Me enamoré de este libro nada más verlo en la página de edición anticipada, ya que reúne un montón de cosas que me encantan.

En Nadie duerme nos encontramos con un mundo distópico, en el que hombres recién salidos de la cárcel (en la que han estado tras haber agredido sexualmente a mujeres) empiezan a aparecer asesinados con un tiro en la cabeza.

La novela comienza con el asesinato de un eminente juez, cuyas sentencias han causado polémica y la ira de los sectores feministas de la sociedad.

No hace falta seguirme desde mis inicios para saber que la distopía, los asesinatos y el feminismo son tres cosas que me apasionan. Al aparecer las tres en una misma novela, os podéis imaginar lo altísimas que eran mis expectativas, y que estuviera esperando al cartero como un perrito porque deseaba ponerme con esta lectura.

Al principio me asustaron un poco las más de cuatrocientas páginas que tiene el libro, ya que me esperaba que fuera bastante más pequeño. Sin embargo, al ver que el tamaño de la letra era kilométrico me tranquilicé un poco.

Tengo que reconocer que el estilo con el que está escrito el libro es, quizás, demasiado simple para mi gusto. Sin embargo, este lenguaje cumple su efecto, ya que supone un golpe de realidad para el lector; Barbi Japuta no duda en hablar de machismo, agresiones sexuales, racismo, la sociedad fascista del libro y distintas problemáticas de forma directa y, por qué no, brusca.

Además, toca otros muchos palos, como el capitalismo y el cambio climático, y para principiantes como yo está genial que utilice un lenguaje sencillo para acercarse a quienes no tenemos mucha idea de esto.

Como veis, aunque estemos en una sociedad distópica, no hace falta imaginarse un mundo muy distinto, ya que la LGTB fobia y otros temas de los que habla Nadie duerme existen en nuestra sociedad hoy en día.

La trama de esta novela es muy ligera; a pesar de que puede parecer un bombardeo constante de información, se hace muy amena y es rápida de leer.

No he comentado nada de la edición, pero creo que no hace falta; la portada es una absoluta preciosidad y, aunque suene superficial, fue una de las cosas que me hicieron fijarme en el libro y pedirlo.

Las protagonistas son diferentes entre ellas. La historia se nos cuenta en primera persona desde la perspectiva de Búho, activista del Frente Feminista Revolucionario; a través de este modo de narrar, conocemos su historia, desde su infancia hasta el momento actual. Además, Barbi Japuta ha creado una chica que, a pesar de ser increíblemente fuerte, tiene dudas y miedos, haciéndola muy real.

Un personaje que me ha cautivado ha sido Águila, la líder del comando. No sé qué tiene, pero me ha enamorado desde el minuto uno.

Me encanta la evolución que tienen todas las protagonistas, así como la historia; creo que ha sido una forma muy amena de aprender conceptos básicos sobre feminismo, anticapitalismo y la lucha contra el cambio climático.
Desde luego, tendré en cuenta los próximos libros que saque la autora, porque Nadie duerme me ha gustado mucho.

Antes digo que cierta trama se está viendo mucho en la novela policíaca, antes me como otro igualito. Naranja de sangre comparte muchísimos elementos con El intercambio: un matrimonio mal avenido con una niña pequeña, infidelidad, alcohol, un marido psiquiatra…

En este caso nos encontramos con Alison, una abogada a la que le va tan mal en su vida familiar que se centra en su trabajo. Con el tiempo y la experiencia, le confían su primer caso de asesinato, y no es nada fácil; Madeline, acusada de haber matado a su marido, quiere declararse culpable, a pesar de que hay pruebas que pueden conseguirle una pena más baja.
Sumado a la dificultad del caso, nos encontramos con que la protagonista recibe una serie de mensajes anónimos de alguien que parece que la espía.

Además de haberme encontrado muchas cosas en común con el anterior thriller que leí, Naranja de sangre tiene una cantidad inmensa de términos legales que no te explican. Incluso yo, que he estudiado derecho, en algunas cosas me he perdido un poco, ya que el sistema inglés es muy diferente al nuestro y, como digo, te sueltan muchos términos que no aclaran.

Por lo demás, ha sido una novela que me ha encantado. Tiene un desarrollo perfecto. Como personaje, Alison tiene sus altos y sus bajos; intenta mejorar como madre pero recae una y otra vez. Su marido Carl también tiene una evolución que me ha impactado mucho y no me esperaba (también mencioné en la reseña de El intercambio el papel del marido, pero éste me ha marcado más).
Creo que los personajes son uno de los puntos fuertes de la novela; incluso Matilda, la hija pequeña de la pareja, es genial. Personalmente, le cogí mucho cariño a la niña.

Sabéis que el tema de asesinatos y desapariciones me gusta mucho, así que me ha gustado ver cómo trabaja la protagonista en el caso, compaginándolo con el resto de juicios y vistas que tiene. A pesar de esos términos legales que me ha costado entender, me ha encantado ver el trabajo de abogado «desde dentro» y las diferencias y semejanzas que hay entre España y Reino Unido en cuanto a eso.

Además, los mensajes anónimos le dan un toque de misterio adicional que me ha resultado adictivo. La forma de resolver esta intriga, además del caso de asesinato y el destino de los personajes, me ha parecido muy natural, y creo que por eso me ha gustado tanto este libro; tiene uno de los mejores finales de policíaca que he leído hasta ahora.

Me ha costado un poco meterme de lleno en la historia, pero ha merecido la pena continuar. Naranja de sangre es una historia ligera; a pesar de haber casos judiciales y tratar problemas como el alcohol y la conciliación familiar, cuando te das cuenta te has leído más de cincuenta páginas del tirón.

Muchas veces me ha dado un poco de cosa pedir libros por Edición Anticipada, pero estoy muy contenta de haber pedido éste porque, como veis, me ha encantado. Seguramente se vaya directo a mi entrada de mayores sorpresas literarias de este año.
Os lo recomiendo muchísimo.

Me encanta descubrir libros autopublicados, y gracias a Edición Anticipada conseguí leer éste.

Leer en digital en la página de Edición Anticipada es muy incómodo, ya que no guarda la página en la que vas y tienes que andar buscando, y por eso no he sido capaz de pasar del primer capítulo; entre que mi ordenador va lentísimo y el coñazo que es andar buscando, no me merecía la pena.

Me ha dado mucha pena, porque el estilo de la autora me parecía muy bueno y el libro me atrapó en lo poco que leí.
Ya en el primer capítulo te presentan dos personajes que huyen, pero no te dice de qué. Además, tiene mucha acción sólo en las primeras páginas.
Los personajes que os he comentado me han parecido muy interesantes, y espero que la autora los haya explotado bien, porque dan muchísimo juego.

Incluso habiendo leído menos de diez páginas, intuí que más adelante iba a haber un instalove como una catedral, aunque tal vez me equivoque.

Espero conseguir este libro en un formato decente, porque creo que merece mucho la pena. Siento que la reseña sea tan corta, pero si podéis, dadle una oportunidad al libro.

Tengo que decir que, cuando pedí el libro, no sabía de qué iba; ni siquiera había leído el argumento antes de pedirlo. Sin embargo, por el título y la portada parecía un libro bastante distinto, y no me he equivocado para nada.

El libro está narrado a través de entradas del diario de Fiona, notas de su teléfono móvil… Aun así, creo que se empatiza bastante bien con la protagonista.
Sin embargo, aunque me parece bastante original, a veces la trama resulta un poco inconexa; en un momento Fiona te está hablando de su padre y, al siguiente, de la tía de su tutora del colegio.

La novela trata algunos temas importantes, como es el tema de estar gordo y los complejos que puede causar en una persona en la sociedad de hoy. Fiona cree que nadie se va a fijar en ella sólo por su físico.
Además, es una chica con una situación familiar muy dura; su padre lleva cinco años con una especie de enfermedad mental, que no es algo que se suela tratar en literatura, o por lo menos en lo que yo leo.
Creo que esa crítica social es muy importante, así como las «recomendaciones» para comer mejor.

De vez en cuando la autora introduce hastags en la novela. No me importaría, de hecho me parece algo original y actual, de no ser que no tienen nada que ver con la historia.

Otra cosa que no me ha gustado es que casi no te habla de las personas que rodean a la protagonista. Apenas sabes de la relación con sus amigos, o de cómo tiene tanta confianza con su profesora como para que la invite a comer a su casa el día de Año Nuevo y Fiona acepte sin problemas.

Lo que más me ha irritado es, sin duda, la relación de la protagonista con su padre. A pesar de su «discapacidad» mental (lo pongo entre comillas porque no sé cómo llamarlo), le deja mucho tiempo solo (entre otros, el mencionado día de Año Nuevo) y habla de él como si fuese un objeto decorativo o, literalmente, una mascota (en serio, hay un momento en que se refiere a él como su «papá mascota» y dice que está acostumbrada a que no le hagan caso y blablabla).
También menosprecia a las chicas que tienen más dinero que ella, como si fuera algo malo.

El tema del amor tampoco está muy allá, aunque es algo con lo que muchas adolescentes se identifican. La protagonista suele ver a un chico que le gusta, e inmediatamente lo califica de amor. Además, se indigna porque ese chico al que nunca se atreve a acercarse tiene novia.

A partir de la segunda mitad de la novela, va cogiendo algo de ritmo y eliminando parte de esas cosas que no me han gustado.

Me esperaba bastante más de este libro, pero no ha estado mal. Ha sido entretenido, se lee muy rápido y trata cosas importantes.

Este libro lo conseguí en digital gracias a Edición Anticipada, aunque llevo muchísimo tiempo sin traer la reseña.

Me sabe mal no haber acabado un libro de Edición Anticipada, pero su lectura estaba siendo infumable. La sinopsis me pareció muy interesante; es un libro policíaco, distinto a lo que leo normalmente, y la trama es original dentro del género (al menos, eso me parece a mí).

El problema lo tiene, en mi opinión, cuando empiezas a leer. El lenguaje se me ha hecho muy pesado, y parece que la trama no avanza. Además, el autor utiliza muchas veces un lenguaje coloquial, con palabras como «la peña», «colega», «madero»… Me gusta que, cuando leo, el lenguaje sea el que usamos normalmente, pero esas expresiones me parecieron demasiado.
En algunas ocasiones te explica todos los pasos que da el narrador; si cuelga el abrigo en el perchero, si se sienta, incluso si los jueves cena carne o pescado.
Sumando todo, no me ha gustado nada el modo en el que está escrito.

El protagonista tampoco me ha gustado. En las pocas páginas que he leído, sólo se habla de la chica 30 años más joven que quiere ligarse, y me aburrió bastante. Ambos se acuestan alegremente, casi sin conocerse, y él está pensando siempre en escribirla, en pasar a buscarla… Como si fuese un acosador,
Aun así, Lara es un buen personaje.

No recomiendo nada esta novela.

Todo el mundo ponía este libro por las nubes, así que cuando me dijeron que estaba en edición anticipada fui corriendo a pedirlo, y la verdad es que no me arrepiento de haberlo leído (y eso que la ficción histórica no es para nada mi género).
No tengo mucha idea de historia, pero me ha encantado la ambientación que ha creado la autora; narra de una manera bastante cruda las penurias de la Segunda Guerra Mundial. El hambre, los campos de concentración, la Resistencia, etc, todo se hila de la mejor de las maneras.
Las dos protagonistas me han gustado muchísimo.

Al principio, Vianne me parecía un personaje un poco flojo en el sentido de que se conforma con la guerra y la situación de pobreza que conlleva, pero luego tiene una evolución increíble y resulta ser una mujer muy fuerte y capaz de hacer lo que sea por la gente que tiene alrededor.

Isabelle, aunque al principio me parece bastante confiada, es incansable y, al igual que su hermana, una mujer fuerte, aunque son dos clases de fuerza distintas.

Son dos protagonistas increíbles, al igual que los personajes secundarios; cada uno tiene su importancia, su función y su manera de luchar contra los nazis.

De ponerle una pega, diría que los meses pasan muy rápido; una vez estamos en invierno y al siguiente capítulo ya es agosto.

Además, se alterna la historia principal con algunos momentos narrados en el presente; a pesar de que esos cambios aparecen indicados al principio del capítulo correspondiente, yo soy muy lista y no suelo fijarme en esas cosas, así que me despistó un poco.

En definitiva, un libro más que recomendable para todo el mundo, Se lleva un 4’5/5