Nía es una joven de dieciocho años cuando por fin deja el luto por la muerte de su padre. En una fiesta del pueblo conocerá a Valeriano del que terminará enamorada y embarazada, pero el joven se desentiende alegando el compromiso que tiene para con sus camaradas obreros.

Con ayuda de un antiguo maestro de su escuela y después de dar a luz a la pequeña Teresa, Nía empezará a trabajar como parte del servicio para una familia importante en la zona. Un miembro de esa familia será Miguel que aunque está comprometido no podrá evitar enamorarse de Nía. 

Todo esto ambientado en lo años previos al estallido de la Guerra Civil y en plena contienda. 

Para Nía nada resultará fácil y menos aún teniendo a Antonio, miembro de la Guardia Civil y antiguo amigo suyo que está obsesionado con ella desde que le pidió matrimonio y fue rechazado.

 Una historia e superación con un personaje principal que me ha encandilado. La fuerza de Nía para superar todos los baches que surgen por el camino es admirable.

Así como Valeriano no me gustó desde el principio y no llegué a conectar con él, Miguel me pareció un personaje encantador y su historia con la protagonista es preciosa y a la vez muy triste.

La pluma de la autora es sencilla pero a veces me ha dado la impresión de que se excedía demasiado con las descripciones haciendo que la lectura se volviese un poco pesada, pero la historia en sí me ha gustado y la he disfrutado. 

No puedo decir que sea una gran novela pero sí muy entretenida si os gusta el género histórico.

Una historia estructurada en tres partes que nos harán viajar al japón del siglo XX.

Alex acaba de perder a su padre Takeshi que ha dejado dispuesto que sus cenizas sean llevadas a Japón, su país natal. Allí Alex conocerá a Keiko, su hermana y juntos emprenderán el viaje para conocer el pasado de su padre y también el de Suni, la madre de Keiko.

Takeshi es un joven que pertenece al ejército imperial japonés y está destinado lejos de la batalla. En uno de los lugares invadidos por el ejército de Japón. Allí conocerá de primera mano como el horror que tienene que vivir niñas y chicas jóvenes que son usadas como esclavas sexuales por los soldados. Una de esas chicas usadas para tal fin es Suni a quién apartaron de su familia en Corea y junto con su hermana pequeña Yon sufre los abusos. 

A través de sus historias sabremos el por qué Alex no conocía la existencia de su hermana y que llevó a la madre de este al suicidio.

También conoceremos el motivo por el que Takeshi se tuvo que ir a Estados Unidos dejando a Suni en Japón y sin ser conocedor de que ella estaba embarazada.

Una novela con un argumento sencillo que gracias a la pluma del autor de lee con agilidad. Una historia entretenida para quienes disfruten de este género.