Olivia, Elisse y Kathy serán las protagonistas de esta novela escrita por Jude Deveraux. En la novela viviremos tanto su presente como su pasado, pero lo cierto es que no es algo que se haga pesado. Está escrita de manera sencilla pero bonita a la vez, lo que hace muy ágil su lectura, por lo que ni se notan las 460 páginas, que pasan en un abrir y cerrar de ojos. Eso sí, debo decir que me trabé en las primeras páginas, en las que no entendía muy bien quién era quién y si estábamos en el pasado o en el presente. Pero si os ocurre lo mismo no os preocupéis, seguid leyendo porque realmente merece la pena y comenzaréis a verle poco a poco la forma y el sentido hasta que, sin quererlo, estéis tan enganchadas que no podáis soltar el libro que tenéis entre las manos.

Me han conquistado la vida de las tres mujeres y lo diferentes que son cada una de ellas. Las vidas tan diversas que han llevado y sus diferentes visiones del presente, pero lo bien que congenian a medida que la narración transcurre, la conexión tan especial que tienen y lo partícipe que acabas siendo de sus historias.

Me han parecido que las protagonistas están muy bien creadas, cada una con su personalidad tan marcada y diferente del resto, con profundidad, Jude nos enseña cómo han crecido o están creciendo, aprendiendo y siendo mejores versiones de ellas mismas. Las tres me han gustado pero he de decir que me he enamorado del personaje de Olivia, una mujer que sobrepasa los 60, de sus vivencias, de su carácter tan fuerte y jovial.

Si os preguntáis cómo nos va adentrando la autora en la vida de nuestras protagonistas, os diré que no os preocupéis porque no es nada forzado, lo va haciendo mediante flashbacks y relatos que las propias protagonistas cuentan, por lo que muchas veces me parecía estar viviendo charlas de “terraceo” con amigas.

Volvería a leer sin ninguna duda a la autora, me ha parecido una lectura fresca, ideal para un bonito día de primavera en el que el sol comienza a calentar.

Hope es una niña que no escucha las palabras, y esto no quiere decir que sea sorda. No, no. Ella escucha el mar, escucha la música y los ruidos del día a día, pero no a las personas. Es por este motivo por lo que crece en la más absoluta soledad, soportando las miradas de sus vecinos y de los niños de su edad, que la consideran rara y desconfían de la veracidad de su historia.

Un buen día Hope conoce a Joseph, que trabaja en el viejo teatro de Serendipity y desde ese instante todo cambia. Os podría contar más de la historia pero realmente creo que es romper la magia del libro. La sinopsis es perfecta para dejarte con las ganas, para que vayas descubriendo a medida que avanzas las sorpresas que las autoras nos tienen preparadas. Lo que sí os diré es que tenemos un narrador muy especial, ¿por qué? Porque se trata de una marioneta.

“Cuando los humanos tienen que enfrentarse a cosas que no son capaces de comprender, lo habitual es que huyan o finjan que no ocurre nada pese a tenerlo delante de sus narices”

Tenéis que saber que adentrarse en las páginas de “Hope” es recorrer con ella momentos de la más absoluta felicidad que te sacarán más de una sonrisa, pero también instantes de amargura e, incluso, de humor. Es un libro con el poder de emocionar, de hacer sentir, de hacer reflexionar. Trata aspectos muy duros, pero con gran delicadeza y enseñanzas. Desde luego es un libro que no os dejará indiferentes. La prosa es maravillosa, descriptiva pero no en exceso. Con capítulos muy, muy cortitos, de 2‐6 páginas. Se devora. Además, la historia está narrada como si de un cuento se tratara, y cuenta con multitud de referencias a historias que seguro que conocéis (a mí me encanta irlas descubriendo).  Por cierto, tened marcadores/post it cerca porque vais a llenar el libro de ellos, os lo aseguro.

“Las personas suelen creer que pierde el que posee, pero yo siempre he creído que pierde el que ama”

Las autoras han conseguido que los personajes crezcan, cada uno a su ritmo, y cerrar todas sus historias. Hacen que los conozcamos a fondo a todos y es algo que en pocas ocasiones me encuentro. Los personajes son tan reales y a su vez están tan llenos de magia que creo que solo se puede entender dándole una oportunidad al libro.

“Lo que hoy te hace diferente, en otro lugar o en otro momento te haría normal”

Si queréis soñar y estáis dispuestos a sentir la magia el teatro Serendipity os espera.

Simona nos presenta en “Solo un secreto” una novela romántica‐erótica en toda regla. Escrita en tercera persona, nos narra la relación que surge desde que Isobel, médico y cooperativista, debe dejar a un lado sus primeras impresiones y sus prejuicios para ponerse en contacto con Alexander y conseguir sus donaciones. Éste es un hombre fiestero y al que le encantan las mujeres. Pertenece a la jet‐set, y es el prototipo de chico guapísimo al que todas desean. Por su lado, Isobel es muy prudente y reflexiva. Médico de profesión, ha ido en varias ocasiones a países subdesarrollados para ayudar.

Aunque el objetivo de ella es conseguir el dinero necesario para la organización, todo se tuerce cuando Alexander se propone acostarse con Isobel y empieza un continuo filtreo entre ambos. Con el paso del tiempo deben poner sus sentimientos en orden, no sólo los presentes, sino también los pasados.

Los personajes van cambiando, madurando, creciendo a la vez que pasamos las páginas. La evolución de ellos no me ha parecido para nada forzada, y he conseguido meterme fácilmente en sus cabezas y entender por qué son cómo son y por qué esa manera de ser y de sentir va cambiando con el paso del tiempo.

La narración no sólo se centra en la trama principal que abarca a Isobel y Alexander, sino que también nos presenta la historia de Peter, hermano mayor de Alexander. Esta trama secundaria me ha enganchado de igual manera, así como el tema de la cooperación. Me parece estupendo que la autora haya metido una situación tan delicada y aproveche para concienciar a los lectores. ¡Bravo!

Hablando de las tramas secundarias os diré que hay un personaje que me gustó muchísimo, y es que Simona nos presenta a Gina, una joven somalí con la que vivimos la cruda realidad que le ha tocado vivir, y todos los problemas con los que tiene que lidiar en su día a día.

Con un ritmo ágil, la autora nos trae diversidad de temas como la depresión, las desigualdades sociales, el cooperativismo, los miedos y los errores que no pueden cambiarse, y con los que hay que aprender a vivir.

No os dejéis engañar por la cantidad de páginas porque ¡se lee en un suspiro!