Por fin puedo escribir la reseña de un thriller que me ha dejado buen sabor de boca, «La madre perfecta», de Aimee Molloy, que he conseguido leer gracias a Edición Anticipada. El último thriller que leí no fue del todo malo, pero tampoco un libro para recordar, así que estoy muy contenta de poder hablar, por fin, sobre uno que sí me ha gustado.

Madres primerizas, un bebé que desaparece…Ya me pintaba bien antes de leerlo, ya que, como sabéis, cualquier historia sobre desapariciones me suele enganchar, pero la verdad es que esta historia me ha sorprendido más de lo esperado. Y es que últimamente no tenía muchas esperanzas puestasen los thrillers que iba a leer, así que a pesar de que tenía buena pinta, creía que este libro iba a tratarse de otro thriller de paso para entretenerme un rato pero que pasará desapercibido entre el resto de mis lecturas del año.      

Siendo sincera, no me entusiasma ni el nombre, ni la portada, es más, si solo me fijo en ello me recuerda a los típicos telefilmes de sobremesa que echan en Antena 3 los domingos por la tarde.  Pero si algo he aprendido es que no debo fiarme solo de una portada o un título, y menos mal que lo he hecho. 

Decían que estaba en la línea de Perdida, de Gillian Flynn, libro que ya sabéis que me encantó, y la verdad es que aunque no creo que llegue a su nivel, la autora sí que consigue llevarte por el mismo camino, despistándote en cada página y jugando con los lectores de una manera impecable. Fijaos hasta qué punto fue así, que cuando terminé la novela no pude evitar volver hacia atrás y releer algunas páginas donde debería haber encontrado algún indicio de lo que estaba ocurriendo, preguntándome cómo es posible que no se me hubiese ocurrido que nada remotamente similar estuviera ocurriendo.  

El hecho de que todo el mundo parezca culpable de la desaparición en algún momento, de que los narradores cambien cada ciertos capítulos (algo que por cierto, me parece un punto bastante positivo) y de que te muestren a todos los personajes como personas de algún modo extrañas o con secretos, hace que nunca tengas el control de lo que sucede, y por lo tanto, que no quieras dejar de leer hasta descubrir qué está pasando. Ya sabéis que en los thrillers suelo valorar mucho que la trama me enganche, y está lo ha conseguido. 

Siguiendo con los personajes, debo decir que al principio cuesta pillarles el truco, porque hay bastantes y te pierdes con los nombres, como en cualquier libro, serie o película que trabaja con varios protagonistas. Me gusta que la autora haya construído personajes principales y secundarios tan variados, y que haya sido capaz de hacer que, como lectora, consiga crear la imagen perfecta de dichos personajes en mi cabeza.  

Como punto negativo, aunque sea una opinión subjetiva y personal, diría que en ocasiones me sobra tanta maternidad en la historia. Hablo de opinión personal porque a mí actualmente es un tema que no me interesa demasiado, y por lo tanto, las partes en las que las madres comentan cómo se sienten, hablan sobre sus bebés etc, me resultan algo más aburridas. Aun así, no puedo decir que me sobren páginas, ya que creo que la novela está maravillosamente estructurada y existe una balanza muy equilibrada entre los sucesos que aparecen a lo largo de la historia. 

En cuanto al final…Me alegra leer por fin un thriller cuyo final me ha resultado tan poco predecible. Cuando lo leí no me lo creí, ya que en ningún momento de la novela esperas que suceda nada similar, así que sin duda eso es uno de los puntos más positivos que he encontrado.

Por todo ello, si controláis el tema del thriller, os gustan los thrillers psicológicos y no os perdéis entre personajes e historias, creo que esta novela es para vosotros. Estoy segura de que si os gustan este tipo de libros disfrutaréis de este tanto como lo he hecho yo en los apenas tres días que me ha durado el libro. Totalmente recomendable.