Es diciembre, las tormentas de verano cruzan el cielo de Buenos Aires y Paula ha perdido su uña de dragón.
Graciela Cabal construye esta narradora curiosa, capaz desmenuzar los detalles cotidianos que otros pasarían por alto, documentando sus descubrimientos.
Porque Paula nota que algo se avecina sobre Barracas; una presencia extraña que traerá a la mesa de fin de año los recuerdos de un pasado reciente, la despedida de la infancia y la renovación del misterio.
Graciela Cabal nos ofrece dos historias entrelazadas: las aventuras de Paula buscando su tesoro perdido y un Manual que no habría podido ver la luz si la protagonista no hubiera vivido esta increíble experiencia.
Con un registro impecable recorreremps situaciones familiares a todos, que nos hablan de la vida cotidiana, del duro trabajo de sostener a una familia, de cambios inesperados y nudos que nos cruzan la garganta. Y en ese relato aprenderemos sobre dragones y teorías, gatos que saltan en medianeras y ciudades de miga de pan, diccionarios de dragonés y maquinas tecleando en el comedor.
Una aventura para chicos y no tan chicos. Una ventana hacia el país de la infancia y los sueños compartidos.

Manu es artista y dibuja seres maravillosos. En torno a ese universo se crean y recrean múltiples historias habitadas por gente común, como cualquiera de nosotros.

Estos seres no protagonizan historias misteriosas. Por el contrario, habitan la cotidianeidad de un mundo en el que los sujetos muchas veces miran sin ver.

Los mundos de Manu, llega a nuestras manos de lector con el propósito de que observemos la vida con otros ojos, que veamos más allá de lo que los prejuicios nos muestran, para llegar al corazón de las verdades universales: que todos somos diferentes y que cada uno es un tesoro a descubrir.

El eje del texto está puesto tanto en la comunicación como camino de relación, como en el arte como puente de esa comunicación. Manu es artista-autista, dice María Magnone (su madre) en la introducción del libro. Una sola letra es capaz de diferenciar dos condiciones que parecieran antagónicas, pero no lo son.

Una deliciosa aventura para que padres e hijos dialoguen sobre el valor de lo diferente, sobre los miedos de desdibujarnos si no cooperamos entre pares, sobre experimentar la creación de nuevos modos, nuevas formas, nuevas vías, para realizarnos.

Los artistas que colaboraron en el proyecto dejan su impronta personal en cada cuento diseñado sobre la base de los personajes de Manu. En palabras de Pablo Bernasconi: “Hay cosas que por fuera se ven de una forma y por dentro son de otra”.