Nos encontramos ante un libro con distintos personajes en épocas distintas de la historia, donde al final todo se acaba entremezclando y aclarando el porqué se nos cuentan estas historias que, en principio, parece que no están relacionadas. La trama se desarrolla entre dos países, España y Francia, en distintos años, al principio estás un poco perdida porque no te queda muy claro a dónde quiere llegar la historia, pero poco a poco ya nos va encaminando hacía la razón por la que la historia del pasado es importante y está conectada con la del futuro. Me ha gustado mucho, ha sido una lectura ágil y amena con tramas en las que cuando pensabas que no se podía enredar más la cosa lo hacía. Los protagonistas se alejan de lo que estamos acostumbrados a leer y eso es un punto a su favor. No había leído nada de esta autora y seguro que repetiré. Aunque las dos historias que se cuentan me gustaron mucho, pienso que me quedaría con la del pasado pues fue la que más me sorprendió. El final no me lo esperaba y la última frase del libro es espectacular.

Como puede dar a entender el título del libro nos encontramos ante una novela romántica en donde a nuestra protagonista, Sandra, la han dejado el día siguiente a San Valentín. Al no lograr superar esta ruptura crea una app para encontrar al hombre perfecto con el que iniciar una relación. El problema surge cuando ese hombre no es su prototipo ideal y surge en escena otro protagonista que le hará dudar entre seguir sus instintos o a la lógica.

No es un mal libro pero quizás me esperaba un poco más de él. La historia a veces se hace un poco lenta y repetitiva y no he acabado de conectar con la protagonista femenina. Lo que más me ha gustado de esta historia es su protagonista masculino, es muy original y diferente a lo que estamos acostumbrados a leer en estas historias. La madre de la protagonista es un punto a favor, te hace pasar un buen rato con sus manías y sus cosas.  En un momento dado de la historia la madre le pide una cosa a su hija y no entiendo como está se escaquea siempre que puede de hacer lo que le pide la madre. Me pareció un poco egoísta por su parte y que sólo pensaba en ella misma, al igual que con los protagonistas, es muy infantil jugar así con dos personas porque quieras tenerlas a las dos y jugar con sus sentimiento pensando sólo en ella una y otra vez. Es una lectura ágil para pasar el rato o leer en verano.

El libro comienza cuando Sasha despierta en el hospital tras dar a luz, no recuerda mucho de lo sucedido pero lo que tiene claro desde un principio es que el bebé que le muestran no es el suyo. Durante todo el libro tratan de “convencerla”de que es su hijo, simplemente tiene que pasar más tiempo con él para que sus “instintos” de madre surgan, incluso le hacen creer que tiene una depresión post-parto y que necesita ser aislada y tomar medicación. El libro se desarrolla en muy poco tiempo, concretamente en una semana, en la que Sasha tendrá que demostrar que no está loca y que le han cambiado a su hijo por otro bebé. Es la búsqueda de una madre por descubrir la verdad, lo que ha ocurrido desde que ingresó en el hospital.

Es un libro de lectura muy fácil pues desde el principio quieres saber lo que va a pasar, está tan bien hilado que llega un momento en que no sabes a quien creer. Es un thriller diferente a todos los que he leído, con una temática muy poco común y refrescante.