Este libro ha sido un despropósito, no hay otra forma de decirlo, la verdad es una pena, porque la autora no es que escriba mal, sus tramas son sencillas, sin pretensiones, y de todos los libros que he leído de ella,  Contigo, siempre es el peor. Si bien el tema que gira alrededor de la trama principal, la organización de bodas, me ha gustado mucho, la puntuación que le doy (1,5/5) ha sido por esos pequeños trozos, lo demás, me era indiferente. 

Tenemos a Louna, una adolescente que ayuda a su madre y a William (un amigo de la familia) con la organización de bodas, sólo tiene una amiga (si tiene más, no se le conocen), es muy cínica, no cree en el amor, en el felices para siempre, se pensaría que es una amargada, pero tuvo una relación que terminó bastante mal, así que no está para nada más que para trabajar, pasa de los chicos, de las fiestas y de muchas cosas que haría una adolescente, algunas las hace solo para callar a Jill (su amiga), ya que sino estaría trabajando sin parar, y es en el trabajo donde conoce a Ambrose, el hijo de una novia, el chico se cree una maravilla  para las chicas, ligará con todas, así que cuando le tira los tejos a Louna, la chica no está por la labor, menos mal que el evento terminará y no lo verá más, lamentablemente nos volveremos a encontrar con el personaje ya que resulta que su hermana se casa y tendrá de tratar con el chico durante unos meses, y es que inexplicablemente la madre de Louna lo contratará como ayudante a pesar del disgusto de esta última. Para mas inri harán una apuesta, el tendrá de tener una relación seria y Louna tendrá un montón de citas, quien pierda podrá elegir la pareja del otro. 

Nada más empezar intuyes lo que pasó con Ethan, pero Louna nos habla de su relación con este chico y que pasó para ser como es, y aunque por un lado lo entiendo, por otro no, una noche es lo que pasaron juntos, lo demás mensajitos y llamadas, que sí, que terminó mal, pero vas a terapia, aunque la verdad ellos no me aportaban nada como personaje. 
Jill, la amiga, me daba pena, una niña que nunca lo ha sido, ya que no para de cuidar de sus hermanos, puesto que sus padres están super ocupados trabajando y la dejan al cuidado de 4 niños de entre 10 a 2 años… fantabuloso. Si vale, es su hermana, pero no su madre.
Sobre Ambrose, espero que la autora puso a este personaje para que gustase, pero es un imbécil, irritante e inmaduro (yo flipo mucho con los autores que ponen este tipo de personajes, ¿¿¿De verdad piensan que este tipo de chico/hombre es el ideal??? )

En definitiva parece un libro sacado de una adolescente que ha empezado a escribir y pone su libro en Wattpad, en vez de ser el libro de una autora que lleva más de 20 años publicando. Una decepción. 

Anna y el Hombre Glondrina ha sido una lectura un tanto decepcionante, las razones muchas, pero os diré la principal, no he entendido lo que me quería explicar el autor. Supongo que habrá alguna metáfora escondida, que no he entendido, algo que se me escape, puesto que a muchísima gente le ha encantado y yo me he quedado exactamente igual. Básicamente no he sabido darle provecho a esta lectura.

Anna es una niña de 7 años, vive en Cracovia, es 1939, y aunque Anna no conoce el significado de la palabra guerra, sabe que su padre nunca la abandonaría, que es lo que ha pasado, en vez de llorar, gritar, decide irse con un desconocido que no le dice ni su nombre,ya que los nombres son malos, y le comenta que le llame Hombre Golondrina. El Hombre Golondrina es un adulto, sabe muchos idiomas, y a veces da miedo, pero Anna decide que es amable y se va con él viajando por Polonia a lo largo de unos años.

El autor no explica los hechos de la Segunda Guerra Mundial, el libro no es un diario escrito por Ana Frank, es una historia que nos hace preguntarnos, quien es el Hombre Golondrina. ¿Quién es ese hombre? ¿Cuál es su profesión? ¿De que huye? Hay bastantes incógnitas que rodean a este personaje, y es por eso mismo que empecé a leer este libro, por el título tan sugestivo, Anna y el Hombre Golondrina, no me digáis que dan ganas de saber quien es… Y es por eso que pensé que a lo largo del libro el autor me daría las respuestas, leía y leía hasta llegar el final, y me quedo la sensación de vacío, de no haber entendido nada, es por ello que supongo que habrán metáforas escondidas que se me escapan, pequeños guiños que no he sabido descubrir.

Yo recomendaría este libro a los amantes de «El principito«, del autor Antoine de Saint-Exupéry. Seguro que encontráis a esa pequeña niña y su mundo un verdadero tesoro, más de lo que yo he sabido encontrar.