¡Hola lectores! Hoy les traigo la reseña de un libro que tenía muchas ganas de leer desde que salió a la venta, porque es de una autora que me encanta. Se trata, claramente, de La hija del relojero, de Kate Morton, libro que leí gracias a la editorial Penguin Random House.

Pedí este libro porque me encanta la prosa de Kate Morton y sé que hace maravillas ambientando sus historias en la época victoriana. El año pasado empecé a leer El jardín olvidado, una de sus novelas más famosas, pero por motivos que ya no recuerdo nunca lo terminé. Cuando empezó este 2019 y me hice con este ejemplar de La hija del relojero, me dije a mí mismo que iba a terminar primero El jardín olvidado y después iba a leer este. Gran mentira. No me resistí y ni bien pude lo empecé a leer.

«—Esa de ahí es la hora de verdad — me había explicado, señalando la esfera más pequeña—. Y esa —frunció el ceño ante el reloj al que mi padre acababa de dar cuerda— es la hora de Londres.

Y así es como aprendí que, aunque me era imposible estar en dos lugares a la misma hora, sí podía estar en un lugar en dos horas distintas».

En La hija del relojero, una vez más la autora hace gala de su extraordinaria habilidad para entrelazar historias en diferentes tiempos. Al principio fue como: ¿otra vez lo mismo, Kate? pero al ir leyendo irremediablemente volví a enamorarme de su estilo. Y es que la autora hace magia cuando se trata de recrear otras épocas y caracterizar a sus personajes, todos tan profundos y entrañables que lo único que uno quiere es abrazarlos a todos y no soltarlos más.

«La señora Mack dirigía una empresa mucho más compleja y creía que diversificarse era crucial; o como porefería decirlo, usando un viejo refrán inglés que habría quedado bien en su lápida: Hay muchas formas de despellejar un gato».

La trama de la historia me pareció súper atrapante, todo el misterio que rodea a los acontecimientos de ese verano de 1862. Además los detalles se van revelando muy poco a poco, de forma tal que, si bien uno puede ir haciéndose una idea acerca de lo que ocurrió, es recién cerca del final del libro cuando se revela por completo toda la verdad.Otro punto importantísimo de la novela son los personajes, que cobran vida gracias a la profundidad que les da la autora. Comenzamos el libro siguiendo a Elodie Winslow en 2017, pero pronto le perdemos la pista cuando la autora empieza a entrelazar las historias de otros personajes de diferentes épocas, todos vinculados de alguna forma con la casa de Birchwood Manor e incluso con el pasado de la propia Elodie.

«Qué arrogancia, dijo, que la humanidad se permitiera reducirse a la mitad al renunciar a las mentes y las palabras de las mujeres».

Así conocemos a Ada, que fue forzada a abandonar su India natal para asistir a un colegio para señoritas; a Leonard, que tras volver de la guerra escribió un libro sobre el pintor Edward Radcliffe; a Juliet, que se vio obligada a abandonar Londres con sus hijos para protegerlos durante la Segunda Guerra Mundial, a la propia Lucy Radcliffe, la hermana menor de Edward, entre otros. La característica que todos estos personajes tienen en común, es la pérdida. El dolor, la soledad, la incertidumbre acerca del futuro, son los fantasmas que acechan a estos personajes, quienes logran encontrar algún consuelo dentro de esta antigua y encantada casa a orillas del Támesis.

«1840-1881. Leonard reparó en que se había quedado mirando una vez más el guion que separaba las fechas. En ese signo surcado de liquen se encontraba toda la vida de un hombre: su infancia, sus amores, sus pérdidas y temores, todo reducido a una leve línea cincelada en un trozo de piedra en un cementerio en silencio, al final de un sendero».

Dejando de lado a estos personajes y sus respectivas subtramas, quiero hablar ahora de las dos grandes protagonistas de este libro, las encargadas de hilar todos esos retazos de historias para constituir la trama principal. Estoy hablando de Birdie Bell, y la propia casa de Birchwood Manor. No es necesario decir que me enamoré perdidamente de Birdie Bell, la hija del relojero. Es el personaje más interesante porque es quien conoce realmente todos los detalles de la historia y la encargada de ir revelándonos la verdad poco a poco, mientras nos cuenta su propia historia, su vínculo con la casa y con “los especiales”, esos personajes que a lo largo de los años fueron habitando la casa por diferentes razones y se ganaron su simpatía. Por otra parte, la propia casa termina cobrando vida como un personaje más de la novela a través de las descripciones de la autora, los sentimientos de los personajes hacia la casa y las leyendas que se cuentan en torno a ella. Envuelta en un misticismo antiguo y una historia de lo más interesante, llena de rincones secretos y características casi mágicas, Birchwood Manor cobra vida en manos de la autora y le da la bienvenida a estos personajes desesperanzados como un refugio de luz en medio de la oscuridad. Sé que puede llegar a sonar demasiado poético o hasta cursi, pero créanme que no hay otra forma de describirlo. El arte, la búsqueda de la belleza y el conocimiento es algo que se respira a lo largo de toda la obra y le da un toque HERMOSO a la historia.

«Aun así, no era solo el cuadro lo que me había dejado sin palabras. La Belle es una cápsula del tiempo. Bajo las pinceladas y los pigmentos se encontraban todas las palabras, todas las miradas que Edward y yo habíamos intercambiado; ella conserva todas nuestras risas y esos instantes en que se acercó para tocarme la cara y moverla con cuidado hacia la luz. Cada pensamiento de Edward está ahí plasmado, al igual que cada momento en que nuestras mentes coincidieron en aquel estudio aislado en el rincón de un jardín. En el rostro de La Belle hay miles de secretos ocultos, que juntos cuentan una historia que solo conocemos Edward y yo. Verla ahí, colgada de la pared en una sala llena de desconocidos bulliciosos, fue abrumador».

Por último, quiero volver a mencionar el tema de las subtramas. Yo admiraba la habilidad de Phillip Reeve para entrelazar historias sin que nada perdiera sentido, pero Kate Morton sin dudas le hace la competencia. Me encanta la forma en que va introduciendo nuevos personajes con sus propias historias, sus deseos, sus penas… De a poquito vamos descubriendo nuevos detalles, haciendo conexiones y encontrando nuevas interrogantes, de forma que el libro nunca pierde ese aire enigmático. Sin embargo, esta característica también tiene un lado negativo. Al incorporar tantos personajes y tantas subtramas, por momentos la historia se estanca un poco y pueden pasar cinco o seis páginas en las que la autora nos habla del pasado de uno de los personajes secundarios. Admito que a veces resulta un poco aburrido, yo alguna que otra vez decidí saltearme un par de párrafos que no aportaban nada importante para la trama. Pero más allá de eso y de algún hilo que me pareció que quedó suelto (nada importante), el libro no tiene nada negativo, y vale totalmente la pena leerlo.

«La gente da importancia a las piedras relucientes y los amuletos de la suerte, pero olvidan que los talismanes más poderosos son las historias que nos contamos a nosotros mismos y a los demás».

Para sintetizar, La hija del relojero es una maravillosa historia contada a través de diferentes personajes y en distintas épocas. Una historia sobre el arte, la belleza, el tiempo y el amor, que transporta al lector a una casa llena de secretos, de la mano de personajes entrañables, sólidos y muy bien caracterizados. Recomiendo muchísimo este libro para quienes gusten de novelas con una buena ambientación histórica, personajes entrañables, misterio y un toque místico o sobrenatural.

¡Hola lectores! La reseña de hoy es sobre un libro que leí hace muy poquito y que resultó toda una sorpresa para mí. Estoy hablando de El cuchillo en la mano, de Patrick Ness.

Este libro lo pedí más que nada por impulso. Sí, mal yo, sobre todo tratándose de una colaboración. Pero había leído buenas críticas sobre él y me llamaba la atención, así que ni bien lo vi me lancé sobre él. Ahora, cuando lo tuve en mis manos y empecé a leerlo… No logré conectar con el libro. En ese momento justo estaba con parciales y otras cosas y tampoco podía dedicarle ni el tiempo ni la atención necesarios, así que lo abandoné por un par de semanas. ¡Incluso sopesé la idea de sortearlo! Doy gracias por no haberlo hecho.

Cuando finalmente tuve tiempo libre para leer, decidí darle una segunda oportunidad.

Y ya no pude parar de leer.

«Pero un cuchillo no es solamente un objeto, ¿verdad? Es un elección entre alternativas. Sí o no, cortar o no cortar, matar o no matar. Un cuchillo recoge la decisión que tomes y la convierte en un hecho real, tangible, que ya no puede remediarse»

No sé exactamente cómo hablarles de este libro sin hacerles spoilers, así que voy a hablar un poco de los que para mí son los puntos más fuertes de la historia.

En primer lugar, claro, los personajes. Oh por dios. Uno piensa que está acostumbrado a leer este tipo de historias donde los protagonistas deben arriesgar su vida para salvar a otros y se enfrentan a sus enemigos sin titubear. Pero Todd Hewitt es diferente. Creo que durante toda la novela no hizo absolutamente nada de lo que yo quería que hiciera. Pero claro, matar a un enemigo parece algo fácil y lógico para alguien que está tranquilo sentado en casa leyendo un libro. Los personajes de este libro, sobre todo Todd, son muy reales. Pero MUY reales. No sé, a lo mejor es cosa mía, pero a través de sus diálogos y sus acciones sentía que eran personas reales, con sentimientos reales y miedos reales. Claramente, cada vez que Todd se enfrentaba a un enemigo mi primer pensamiento era MATALO. Pero, ¿es tan sencillo como parece? ¿De verdad todos seríamos capaces de empuñar un cuchillo y acabar con una vida, por más vil y despiadada que sea la otra persona? Este cuestionamiento persigue al protagonista de la novela durante todo su viaje, haciéndolo titubear en los momentos de mayor tensión y dejando al lector con el corazón en la boca. Otro punto muy importante a resaltar sobre los personajes, es el tema del ruido. Como dice la sinopsis, en el mundo de Todd los hombres escuchan constantemente sus pensamientos y los de los demás como un ruido confuso en sus mentes. A lo largo de la novela el ruido está presente en todas las escenas y las acciones de los personajes, y la forma en que está expresada esa avalancha de pensamientos involuntarios y puntuales hace que los personajes se sientan más reales aún. Siempre creí que leer el pensamiento sería algo genial, pero después de este libro creo que es algo que no le desearía a nadie.

Por otro lado, hay que hablar de los giros y peripecias de la trama, que son MUCHÍSIMOS. Literalmente creo que en cada capítulo el protagonista tenía que enfrentarse a una situación de vida o muerte o descubría algún importante secreto revelador que cambiaba su percepción del mundo y de sí mismo. Como dije más arriba el principio fue un poco lento, la novela tiene un comienzo abrupto y, para una historia ambientada en otro planeta, donde los animales pueden hablar y los hombres escuchan los pensamientos de los demás, seguramente todo sea muy confuso si no se aclaran algunas cosas desde el comienzo. Pero luego de pasar esa primera parte desorientadora, los eventos se empiezan a desencadenar uno detrás de otro sin descanso para Todd ni para el lector. Esta novela tiene un ritmo súper ágil y, como todo el tiempo hay un nuevo giro en la trama, la tensión siempre se mantiene alta y uno no puede parar de leer. Eso me encantó, aunque llegó un momento, ya cerca del final, en el que me empecé a cansar de tantos encontronazos, o sea el protagonista no tiene paz en ningún momento y uno mismo tampoco tiene paz, así que tanto giro me llegó a cansar un poquitito y era como BASTAAA, piedad por favor.

Ahora quiero mencionar un par de detalles que no me convencieron del todo. Primero, las motivaciones del villano principal (por así decirlo) no me parecieron creíbles, o lo suficientemente fuertes como llevarlo a hacer todo lo que hizo. No sé, este es el primer libro, a lo mejor recién estamos viendo la punta del iceberg y hay más para descubrir sobre él en las partes siguientes, ya quedó claro que con este libro nunca puede darse nada por sentado porque a la página siguiente todo cambia. No puedo dar detalles para no hacer spoilers, pero sepan que no me convenció del todo su actitud, sus motivaciones tenían un tono casi «mágico», por así decirlo. Y siguiendo sobre este tema, hubo otro de los villanos (sí, hay villanos por todos lados) que tampoco me convenció mucho su RESISTENCIA. Al hombre lo atacaron cocodrilos, casi se ahoga en una ciénaga, un perro le arrancó la nariz a mordidas… Y él siempre se levantaba y seguía persiguiendo al protagonista… No lo entendí. O sea ya en el punto donde me atacaran cocodrilos necesitaría pasar el resto de mi vida en reposo y haciendo terapia para superar el trauma. Y él va y se levanta como si nada y sigue molestando por ahí… Necesito su fuerza de voluntad para ir a clases todos los días.

«El cuchillo está vivo.
Mientras lo empuñe, mientras lo emplee, el cuchillo vive, vive con la única intención de quitar la vida, pero tiene que recibir una orden, tiene que esperar a que le ordene matar, pues desea hacerlo, desea hincarse, desgarrar, cortar, hender y rajar, pero no antes de que yo desee que lo haga, de que su voluntad y la mía se hayan convertido en la misma voluntad.
Yo soy el que le da permiso, yo soy el que se responsabiliza.
No obstante, el hecho de que el cuchillo desee hacerlo contribuye a ponérmelo más fácil.
Si llega el momento, ¿dudaré?
—No —susurra el cuchillo.
—Sí —susurra el viento que barre las aguas»

El cuchillo en la mano es una novela magistral, un comienzo excelente para una trilogía, que mantiene en vilo al lector durante toda la historia y donde nunca nada es lo que parece. Con una trama adictiva y llena de sorpresas, personajes maravillosamente reales y una prosa inigualable, Patrick Ness nos presenta una historia original y cargada de cuestionamientos morales y filosóficos que nos hacen detenernos y reflexionar.

¡Hola lectores! Hoy vengo a hablarles de un libro que leí gracias a la editorial Penguin Random House a través de su plataforma Edición Anticipada. Estoy hablando de Caos, de la argentina Magalí Tajes.

Sinopsis: «Dueña de un estilo propio, Magalí Tajes combina, en su segundo libro, textos de ficción y de no ficción: poemas, cuentos, reflexiones, anécdotas para reír y también para conmoverse. Caos es un libro difícil de clasificar, que puede leerse de adelante hacia atrás y de atrás hacia adelante, un libro lúdico que exige la participación del lector.

¿Cuántos muros se tienen que saltar para llegar a un puente? ¿Cuántos universos hay que dejar morir para que nazca el propio? Caos. Una fiesta, varias habitaciones, tres tiempos: pasado errático, presente mágico, futuro incierto. Puertas que abren mundos y cierran miedos. Cinco colores jugando a adivinar de qué color pintás la vida. Historias dentro de historias. Disfraces desnudos. La risa como revolución. Miradas que buscan ojos en los que reconocerse. Espejos y corazones rotos. Caos. Mucho caos. Todas las personas que habitan en mí sacando a bailar a las que habitan en vos. ¡Que empiece la fiesta!».

En primer lugar quiero detenerme en un aspecto importante y que me gustó mucho: la edición. Caos es un libro escrito en una letra grande y fácilmente legible, con negritas, subrayados y todos los adornos necesarios para destacar ideas o frases, y además con un montón de ilustraciones que acompañan la lectura y la hacen más dinámica y entretenida.

Es difícil explicar de qué trata este libro, ya que como dice la propia sinopsis: «Caos es un libro difícil de clasificar, que puede leerse de adelante hacia atrás y de atrás hacia adelante, un libro lúdico que exige la participación del lector». A grandes rasgos, podemos decir que en este libro, la autora se sincera con el lector expresando todas sus facetas personales y aceptándolas como constituyentes de su propio «yo», una unidad que más que un concepto rígido es algo multifacético y variable, en constante construcción y evolución. En medio de este caos de anhelos, inseguridades y experiencias de vida, Magalí nos invita a dejar de lado los miedos que nos impiden ser quienes somos realmente y a aceptar y abrazar nuestro propio caos, que nos hace ser personas autenticas.

Generalmente no suelo leer este tipo de libros, por lo que fue una experiencia novedosa y enriquecedora para mi como lector. Me gustó mucho que se trate de un libro fácil de leer, escrito con un lenguaje cotidiano y accesible, y que exija la participación del lector con determinadas actividades o «retos», como colorear algunas páginas o hasta arrancar otras. Me resultó una lectura muy entretenida, no como un típico y aburrido libro de autoayuda sino como una charla con un amigo, una sincera charla en confianza para reírse de uno mismo y aceptarse tal cual es.

En resumen, Caos es un libro único, entretenido, que invita al lector a interactuar con él, perfecto para una lectura ligera y a la vez profunda, para conocerse uno mismo y aprender a ser feliz con su propio caos.

¡Hola lectores! La reseña de hoy es de uno de los últimos libros que leí. Se trata de Ready Player One, del escritor Ernest Cline. Este libro lo leí en colaboración con la editorial Penguin Random House a través de su plataforma Edición Anticipada, así que muchísimas gracias a la editorial por la oportunidad de leerlo y reseñarlo.

Siendo sinceros, este libro no me llamaba demasiado la atención. Hace un par de meses leí Warcross, de Marie Lu, y me parecía que Ready Player One iba a tener una trama bastante similar, por lo que no me atraía mucho. Sin embargo había leído muchas críticas positivas, me lo habían recomendado varias veces, y como recién se había estrenado la película, cuando lo vi en la plataforma me decidí a darle una oportunidad y lo leí.

Quiero empezar hablando de la portada del libro. La portada original me parece PRECIOSA, pero como siempre, cuando sale la adaptación cinematográfica de un libro hacen una nueva edición con la portada de la película. Y muchas veces son lindas, hay que reconocerlo, pero en este caso no pasó eso. No me gustó mucho esta portada, y no podemos dejar de lado el inquietante hecho de que al chico de la portada le sobra como medio metro de pierna xD.

Las primeras cien páginas fueron bastante aburridas. Fueron una introducción al mundo del protagonista, pero me resultaron horriblemente pesadas. Había capítulos enteros dedicados a explicar cómo había sido la vida de Halliday, cómo había fundado su empresa, cómo era el mundo virtual de OASIS, etc. Recién a partir de la página cien más o menos la cosa se puso interesante, otros personajes entraron en escena poniéndole un poco de acción a la historia. Es una historia que empieza lento pero superadas esas cien primeras páginas se vuelve muy atrapante y adictiva y uno no puede dejar de leer hasta llegar al final.

En cuanto a los personajes. Wade, o Parzival, el protagonista, nunca terminó de gustarme del todo. Me pareció genial que fuera un protagonista con sobrepeso, algo que casi nunca se ve en la literatura juvenil, donde los personajes por lo general son hermosos, están en forma, fueron esculpidos por los dioses, y bla bla bla. Aunque más adelante el pobre chico cambia su forma física ejercitándose diariamente, me parece genial haber incluido esa evolución en la historia. No sé, a lo mejor es un detalle menor pero a mí me gustó que se incluyera. De todos modos, hay algo que no me gustó para nada, y fue lo perfecto que resultó ser el personaje. Todo le salía demasiado bien y fácil. Incluso bajar de peso. Se levantó un día, se obligó a hacer ejercicio, y al poco tiempo ya estaba en forma. El asistente virtual le controlaba todo lo que comía y el tiempo de ejercitación, y enseguida pasó a tener un buen físico. En la Cacería también. No me pareció que las cosas le resultaran taaan difíciles.

Sobre los demás personajes no hay mucho que decir, porque creo que tampoco es que tengan mucho desarrollo. Me gustó el personaje de Art3mis, aunque su instalove por Parzival no me lo creí. Todo eso de que no quería que la viera, y que era horrible en persona… Me pareció un poco forzado. En cuanto a Hache… Bueno, si leyeron el libro o vieron la película saben cuál es el plot twist sobre este personaje. Solo voy a decir que me pareció genial, pero que lo veía venir. En la película creo que es más evidente que en el libro, pero de todos modos me pareció excelente.

Hablemos ahora de las referencias a la cultura pop. Este, a mi parecer, es el único motivo de la fama de este libro. Reconozcámoslo, la historia no es taaan genial, los personajes no son maravillosos, pero está plagado de referencias a la vida y la cultura pop de los años ochenta. Y cuando digo plagado quiero decir completamente desbordado de referencias. Ojo, no estoy diciendo que sea algo malo, al contrario, me encantó leer algo con tantas referencias a películas y juegos que conozco. No soy de los ochenta, pero conozco muchas cosas de esa época y me pareció genial encontrarlas en este libro. Pero a lo mejor se le fue un poquito la mano al autor con este punto. Las primeras cien páginas del libro, como dije hoy, son una introducción enorme. Pero además de ser una introducción, en esas primeras páginas creo que hay más referencias que en el resto del libro. Por cada página hay como tres o cuatro referencias a películas, series, videojuegos o personajes de los ochenta. Y reitero, es genial, pero por momentos me parecía un poco demasiado e innecesario. Yo nací en el 95 y pude entender más o menos la mitad de las referencias del libro, pero seamos realistas, los jóvenes y adolescentes que puedan leer esta novela ahora, no van a entender ni el 5% de estas referencias (a la vista está que cuando hicieron la adaptación cinematográfica cambiaron muchas de estas referencias por otras más populares y «atemporales»). A mí me costó un montón leer esas cien páginas introductorias, porque la historia no avanzaba y porque muchas de las referencias no las entendía. Así que sí, señor Cline, cálmese por favor.

Por último, no quería hablar sobre la película pero tengo que hacerlo. Me pareció malísima. Las cosas que no me gustaron del libro, están mil veces peor en la película. Puede ser llamativa por los efectos especiales y la (genial, lo admito) banda sonora, pero en cuanto a la historia, deja mucho que desear. Y no lo digo solamente como adaptación del libro. Como película en sí misma no me pareció una historia con buena calidad narrativa. Los personajes no me parecieron NADA creíbles, las pistas las resolvieron muy fácilmente, y ni hablar de la competencia. A nadie parecía importarle abandonar la competencia y dejar que otro (Wade, «el elegido») ganara. Pero en fin, no me quiero explayar mucho más.

En resumen, es una novela ambiciosa pero que tiene varios fallos. Demasiadas referencias a los años ochenta (que muchos lectores no podrán entender), y un principio demasiado introductorio. Sin embargo, una vez superada esa introducción se convierte en una historia adictiva y emocionante hasta el final. Les recomiendo totalmente este libro si les gustan los juegos de arcade y la cultura pop de los ochenta, lo van a disfrutar sin dudas. Y si no, tengan paciencia que llegando a la página 100 las cosas se van a poner mucho más interesantes y no van a poder dejar de leer.