Dentro La tragedia del girasol nos encontramos con un Manuel Bianquetti, que después de los sucesos de La maniobra de la tortuga, se ve obligado a tener que malvivir de unos trabajos como detective privado.

La narración comienza precisamente con uno de los encargos como detective que es la búsqueda de Regina, una prostituta que le traerá más de un quebradero de cabeza. A parte de esta investigación, Bianquetti decide aceptar el trabajo que le ofrece el Inspector Silva (personaje que a una servidora le cae mal no, lo siguiente) de proteger a un importante empresario de Cádiz llamado Carlos Ferraro, forofo del futbol, junto con su nuera Mary.

Lo que parecía algo tan sencillo como proteger a un empresario se convierte en una tela de araña mucho más grande de lo que parecía. Llevando a nuestro querido Manuel a llevarle a límites insospechados aunque de algunas situaciones salga bien airoso y de otras más bien acabará destrozándose por dentro.

En la novela podemos ver que los personajes que nos presentaban en La maniobra de la tortuga crecen muchísimo más en su continuación. Haciendo que te sientas ser cada personaje que nos muestra en papel. También con la introducción de nuevos personajes como ahora Grégory hacen que se enriquezca la historia, ya que con este personaje vemos como Bianquetti se tiene que ver sometido a su jefe.

En mi opinión podemos ver una dura realidad que esta allí como ahora el narcotrafico en las costas y que Benito Olmo, a lo largo de la historia, sumado a las increíbles descripciones, lo explica de una forma tan sublime que hace que el lector se sumerja sin precedentes

El libro lo conocí a través de la plataforma Edición Anticipada (que en breve hablaré sobre mi experiencia sobre ella ya que es interesante comentarla).  

La historia nos relata la vida de Monique de Bissy una joven que emigra hacia España para poder huir de los nazis a consecuencia de ser una espía. Después  muchas peripecias, y salvándose de milagro, es acogida por el aristócrata Martín  Inchauspe, que digamos hace realiza algunas actividades que no entran dentro del marco de la legalidad, como ahora la falsificación de arte (uno de los motivos que me llevo a leerlo). A lo largo de la narración nos muestra el romance que existe entre Monique y Martín, que va avanzando a lo largo de la historia y mostrado de una manera sutil, perfectos para los lectores que no suelen leer romántica.

Operación Black Death yo la dividiría en dos partes. En la primera, y la que menos me ha gustado, es muy confusa ya que aparecen muchos personajes y en ciertos momentos he sentido una pequeña incomodidad por el hecho de sentirme un poco desubicada en la trama por no saber quien estaba en cada bando.

La segunda parte (sobre la mitad aproximadamente), nos revela la verdadera trama que tiene toda la historia y haciendo que en esta parte la lectura sea muchísimo más ágil y no quieras soltarlo por nada del mundo. También da un giro sorprendente el autor que deja al lector fuera de lugar y que todo lo que se había construido el lector quede como un castillo de naipes.

Me gusta resaltar la pluma que tiene el autor por hacer que el lector pueda transportarse dentro del libro y a la época en la que esta realizada la trama (algo que yo encuentro realmente difícil, ya que estamos situando una época no coetánea a la actual) mostrando la documentación que ha conllevado. Aunque el principio me haya disgustado de alguna modo, el libro nos demuestra la fuerza que tiene y rectifica los errores que tiene en un inicio.