“NO DIGAS NADA” es thriller judicial, intercalándolo con el thriller policiaco, es un tipo de lectura que me gusta consumir con frecuencia, aunque claro, tiene una gran desventaja, cuantos más libros leas de este tipo, más predecibles se harán los próximos. O no. La predictibilidad no tiene porqué restarle calidad, hay autores como John Grishamo Patricia Cornwell, que a pesar de darle vueltas siempre al mismo género, al final acaban entreteniéndote lo suficiente como para comprarte el siguiente cuando esté disponible.

Brad Parks en su séptimo trabajo ha sabido aprovechar todo lo que el género da para atraparnos desde el primer momento. Nada más comenzar, nos relata sutilmente la perfección de vida que lleva el juez Sampson, contándonos sus rutinas como padre, para llevarnos de buena a primeras al secuestro de sus hijos, todo ello desde un relato en primera persona. ¿Qué quieren? Que cambie sus conclusiones en un juicio. ¿Cómo lo hacen? Secuestrando a sus hijos.

A partir de ahí, a través de los capítulos intercalados con los malos de la situación, se entremezclará todo para darnos un interesante y entretenido relato, casi adictivo, en el que los giros de guión, los momentos emotivos de los personajes, muy bien perfilados por el autor, las situaciones especulativas, en las que el protagonista y tu como lector empiezas a dudar de quién está detrás de esto, pues engancha. Sin embargo, las situaciones, a veces no tan reales como se darían en un entorno normal, te sacan del libro, aunque al final, acabas pasando por el aro cualquier cosa con tal de seguir sumergido.

Otra cosa que no me ha terminado de gustar, es el tono tan descriptivo que a veces utiliza, pues a mí termina aburriendo un poquito, sobre todo cuando es “de relleno”. El final no es sublime, pero sí que es bastante contundente, acorde e interesante. En términos generales, “NO DIGAS NADA”, me parece una lectura bastante entretenida, incluso adictiva, con situaciones muy irreales, pero que le dan ese toque cinematográfico que a veces necesita una historia, empieza muy fuerte para enganchar, luego se calma para marcar personalidades y situaciones, para volver a darnos giros vertiginosos, especulación y entretenimiento.

Por último, aunque en sí tiene que ver más con la publicidad sobre el libro, que con el libro, no entiendo porque se le ha puesto un banner publicitario citándolo para fans de John Grisham y ‘Stranger Things’. Vale, lo primero lo entiendo, pero lo segundo estoy totalmente desacuerdo, es una falsa publicidad que intenta vender más ejemplares, porque la serie tiene tirón, pero si vas y te compras el libro creyendo que va a ser como la serie de Netflix, acabas pillándote un buen cabreo. Aquí ni está Eleven, ni Mike, ni los hechos que ocurren en Hawkins. Creo que el autor tiene suficientes méritos como para empeñarle con publicidad no muy verídica.

Estamos ante una novela romántica juvenil cortada por el mismo patrón que las de Federico Moccia. Si te pasa como a mí, que no eres demasiado fan del escritor italiano, probablemente no te llegue a conquistar, sin embargo si eres una persona que disfruta con ese tipo de literatura, te la recomiendo sin duda. Será tu libro.

En solo 256 páginas, nos dará tiempo a pasar por todas las fases del amor a través de un viaje literal y metafórico en tren, escrito de forma epistolar, en el que nuestro protagonista Enrico nos descubre sus sentimientos y las experiencias vividas con su ex novia Irene, por la que aún siente cosas. Por otro lado también seremos testigos de la difícil relación paterno-filial del chico y demás cosas que afectan en su día a día al ser humano.

Definitivamente, como bien he recalcado al principio, no es mí lectura. Está bien escrito, con una narración simple y sencilla, pero carece de argumento más allá de las reflexiones y moralinas típicas sobre el amor. Puede que siga probando con el género, nunca se sabe donde habrá escondida una joyita, pero de momento este quedará relegado a la sala de espera del olvido.

Siendo del todo sincera, Barbara Wood no es una autora que yo elegiría para comprar un libro y disfrutar. No soy dada a la novela romántica, es más, creo que de corte absolutamente romántico, sin otros géneros que lo acompañen, no me he leído nada, porque sinceramente, no me llama la atención, ni visualmente, he de decir que las portadas románticas son feas en su gran mayoría, ni en temática, porque me parece más ciencia-ficción que el propio género en sí. Entonces diréis, ¿por qué nos traes esta reseña? Y yo os contestaré: Leer no engorda y siempre, en medida de mi nivel de “aventura”, intento probar lecturas diferentes, no sabes dónde encontrarás un diamante en bruto.

Lo primero que me llamó la atención de “LA TIERRA DEL SOL PONIENTE” fue la portada, denota lo que contiene pero a la vez tiene ese aire cinematográfico de los 30 o 40 que tanto me gusta y la verdad, es que me entró por los ojos. El libro es una saga sobre ambiciones, grandes y pequeñas, y sobre la transformación de un territorio virgen y bañado por el sol, el último refugio de los nativos, en el lugar de encuentro de las rutilantes estrellas del cine mudo, un emplazamiento devorado por el frenesí de la modernización. También es la historia de una mujer que encuentra en este lugar, la voz y la fuerza para seguir adelante.

Narrativamente es soberbia, no es algo que vaya a descubrir ahora de Barbara Wood, tiene una carrera literaria impresionante y es por algo, sabe dotar a sus libros de gran detalle paisajístico, contextualizando todo de tal forma, que parece que estás viendo lo que ella te describe y te cuenta, desde diferentes puntos de vista. Sin embargo, sigue sin ser mi género favorito, me ha costado mucho terminar el libro, ya no es sólo que sean más de 600 páginas, sino que ha habido un momento en el que la autora ha tenido algún momento más disperso, como de relleno, que ha terminado de minar la confianza que le tenía puesto al libro.

Para quien le guste el género, es una magnífica opción, porque es una buena historia, con una trama a la altura de las expectativas, con amor, poder y mucha naturaleza, con cierto aire del Hollywood dorado, pero que, como en muchas ocasiones, no apta para todos los lectores. Para quien esté dudoso, lo mejor sería probar, puede que te sorprenda y te lleves un gran relato de regalo. A mí, en lo personal, no me ha defraudado pero tampoco me ha hecho seguidora de la novela romántica, aunque si vuelve a caer otro libro así en mis manos, sin lugar a dudas, le daré una oportunidad.

John Grisham vuelve a sorprendernos con un libro sobre abogacía, un thriller legal con más de un caso que resolver. No es el típico libro de litigantes de despacho, con cierto estatus, que defiende a una persona inocente, o bien por su dinero o bien porque no ha tenido nada que ver con lo que se le acusa, sino que nos trae un antihéroe con muchas artimañas en la manga a defender los casos que todos rechazarían por principios y resultados.

“UN ABOGADO REBELDE” no es el primer libro que me leo del gran John Grisham, ya me he leído unos cuantos de este género que tan bien sabe manejar: thriller legal y la verdad es que cada uno te sorprende más que el anterior, no sólo porque te atrapa desde el primer capítulo (o el párrafo), sino porque te muestra a personajes que no son ni buenos ni malos, sino con una moralidad más que cuestionable, pero que tienen su derecho a defenderse y aquí, a través de seis partes, vemos cómo actúa nuestro protagonista, el cual deja muy atrás su integridad moral en más de una ocasión.

El libro está divido en seis casos, todos interrelacionados y narrados de forma cronológica, en ellos vemos la evolución del juicio a través del protagonista, nada aburrido, todo muy ameno y con apuntes muy hilarantes. A través de esos casos, vamos conociendo más de la vida del protagonista, de cómo lidia con una ex-mujer también abogada y las visitas mensuales a su hijo, sin olvidarnos de lo que conlleva no tener clientes muy estimables. Ciertos problemas personales que le sacuden entre los juicios, atentados contra su vida, secuestros, ajustes de cuenta por parte de antiguos clientes no muy contentos con su sentencia… todo ello sin descuidar el caso, ni la narrativa. Todo muy equilibrado, dándonos una sensación de sentirte atrapado en la vida de Sebastián Rudd, en sus rutinas, juicios y miserias. Lo que hace que vaas deborando el libro página a página para saber más.

El autor John Grisham no necesita presentación, junto a Patricia Cornwell, John Connelly o Robin Cook, forma un grupo en el que el thriller mezclado con los casos policíacos, legales o médicos, son siempre a tener en cuenta cuando se anuncia un nuevo libro, por lo menos entre mis gustos. Sabes que con ellos no te aburrirás, aunque su libro forme parte de una Saga será autoconclusivo y te enterarás de todos los pormenores porque tienen una narrativa muy apropiada a todos los públicos. Con “UN ABOGADO REBELDE” no te aburrirás, está lleno de giros, drama, momentos hilarantes, suspense y una narrativa que te atrapa. Muy recomendable y no me importaría que hubiera una segunda parte de las aenturas/desventuras de Sebastián Rudd.