Ha habido un boom impresionante con este libro en las redes sociales. Todo el mundo ponía esta historia como una maravilla que te hará llorar de principio a fin. Y, sinceramente, yo siempre soy del lado opuesto, si algo gusta mucho, a mí no me suele gustar.

En esta historia nos encontramos con Laurie, una chica soltera que sale de su trabajo un día de diciembre y se sube al autobús. Su vida es muy sencilla y aburrida, pero ese día cambiará su tranquilidad para siempre. Cuando el bus hace una parada, se fija en que hay un desconocido sentado en un banco, y automáticamente, cuando sus miradas se cruzan por casualidad, se enamora de él. Durante el siguiente año, su amiga Sarah y ella no paran de buscar al desconocido por todas partes, puesto que Laurie no quiere renunciar al amor de su vida.

Un año después, su mejor amiga aparece en su casa con un nuevo novio, Jack. Casualmente, es el chico del que se enamoró Laurie en el autobús, chico del que todavía sigue enamorada. Además, él parece recordarle también, aunque ninguno de los dos dice nada. Y Laurie tampoco contará a Sarah que Jack es el chico que llevan buscando desde hace un montón de tiempo. Los dos actuarán como si nada, pero sus sentimientos entrarán en juego y será difícil continuar su vida sin interferir en los sentimientos de Sarah.

Durante todo el libro pasan un total de diez años. En él vamos viendo como Laurie y Jack van cambiando su forma de ver las cosas, pero siempre respetando a Sarah, haciendo que su amor sea imposible y solo aceptando que tienen que vivir sus vidas de forma independiente.

En sí, el instalove ya no me convencía, pero quería ver si estaba bien llevado. La historia en sí está bien, pero creo que no me parece bien la actitud de ninguno de los dos protagonistas al esconder lo que sienten por el otro, puesto que interfieren terceras personas que no tienen la culpa de que sus parejas sientan lo que sienten. Laurie es una protagonista que me ha gustado, detrás de ella hay una historia bastante emotiva que me ha convencido. Además, veo evolución en su personaje, no como en el caso de Jack, que me ha parecido totalmente plano y aburrido.

En definitiva, es una historia entretenida para leer en dos tardes. La trama en sí no me ha aportado nada que me vaya a hacer recordar a los personajes. La parte emotiva de Laurie es la que más me ha convencido y la que ha hecho que le diera más puntos, pero por todo lo demás me parece una historia bastante cliché sin muchos sobresaltos.

Este libro principalmente trata de la corte de los Romanov y Rasputín. Si se conoce la historia real de estas personas emblemáticas del siglo XX, el libro no os va a contar mucho más de lo que ya sabéis. La autora ha recreado todo lo que paso en la realidad con personajes de ficción, aunque cambiando algunos de sus nombres, se puede saber perfectamente quién es quién.

La protagonista de la historia es Militza, una joven que es obligada a casarse con un miembro de la aristocracia rusa para que su padre, el rey de Montenegro, vuelva a tener poder. Con ella, también se va su hermana, Stana, obligada también a casarse con un hombre ruin y despiadado. Estando en San Petersburgo todo el mundo las conoce como un par de chicas que no deberían estar ahí y que no se merecen el cargo que ocupan. Ellas, para ganar más poder y entrar de lleno en el reinado del zar Nicolás, se hacen amigas intimas de la zarina, Alexandra.

La zarina tiene un grave problema que pone en juego el reinado de su marido el zar; es incapaz de darle hijos varones. Solo hace que dar a luz a chicas y cada vez el pueblo está más cabreado ante estos sucesos. Alexandra, que ya no sabe que hacer para conseguir un hijo, pide ayuda a Militza y Stana. Claramente ellas deciden ayudarla, pero utilizando la magia negra que saben hacer. Son unas acérrimas del esoterismo y del más allá, pero no todo sale como ellas quieren.

La primera parte del libro está muy bien y se pasa muy rápido. El intento tras intento de la zarina por quedarse embarazada y las múltiples cosas que hacen para conseguirlo es entretenido a la par que curioso. Pero la segunda parte del libro, donde hace su entrada triunfal Rasputín, pierde muchísimo fuelle y acaba aburriendo. Es un personaje sin sentido y muy arrogante, nos tiramos unas doscientas páginas leyendo solamente como este señor se acuesta con toda persona que pueda. Cabe decir que, recabando información, este personaje es muy fiel al Rasputín de la realidad, que también tenía mucha afición a hacer este tipo de cosas.

En definitiva, este libro me ha gustado y me ha aburrido en partes iguales. Me ha parecido muy curioso e interesante como trata el tema del esoterismo y como la cultura de aquella época creía tan firmemente en “los poderes que Dios le ha otorgado” a un señor que pretende hacernos creer que puede curar con solo mirar al enfermo. Si os gustan los libros de historia basados en hechos reales, puede que este libro sea para vosotros.

Marie, la protagonista del primer libro, consiguió dejar de ser ayudante de cocina para hacerse con el corazón del primogénito de los Melzer: Paul. Por tanto, desde el comienzo del segundo libro, ella pasa a ser una noble que tiene que hacerse cargo de todas las responsabilidades de su marido.

En esta parte, la Primera Guerra Mundial estalla. Por ello, todos los hombres del país deben abandonar sus casas e irse a luchar al frente. Esto hace que Marie se quede sola, con todas las responsabilidades que eso conlleva, sobre todo, estar a cargo de la fábrica de telas que no pasa por su mejor momento.

También, en este libro adquieren más protagonismo las hermanas de Paul: Elisabeth y Kitty. Las dos están casadas con sus respectivos maridos, pero ellos también son llamados al frente, así que tienen que adaptarse a una vida sin ellos, sin saber qué es lo que le puede deparar el futuro en esa guerra que parece no tener fin.

Algo que me ha gustado es que no solo se centran en los personajes más importantes, sino que también hay dos personajes que adquieren más relevancia, como son: Hanna, una de las criadas de Marie y Tilly, la cuñada de Kitty. Las dos tienen sus respectivas historias de amor que no dejaran indiferente y que, bajo mi punto de vista, son las más interesantes de todo el libro.

Por otra parte, además de tener que administrar una fábrica que está en banca rota, la villa de los Melzer se convierte en un hospital militar. En el que todas las chicas tendrán que aportar su granito de arena para que pueda salir adelante y salvar a todos los heridos que van acudiendo durante la guerra.

Es un libro que se basa principalmente en contar la vida de las tres mujeres durante la ausencia de sus maridos. No tiene una trama concreta, sino que se desarrolla durante su día a día y ya está, sin mucho que destacar.

Una de las cosas que más me ha llamado la atención es el empoderamiento y el feminismo que se trasmite con las personalidades y las acciones de las tres chicas, acciones que no son bien vistas en esa época y que resaltan sobre todo viniendo de gente noble.

En definitiva, es un libro que me ha gustado y se me ha hecho ameno de leer, pero que he notado que me faltaba algo todo el rato. El primer libro me gustó mucho más debido al misterio que giraba entorno a Marie, pero éste limitándose a contar la vida de las mujeres se me hacía un poco monótono a veces. Aun así, es una bilogía que recomiendo y que a pesar de que tiene muchas páginas, se lee bastante rápido.

La historia comienza con Gracia que se va a vivir a Barcelona junto a su familia después de que su padre falleciera. Una vez allí, viven con la hermana de su madre y su marido, el cual les da trabajo a los tres miembros de la familia.

Por otra parte, está Carter, vive en Iowa en una granja ayudando a su familia. En América comienzan a hacer propaganda para que los chicos se apunten al ejército y puedan irse de misión a Europa, a plena I Guerra Mundial. Carter, cansado de estar en su casa, decide hacerse voluntario.

De esta manera comienza la historia de los dos protagonistas, las páginas van pasando con capítulos narrados entre Gracia y Carter, viendo como la primera comienza una nueva vida en la ciudad y el otro cómo es entrenado para servir a la patria.

Todo cambia cuando el hermano de Gracia, Simón, se enamora de una revolucionaria a la que la policía se la quiere llevar. Él para defenderla, lanza una piedra al agente que le hace morir en el acto. Simón, huye y se refugia en casa de un amigo anarquista para que no le encuentren. Gracia cuando se entera de esto, y aconsejada por el amigo, se adentra en un viaje de huida con su hermano a Francia, más concretamente a Burdeos.

Una vez allí, empieza a trabajar en una panadería, viviendo junto a Rosa, una mujer que los acogerá y se convertirá en parte de su familia. Carter, a su vez, embarca para ir también hacia Burdeos, a la espera de que le llamen al frente.

Casualmente, Carter va a la panadería donde trabaja Gracia. En este momento es cuando el libro se trunca completamente y todo es un sinsentido. En un día se enamoran, no pueden vivir el uno sin el otro, y sufren muchísimo cuando Carter tiene que partir a la guerra. Este instalove no hay por donde cogerlo y es muy poco creíble. Por esta parte es que me ha decepcionado el libro.

La parte narrada por Carter es un poco aburrida para mi gusto. Solo narra la guerra, lo que pasa allí y lo poco que le gusta tener que matar a inocentes, poco más. La historia de Gracia es más interesante ya que la epidemia de una nueva gripe se extiende por todas partes y la gente va muriendo a miles.

La segunda mitad del libro se me ha hecho más pesada que la primera. Pasa todo demasiado rápido y precipitado. Además, cuenta con un final muy abierto que no me ha gustado para nada. Muchas páginas narrando el “amor” entre Carter y Gracia para luego encontrarte con ese final que… sin palabras.

En definitiva, es un libro que hubiera sido mejor si se hubiera basado simplemente en centrarse en la epidemia y en la I Guerra Mundial, sin meter romance de por medio porque está muy cogido con pinzas y solo para hacer bulto.

Hacia bastante tiempo que no me adentraba en el mundo de la literatura juvenil, es un género que me llegó a gustar muchísimo pero ahora mismo lo paso por alto y no me suele gustar el contenido del que se habla, aún así, me adentré en el mundo de Mariposas a Claire.

Partiendo de esta base, Claire es una adolescente de quince años que nos hará revivir el primer amor de principio a fin. Las decisiones que se toman a esa edad, donde no tienes experiencia en nada y solo haces que darte de bruces contra todo lo que se te pone por delante.

Claire vive enamorada de Matt, un chico de diecisiete años que va a su clase. Desde el principio vemos como el amor de adolescencia es rápido, como si fuera más obsesión que amor en sí. Un amor que te rompe por dentro si se acaba de un momento a otro.

Lo que me ha pasado con la historia de Matt y Claire es que ha ido muy rápido. Yo pensaba que la mayor parte del libro se centraría en que ellos dos se conocen, pero no, aparece un amor puro entre los dos que no tengo muy claro de dónde sale, pero está ahí.

Hasta que los padres de Claire deciden irse a vivir a Australia, dejando a los dos protagonistas rotos de dolor por su inminente separación. Lo que se ve muy bien en este libro, son los sentimientos que albergan los adolescentes. Tan fuertes y tan difíciles de controlar ya que están aprendiendo a gestionarlos, que se les hace un mundo cualquier cosa que se escape de su control.

Una vez instalada en su nueva casa, y lejos de Matt. Él, mucho más maduro y responsable, decide terminar con la relación al ser prácticamente imposible continuarla estando en diferentes continentes. Esta noticia para Claire es una jarra de agua fría y empieza a odiar por todos los medios a Matt, pensando que no la ha querido nunca.

Cuando aún está llorando la pérdida del amor de su vida, aparece Kevin, su vecino. Que se convertirá en un aliado que la hará desconectar de todos los problemas que tiene en su mente.

El problema aquí está en que Kevin se enamora de Claire, y ella, tan inexperta en todo, comenzará a enredarse en sus propios sentimientos que no saben hacia dónde tiran, si hacia Matt o hacia Kevin. Convirtiéndose todo en un trio amoroso del que es complicado salir.

He de decir que la primera mitad del libro se me hizo más pesada que la segunda mitad, ya que mejora muchísimo. En las últimas cien páginas ocurre un acontecimiento que no te esperas para nada, y que hace que la historia gane muchos puntos.

En definitiva, es una historia que te hará revivir el primer amor en todas sus facetas, que te trasportará a la adolescencia de pleno, recordándote lo difícil que es empezar a ser adulto y los palos que te tienes que ir dando para conseguir madurar de una vez por todas.

Sinceramente, este libro no era para nada como me esperaba. Al principio se me ha hecho pesadísimo, sobre todo la primera parte de la historia, puesto que tiene muchísima descripción y prácticamente nada de diálogo, cosa que no me gusta en los libros ya que me prefiero que esté equilibrado entre las dos cosas.

El libro se divide en dos partes. La primera parte narrada exclusivamente por Sebastián, basándose en el diario que él va escribiendo durante su adolescencia. Aquí podemos ir viendo como se van conociendo los personajes, sus descripciones y su manera de ser.

La trama más importante en esta parte es toda la historia de Amelia y Sebastián. Las descripciones que hace de su amor por ella son entrañables, ya que no hay que olvidar que Sebas es un adolescente que no sabe absolutamente nada sobre mujeres. Entonces su amor por Amelia empieza como una obsesión que va madurando con el tiempo.

También, en esta parte podemos ver cómo la relación con su padre no es del todo buena ya que Sebastián no es para nada el hijo que su padre quería. Él es reflexivo, no le gusta la pelea, además es bastante adelantado para la época en la que viven, teniendo unos pensamientos poco usuales en los hombres. Todo esto hace que en el instituto se metan con él, y como dice en la sinopsis aprende a utilizar las palabras como arma de defensa.

En la segunda parte del libro nos olvidamos del diario de Sebastián y ya nos encontramos con narraciones como una novela normal, con más de un narrador, en los que vemos diferentes tipos de vista de la misma historia. Dejando paso a los diálogos y no tanto a las descripciones.

En esta parte nos encontramos con que el padre de Amelia no quiere que ella esté con Sebastián, entonces la trama de toda esta parte hasta el final gira entorno a los acontecimientos que van sucediendo para que Amelia y Sebas estén juntos de una vez.

Bajo mi punto de vista la segunda parte es muchísimo mejor que la primera, es ésta hay más intriga, ya que nadie entiende el motivo por el que el padre quiere separar a su hija del protagonista. Hasta que casi por el final del libro lo desvelan y te quedas alucinando porque, de verdad, no me esperaba para nada que esa fuera la razón.

Suceden muchas cosas que te hacen quedarte pegada al libro hasta la última página, y lo mejor de todo es que hasta que no te lo terminas del todo, no sabes por qué ha pasado todo lo que has leído y quién ha sido el culpable de que los hechos ocurrieran de esta manera.

En definitiva, ha sido un libro que pensaba que no me iba a gustar nada por culpa de la primera parte, que me ha parecido bastante de relleno y que se podría haber acortado en unas cuántas páginas y no casi hasta la mitad del libro. Pero, nada más empezar la segunda parte, el libro mejora muchísimo y te lo lees del tirón.

Llevo mucha racha de leer libros ambientados en las guerras, con espías y todo lo que ello conlleva. Dichos libros me han costado que me enganchasen desde el principio, pero este desde la página número uno lo ha conseguido.

La marquesa de Lezma se pone en contacto con Elena para que le ayude a contactar con Irina, ya que tiene una partitura que debe darle en herencia por la muerte de Catalina. Desde aquí comienza una historia de amor, misterio e intriga.

La historia se va intercalando entre el pasado y el presente. En lo primero contando la historia de amor entre Catalina y Andrei, y en el presente vemos como Elena intenta contactar con Irina aunque se le hace un poco imposible debido a diversos factores que se van desarrollando a lo largo de la trama.

Centrándome en la parte del pasado, Catalina y Andrei viven un amor fugaz de un mes, si llega, en el que acaban muy enamorados y queriéndose fugar juntos a Francia. A pesar de este amor, una serie de circunstancias debidas a Andrei hacen que tenga que irse a su país sin poder llevarse a Catalina, la que guardará rencor a Andrei por dejarla, y hasta después de muchos años, no logra comprender el porqué de su huida.

Pasando al presente, nos encontramos con Elena, que vive un desamor con un compañero de trabajo que es un chulito de mucho cuidado. Entre ella y la marquesa de Lezma intentan contactar con Irina en la fundación de música donde trabaja. Allí conoce a diversas personas que le acompañarán durante el camino, entre ellas Alejandro, dueño de una parte de la fundación y con el que empieza a fraguarse el amor.

Entre Alejandro y Elena hay mucha desconfianza puesto que Elena acusa a su fundación de haber cosas irregulares en sus cuentas, y Alejandro piensa que es un ataque a su familia y no sabe si creérsela, por ello pone a gente a seguirla por todas partes. Cosa que no comparto y que luego me parece flipante que haya amor entre ellos cuando de primeras él le ha puesto a gente para controlarla.

Las páginas van volando y cuando quieres darte cuenta ya vas por el final del libro, donde pasa algo que impacta bastante para resolver el misterio de por qué hay gente que no quiere que nadie se ponga en contacto con Irina.

En conclusión, es un libro que me ha gustado mucho, que he leído fácilmente y que no se ha hecho nada cansado de leer. Lo único que he echado en falta es que en la partitura de herencia para Irina hubiera un mensaje encriptado, ya que Andrei solía encriptar mensajes a través de partituras y con esto hubiera puesto punto y final a una historia de amor preciosa que perdura a través de los años.

Todos tus nombres es una obra que al principio te cuesta entender ya que hay muchos nombres, y encima raros al no ser españoles. Encima como la mayoría son espías tienen como tres o cuatro nombres cada uno, y te cuesta relacionar quién es quién.

La trama está bastante bien, debido a que está perfectamente hilada y se va tejiendo y entendiendo conforme va avanzando la historia. Aunque en algunas partes se haya hecho demasiado lenta, o con capítulos que no aportaban ninguna información.

Los principales protagonistas son Martín, Monique y Alphonse, que tienen diversos nombres a lo largo de la historia, pero a los que más se refieren es a estos tres. Aunque en este libro nada es lo que parece, nombres que no son los verdaderos, personas que tienen un doble papel…hay de todo. Tal y como vas adentrándote en la historia te vas dando cuenta de que nadie es quien dice ser.

Las mentiras, los engaños entre los personajes son evidentes, ya que no dejan de ser espías aunque mantengan una relación “amistosa”. Relación que hace tambalear la confianza porque nunca saben si les dicen la verdad, o le están mintiendo.

En este libro también hay un poco de amor, aunque muy muy por encima, entre Martín y Monique. Al ser una trama secundaria no se desarrolla mucho durante el libro y de una página a otra pasan de ser nada a ser todo sin saber cómo lo han hecho.

Por otra parte, el autor al centrarse tanto en la trama del espionaje y de los cuadros pasa por alto centrarse en la presentación de los protagonistas, cosa que me parece importante puesto que me gusta saber la personalidad de cada uno, pero después de casi quinientas páginas no tengo muy claro cómo es ninguno de los protagonistas.

Un punto reseñable para el autor, es el gran trabajo de investigación que ha hecho para crear toda la historia, ya que debía saber perfectamente historia, arte, todo el trascurso de la guerra…y lo ha plasmado envidiablemente en Todos tus nombres.

En resumen, es un libro que me ha gustado y aborrecido a partes iguales. Había algunos capítulos que me parecían interesantes, sobre todo cuando empezaban a crearse las conexiones entre personajes y descubriendo quién era cada uno.

En cambio, he notado que hay mucha paja, demasiada descripción de cosas que no eran necesarias y una manera de narrar lenta. Aun así, para las personas que les gusten las novelas de espionaje basadas en la guerra, además de historia y arte, este es su libro.