Este libro es un poco complicado de entender de buenas a primeras y más sin dar ningún spoiler, pero lo voy a intentar.

Cuando empecé a leerlo estaba de lo más confundida, porque no entendía nada, ni el contexto, ni donde estaba, ni quien era quien, pero esto está bien cuando entiendes que nuestra protagonista está igual y teniendo en cuenta que uno de los puntos de vista es en segunda persona narrado por Abbie.

El otro punto de vista es en primera persona del plural, ambas perspectivas nuevas para mí, pero en ningún momento me confundí porque los que cuenta Abbie tiene el número tal que “capítulo 10”, y los otros tal que “capítulo diez”, al principio es un poco lío, pero una vez que el cerebro se acostumbró, me encantó.

Vas descubriendo absolutamente todo con la protagonista, porque tú eres ella, así que hace que quieras seguir leyendo para ver que es lo que te ha pasado y llega un momento en el que te metes tanto, que sientes que eres ella.

A partir del capítulo 79 (he dicho que son capítulos muy cortitos) es un no parar, hay algo que me quedé que no me lo podía creer y tuve que volver a atrás.

Abbie es una robot, o sea que la Abbie humana desapareció y Tim ha podido reconstruir parte de sus recuerdos y despertarla para poder seguir junto a ella como la pareja perfecta que eran antes.

Pero poco a poco va rehaciendo los recuerdos de la antigua Abbie y quiere encontrar la razón por la que desapareció, quién le hizo daño, si sigue con vida, si se habrá suicidado… te hace pensar en todas las posibilidades, hasta que las teorías que te has montado en la cabeza se van viniendo abajo.

El personaje de Abbie está muy bien construido y tiene mucha profundidad. Los personajes secundarios también tienen muy buen desarrollo, aunque no conocemos mucho su historia excepto de Tim y de Danny que son básicamente el mundo de Abbie.

De Tim no puedo decir mucho sin hacer spoilers, pero es un personaje que me sorprendió bastante y es cierto eso que dicen de que la gente no es lo que aparenta, lo dejo ahí.

En los últimos capítulos se integra otro punto de vista y esta vez en primera persona del singular y si no me equivoco es desde la narración de Tim, pero no estoy segura porque estaba tan enganchada leyendo, queriendo saber lo que iba a pasar, que no quería pararme.

Además de meter el tema de la inteligencia artificial que da para rato, porque es un tema que ya existe (no de forma tan avanzada), pero leer una historia en la que te ves metida dentro de ella y ser tratada como una cosa (porque técnicamente no eres humana) es otra cosa muy distinta.

También se centra en el trastorno autista de Danny, cómo reaccionó la pareja y cómo buscan los tratamientos, las investigaciones y demás hizo que completara mucho más la historia. Y ya no solo eso, sino como relaciona el aprendizaje de los robots con el espectro autista, como las personas que sufren autismo les cuesta identificar las emociones, tener empatía… y como podrían investigar nuevas formas para hacer que los niños puedan aprender los sentimientos.

Llega un momento en el que la línea entre “máquinas” y humanos se desdibuja bastante y ya no sabes si los robots pueden llegar a ser más humanos que algunas personas.

El dilema al que llegaremos en algún momento de ¿tienen los robots sentimientos?, ¿qué derechos tendrán?, ¿vivirán como nosotros? ¿qué hace que tengas conciencia?, ¿cómo un robot puede crear empatía, tener valores, aprender por sí mismos, tener sentimientos…?

El final me sorprendió mucho porque no me lo esperaba para nada, no voy a hablar de giros porque sé que hace que aumenten las expectativas en este tipo de libros, pero sí diré que me encantó cada cosa que pasaba.

Es un libro que engancha muchísimo, que te deja en vilo y quieres poder tener toda la información que vas adquiriendo capítulo tras capítulo, pero que quieres saber más y más.

Intentaré no compararlo con 50 sombras, pero creo que va a ser difícil. Para que os quede claro, no se parece en nada, la trama es completamente diferente, y aunque es verdad que los personajes tienen cierto parecido, en ningún momento notas que estás leyendo un libro de la misma autora.

Por si tenéis dudas de si leerlo o no, os aclaro que no vais a encontrar sadomasoquismo, ni tampoco tantas escenas de sexo. Sí, es una novela erótica, pero con un aire más romántico al de 50 sombras, sigue habiendo escenas de sexo bastante explícito, pero es diferente la manera en la que lo cuenta.

Con los viajes en autobús que tengo que hacer casi a diario, me ha pasado una cosa que hacía tiempo que no me pasaba y es que no quería que llegara mi parada para poder seguir leyendo y cuando llegaba a mi casa tenía el mono de coger el libro, así que se podría decir que me enganché solo un poquito.

La historia nos la cuentan los dos protagonistas, por una parte, Maxim en primera persona haciendo que te metas en su cabeza y Alessia en tercera persona haciendo que la veamos más lejana. Se ve como la escritora ha jugado con esto para que, aunque tengamos dos narradores, percibamos a cada persona de manera diferente simplemente por el tiempo verbal.

Es la primera vez que leo un libro con dos puntos de vista escritos así, pero me ha gustado, la única pega que le pongo como en casi todos los libros donde hay varios puntos de vista es que no aparece el nombre de quien narra y en este en concreto, lo cuentan por párrafos, es decir, que en el mismo capítulo pueden que cambien 3 o 4 veces de narrador, pero te ayuda a ver todos los ángulos de la historia.

Los personajes están bastante bien desarrollados para ser el primer libro, aunque por ser autoconclusivo, me hubiese gustado saber un poco más de algunos de ellos.

A Maxim lo conocemos desde el primer capítulo, nos metemos en sus pensamientos con mucha facilidad algo que costaba mucho con Christian Grey incluso en los libros desde su punto de vista.

Aunque Maxim no quiere ningún compromiso o relación con ninguna mujer, no se le coloca en el tópico de chico malo que las trata mal ni de millonario poderoso, si no que se preocupa por las personas y no pone su pasado como escusa para sus acciones de ahora.

A Alessia nos cuesta conocerla un poco más, tal es así que hasta casi al final no terminamos de conocer su historia. James sí que ha metido a Alessia en el tópico de chica inocente y tímida, cosa que entiendo bastante por como se desarrolla la historia, pero no termina de encajarme su personalidad ni su comportamiento en ciertos temas.

Aunque creo que uno de los objetivos del libro es descubrir la historia de Alessia junto con Maxim, no terminé de entender esa atracción que sentían mutuamente, ni ese enamoramiento por ambas partes cuando se conocen tan poco, no lo calificaría como instalove, pero creo que la escritora se precipitó un poco en esta relación.

El final también fue muy precipitado, me hubiese gustado leer un par de capítulos más o por lo menos un epílogo cierto tiempo después para ver como les iba a los personajes. Tiene un final cerrado, pero tal y como termina parece (o por lo menos quise hacerme ilusiones) que habrá una segunda parte, aunque creo que no.

Lo primero es dar gracias a Edición Anticipada por la oportunidad de poder leer y reseñar este libro.

 Cuando leí la sinopsis me entraron ganas de leerlo ya que los libros de intriga y suspense son lo mío, pero también me entró la duda de si se parecería a La Chica del tren (que no me gustó mucho) y me dije no te ilusiones que después te decepciona. Total, que empecé a leerlo y sí, se parece a La chica del tren en el sentido en que la protagonista es alcohólica y nadie la cree porque piensa que son imaginaciones suyas, pero ahí termina la similitud, cosa que agradecí.

 Anna es nuestra protagonista. Es psicóloga infantil (imaginad mi alegría cuando leí esto), y sufre agorafobia y Trastorno de Estrés Postraumático, pero en ningún momento te cuenta como ha llegado hasta allí hasta el final. Una de las cosas que me encantó es que habla en lenguaje técnico sobre la agorafobia y sobre los manuales en los que nos basamos los psicólogos como el DSM-V.

 Anna sabe que no debería beber tanto y más porque lo está mezclando con la medicación, pero ella tiene muy claro que es lo que vio. Algo bueno que tiene este personaje es que nunca se da por vencida, tiene bastante carácter, pero llega un momento en el que la presionan tanto que comienza a pensar que si es ella la que realmente se ha equivocado, aunque sigue buscando pruebas que afirmen lo que vio.

 El resto de personajes son más bien secundarios, ya que se basa mucho en el punto de ella, aunque también conocemos otras perspectivas, que refuerzan que lo que Anna vio, no era real.

 Como en todos los libros de suspense y policíaca una siempre tiene a un sospechoso y aunque el autor se vaya por otro lado tú sabes quién es, bueno, pues en esta ocasión me sorprendió, no me lo esperaba para nada, ya después vas atando cabo y todo concuerda, aunque también es verdad que el autor te pone al falso sospechoso en bandeja para que hagas tus prejuicios y lo estereotipes, pero te da todas las pruebas para que te las creas. Así que realmente ha sido un libro en el que he aprendido a que no todo es lo que parece y que hay a veces que los malos son los buenos y viceversa, aunque aparenten lo contrario.

 El final me encantó porque no solo me sorprendió lo que pasó sino también por descubrimientos que hacemos de la enfermedad de Anna. Es un libro que te hace entender mejor las enfermedades mentales, que pueden tenerla cualquier persona y no por ello hay que apartarla ni estigmatizarla, sino al contrario, ayudarla en todo lo que se pueda.

Este libro habla de la historia del primer amor, pero este amor es algo diferente, como suele suceder en todas las relaciones. Lo primero es que la sociedad no es como la conocemos ahora, sino que no puedes tener pareja hasta los 35 años, después sí puedes tener hijos y formar una familia, pero antes no, ya que eres visto como una paria más o menos, para que os hagáis una idea.

La sociedad en sí no me gustó para nada cómo está organizada ya que según los que gobiernan este mundo el amor no puede llegar antes de los 35, y eso no lo sabes, el amor puede llegar a cualquier edad. También tiene otra peculiaridad en la que es algo así como que cada tanto tiempo las personas cambian de país o de ciudad, y vuelven a integrarse, hasta que ya tienen 35 años y se estabilizan en un sitio y forman la familia. Digo que es algo así, ya que en el libro no lo explica de manera explícita, simplemente te habla de Vaivodas y tú tienes que averiguar que son.

El problema de este mundo futurista es que hubo un fenómeno en el que un anillo de meteoritos se puso alrededor de la Tierra (me imagino que será como el anillo de Saturno pero más cercano y por toda la Tierra, como cuando dejas algo dulce en el suelo y acuden las hormigas), el caso es que deben descubrir la manera de superar esa capa de meteoritos por llamarlos de alguna manera para que puedan irse todos a otro planeta habitable antes de que los meteoritos le den por caer en la Tierra, lo sé, es un poco de locos.

Bueno, pues todo esto hay que explicarlo para entender que los dos personajes de esta historia, Carys y Max, de una forma u otra, terminan en el espacio, y tras un accidente, se quedan vagando por el espacio, supongo que es el mayor miedo que puede tener un astronauta. Bueno, pues imagínate allí, rodeada de literalmente nada con una bombona de oxígeno que tiene para 90 minutos antes de que se acabe junto con tu pareja, un poco agobiante ¿no?, bueno, pues lo que hacen ellos es contar la historia al revés, mediante flashbacks (sabéis que no soy muy amante de los flashbacks) para que intentemos entender todo el lío que os he contado.

Además de esto, los personajes no terminaron de convencerme ya que les faltaba desarrollo porque no es lo mismo contar una historia en el momento en el que ocurre que en recuerdos, las sensaciones y todo es completamente diferente y cuesta muchísimo más, o por lo menos a mí me pasa, el meterte en la historia.

Carys es una chica muy tranquila, piloto de transbordadores que va por la vida como quien no quiere la cosa, simplemente hace sus cosas, tiene un trabajo y un círculo de personas muy pequeño. Por otra parte, tenemos a Max que es el polo opuesto. Es más rebelde, va de una chica a otra hasta que se encuentra con Carys.

Y lo último que voy a comentaros es el final, que me dejó impactada, pero ojalá pudiera decir que para bien. El final aunque voy a decir los finales, ya que tiene 3. Sí, como lo leéis, 3. Es como si estuviese leyendo el borrador y la escritora lo hubiese mandado a la editorial con la esperanza de que la editora le dijera cual de los 3 finales le parece mejor, en vez de elegir ella misma uno, así desde luego no queda nadie insatisfecho.

Con el estreno de la película a la vuelta de la esquina, E.L. James ha aprovechado y ha sacado la segunda parte de Grey, que es la trilogía de 50 sombras contada desde el punto de vista de Christian, sí, pasa exactamente lo mismo, pero se ve desde otra perspectiva.

Si hubiese sido otra historia u otros personajes, estos libros los hubiera visto innecesarios, pero Christian tiene una historia tan dura y es tan enigmático y siempre tan serio, que desde el punto de vista de Ana no terminamos de conocerlo, así que me ha parecido muy interesante colarme dentro de su cabeza.

Hace como un año o dos que leí la trilogía al completo y no recuerdo muchos detalles, pero en este libro vi a una Anastasia más insegura, no sé si era así, o es como la ve Grey. También hay que decir que Ana mantiene la mente algo más abierta ya que ahora conoce mejor a Christian y sabe que tiene que andarse de puntillas, pero hay cosas que deja pasar, que no debería desde mi punto de vista.

Conocer a Christian ha sido todo un descubrimiento y un reto, a ver como lo explico, se encierra dentro de su cabeza, por lo que al principio aunque estés en sus pensamientos, se los guarda, los reprime y los rechaza, lo que lo hace más difícil, pero conforme avanza la historia vamos notando una evolución a mejor y terminamos conociéndolo mucho más.

Y aunque Christian es un posesivo y celoso sin cuidado (cosa que es malísima para una relación) hay a veces que se da cuenta y da un pasito para atrás, incluso así, todavía le queda bastante por aprender.

No sé si está prevista la publicación de la tercera parte, pero ya que han sacado las dos, tengo ganas de saber que sigue pasando por su cabeza y más en el tercero que pasan cosas muy interesantes.

Ya solo la portada me enamoró, y aunque sé que no debo dejarme llevar por lo de fuera, es inevitable. Desde la sinopsis se entreveía una historia interesante y muy entretenida llena de comida y dulce, pero es mucho más que eso. Es una historia que trata temas muy cotidianos como es el instituto y la comida, nos hace darnos cuenta de que no todo lo que comemos es bueno, que hay que cuidar lo que ingerimos y no solo por la figura sino por salud, por estar más saludables, positiva y con más energía.

Es un libro muy fácil de leer, que en tres días como mucho puedes terminártelo que te deja con muy buen sabor de boca, y sí, es bastante grueso pero no asustaros, merece la pena. Una de las cosas que me gustó es que a la vez que cuenta la historia y la tía Mirna enseña a Fiona a cocinar le va enseñando recetas que puedes hacer tú en casa, ya que te vienen todas las medidas y los tiempos que necesitan estar cocinándose y por supuesto está la receta de la famosa tarta de almendras que lleva el título y os prometo que la haré, ya pondré una foto en Twitter o Instagram.

Al final de la historia la autora te recomienda un libro que es de donde ha sacado todos los consejos de Mirna y  se llama 64 reglas básicas para aprender a comer bien y es de Michael Pollan, libro que os recomiendo enormemente, ya que le da un toque de humor a la vez que nos da consejos muy prácticos y saludables sobre cómo debemos comer, en que nos debemos fijar cuando compramos la comida, etc. y lo aviso, no es un libro sobre cómo adelgazar ni de recetas.

He de decir que desde siempre me ha gustado cocinar pero me da mucha pereza después tener que limpiar todo y apenas tengo tiempo ni para comer así que imaginaos para pasar horas en la cocina. Pero me ha entrado el gusanillo de cocinar de nuevo, hacer postres y comenzar a comer sano otra vez.  Está narrado en primera persona por Fiona, por lo que se hace aún más sencillo de leer ya que te metes más en el personaje.

Los personajes están bastante bien desarrollados, aunque sí que es verdad que se podría haber sacado algo más de ellos, pero la historia no se centra en ellos en realidad, sino en el mensaje que deja de comida sana y tener en cuenta lo que nos metemos en el cuerpo.

Fiona es un personaje que lo ha pasado muy mal y está pasando una época peor, ya que debe hacerse cargo de todo lo que debería hacer su padre, pero ella sabe hacerle frente a lo que le venga aunque a veces le cueste, como es normal y a todos nos ha pasado. Madura mucho gracias a la cocina y a la ayuda de la tía Mirna quien le instruye en todo momento.

Carmen y Matt por otra parte, son sus mejores amigos desde hace mucho tiempo. Son las únicas personas que saben lo de su padre y le apoyan en todo. Alberto es el amigo de la infancia que aparece tras haber estado fuera durante bastante tiempo, pero cuando estaba junto a ella era quien le defendía ante todos los que se burlaban de ella.

El final es cerrado y me gustó mucho el hecho de que no dejara ningún cabo suelto y que terminara justo como yo quería.

Lo primero de todo gracias a Montena por enviarme este libro. La verdad es que lo había visto en novedades y me interesó bastante aunque tampoco voy a engañaros, la portada me encantó.

La trama es bastante original, pero más que eso, es la manera de narrarlo. No está en orden cronológico, pero no es de esos libros de los que te saltan tanto en el tiempo que no sabes ni en qué día vives, sino que hay dos momentos. El pasado y el presente: lo que pasó y lo que Gloria cuenta que le pasó. Es una historia que engancha mucho y te deja con la intriga hasta el final, y no puedes evitar seguir y seguir leyendo para averiguar más sobre cierto personaje.

Los personajes tienen mucho relieve y cuentan con muchos detalles tanto de su personalidad como de su pasado y sus pensamientos. Aunque hay ciertos aspectos en uno de los personajes, en el chico, que no me acabaron de encajar y que supuse erróneamente que mis dudas iban a ser resueltas al final del libro.

Básicamente en este libro tenemos a dos personajes protagonistas: Gloria y Uman, que son los únicos que realmente importan en la trama, los padres de Gloria también aparecen pero su historia no es relevante.

Gloria es una chica inmadura, influenciable e impulsiva de quince años que se escapa con una persona que cree conocer y no piensa en las consecuencias. Esto claramente no es un ejemplo de nada. Harta de todo se aferra a alguien en quien sabe escuchar y se deja llevar por él de una manera alarmante y termina cayendo rendida a sus pies mientras empieza a hablar como él y ser más él, y no estamos hablando del momento en que nos enamoramos y pasamos tanto tiempo con la otra persona que se nos pegan las expresiones y los gestos, sino de una manera manipulada, que se nota que le está manipulando desde el primer momento. Sinceramente no es un personaje que me cayera bien, ya que no es capaz de tomar sus propias decisiones ni de decir «no». El enamoramiento de los dos o por lo menos de parte de ella también me pareció muy precipitado ya que toda la historia se narra a lo largo de un mes.

Uman es harina de otro costal. Gloria no me cayó bien, pero con este personaje tengo un problemilla y es que lo detesto. Aparece como si las reglas no le importasen. Prepotente, impulsivo y tan manipulador que lo debería tener grabado en la frente. Aparece con un «pasado sospechoso» del que se duda en la historia, y con una visión de futuro que no tiene ni pies ni cabeza al igual que su filosofía en la que dice que quiere ser diferente y no otra persona normal y hay muchas maneras de ser diferentes, una de ellas es coger lo que mejor se te da y potenciarlo, pero no él decide no tener respeto por nadie ni por las leyes y eso lo único que trae a la larga no son más que problemas.

 El final es demasiado abierto para mi gusto y me alegro cómo acabó, pero me hubiese gustado algo distinto, otro sentido en la trama. Algo que no me enfadara y que al final dijera a merecido la pena porque aprendido tales cosas.