de lectura yo estaba convencida de ponerle mucha menos puntuación. Feliz de que no haya ocurrido.

Mr. Stein me ha hecho llorar y si me ha hecho llorar le doy las cinco estrellas y no hay debate posible.

Aclaro primero que, antes de empezar, yo pensaba que me iba a encontrar muchos más coches. Muchas más carreras. Mucho más de ese mundo fuera de lo literario que ME ENCANTA hasta el punto de rozar, a veces, lo obsesivo. Pero la competición sobre las cuatro ruedas es solo una pequeña pieza de todo este drama que presenta Stein y que le ha dado, para mi, el toque más bonito. Comparar la vida con las carreras, con un paso por curva, con una competición de motor, todas esas cosas me han encantado.

Hay pequeños capítulos, a los que llano «de transición», que te representan el momento que se está viviendo o se va a vivir en la novela comparándolo con algún piloto o evento histórico de la historia del motorsport. Yo me los guardaría absolutamente todos. Éstos, y las varias metáforas utilizadas, fácilmente las coleccionaría como a tesoros. Pero claro, eso es cosa mía, que han metido algo que me flipa dentro de otra cosa que me encanta y ha salido esta historiaca.

Quizás la trama sea sencilla, no sé si tengo tanta experiencia en el género como para juzgar eso, pero que está contada de un modo que te cala es algo innegable. Y la culpa la tiene le narrador. Enzo, el perrete del prota que me ha robado el corazón del todo. El perrete que aspira a ser humano porque sabe ver lo bueno en esta especie tan… tan así e__é Cero arrepentimiento de haberme hecho con este ebook y de echo ahora mismo necesito tener el físico muy fuerte.

Igor no me ha convencido.

La ambientación de la trama es muy buena, realmente se nota la preparación y conocimientos, no siempre igual de fáciles de detectar. La trama es dura, pura mafia italiana con extra incluido. En esos dos puntos realmente hay bastante que destacarle a De Amicis. Pero la historia realmente no me ha llenado.

Al principio es lento y, en mi caso, no ha sido algo que favorezca al libro. Llega un punto que engancha algo más e invita a la lectura, pero aún así me he quedado un poco igual según se iban desvelando las cosas. La identidad del «malo» empieza a despejarse con pistas sutiles, antes de las cuales ya tienes casi claro quien es. Creo que esa identidad y revelación no sorprende tanto como debería. Y me fastidia un poco porque quizás con algunas cosas planteadas de otro modo habría sido todo más chocante en ese sentido, pero por supuesto siempre hablo desde mi gusto como lectora.

El libro es bueno, en muchos sentidos, pero no lo ha sido para mi por la razón que sea.

Tengo la sensación de que diga lo que diga no voy a ser justacon este libro pero realmente no puedo soltar todo lo bueno que tiene sin soltar lo que me ha parecido más malo. Siempre siendo opinión personal, pudiendo ésta variar de une lectore a otre.

Las historias que cuenta La última carta de amor, que son dos unidas en el tiempo, son preciosas. Una con sus aires modernos y otra con sus barrotes del pasado, siendo como eran las relaciones entonces. A partir de aquí las tramas se deben juzgar por separado la mayor parte del tiempo, y quizás por la cercanía personal mi patata se ha inclinado más porque le guste la de Ellie, la periodista de 2003. 

La parte correspondiente a Jennifer se me ha hecho más difícil porque el relato sigue un orden cronológico que es de todo menos ordenado. Tiene su lógica que sea así, por supuesto, al menos del modo que Jojo nos ha querido meter e la historia, pero por desgracia no era una forma hecha para mi. Empezar en un punto en el tiempo y de ahí ir y venir hacia atrás y hacia delante dos meses ahora, tres meses después, y además sin un distintivo evidente del momento en el tiempo que te encuentras hasta que avanzas un poco en el capítulo… a mi se me ha enredado a veces, llegando incluso a dudar de la identidad de algún personaje secundario. 

Otra cosa que tengo que decir es que no me he acabado de sentir cómoda con la escritura de Moyes. Por supuesto soy consciente de que no tengo nada con que compararla, es la primera novela que leo suya, pero casi me da la impresión que se note falta de experiencia (?). Al investigar sobre esta novela confirmé que esto es una reedición de un libro que ya se publicó en 2008. Personalmente, veo que han querido de algún modo aprovechar el tirón actual de la autora para relanzar otras cosas sin tanto éxito en su momento, cosa que es completamente lógica y normal, pero me pregunto si esto era lo mejor que tenían para escoger. De verdad.

Por supuesto no voy a juzgar a la autora por un solo libro, igual que no quiero que vosotres juzguéis al libro por mi opinión, pero haber maquillado demasiado mi experiencia no habría sido justo. He marcado varios puntos del libro por escenas o palabras preciosas que quiero conservar porque, como he dicho antes, que no sea para mi no quiere decir que no sea para otra persona y bonito de leer para cualquiera.

Me acabé de leer Azul Venezia anoche, ahora ya me he enfriado ligeramente pero creo que eso es bien para pensar mejor en qué poner. 

La ambientación me ha parecido fabulosa. Está muy bien detallado todo, hasta donde llegan mis conocimientos de lugar y época los encuentro también perfectos. Y lo de los personajes es una macedonia de lo más surtida. Los hay previsibles, de esos que adivinas el destino a más tardar en la segunda escena en la que aparecen, y otros a los que no eres capaz de leer hasta que ellos mismos se confiesan. En ambos casos tengo dos ejemplos muy grabados en mente, ambos por importantes y uno de ellos por lo engañadísima que me tenía JAJAJAJAJAJAJA. Enamorada de las mujeres de esta historia.

Me ha gustado además cómo al final todos los personajes tenían su empuje al final para con la trama central, por muy aleatorios que me parecieran en mitad de la lectura. Porque sí, a ratos leía un capítulo sobre X, cuyo momento de gloria con el momento central parecía que había acabado y no, pum, sorpresa. De verdad que en esos momentos no entendía nada y supongo que en parte es eso lo que me mantenía pendiente de leer más; el querer saber. 

A pesar de eso sufro porque al acabarlo me he quedado un poco en plan «¿Ya está?». Quizás porque pillar al malo no me ha resultado tan emocionante como el proceso de averiguar quien era, o puede que una parte de mi esperara un final de los que me dejan del revés. Aún así es una lectura que me ha tenido muy contenta durante todo el proceso, aún en un par de días que he tenido malos de por medio de casi no ser capaz de leer. 

Mis felicitaciones a Marina.

En la vida había tenido una experiencia TAN BUENA con una novela biográfica. Será que el resto que llegaron a mi no eran buenas elecciones, o que no tenían tanto gancho. O puede simplemente que la historia de esta fuera muy buena. 

No empieza como esperaba, y tampoco acaba de ese modo. Casi nada ocurre como yo me imaginaba que haría. Te mete a los personajes tan dentro y te metes tú mismo tan en la piel del protagonista que lo único que quieres es buscar un rato para seguir, y poder pasar a la siguiente página con calma y responderte preguntas varias que la propia historia te va creando. Y cuando llegas al final te preguntas muy fuerte por qué no sigue, por qué no hay más páginas. Que necesitas más. Y, aunque hay una pequeña aclaración de lo que fue de cada una de las personas que aparecen en la historia, en algunos casos casi parece que no sea suficiente. 

He acabado la lectura sintiendo algo muy fuerte dentro de mi, que llegado un momento no estaba segura de si era tristeza, la propia calma del protagonista o una mezcla de sensaciones varias.