Claire Kelly se juró que ningún chico se impondría en su sueño de diseñadora y eso es lo que piensa hacer. Lleva años viendo a su madre dejar de lado sus sueños por no ofender a su padre y ella no quiere ser así. Cuando se va a estudiar a Nueva York, encuentra un loft en alquiler que le parece perfecto pero que tiene el precio elevado por lo que tendrá que compartirlo. En una fiesta que celebran unos chicos de una facultad conocerá a Abby, que estudia en la ciudad pero es de Los Ángeles. Procedente de una familia con éxito en los negocios del mundo televisivo, el sueño de Abby es escribir una novela. Compartirán piso durante cuatro años en los que se harán inseparables. Luego, una vez empiezan a trabajar, deciden buscar dos compañeras más y así reducir gastos. Una de ellas será Morgan, trabajadora de un despacho financiero de éxito en Wall Street, es unos años mayor que ellas pero se adaptan sin problema. Además es la única que tiene pareja. Max, un joven de origen Irlandés que tiene un restaurante de moda en la ciudad y que suele cocinar los domingos en el loft cuando hacen sus «cenas en familia». Y por último Sasha, una obstetra residente en un hispital de la ciudad que quiere especializarse en infertilidad y embarazos de riesgo.
Las cuatro chicas pronto se harán inseparables y compartirán todos sus problemas y alegrías.
Claire, trabaja para una casa de zapatos en la que no le dejan innovar con ninguno de sus diseños y su jefe la critíca constantemente. Está decidida a abandonar el trabajo por algo mejor y cuando se lo comenta a Morgan durante un encuentro en el restaurante de Max se decide. En ese momento conocerá por una cadualodad a George, el jefe de Morgan. Un soltero muy codiciado ena ciudad tanto por su atractivo como por su dinero. Él irá detrás de ella hasta conseguir una relación. Pero ¿tendrá final feliz?
Morgan está feliz con su vida y su empleo, ya no busca nada más. Quiere a Max con locura pero no desea tener hijos hasta que en un desliz se queda embarazada y todo su mundo se viene abajo.
Sasha vive por y para su trabajo. Un día durante un parto conoce a un residente de neonatología con el que empezará una relación sin muchas esperanzas pero del que acabará locamente enamorada.
Abby tiene una relación con Iván, un productor de teatro independiente que siempre promete producir sus obras pero hasta ese momento no ha llegado a hacerlo. Una relación tóxica que terminará cuando Abby abra los ojos y descubra que la estaba engañando. Se sentirá perdida, pero una vez pasado un tiempo volverá a escribir la novela que había dejado aparcada y nuevas posibilidades surgirán. Tanto en el terreno profesional como en el personal.

Una novela adictiva. Llena de emociones y muy entretenida con la que divertirse y pasar un buen rato. La pluma de la autora es directa, algo que hace que sea una historia de lectura ágil

Una novela de suspense narrada a dos tiempo: el año 1996 y durante el 2008.
Zack es un joven treintañero que acaba de ser despedido del periódico en el que trabajaba y abandonado por su pareja. Cuando no puede pagar el alquiler decide volver a su pueblo natal a vivir con su madre mientras escribe una novela hablando del curso de Escritura Literaria en el que estuvo durante un año en su época de universitario. Uno de sus compañero fue acusado de asesinar a Leo Stark, un famoso escritor, aunque nunca se encontró su cadáver. Zack quiere escribir la novela contando toda la verdad de lo que sucedió en su momento pero necesitará la ayuda de sus antiguos compañeros para poder montar todo el puzzle y algunos de ellos tienen algo que ocultar.
El argumento es bueno y la historia empieza con fuerza pero a medida que te vas acercando al final te das cuenta de que es una novela muy lineal y predecible, algo que le resta emoción. Aún así me parece una historia entretenida pero me esperaba más.

Es curioso como un thriller, volcado hacia una temática judicial, puede ofrecer una lectura más intensa en la medida en que nos ofrece una perspectiva sobre la Justicia como algo vulnerable y menos ciego de lo que aparenta ser. No es que seamos tan ingénuos como para seguir asumiendo la imparcialidad de una Justicia mediatizada, presionada e ingerenciada por la estructura del propio sistema “democrático” de turno. Pero saber hasta que punto puede verse coaccionado un juez con medidas extremadamente disuasorias, pone los pelos de punta.El juez Sampson realiza un desempeño ejemplar, y compatibiliza sus juicios y sus sentencias con una vida familiar plenamente satisfactoria. Gracias a su mujer y a sus hijos encuentra ese espacio amable con el que escapar de un sistema judicial no siempre gratificante.Pero claro, Sampson tiene el poder de decidir sobre demasiados intereses, lícitos y espúreos. Y son estos segundos los que pueden estar dispuesto a todo por conseguir el beneplácito de una justicia que respalde sus quehaceres fuera de la ley.

El padre y el juez se dispone a enjuiciarse a sí mismo. La vida de los que más quiere depende del fallo favorable hacia la defensa de un ignominioso caso. Dispone de un tiempo para meditar, si es que puede hacerlo entre la frenética sensación de pánico que le embarga a ráfagas.

O quizás, por qué no, puede buscar un camino intermedio. Cuando un juez se toma la justicia por su mano puede que dicha acción tenga fundamentos de peso. De hecho, su propia vida se convierte en un argumento secundario en el caso de la salvación de su mujer y sus hijos. Pero esta historia va mas allá, nos conduce hacia su extraordinaria solución entre giros y sopresas que circundan la enigmática desaparición de su familia. Una lectura adictiva de uno de los grandes del género negro, muy en la línea del John Grisham más oscuro.