En esta novela, conoceremos a Lucía, una chica de 25 años que deja a su novio de toda la vida debido a la relación tóxica que mantienen. Decide dejar todo atrás y mudarse a Barcelona para estudiar lo que siempre ha soñado. Allí conocerá a Álex, un chico que le romperá todos los esquemas.

La novela me ha resultado insoportable de leer. No me ha conseguido enganchar nada de nada y, cada vez que me ponía a leerla, me aburría y decidía empezar otra. Así me he llevado un año hasta que he decidido obligarme a terminarla por fín para no alargar más lo inevitable.

Creo que la idea original de la autora estaba bastante bien, crear una historia de amor y, a la vez, valorar la superación de una relación tóxica, pero creo que el resultado ha sido una novela con muchísimo clichés (es cierto que todo está ya inventado, pero tira demasiado de situaciones muy manidas que a los lectores ya nos supone leer de nuevo lo mismo de siempre).

Lucía ha sido mi protagonista odiada. No la he soportado durante toda la novela. Me ha parecido una tía caprichosa, muy inmadura y demasiado egoista. Sin embargo, Álex, es el protagonista dulce, atento y hasta me ha parecido en muchos momentos tontorrón.

Otra cosa que no me ha gustado demasiado es el nombre de los capítulos, casi te destripa el capítulo con solo leer el título. Si ya de por sí la historia es muy previsible, el nombre de los capítulos termina de ponerle la guinda.

En conclusión, me ha decepcionado mucho y siendo una trilogía, estoy segura de que no leeré el resto, aunque no descarto probar con alguna otra novela de la autora. Puede ser que este libro no sea el indicado, pero no que la autora escriba mal ni nada por el estilo.

Me da mucha pena, porque siempre suelo sacar algo bueno de lo que leo, pero creo que este libro no era para mi.