Sinceramente, me esperaba mucho más de este segundo libro. Creo recordar que en la reseña de Una llama entre cenizas dije que era un libro introductorio y que, seguramente, los siguientes tuvieran más chicha porque ahí nos estaba explicando el universo. Pues aquí ni lo uno ni lo otro.

Es que sí que han pasado cosas, pero siento que la autora le ha dado mil vueltas a todo y que sobraban varios capítulos.

Por ejemplo, a parte de los capítulos contados por Elias y por Laia se añaden los narrados por Helena (amiga de Elias, nueva Verdugo de sangre). Es cierto que está muy bien saber lo que está pasando en esa zona del imperio, donde está el emperador y donde se dan las órdenes, pero había capítulos de la pareja principal que no me aportaban nada más que dramatismo.

Como libro de acción y aventura está guay, además el hecho de que tenga ese ambiente de Imperio romano le da un toque original. Pero el romance que ha metido me ha destrozado un poquito la trama.

No me enrollo más, me ha parecido que Sabaa Tahir está alargando la historia como si fuera un chicle, es cierto que se ha explicado mejor la personalidad de Helena, Laia y Elias pero al mismo tiempo ha hecho la lectura un poco tediosa. No digo nada del romance porque quiero ver cómo termina de desarrollarlo, pero de momento lo veo un poco forzado (lo noto muy en juvenil siempre hay romance, sino no van a leer el libro así que voy a poner que se miran mucho y se preocupan mucho el uno por el otro.

Pero tengo que decir que el final consiguió levantarme los ánimos de lectura y tengo curiosidad por saber qué camino va a tomar en el tercer libro.