Este thriller psicológico con Javier como protagonista hace que te sumerjas dentro de la historia, con los ojos cerrados, con los demás sentidos alerta. Javier es ciego, por lo que la descripción de cada cosa, la forma en que Javier lo ve todo, la manera de superar los miedos…, todo eso hace muy especial esta novela: la hace diferente y a la vez natural, pues para muchos es real esta manera de percibir.

Javier es una persona maravillosa de los pies a la cabeza, pero recientemente ha tenido un episodio díficil en su vida. Al sobrevivir al trágico accidente que le ocurrió todo se ha vuelto negativo para él y está atravesando una serie de emociones relacionadas con el terror que siente desde este accidente que lo hacen muy vulnerable y propenso a la tristeza y al dolor. Pero Javier se verá obligado a enfrentar todos sus miedos cuando tiene que salir a buscar a su hija Nerea.

No sé cómo describir lo emocionada que me sentí a lo largo de todo el libro mientras Javier superaba todos sus miedos a pesar de sus complicaciones. En éste punto de reflexión de la historia fue cuando fui consciente de que quien había escrito este libro -que concretaba con tanta exactitud la forma de vida de un ciego- era también invidente.

Por otra parte también está Olga, nuestra otra protagonista, que tiene serios problemas psicológicos y un perfil sociópata que a mí me dio bastante miedo. Ni que decir tengo que es la mala malísima de la historia vestida de enfermera.

Este libro me gustó y disgustó a partes iguales: Por un lado Javier y su familia me parecieron increíbles, pero por otra no termino de encajar a la loca de Olga. Creo que su personaje no está del todo enfocado hacia lo que la autora quería transmitir y eso me hizo la novela un poco confusa.

Si os gusta el thriller psicológico y además con un toque de realismo y originalidad os lo recomiendo.