Oz Arriaga nos trae un poemario con la cruda realidad del dolor de no tener a una persona que se quiere, así como de perderla y también el valor que se debe tener como individuo y no dejar que lo que haga otra persona nos afecte.

Este libro me ha llegado en una época muy cruda de mi vida por lo cual muchos de sus poemas lograron pegarme duramente a la realidad que estoy viviendo. No podría decirles exactamente cuál de todos ha sido mi favorito, ya que cada uno nos deja su esencia para la situación que estés viviendo.

Un punto importante, que es lo que más me gusto, es su prologo, tiene esa descripción oscura a la vista del escritor, así como la descripción de parte de la cultura mexicana en creencias que se tienen, da un enriquecimiento al vocabulario y a la herencia que dejaron nuestros ancestros.

Su escritura es de aquellos libros que son perfectos cuando estas muy triste y quieres sacarla con algo melancólico, mueve mil sentimientos que el ser humano tiene y lo mejor de todo es que te da enseñanzas para darte cuenta que ciertas circunstancias de tu vida deben dejar de pasar, no puedes cambiar tu pasado pero si tu presente, así que es una perfecta lectura para los que gustamos de sufrir con los recuerdos.

Haciendo referencia a la forma de escritura, es de los poemarios actuales, que no necesariamente tiene que ser con un formato de rima y poesía de los antiguos años, del cual ya había dicho en una reseña anterior que me encanta ese tipo de escritura y en la actualidad esto se me hace más un escrito con sentimientos expuestos con una falta de impulso para darme la visión de la poesía. Sin embargo, tiene un buen punto a su favor en lo particular este libro, porque el autor procura no salirse por completo de este contexto de rimas sin dejar de darnos una poesía moderna.

Les prometo que si quieren sacar lágrimas atoradas que tienen, empiecen a leer este libro y transportense a esos momentos que les hacen recordar, ya que es una excelente narración para darle una calma al corazón después de tanto dolor que podamos sentir.