Tristán y su hijo Ernesto son el reflejo de dos generaciones distintas de esta España que parece estar continuamente enfrentada.  El padre, secretario de Estado durante el gobierno de Felipe González en los años más crueles de ETA y la guerra sucia del GAL, financiados por el Ministerio del Interior; El hijo, partidario de Podemos, partido político que surgió a raíz de Movimiento 15-M. La España de la transición, que pensó que ya estaba todo ganado y la que aún espera una revolución que cambie las cosas.

Lo que más me ha gustado del libro es cómo está escrito: capítulos cortos en los que se da voz a cada uno de los personajes, principalmente a los dos protagonistas, a través de los cuales iremos conociendo pasado y presente de sus vidas y de la historia de España, con una prosa directa, clara y pulida.

Lo peor: creo que es un libro fundamentalmente político, que basa la forma de actuar de padre e hijo y sus sentimientos por sus ideas políticas. Solo nos da a conocer una parte de España, la que no perdona, la dividida, la pesimista y, sobre todo, conformista. Creo que los españoles somos mucho más que interminables noches de borrachera y drogas, somos también gente actúa por sentimientos de amor hacia los demás, hombres y mujeres con fe en el futuro y en que este sea mejor. Si bien creo que somos seres políticos, en esta novela los protagonistas parecen moverse solo por sus ideales políticos, pero detrás de una persona hay mucho más que eso.

Me parece un libro interesante en general, sobre todo, por el repaso que hace de la historia reciente de España y de los personajes y hechos que de una u otra manera la han marcado.

Puntuación: 6/10.

El cuadro de una mujer une la historia de cuatro personajes en distintas épocas. Conoceremos así el París de finales del siglo XIX, una ciudad bohemia, llena de luz y artistas, de libertad, y la historia del pintor y su musa. Es también el relato de la lucha de la mujer por su independencia, aunque para ello tuviera que vivir fuera de los convencionalismos sociales. 

Odio no poder hablar bien de un libro y más cuando lo empiezo con tantas ganas y si además es de una editorial que me encanta como Suma, la decepción es aún mayor. En este caso debo reconocer que los personajes no me han llegado y la forma de escribir de la autora me ha dejado bastante fría. Creo que parte de una buena historia y personajes pero que le saca poco partido. 

Me ha costado mucho avanzar en la lectura y no he conseguido engancharme a la historia, por lo que apenas he podido leer nada más este mes. Aún así, creo que es un libro al que hay que darle una oportunidad, aunque no gustará a todo el mundo. 

Puntuación 5/10.

Novela ambientada durante la II Guerra Mundial y la ocupación nazi, donde como ya sabemos los judíos fueron cruelmente perseguidos y asesinados. En este caso el autor nos narra diferentes tramas: Charlotte es una niña judía de tan solo 8 años que tiene que huir de su país junto a su familia cuando su padre va a ser trasladado a un campo de trabajo. Por otra parte, Alter es un joven polaco también judío que estudia en la universidad de Lieja y que tras la ocupación de Polonia por parte de los alemanes decide regresar a su país para ayudar a su liberación. Y por último, está Domingo López, un militar uruguayo defensor de la libertad que se alista en la Legión extranjera francesa para luchar contra Hitler. A través de estas historias conocemos lo que ocurrió en esta época, cómo la Alemania nazi persiguió a los judíos e invadió otros países, la brutalidad de la guerra y la crueldad humana, el exterminio, los campos de concentración.. y tanto sufrimiento como el hombre es capaz de causar, pero también la fuerza de voluntad y tesón de que es capaz el ser humano, su capacidad para amar y sobreponerse a las adversidades por duras que estas puedan llegar a ser. 

Lo más original de este libro es la forma en que está escrito. El autor relata la crónica de unos hechos en la que los personajes principales solo cuentan su trocito de historia, pero para terminar de desarrollar cada capítulo a ella se sumaban muchas de las personas que fueron testigos de los hechos. En mi caso, he sentido que leía un documental de investigación novelado en el que cada personaje toma voz propia para contar cómo lo vivió él. El autor desarrolla la historia de cada unos de los personajes principales sumando el testimonio de cada uno de ellos, por insignificante que pueda ser su papel en lo que nos está narrando. Podemos percibir el gran trabajo de investigación que hay detrás de esta novela, en la que además de tratarse de personajes reales y datos concretos que se pueden comprobar, hay también fotos y copias de documentos que avalan los hechos. 

Es un libro que sin duda recomiendo, no se me ha hecho pesado  a pesar de la curiosa forma en que está escrito y aunque la historia es triste y durísima, también podemos encontrar un mensaje esperanzador: la paz, el perdón y el futuro son posibles. Es importante conocer la historia para no olvidarla, para evitar cometer los mismos errores, que nadie vuelva a ver pasar esos trenes jamás. Esa debe ser nuestra lucha.

Puntuación: 7,5/10.

Noruega. Una joven bailarina aparece asesinada en un lago, en poco tiempo aparecen dos cuerpos más y los policías del equipo de investigación de homicidios bajo el mando de Holger Munch serán los encargados de investigar este nuevo caso, en especial, la enigmática e inteligente Mia Krüger. A partir de esta premisa se nos presenta un thriller a la altura de las  grandes novelas nórdicas de este género.

Nos encontramos con una novela muy adictiva, de lectura ágil y con personajes profundos y bien desarrollados que se apartan de la imagen de «súperpoli» que nos venden en las series policíacas de televisión, con lo que resultan bastante creíbles y reales.La unidad de Munch se enfrenta aquí a un inteligente asesino que parece jugar con ellos, dejando pistas difíciles de interpretar y que parecen no conducir a ningún sitio. 

En conclusión, esta ha sido una novela con la que he disfrutado mucho y que prácticamente no he podido dejar de leer hasta que la he terminado. Uno de los inconvenientes de leer muchos libros de este género es que llega un momento en que sueles intuir quién es el asesino, pero en el caso de El niño de la nieve Samuel Bjork ha sabido mantener la tensión e intriga durante toda la trama, dándole un giro al desenlace que sin duda sorprenderá a muchos lectores. 

Puntuación 8/9. 

En un Madrid devastado tras el final de la Guerra Civil española, el hambre, la falta de recursos y la miseria propician la aparición de personajes sin escrúpulos como Matías Sampedro y Jorge Lanza. El primero de ellos, un hombre enigmático del que poco se sabe más allá de su afán por atesorar riqueza y su ordenada y monótona vida, en la que solo destaca su pasión por el jazz, que lo lleva cada noche al club Dixie. Lanza, hijo de una  prestigiosa familia madrileña venida a menos que ha subsistido empeñando y vendiendo su patrimonio y al que esa misma pobreza le salvó en la guerra de acabar ajusticiados.

En esa década de miseria, corrupción y represión, el joven Emilio sobrevive a duras penas en el cuartucho de una corrala junto a su madre. Apremiado por la necesidad, una noche asalta una nave junto a otros rateros y es sorprendido por Nico, uno de los hombres de Sampedro. A partir de ese momento su vida dará un vuelco cuando entra a formar parte de una de las mayores bandas de contrabandistas de la ciudad.

En ese tenso ambiente en el que los dos capos luchan por controlar los negocios sucios de la capital, la muerte de uno de los hombres de Sampedro hace estallar una guerra de clanes que arrastra a los protagonistas a un futuro incierto lleno de riesgos, muerte y traición, arrasando a su paso con los últimos restos de inocencia que les queda.

Un libro con todo el encanto del cine negro estadounidense, en el que en lugar de la Ley Seca, son la posguerra y las cartillas de racionamiento los que abonan el terreno que da lugar al nacimiento de bandas de contrabandistas. A pesar de la guerra y las penurias, Madrid personifica el éxito de un país capaz de sobreponerse a todas las dificultades y de construir un futuro prospero sobre sus escombros.

Un grupo de personas llega a un apartado y lujoso hotel en plena montaña con intención de pasar un tranquilo y relajado fin de semana. El conjunto está formado por un par de amigas cuyas vidas están marcadas por un drama personal, una solitaria escritora que se retira a ese apartado rincón del mundo a terminar su último libro, un maduro matrimonio que tras años de rutina han entrado en la monotonía y el desamor, una glamurosa pareja de prometidos que parecen tenerlo todo en la vida, un abogado criminalista que busca desconectar y olvidarse durante unos días un terrible suceso de su pasado y una agradable pareja de amantes, simpáticos y en apariencia totalmente normales. 

Las expectativas de lo que parece será un apacible fin de semana se ven truncadas cuando al día siguiente los huéspedes comienzan a aparecer asesinados. Diez personas sin relación aparente entre ellos, que junto al dueño del hotel y su hijo parecen esconder algo. ¿Significa eso que cualquiera puede ser el asesino? ¿O, por el contrario, supone que ninguno tiene motivos suficientes para matar? Para complicar aún más las cosas una tormenta de nieve y hielo les deja totalmente incomunicados. Sin luz ni teléfono, están a merced del asesino. Con los nervios y el miedo a flor de piel la atmósfera se vuelve cada vez más tensa y turbadora. 

Un invitado inesperado tiene todo lo que le pido a un buen thriller: te atrapa desde la primera página, resulta altamente adictivo y mantiene la intriga hasta el último momento, sin fallos argumentales que nos hagan sentir que la autora nos toma por tontos y con un final sorprendente desarrollado sin precipitación.