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Como ya sabréis, Mary Higgins Clark es una de las autoras estadounidenses más famosas y conocidas en la publicación de novelas de misterio y suspense pero, hasta ahora, no había tenido oportunidad de ponerme con una de sus novelas. En este caso, su última publicación en España, El Último Baile, una historia de asesinatos y misterio bastante sencilla pero que engancha sin darte cuenta, con una pluma directa y ágil que te transporta al interior de sus páginas, como si estuvieras ante una película o serie de televisión. Es muy fácil seguir cada punto de la trama, cada personaje y, la verdad, es que me ha gustado bastante. Estoy deseando conocer más de esta autora.

Kerry Dowling es una joven de dieciocho años que ha dado una fiesta de fin de curso para sus compañeros y graduados a modo de despedida antes de hacer las maletas y marcharse a la universidad que han elegido para seguir estudiando. Cuando termina la fiesta, Kerry se encuentra en la parte trasera de la casa, junto a la piscina, recogiendo los restos de la fiesta, antes de que lleguen sus padres en unas horas de recoger del aeropuerto a su hija mayor, Aline, y vean el estropicio ocasionado. Pero, cuando los padres de Kerry y su hermana llegan a casa por la mañana se encuentra todo patas arriba y sin rastro de Kerry, a la que encuentran poco tiempo después flotando sin vida sobre la piscina del jardín. Los indicios son claros: alguien le dio un fuerte golpe en la cabeza a Kerry por la espalda y ésta cayo sin vida al agua. El primer sospechoso es el novio de Kerry, con el que ésta discutió horas antes de su muerte. Pero la policía no se cierra en banda e investigará todos los frentes posibles, sobre todo con la existencia de un posible testigo.

La novela se divide en tres bloques: el crimen, la investigación y la resolución final del caso. La trama va girando en torno a varios personajes entre los que encontramos la familia de Kerry: sus padres y Aline, su hermana, la cual adquiere más importancia conforme se avanza en la lectura. Aline, que ha vivido varios años en Inglaterra, regresa a casa para comenzar su nuevo empleo como orientadora en su viejo instituto, lo que le permitirá acceder a información del alumnado que podría ser de vital importancia para la resolución de la investigación sobre el asesinato de su hermana. Con la ayuda del policía al mando, Mike, Aline se involucrará de lleno en la investigación, algo que la pondrá en peligro y que, al mismo tiempo, hará que estreche lazos con Mike.
También tenemos como personaje a tener en cuenta a Jamie, un joven de veinte años con una discapacidad mental que vive con su madre, y vecino de la familia Dowling. Jamie es chico encerrado en la mente de un niño, con una inocencia adorable y también un personaje que se hace querer y adquiere importancia paso a paso.

Entre otros también tenemos a Alan, el novio y principal sospechoso en la muerte de Kerry; la madre de Jamie, el agente Mike, etc. Son muchos los narradores y los puntos de vista que se nos van dando a través de capítulo breves y adictivos, pequeñas pistas, datos y pinceladas que van transformando la investigación y el caso en una historia que, sin darte cuenta, habrás leído casi de una sentada.

Lo único negativo en mi caso es que descubrí rápidamente la identidad del asesino. No sé si será porque es un «sospechoso habitual» típico y tópico en toda serie y película de investigación policial y crímenes que se precie pero, nada más aparecer en escena, todas mis alarmas se encendieron y no lo perdí de vista. Por ello disminuyó la emoción de llevarme la sorpresa en la verdadera identidad del asesino e, igualmente, en los motivos que llevaron a cometer el asesinato. Fueron dos apartados que adiviné enseguida y, por desgracia, eso hizo que el final careciera de emoción por mi parte.

En resumen, ‘El Último Baile’ es una novela sobre crímenes e investigación policial con una trama sencilla y con un ritmo ágil, lineal y muy adictivo. Mary Higgins Clark nos introduce en una trama muy visual y habitual en series, películas y otras novelas del género que, aún adivinando la identidad del asesino de forma precipitada, al menos en mi caso, sabe enganchar y hacer que el lector disfrute capítulo a capítulo.

Soñar Bajo El Agua cuenta la historia de Rosemary y kate, dos mujeres de edades muy distantes entre sí y unidas por una misma causa: salvar la piscina comunitaria de Brixton que, por falta de presupuesto para su mantenimiento anual, el Ayuntamiento ha decidido venderla al mejor postor, Paradise Living,que pretende llenarla de cemento y convertirla en las pistas de tenis de un gimnasio. Rosemary no recuerda un momento de su vida que no haya estado ligado a esa piscina, y tiene especial conexión con ella por su difunto marido, George. Kate, por otro lado, es una joven periodista que vive con ataques de ansiedad constantes. No tiene amigos y su mundo se centra en su trabajo como periodista en un diario local que le ordena la tarea de cubrir todo lo relacionado con la piscina y su venta. Así es como Kate conoce a Rosemary, y lo que comienza siendo una asignación laboral, acaba transformando su vida y su forma de ver el mundo, aprendiendo a superar sus miedo y a luchar por lo que de verdad importa. Mientras cubre la noticia de la piscina, Kate se involucrará de lleno en ayudar a Rosemary a detener la venta a Paradise Living y salvar aquel rincón tan especial para toda una comunidad de vecinos. ¿Lo conseguirán?

La novela está divida en 68 capítulos muy cortos, de forma que ameniza mucho la lectura, pues los capítulos se van alternando entre Kate y Rosemary, y entre el pasado y el presente de ambas. Además, también conocemos de pasada la historia de algunos personajes secundarios y su conexión con la piscina que tanto desean salvar. Todos los personaje están bien caracterizados, mostrando sus problemas cotidianos, lo que permite humanizarlos y sentirlos más reales y cercanos.

En cuanto a los dos personajes principales… Kate y Rosemary son dos mujeres en apariencia muy diferentes, no solo por edad, y que terminan haciéndose amigas gracias, o en consecuencia, del inminente cierre de la piscina. Ambas están pasando por un momento difícil en sus vidas, Rosemary porque se siente sola tras la muerte de su marino y la piscina es el único lazo que aún la mantiene unida a él, sintiendo que con su cierre perderá lo único bueno que le queda en la vida. Rosemary es un personaje que roba el corazón. Transmite mucha ternura pero, al mismo tiempo, se percibe como una mujer fuerte, decidida y valiente que ha tenido que sufrir mucho en la vida, y que también guarda bonitos recuerdos de ella. A través de sus recuerdos y vivencias con George, nos sentiremos más cercanos a ella y a su deseo de salvar esa piscina que tanto significa para ella.
Y Kate, por otro lado, siente que no encaja en su vida, que no se encuentra donde le gustaría estar y que los ataques de pánico que sufre la aíslan cada vez más del mundo exterior. Sin embargo, cuando le asignan cubrir la noticia de la piscina, su mundo da un vuelco y empieza su camino de superación. Rosemary se convertirá en su pilar, en su guía y ejemplo a seguir. Incluso la natación se convertirá en su vía de escape, en su forma de olvidarse de todo y relajarse, convirtiéndose así esa piscina en un sitio igual de especial para ella como para Rosemary. Siendo así, la salvación de la piscina también termina convirtiéndose en algo personal para ella.

Libby Page tiene una pluma muy sencillay la brevedad de los capítulos también ayuda a que sea una lectura fluida. Sabe reflejar muy bien los sentimientos de todos los personajes, por mínima que sea su aparición, y la importancia de esa piscina, tanto como símbolo como por funcionalidad, para la comunidad de Brixton. Es una historia preciosa cargada de emoción, vivencias, recuerdos, sonrisas y alguna que otra lágrima que enseña el valor de la amistad y la necesidad de encontrar tu santuario en el mundo, un espacio que te permita conectar con la vida y las personas, sentirte parte de algo importante. Además, Libby Page usa la piscina y su cierre como una excusa para narrar una historia que oculta algo más, una metáfora sobre la vida y la muerte, sobre nadar y luchar a contracorriente por nuestros sueños y esperanzas.

En resumen, ‘Soñar Bajo El Agua’ es una novela con voces protagonistas que llenan de luz y emotividad una historia preciosa cargada de vivencias, recuerdos, sonrisas y alguna que otra lágrima que enseña el valor de la amistad y la necesidad de encontrar tu santuario en el mundo, un espacio que te permita conectar con la vida y las personas, sentirte parte de algo importante. Además, Libby Page usa la piscina y su cierre como una excusa para plasmar algo más, una metáfora sobre la vida y la muerte, sobre nadar y luchar a contracorriente.

París Para Uno y Otras Historias es un libro de Jojo Moyes que contiene once relatos románticos, algunos más extensos que otros, y que tienen la particularidad de que todos tienen lugar en La Ciudad de la Luz. Esta autora me encantó con el primer y único libro que había leído hasta la fecha, Yo Antes de Ti, y la verdad es que tenía muchas ganas de leer algo más de ella. Este libro quizá no haya sido del todo lo esperado, algo en lo que entraré más adelante, pero en general su pluma logra enganchar y siempre te deja con un buen sabor de boca.

Como ya he dicho, París Para Uno y Otras Historias se compone de diferentes relatos románticos con París como telón de fondo y en el que se desarrollan historias de amor de todo tipo, desde baches matrimoniales, pasando por escarceos amorosos, formas de revivir la chispa en una relación, etc. La mayoría de estos relatos se componen de un sólo capítulo, con algunos finales que se dejan a la imaginación del lector y con otros que, aunque no del todo cerrados, se entiende el desenlace y la intención de la autora. Pero tengo que destacar dos historias, sobre todo la primera que paso a comentar, que constan de mucho más grosor y se podría decir que es una novela con principio, nudo y desenlace.

En la primera novela, París Para Uno, conocemos a Nell, una chica que se prepara para la primera escapada romántica a París con su novio Pete. Lo que Nell no podía imaginar es que su chico la dejase tirada a última hora y acabase pasando el fin de semana sola en la ciudad más romántica del mundo. Al principio, Nell se cuestionará el regresar a Londres pero, al final, por diversas circunstancias, acaba tomando la decisión más atrevida y valiente de su vida y se queda a conocer París por su cuenta. Ese fin de semana, destinado al fracaso sin la compañía de su novio, dará un giro y acabará siendo el mejor de su vida. Si quieres saber por qué tendrá que adentrarte en sus páginas y descubrirlo…

El segundo relato, Luna de Miel en París, es una historia a dos aguas: París de 1912 y París de 2012. En este relato conoceremos la historia de dos parejas que pasan por una situación similar pero en épocas diferentes; dos parejas que se encuentran disfrutando de su luna de miel con pequeños baches relacionados con la personalidad y la vida laboral de los esposos que empieza a poner en duda la decisión de la mujer de haber contraído matrimonio con apenas meses de relación. Una luna de miel que debería centrarse en la pareja y disfrutar al cien por cien de la compañía del uno y del otro acaba dejando tras de sí una continua lista de desplantes por motivos profesionales en el caso de la pareja de 2012, y una serie de dudas sobre la fidelidad y el compromiso del marido por motivos de su profesión en el caso de la pareja de 1912. Lo importante aquí es como Jojo Moyes conecta estas dos relaciones a través del tiempo y cómo los retazos de una relación del pasado, la huella que deja la herencia de esa pareja, marca a la pareja del presente, haciéndoles ver que no hay nada más importante que el amor que se tienen.

El resto de relatos me han sabido a poco y la verdad es que no sé muy bien qué decir de ellos. Son capítulos muy breves con situaciones puntuales de parejas en diferentes niveles y etapas de una relación. En todo se sobreentiende la intención de la autora, de mostrarnos que el romance tras la palabra fin de una novela no queda inalterable y perfecto, sino que siempre hay baches, complicaciones, dudas, problemas… y en la situación personal de cada pareja vemos reflejadas muchísimas situaciones cotidianas y reales. Una pena que esa brevedad en los relatos me haya dejado con la miel en los labios.

La pluma de Jojo Moyes es exquisita y se aprecia la dulzura con la que narra cada relato, independientemente de que me hayan gustado más o menos, o que unos sean más extensos que otros. Toda historia guarda su enseñanza y moraleja sobre el amor, algunos con más humor que otros y, en general, con mensajes cargados de ilusión y esperanza, incluso con cambios de rumbo en la vida de los protagonistas. Y, sin duda alguna, me quedo con París Para Uno, el relato que más me ha gustado de todos. Me ha enamorado por completo y os lo recomiendo con los ojos cerrados si sois seguidores de esta autora. Es una historia breve que llega al corazón y nos permite conocer a una joven que, por primera vez en su vida, decide ser valiente, no dejarse llevar por el miedo que le inunda al estar sola en una ciudad que nunca ha visitado, y se lanza a la aventura de descubrir lo bello que le depara París en compañía de otro personaje al que también adoraremos. París para Uno es una relato sin muchas pretensiones y con un final predecible pero, con todo, una historia de amor preciosa, en la ciudad más romántica del mundo y con unos protagonistas que enamoran.

En resumen, ‘París Para Uno y Otras Historias’ es un libro de relatos que no debe faltar en tu estantería si disfrutas con la pluma de Jojo Moyes y con el romance en toda su paleta de colores. Hay relatos que me han gustado más que otros pero, en general, son pequeñas historias con moraleja, entretenidas y con su toque de humor, junto a un par de historias más extensas entre las que tengo que destacar la que le da título al libro: ‘París Para Uno’ es una novela romántica breve, preciosa y tierna.

Contigo en el Mundo es lo primero que leo de Sara Ballarín y ya estoy deseando leer algo más de ella. Es una historia que, además de pasar un buen rato y reírte a carcajada limpia con la forma de ser y la falta de filtro al hablar de su protagonista, también posee un trasfondo más serio y sentido, donde conocemos a personajes con bagajes difíciles de sobrellevar, situaciones que marcan un antes y un después y, por encima de todo, esas ganas de hacer borrón y cuenta nueva, de empezar de cero, que seguro muchos de nosotros compartimos y más de una vez habremos deseado y planteado.

La historia comienza con Vega, cansada de su vida actual, de su trabajo y de su novio, con el que decide romper de una vez por todas y cambiar de aires, llevándola a aceptar un trabajo en otra ciudad como profesora de violín en una academia de música. Y así, hace las maletas, pone tierra de por medio y comienza una nueva vida en una ciudad junto al mar, buscando la tranquilidad y el cambio que necesitaba. Una vez instalada en su nuevo piso y con las clases a punto de comenzar, conoce a los hermanos Morel, Mario y Jon, dueños de la librería que hay frente a su piso, y la atracción con Mario será prácticamente inmediata. Juntos comenzarán algo, una relación sin determinar, pues Mario, apasionado del mar, se irá en un par de meses a surcar los mares en su barco, un sueño que lleva años posponiendo y que ya lo tiene completamente decidido: seis meses en alta mar en total desconexión con el mundo. Pero uno no elige cuándo y cómo se enamora y Vega tendrá que aceptar que su «lo que sea» con Mario tenga fecha de caducidad.
Por otro lado, Elsa, la mejor amiga de Vega, sigue los pasos de su amiga y acaba conviviendo con ella en el piso de arriba, siendo su apoyo en todo momento y, por supuesto, manteniendo su propio interés con Jon, el hermano de Mario.

Contigo en el Mundo es una historia romántica, pero también es algo más. Mario y Vega son personajes que me han gustado mucho. Los dos tienen las cosas muy claras. Saben lo que quieren en todo momento y lo que hay y pueden dar, dando como resultado una bonita relación de la que saben disfrutar y sacar el máximo partido sin perder el tiempo en preocupaciones sobre el futuro o lo que conlleva que Mario emprenda un viaje que los mantendrá distanciados por más de seis meses. Pero, claro, también hay dificultades y problemas propios del día a día en cualquier relación y en el entorno familiar y de amistades de Mario y Vega y, por mucho que lo intenten, no todo será idílico. Hay tramas paralelas con personajes como Elsa y Jon que también despiertan la atención del lector. Al menos en mi caso, desde que Vega conoce a Jon, percibí que algo andaba mal, que Jon ocultaba algo y que tarde o temprano saldría a la luz. Estuve devanándome los sesos la mayor parte de la novela y cuando se descubre, la verdad, no me lo vi venir. Es un apartado que, como comentaba, da más profundidad a la historia, y dota a los personajes y a todo por lo que tienen que pasar de mayor realismo y cercanía. Se puede empatizar con ellos, sentir su dolor, sus dudas y, a fin de cuentas, comprender por qué Mario debe emprender ese viaje que tantos años lleva posponiendo, por qué Vega es tan comprensiva, por qué Jon es tan retraído y callado, y por qué Elsa necesitaba abrir los ojos y descubrir que hay personas tóxicas, como su ex, las que que es mejor mantener bien lejos. Todos tiene su parte de aprendizaje en la historia y es con lo que me quedo.

Vega nos narra sus experiencias en primera persona con un estilo ágil y fresco. Su personalidad es simplemente admirable: su forma de ver el mundo, de lanzarse a lo desconocido y de aprender de todo lo que le ocurre, para bien o para mal. Huye del drama y sus reflexiones gozan de mucha madurez y coherencia. Eso sí, dice lo que piensa tal y como lo piensa y no hay filtro capaz de controlar lo que sale por su boca, y es algo que me ha encantado porque ha hecho que sintonice más con ella. Me daba la sensación de que se dirigía a mí en todo momento, como si estuviera frente a frente narrándome su historia, como un par de amigas que se cuentan las batallitas de últimas conquistas o situaciones embarazosas con la mayor naturalidad del mundo, usando lenguaje coloquial y de calle, y del que poco se usa en literatura.
Mario es un apasionado del mar. Vive a bordo de su barco y está a punto de embarcarse en el viaje de sus sueños: seis meses de travesía por el Mediterráneo. También es propietario de la librería Morel, que mantiene a flote con la ayuda de su hermano. Es un hombre con una personalidad marcada por la sed de libertad, de echar alas y romper con las cadenas que le mantienen en el mismo sitio. Su evolución será notable, así como la de Jon, otro personaje con su particular bagaje y peso sobre los hombros que tendrá que aprender a salir a flote con la ayuda de todos, incluso de Elsa, un personaje que aportará cosas buenas y cosas malas, aunque no con ello quiero decir que sea un mal personaje. Elsa y Vega forman un tándem muy divertido y poseen una amistad preciosa. Siempre están ahí la una para la otra aunque no compartan opinión y flote sobre sus cabezas un silencioso: «Te lo dije» xD.

La ambientación también es algo a destacar en la novela. Una mezcla de literatura, música y mar que embriaga. No hay nada más relajante y perfecto que leer, compartir y sentir la pasión de los personajes por los libros, la música y el mar. Hace que te sientas en sintonía y disfrutes aún más de esos pequeños detalles. Además, los capítulos son muy breves y la historia se desarrolla sin prisas pero sin pausa, evolucionando en el romance, los deseos y las aspiraciones de los protagonistas.

En definitiva, ‘Contigo en el Mundo’ es una historia preciosa, con una ambientación inigualable que enamorará a todo apasionado de los libros, la música y el mar. Es una novela romántica pero también es una novela que anima y motiva a la superación, a la búsqueda de uno mismo y a cumplir nuestros sueños. La soledad, la amistad, la familia, la necesidad, la dependencia… son muchos los temas que se tratan más allá del apartado romántico. La pluma de Sara Ballarín ha sido un gran descubrimiento.

Arenas Movedizas es una novela que me atrajo por la trama que esconde entre sus páginas y por el enfoque de la misma: una masacre en un prestigioso instituto de Suecia y cómo, nueve meses después del suceso, se representa el juicio que determinará la culpabilidad o inocencia de Maja Norberg, una de las presuntas instigadoras del fatídico crimen que acabó con la vida de varios compañeros de instituto, entre ellos Amanda, la mejor amiga de Maja, y Sebastian, su novio en aquel entonces. Es inevitable que una trama así despierte mi interés al dedicarme al mundo de la abogacía. En mi época de estudiante, el Derecho Penal era uno de mis favoritos y asistí a varios juicios como oyente durante las prácticas, por lo que me he sentido totalmente transportada a esa sala de audiencias y a todo el arduo proceso que hay detrás, entre pruebas, testificales, peritaje, alegaciones de ambas partes, recesos y, por último y no menos importante, la Sentencia. Así que la lectura de esta novela la he disfrutado muchísimo más también por esa nostalgia y el viaje a esos recuerdos de mi época de estudiante. La verdad es que todo está narrado a la perfección y es muy sencillo seguir el curso de los acontecimientos.

La trama se divide en varias partes, todas ellas narradas desde el punto de vista de Maja. Por un lado tenemos los capítulos que narran el momento actual: la estancia de Maja en prisión preventiva y el proceso judicial para determinar su implicación y culpabilidad o no en los crímenes de los que se le acusa. Aquí conocemos la evolución del juicio, las diferentes etapas e intervenciones de la parte contraria y las de su propia defensa, el abogado Sander. Asimismo, en estos capítulos Maja también nos va expresando lo que le carcome por dentro, sus miedos, sus pensamientos sobre el antes y el después del fatídico día de instituto y sobre Sebastian.
Y por otro lado, tenemos los capítulos que narran los recuerdos de Maja del día de la masacre y hechos puntuales del pasado de Maja y de los que Sebastian forma parte, mostrándonos una perspectiva que el tribunal desconoce y que al lector le vendrá de perlas para ir atacando cabos y comprender cuál es la razón de que Maja se encuentre en el momento actual siendo acusada de asesinato, inducción al asesinato, intento de asesinato y cómplice de asesinato. Una larga lista de crímenes que, de demostrarse probados, la pondrían en prisión de por vida.

Es una mezcla de perspectivas, momento temporales y argumentos que hacen que la lectura vaya adquiriendo fuerza e intriga conforme se avanza. Una estructura en forma de puzzle que nos va dando una pieza tras otra hasta cubrir todos los huecos y sacar la conclusión definitiva. Al tratarse de un thriller diferente, puesto que ya sabemos el resultado de la catástrofe: la muerte de adolescentes inocentes, lo que prima aquí es la historia de fondo, lo que se oculta tras los presuntos culpables del crimen y cómo incluso la prensa, el boca-oreja y las propias opiniones de familiares y amigos implicados en mayor o menor medida en el caso, provocan la creación de una bola de nieve donde todo empieza a tergiversarse, surgiendo más de una versión de los hechos. Esto también es un claro reflejo de la realidad en situaciones y crímenes de este estilo. La gente necesita culpar a alguien y por ello se acusa rápidamente con el dedo en la prensa, en las redes sociales, en las conversaciones… Todo el mundo prejuzga y señala, poniendo la soga al cuello incluso antes de que se dicte Sentencia porque todos necesitan justificar lo ocurrido e imputar a alguien para poder pasar página. Y eso de que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario… poco de realidad tiene de cara a las víctimas. Pero, en muchas ocasiones, aún siendo una sola persona la que aprieta el gatillo, hay muchas más detrás que han martilleado constantemente sin ser conscientes de que ese comportamiento ha sido clave para inducir a alguien a cometer un crimen. Eso no disminuye la culpa pero, en esta historia, la narración de Maja nos permite conocer la imagen completa y es algo que también me ha gustado. Además, en ciertos aspectos me ha recordado a ‘Por Trece Razones’, serie que terminé hace un par de semanas y que, desde otro punto de vista, también muestra cómo una gota tras otra puede afectar a una persona y llevarla a tomar una decisión tan drástica.

Arenas Movedizas es un thriller diferente a todo lo que he leído hasta ahora y que sorprende más y mejor por esa peculiaridad (y por deformación profesional, claro xD). De antemano conocemos el crimen, conocemos quiénes han fallecido y a quiénes se culpa de todo, y aún desvelándonos el quid de cualquier novela de suspense que se precie, Malin Persson logra mantener la emoción y las ganas de seguir descubriendo la evolución del proceso judicial y, sobre todo, la realidad que se oculta tras Maja y su relación con Sebastian, un chico que lo tiene todo y que vive rodeado de lujos, con una novia que se desvive por él y con amigos con lo que monta fiestas llenas de alcohol y drogas siempre que puede. Se nos presenta una caracterización de niños ricos que, de fachada, son los más felices del mundo cuando, en realidad, sus vidas están llenas de carencias afectivas, algo que, unido al abuso de sustancias tóxicas y problemas psicológicos, los arrastra a su propia destrucción y a la del resto.

En resumen, ‘Arenas Movedizas’ es un thriller con un enfoque diferente y original. De antemano conocemos el crimen, conocemos quiénes han fallecido y a quién se culpa de todo, y aún desvelándonos el quid de cualquier novela de suspense que se precie, Malin Persson logra mantener la emoción y las ganas de seguir descubriendo la evolución del proceso judicial y, sobre todo, la realidad que se oculta tras Maja y su relación con Sebastian, permitiendo al lector conocer no sólo los pensamientos y el miedo de Maja durante su juicio, sino también los hechos del pasado que pudieron ser determinantes y decisivos en la Masacre de Djursholm.

Cuando la editorial me ofreció la oportunidad de leer esta novela tuve mis dudas en si animarme o no. Por un lado, la trama tenía una pinta estupenda, y la opinión de la crítica diciendo que era una lectura perfecta «Para fans de Los Juegos del Hambre, Perdidos y Westworld», entre otras opiniones, fue lo que finalmente determinó que aceptara el envío de un ejemplar. Por otro lado, el factor que me echaba para atrás, y que si ya habéis seguido algunas de mis reseñas conoceréis, es que no me gustan nada los reality shows y suele jugar en contra de las novelas que he leído y que usan este tipo de programas como base argumental. Aún así, estaba demasiado intrigada como para rechazar la lectura por ese aspecto y, bueno, pasemos a exponer qué me ha parecido…

Estás Sola sigue la participación de Zoo en un reality show llamado A Oscuras, un concurso de supervivencia en el que doce concursantes tendrán que sobrevivir en un entorno hostil hasta que sólo quede uno, enfrentándose diaria y semanalmente a una serie de Desafíos organizados por el programa, ya sean en grupo o de forma individual. Los concursantes no sólo tendrán que competir entre sí, sino que lucharán por ser los ganadores de cada Desafío para obtener recompensas y facilitar su permanencia y continuidad en el concurso. En cualquier momento, los concursantes tienen el poder y la decisión de abandonar el programa pronunciando una frase en latín, pero Zoo no está dispuesta a rendirse por muchas pruebas, peligros y juegos mentales por los que le haga pasar la dirección del programa. La lucha por la supervivencia física y mental comenzó en cuanto aceptó participar y Zoo tendrá que aprender a discernir entre realidad, ficción o fruto de la imaginación.

La historia me ha parecido muy original y está muy bien llevada y desarrollada, aunque en ocasiones me he sentido muy confusa, sobre todo en la primera mitad del libro por la avalancha de información y detalles sobre el concurso y los participantes. Pero también es normal una introducción así y que se nos presente a los doce concursantes para poder darle forma a sus personalidades y averiguar cuáles son sus puntos fuertes y hándicaps.
El libro está narrado de tres formas diferentes. La primera de ellas, y que se corresponde a los capítulos pares, nos introduce en el reality como si fuéramos espectadores sentados en el sofá de nuestras casas. Somos testigos de las conversaciones entre los concursantes, a los que siempre se les dirige la palabra o se mencionan mediante motes; la participación del presentador anunciando los Desafíos; seguimos a los concursantes a través de los cámaras que los acompañan a cada paso del camino durante las pruebas y los peligros del día a día. En definitiva, nos encontramos ante un híbrido entre reality show al estilo Supervivientes de Tele5 y los típicos programas de supervivencia en condiciones extremas como El Último Superviviente (Man Vs. Wild). La segunda forma narrativa viene de la mano de Zoo en los capítulos impares, que narra en primera persona las dificultades a las que hace frente una vez que, a mitad de programa, ocurre algo que cambia el curso del mismo y que, por supuesto, no voy a desvelar. Esta parte me confundió también muchísimo. Me costó mucho adaptarme a este cambio de registro y, sobre todo, a entender que nos encontrábamos ante situaciones ajenas al concurso y que las personas con las que mantiene contacto la protagonista son los propios participantes pues, a diferencia de los capítulos pares, Zoo se dirige a ellos por sus nombres verdaderos y no por los motes dados por el programa. Pero una vez que la historia empieza a fluir y el caos inicial va cobrando forma, las piezas empiezan a encajar sutilmente, dando pistas sobre el posible desenlace.
Por último, tenemos una tercera forma narrativa consistentes en mensajes de texto que los espectadores van publicando por internet y que se alternan entre algunos capítulos, creando una lista de conversaciones a las que no le encontraba sentido. Me dio la sensación de que habían sido metidas para darle un toque diferente a la historia, como una forma de añadir a la tercera parte en discordia en este mundo de los reality shows; un apartado de relleno para amenizar la lectura y que no aportaría nada de trascendencia para la misma y, bueno, no es que aporte mucho, pero tiene su pequeña función al final.

Hay un sinfín de personajes secundarios pero no me voy a detener a analizarlos individualmente porque no terminaría nunca. Además, es mejor que los conozcáis vosotros mismos. Sí voy a hablar un poco de Zoo que, como ya comentaba, dirige una parte importante de la trama. Zoo entra en el concurso con el fin de emprender una última aventura antes de sentar cabeza y, por lo tanto, quiere estar allí el mayor tiempo posible y, por encima de todo, ganar. Sin embargo, lo que comienza con Desafíos fáciles de orientación, búsqueda de pistas, hacer fuego, etc., se va complicando con el paso de los días, haciendo que Zoo se empiece a plantear qué parte de todo lo que la rodea y ven sus ojos es real y qué forma parte de un escenario bien recreado y de ficción ideado por la organización de A Oscuras. Ante esa duda, la evolución de Zoo es impresionante por la forma de enfrentarse a los hechos y de no perder de vista su meta. Además, su narración en primera persona facilita que sintamos emociones como la angustia, la inquietud y el desconcierto de verse abandonada en un escenario desconocido y hostil donde nada y todo puede o no puede ser lo que parece.

El desenlace ha sido lo mejor. Con un comienzo demasiado caótico y con el que he luchado para centrarme y meterme en situación, la historia coge buen ritmo cuando se van acortando las páginas y los capítulos de Zoo se hacen más frecuentes, pues son los capítulos en los que se hace uso de los juegos mentales y la alteración entre la realidad y la ficción. Los capítulos sobre el reality no son nada que no hayamos visto o leído por otro lado, con sus manipulaciones en las grabaciones y emisiones, la realización de los Desafíos, los conflictos entre concursantes… y, por eso, lo capítulos narrados por Zoo son los más emocionantes e interesantes, los que marcan un punto a favor en la historia y los que, en definitiva, guardan conexión con el giro argumental final lleno de revelaciones, sorpresas y desencajes de mandíbula xD.

En resumen, ‘Estás Sola’ es una novela a la que cuesta engancharse por el aluvión inicial de información y de personajes pero que, con el paso de las páginas, va adquiriendo forma y moldeándose con capítulos narrados desde el punto de vista de Zoo donde la trama se vuelve adictiva, con manipulaciones y juegos mentales en los que, al igual que a la protagonista, nos será difícil distinguir entre realidad y ficción. Una historia donde nada es lo que parece, donde los medios de comunicación hacen usos de sus artes de manipulación y edición y, sobre todo, donde la realidad, en ocasiones, es más grande y sorprendente de lo que imaginamos. Con sus más y sus menos es una novela que sumerge al lector en dudas, inquietudes y nerviosismo.

El thriller se está transformando en un género habitual entre mis lecturas mensuales. Le he cogido el gusto a este género, y es que con libros como el que traigo hoy, cómo para no cogerle el gusto. La Pareja de al Lado es una historia que te envuelve desde el principio y que sabe jugar muy bien creando la duda y la inquietud en el lector, creando varias tramas conectadas entre sí e igual de atrayentes entre ellas que te permiten viajar de la mano de unos padres traumatizados por la desaparición de su hija, así como por la investigación llevada a cabo por el inspector Rasbach, y otras tantas voces cercanas a la familia Conti que se ven arrastradas a la tela de araña que se teje alrededor de la desaparición del bebé. Una novela que sorprende de principio a fin con un último capítulo que nos dejará helados.

La Pareja de al Lado cuenta la historia de Anne y Marco, un matrimonio que, ante la imposibilidad de dejar a su hija de 6 meses con la canguro que les ha fallado a última hora, deciden dejarla sola en casa mientras ellos van a la casa de al lado a disfrutar de una agradable cena de cumpleaños con los vecinos, con la condición de pasar a comprobar cómo está cada media hora. Sin embargo, cuando dan por finalizada la velada y llegan a la casa, se encuentra con la puerta de entrada abierta y sin Cora descansando en su cuna: alguien ha secuestrado a la niña. Desesperados y rotos por la desaparición, llaman a la policía y comienza una ardua investigación de la mano del inspector Rasbach, alguien que lleva mucho tiempo en su oficio y que no descansará hasta hallar al culpable y, para ello, ni siquiera Anne y Marco se librarán de ser sospechosos en el caso. ¿Quién ha podido secuestrar a la niña? ¿Con qué propósito? ¿Hay algo más detrás de todo?

La trama desde el minuto uno juega con un tema bastante delicado como es que unos padres se atrevan a dejar a su hija de 6 meses sola en casa, por mucho que vayan a estar durante unas pocas horas en la casa de al lado con un monitor para controlar si se despierta y llora y haciendo visitas periódicas para darle de comer y comprobar su estado. La verdad es que hace que te preguntes si es un hecho más común de lo que imaginamos y al que no se le debería dar tanta importancia o si, por el contrario, ningún padre debería plantearse siquiera esa posibilidad. Pero, claro, aquí la situación se complica y una decisión que no debería haber dado problemas, acaba convirtiéndose en la peor noche en la vida de los Conti. Alguien ha secuestrado a Cora en el último tramo de la noche desde que fueron a visitarla por última vez y la investigación policial, así como los medios de comunicación, los tiene como principales sospechosos. En este apartado de la trama se muestra a la perfección la presión y el desgaste de los padres teniendo que hacer frente a los interrogatorios policiales, a los flashes y el acoso de la prensa y al hecho de que su hija se encuentre dios sabe dónde, y en el peor de los casos muerta. Recrea una situación muy realista y dramática en la que es fácil sentir la realidad y autenticidad de sucesos similares que ocurren a diario y de los que se hace eco la prensa.

Los personajes son el punto fuerte de la novela. Los capítulos van alternando en primera persona la visión de los principales y algún que otro secundario, y la autora forma una montaña de dudas alrededor de ellos, de sus personalidades y de lo que les mueve, que hace que el lector dude de todo y de todos.

Anne es una mujer que se dedica en cuerpo y alma a su hija. Dejó su trabajo cuando nació Cora y es toda su vida, aunque en ocasiones se siente sobrepasada y la depresión post-parto es un lastre que le impide estar al cien por cien.
Marco es un marido que adora a su esposa y a su hija. Proviene de una familia humilde pero ha logrado sacar a flote su propia empresa desde cero, demostrándole a los padres de Anne, que nunca le han aceptado como yerno, que es un buen hombre para su hija y su nieta, a las que no les faltará nada mientras él viva.
El inspetor Rasbach es un sabueso de pura cepa. Lleva demasiados años como inspector y sabe calar muy bien las verdades y las mentiras que cuentan sus sospechosos, así como evaluar las pequeñas pistas e intrigas que se van creando alrededor del caso y que pueden acabar convirtiéndose en cruciales para la resolución del mismo. Pese a que inicialmente todo parece confuso, Rasbach está dispuesto a llegar al fondo del asunto, encontrar a la niña, descubrir el motivo del delito, desenmascarar al culpable y cerrar el caso sin ningún fleco fuera de lugar. La verdad es que me ha sorprendido y encantado mucho los capítulos narrados desde el punto de vista policial, con las pesquisas de Rasbach y cómo su mente trabaja y crea un patrón conforme a la información que va recabando.

El ritmo va en aumento y cuando menos te lo esperas estás metida de lleno en la historia, con unos giros argumentales que, dentro de lo esperado o sospechado, logran sorprender y dejar al lector satisfecho con el desenlace y por cómo ha ido desarrollándose, haciendo que la duda viaje de un personaje a otro, así como la verdadera razón detrás de todo, y eso junto al misterio, la traición y la intriga que se cuece a cada paso. Es un libro muy visual y con una historia que bien podría basarse en hecho reales o ser el guión de la típica película de sobremesa de Antena 3, y funciona perfectamente por la pluma de Shari Lapena: directa, sencilla, jugando continuamente al despiste y desarrollando una historia muy visual y llena de suspense.
El final te deja totalmente patidifusa y con la boca desencajada. Es inesperado, chocante, sorprendente y, en cierta medida, algo que sentí que tarde o temprano podría ocurrir, ¡pero jamás se me pasó por la cabeza que sería en la última escena! Simplemente increíble. Un cierre por todo lo alto y que deja con el cuerpo frío.

En resumen, ‘La Pareja de al Lado’ es un thriller que engancha desde el minuto uno. Recrea una historia que bien podría ser fruto de un hecho real y, por esa misma posibilidad, adquiere un cariz mucho más visual y comparable con secuestros y desapariciones habituales en la vida real. Una historia con una pluma que sabe transmitir la angustia y la presión que reciben unos padres que se creen sospechosos, la concisa investigación de un inspector que duda de todo y de todos, la manipulación de la prensa, los testimonios de testigos, las confesiones de los vecinos de al lado… Todo crea un argumento bien hilado donde los personajes y su naturaleza e intereses cobran gran importancia. Si te apasiona el thriller, no lo debes dejar escapar.

Hoy vengo con una reseña diferente de un libro diferente. Bueno, más bien una historia gráfica de La Volátil, un personaje que, a estas alturas, creo que ya es más que conocido y reconocido en todos los rincones de España. ¿Quién no ha usado sus stickers en Line? ¿Quién no ha compartido en Facebook o hecho RT en Twitter de alguna de sus viñetas? ¿Quién no conoce a esta chica volátil que representa mil y una situaciones, algunas más disparatadas que otras, con las que es fácil sentirse identificad@? ¿Hay alguien que haya levantado la mano en alguna pregunta? Si es así, déjame que te cuente quién es La Volátil…

Tras estos cucos y divertidos dibujos se esconde Agustina Guerrero, diseñadora gráfica y dibujante de origen argentino y afincada en Barcelona que un buen día decidió abrir un blog en el que publicar los dibujos que iba creando y que representaban situaciones de la vida cotidiana de un personaje que decidió llamar La Volátil, un personaje que, al fin y al cabo, era representación de ella misma y de sus experiencias en la vida. Y así, publicación tras publicación, su blog y sus entradas adquirieron tanto éxito y reconocimiento que, varios años después, y tras varios libros ilustrados publicados, aparece Érase Una Vez la Volátil: un cuento ilustrado que narra la lucha de su protagonista por alcanzar y cumplir sus sueños, los baches que tuvo que superar y cómo, entre caídas y decepciones, y con la ayuda de familiares y amigos, acabó encontrarlo su pasión y su musa en la realización de dibujillos: ella misma.

Érase Una Vez la Volátil es una historia gráfica entretenida, divertidísima y con la que más de uno se podrá sentir identificado. Refleja situaciones del día a día que o bien nos ha tocado vivir en algún momento puntual de nuestra vida, o bien conocemos a alguien al que le ha tocado experimentar algo similar. Creo que ahí recae el éxito de estas viñetas: la facilidad con la que nos vemos reflejados y cómo consigue hacernos reír o sentir morriña, entre otras emociones, al reconocernos en situaciones similares. Además, las ilustraciones, con un diseño sencillo y con escaso juego de colores, me parecen adorables y muy tiernas, siendo inevitable que esta Volátil nos robe el corazón.

En resumen, ‘Érase Una Vez la Volátil’ es una novela gráfica muy divertida y entretenida que se termina en un suspiro y que destaca por la capacidad que tiene su autora y su protagonista en hacer disfrutar y reír al lector con la recreación de escenarios cotidianos y comunes que con total seguridad habremos experimentado de primera mano al menos una vez en la vida. Recomendadísima si quieres reír y conocer un poco más a La Volátil.

Un Puñado de Amigos y Dos Cerezas nos presenta la vida de Cristina, o como todos la llaman, Crisi. En su vida hay dos pesadillas recurrentes y que atormentan sus noches. La primera, se remonta a su adolescencia, cuando perdió la virginidad con John, el mejor amigo de su hermano, y éste, prácticamente de inmediato, huyó despavorido, evitando desde entonces el más mínimo contacto con ella. La segunda, muchos años después, tiene como culpable a su antiguo socio en la tienda de antigüedades que regentaban. Aprovechándose de un momento delicado en la salud de Crisi, su socio le hizo firmar una serie de documentos y desapareció de la faz de la tierra con todas las ganancias del negocio, dejándola sin nada.
Como veis, la vida de Crisi no ha tenido mucha estrella y, ahora, de repente, su madre le revela que su hermano ha organizado una reunión de la antigua pandilla para pasar una semana juntos en una casona a pie de playa, para recordar viejos tiempo y construir otros nuevos. ¿El problema? Que John, ese chico que la utilizó, se ha apuntado al reencuentro y no viene sólo: una mujer despampanante lo acompaña.
Crisi es todo un torbellino y esas malas experiencias en la vida no le han apagado la sonrisa, y tampoco las ganas de vivir ni su carácter tan vivaz y dicharachero, así que una semana teniendo que soportar al adonis de John con su pareja no es nada que no pueda superar, sobre todo con varias copas en el cuerpo y la mejor compañía con la que puede contar: el apoyo de sus amigos de la infancia. ¿Pero podrá aguantar o la tentación John será demasiado fuerte?

Un Puñado de Amigos y Dos Cerezas es un libro de lo más divertido y adictivo. Está narrado en primera persona por Crisi y, en serio, esta chica es pura adrenalina y sus alocadas ocurrencias y palabrería no tienen fin. Tiene unas salidas y una forma de hablar tan locuaz y directa, sin filtros de ningún tipo, que hace que te rías a carcajadas. Es un toque de humor perfecto para provocar que más de 500 páginas se lean como si fueran la mitad, en un plisplás.
Pero no sólo Crisi se lleva el Óscar a mejor actriz de reparto en comedia romántica; sus amigos también tienen lo suyo y la relación que se muestra entre ellos me ha encantado. Una relación que se ha mantenido con el paso de los años y de la distancia, donde todos han seguido con sus vidas pero siguen siendo tan amigos y confidentes como antes, y me gusta el reflejo que se le da a esa amistad tan sana y duradera, sin importar nada más. Además, también me ha hecho recordar a mi propia pandilla de la adolescencia y cómo rememoramos anécdotas del pasado cada vez que nos reencontramos o nos cruzamos por la calle. Son cosas que quedan marcadas y en esta historia también se refleja esa afinidad y complicidad de la adolescencia en la edad adulta, por muchos cambios que hayan podido sufrir o experimentar en la vida. Todos han madurado mucho, pero siguen destacando por formas de ser o puntos en la personalidad que se mantienen inmunes al paso de los años.

Así nos encontramos con Carlos: el hermano mayor de Crisi, Juanfran, Jose, Lucinado, Kris, Rosa, Laura, Kiri y John junto a su ligue, Miranda; un grupo muy peculiar y disparatado que se lanza a la aventura de disfrutar de una semana de reencuentros y desconexión del mundo en una casa en la que ocurrirá de todo, en especial entre John y Crisi, pues ésta se empeñará en mostrarle al irlandés lo que se perdió con su indiferencia y su actitud tras haberse acostado con ella cuando eran adolescentes. Crisi no es una mujer a la que le guste el sexo esporádico y sin ataduras. Ella siempre ha sido de acostarse con alguien por el que tiene sentimientos, y sus intenciones e insinuaciones a John le pasarán factura. La pobre sufrirá de lo lindo cuando John le confirme abiertamente que se muere por disfrutar de ella en la cama. Esto da lugar a un tira y afloja entre ambos que también no sacará más de una carcajada: Crisi por hacerse la chula, sexy y difícil con John, y John por tratar de conseguir su objetivo de «aquí te pillo aquí te mato» sin importarle la presencia de Miranda (o Morticia, como la llama «cariñosamente» Crisi).

De la pluma de la autora no hay mucho más que añadir. La narración de la mano de Crisi habla por sí sola y las situaciones en las que acaba metiéndose por su cabezonería y sus ganas de darle una lección a John son lo mejor de toda la novela. Eso y, por supuesto, los secundarios, con personalidades bien marcadas y que sirven de colchón para darle a la historia en su conjunto el toque refrescante, ameno y entretenido en los escenarios donde Crisi se queda corta, que son pocos. Pero no todo son meteduras de pata y bromas; Rosa Grau también ha añadido a la coctelera un poco de acción detectivesca, convirtiendo a Un Puñado de Amigos y Dos Cerezas en la lectura perfecta para todo tipo de lectores: los que buscan comedia romántica, los que buscan humor, los que necesitan un poco de tensión y acción al estilo de andar por casa entre amateurs que han visto muchas películas y series policíacas como es el caso de Crisi y su pandilla, y aquellos que prefieren quedarse con el mensaje o la enseñanza de la historia pues, al fin y al cabo, también estamos ante una novela sobre la amistad y tiene reflexiones muy buenas.

En resumen, ‘Un Puñado de Amigos y Dos Cerezas’ es un libro de lo más divertido y con personajes tan reales como la vida misma, en los que podemos identificarnos con claridad. Una historia sobre amistades de toda la vida, reencuentros, vivencias y experiencias que ayudan a fortalecer mucho más esas amistades verdaderas y, por qué no, ese primer amor que quedó en pausa por malentendidos y confusiones. Si quieres echarte unas risas y disfrutar de una lectura diferente y alocada sobre la amistad y el amor, y con un toque detectivesco, este es tu libro.

Un Taxi a la Felicidad me llamó la atención primeramente por el título tan avocado al positivismo y, posteriormente, por la sinopsis, que apoyaba aún más la idea de que me encontraba ante una historia marcada por la búsqueda de la felicidad de alguien que siente que lo ha perdido todo y que se apoya en la mano que le ofrece un completo desconocido como última vía de salvación.

La novela nos presenta a un médico que sale de su casa y accede al interior de un taxi conducido por una anciana estrafalaria. Esta anciana, llamada Sarah, se percata de que algo no va bien y capta las intenciones suicidas de su pasajero a la primera. Pero Sarah no está dispuesta a dejar que Mark, como ella empieza a llamarle, lleve a cabo su suicidio, por lo que establece un acuerdo mediante el cual Mark ha de esperar siete días antes de llevar a término la decisión de acabar con su vida; siete días en los que Sarah pondrá todo de su parte para demostrarle que la vida aún tiene mucho más que ofrecer y que no todo está perdido. ¿Lo conseguirá?

Y tras este primer encuentro y la tan alocada petición de una completa desconocida, Mark comienza una semana llena de aventuras muy particulares, con enseñanzas y demostraciones por parte de la anciana sobre el valor de la vida y cómo debemos sacarle el máximo partido a todo lo que se nos pone por delante, ya sea bueno o malo.

La anciana, sin duda alguna, es lo mejor de la novela. Sarah es una mujer esperpéntica y con aires de loca pero también llena de vida, que sabe disfrutar y apreciar las cosas sencillas de la misma: pasear, su familia, trabajar como taxista, comer… Además, tiene una personalidad muy marcada y su indumentaria: siempre tras el volante con trajes de gala y con un cigarrillo en los labios, hacen de su personaje alguien a quien tener en cuenta, pues no sólo es la viva imagen de la alegría y la despreocupación, sino que también goza de un humor negro francés que nos hará reír a carcajadas. Y así, con su sencillez y su forma de ser, Sarah intentará abrirle los ojos al médico para que vea por sí mismo que vivir no es algo tan malo como le parece en ese momento y que lo importante es levantarse y seguir caminando tras el mínimo tropiezo. Pero Mark no lo verá todo tan claro y luminoso como lo pinta Sarah y con él veremos la otra cara de la moneda, cuando se pierde la esperanza y las ganas de vivir, cuando sientes que no queda nada por lo que seguir luchando y la única salida que encuentras es cerrar los ojos y dejarte ir.
El apartado de los personajes está sumamente logrado y resulta muy sencillo ponerte en los zapatos tanto de Sarah como de Mark. El médico acaba de perder a su mujer y siente que su vida ya no tiene ningún sentido. En cambio, Sarah, con más años sobre las espaldas, ha vivido más alegrías y tragedias que su pasajero y la experiencia le ha dado la sabiduría y la positividad que trata de transmitirle durante los siete días que ha conseguido de tregua para hacerle ver y entender el mundo desde su punto de vista. Lo fundamental en esta historia es el mensaje que se transmite a través de los diálogos entre estos dos personajes, ya que el diálogo es lo que más predomina y hace que la conversación entre ambos se sienta real, cercana y humana.

La estructura del libro también es algo que me ha llamado la atención. Las páginas están numeradas de atrás hacia adelante, a modo de cuenta regresiva. Vamos restando páginas hasta terminar el contador siete días después de la proposición de la anciana. Está dividido en ocho partes, sin contar el epílogo, con títulos que vaticinan «una muerte anunciada» pero… ¿será así? y con capítulos que entrelazan escenas del presente con recuerdos de la vida de Mark que nos ayudan a conocerle mejor, a descubrir cómo era en el pasado y qué fue lo que le llevó a dejar de ser alguien tan generoso y sensible con sus pacientes y con tantas ganas de vivir para transformarse en una persona triste y sin ningún apego por la vida.

Es una historia que te da un chute de optimismo, con un humor muy sarcástico y con reflexiones que se quedan contigo una vez cerradas las tapas del libro. El final me ha maravillado y prefiero no decir mucho de él para que os animéis a descubrirlo por vosotros mismos. Sólo puedo decir que invita a soñar, a ilusionarse por la vida y a vivir sin importar qué, cómo, cuándo ni por qué.

En resumen, ‘Un Taxi a la Felicidad’ es una novela llena de reflexiones y sentimientos sobre el valor de la vida y la necesidad de aligerar la carga que llevamos sobre los hombros cada vez que nos sucede algo malo. Debemos aprender a aceptar las cosas como vienen y disfrutar de las pequeñeces de la vida; porque la vida es como coger un taxi: subir, hacer paradas que pueden llevarte a ningún sitio o a todos a la vez, y volver a subir para continuar el camino hacia la felicidad. Lo mejor, además del mensaje que logra transmitir, es el personaje de Sarah.

Laura es una joven de veintinueve años que siempre ha soñado con casarse y formar una familia con el amor de su vida. De hecho, creía haberlo encontrado en Jonathan, hasta que surgió la conversación del matrimonio y Jonathan le dijo que él no creía en esas cosas. A partir de ese momento la relación se vino a pique y Laura terminó con una relación de años que no parecía ir a ninguna lado. Y así, llegó el día de la boda de una de sus mejores amigas, Elena, siendo Laura la única del grupo que asiste sin pareja. Sin embargo, en el convite, un misterioso y atractivo hipster la salva del pesado primo del novio y saltan chispas entre ellos prácticamente desde el momento en el que cruzan miradas. Laura lo tiene claro: acaba de conocer a su futuro marido. Los días posteriores a la boda son una locura y Laura disfruta como una adolescente de la pasión y la compañía de Mateo; pero quiere más, quiere comenzar una relación seria con él. ¿El problema? Que Mateo vive en Barcelona y Laura tiene su vida y su trabajo en Zaragoza. Iniciar una relación a distancia es una tarea difícil, pero ambos están dispuestos a dar a lo suyo una oportunidad, sin importar la distancia que los separe. ¿Lo conseguirán?

La historia nos presenta una de las cuestiones más difíciles cuando se forja una relación sentimental entre personas que no viven en la misma ciudad o que, por cuestiones de trabajo o situaciones similares, deben marcharse a otra ciudad o país, dejando atrás familia, amigos, pareja… Es un tema con el que es fácil identificarse y empatizar, ya que los protagonistas se plantean cuestiones tan normales y típicas como ¿funcionará? ¿me será fiel? ¿y si la cosa se enfría? ¿y si conoce a alguien más? ¿cuándo será la próxima vez que nos veamos en persona?, etc. Laura y Mateo lucharán contra viento y marea por mantener la relación a flote, tratando de restarle importancia a las dudas que se empeñan en machacar sus pensamientos y, sobre todo, tratando de ignorar la opinión de los demás que no paran de repetir que una relación como la de ellos, nacida de repente en una loca noche de pasión en la boda de su amiga, no puede dar paso algo tan serio y seguro de la noche a la mañana. Así que también estará en Laura y Mateo demostrar a amigos y familiares que se equivocan y que lo sentimientos que se tienen son verdaderos y que están destinados a estar juntos. Además, ¿qué significado tiene la distancia en el mundo actual, donde la tecnología e internet permiten que estén prácticamente las 24 horas del día conectados y en contacto?

Es una lectura muy sencilla y ligera, perfecta para ser disfrutada tomando el sol en la playa o la piscina. Sus 213 páginas se leen de una sentada, y el carácter lineal del argumento, centrado en dos personas que tratan de hacer funcionar su relación, es algo que también facilita el ritmo de lectura, permitiéndote disfrutar sin meter más cizaña de la cuenta o más problemática que la de superar semanas e incluso meses sin verse en persona, sentirse o tocarse. De hecho, y viendo cómo avanzaba la trama y que todo giraba en torno a ese problema, supuse que Laura va a por Todas terminaría sin mucho embrollo, demostrando que, cuando el amor es verdadero, ni la distancia resulta un impedimento. Pero, ¡qué equivocada estaba! Cuando todo parece encauzado y estás a punto de alcanzar la palabra FIN, ¡zas!, Marta Francés nos tira un cubo de agua helada, sin previo aviso y sin miramientos, dejándonos con la boca desencajada y una pregunta rondando en la cabeza: ¿y ahora qué? Me llevé el susto del siglo al pensar que la historia terminaba ahí, con un final a caballo entre la esperanza de un desenlace juntos y la incógnita del cómo tendría lugar. Por suerte, San Google me informó que Laura va a por Todas tiene segunda parte y se publicará en octubre de este año, así que YAY! porque aunque ese final me ha dejado satisfecha en el sentido esperanzador, la verdad es que quiero conocer al detalle los baches y los pasos que Laura y Mateo tienen que dar para recuperar lo que de repente se vieron obligados a dejar atrás.

Laura es un personaje que me ha gustado mucho como narradora. Es una chica sarcástica, divertida, decidida y segura de sí misma. Incluso en ocasiones me he sentido identificada con ella, sobre todo en el tema de la edad. Con veintinueve años te sigues sintiendo y viendo joven, como si los años no hubiesen pasado desde que cumpliste los veinte pero, desde fuera, la gente ya te empieza a llamar mujer, señora, e incluso a tratar de usted cuando, realmente, te sigues sintiendo joven y con ganas de comerte el mundo. Y así se siente Laura. Desde fuera parece que se le va a pasar el arroz, que se va a quedar soltera o que su vida siempre va a consistir en servir copas y tapas en el bar donde trabaja en Zaragoza. Pero Laura es una joven decidida y no está dispuesta a encasillar su vida y a conformarse con lo que tiene en ese momento. Además, su personalidad tan alegre y alocada amenizan mucho la narración. En ocasiones se deja llevar por la desilusión de ser la única soltera del grupo, cuando las demás ya están casadas y con críos en camino, pero tampoco se deja entristecer por ello.
Mateo es un hispter de barba perfecta y mirada profunda que quita el hipo a cualquiera. Es inteligente, divertido, lanzado, atrevido y también muy seguro de lo que siente y lo que quiere en todo momento. Es todo un bromista, pero también un galán y todo lo que se puede pedir de un hombre en la cama, o eso dice Laura xD.
Como secundarios también tenemos a Estefi, compañera de piso de Laura; y a Álex, hermano de Laura. Ambos protagonizan una segunda subtrama romántica donde Estefi pierde las bragas y el habla cada vez que tiene a Álex frente a ella; y donde Álex, todo un mujeriego y picaflor, se divierte viendo cómo Estefi se vuelve gelatina e incapaz de decir algo coherente cuando él está cerca. Álex nunca ha mostrado interés por ella, pero todo cambia el día que aparece en la barbacoa de su padre con un cambio de look que lo deja KO.

Entre Laura y Mateo las chispas saltan desde el primer segundo. La tensión sexual se palpa en el ambiente y es cierto que se siente algo precipitada, pero cuando se conoce a alguien con quien hay química, no podemos hablar de instalove, sino más bien de un «insta atracción sexual» que evoluciona con el tiempo en sentimientos más profundos. Por ese motivo no me ha dado la sensación de fuera de lugar o poco convincente o real el subidón de hormonas y emociones que sienten ambos protagonistas cuando se conocen y deciden dar rienda suelta a la atracción sexual que claramente tienen. Luego, las citas entre ambos darán pie para justificar y demostrar que además de esa pasión indiscutible, son perfectos el uno para el otro, se divierten, disfrutan estando juntos, se complementan y, lo más importante, se gustan por cómo son; hablando de amor sólo a partir de ese momento.

La pluma de Marta Francés es muy sencilla y ágil y, como ya he comentado, el tema que aborda es tan común que resulta muy natural identificarte con los protagonistas. Me ha gustado sentirme parte de la evolución en la relación de Laura y Mateo, y el desenlace, donde la autora nos sorprende con un giro tan inesperado como impactante, deja con muchísimas ganas de leer su continuación: Laura Llega al Final del Camino.

En resumen, ‘Laura va a por Todas’ es una historia sencilla y lineal que ahonda en la dificultad de las relaciones a distancia y que apuntaba a ser una buena y bonita lectura, sin demasiada complejidad, de la que disfrutar en una calurosa tarde de verano; algo que cumple con nota. Pero la autora, no quedando conforme, nos ofrece un giro de trama inesperado y dramático que le hace ganar puntos. Toca esperar a su segunda parte para descubrir cómo acabará todo para Laura y Mateo.

La detective Parabellum ha llegado a la literatura para quedarse, no me cabe la menor duda. Una novela que nos introduce a una protagonista magnífica y abre las puertas a un mundo sobrenatural en el que aún queda mucho carrete por revelar. El Dios Asesinado en el Servicio de Caballeros es el comienzo de algo grande y que llamó mi atención inicialmente por varias cosas:
1) El título tan llamativo y que te hace replantearte una serie de preguntas, entre ellas: ¿Un Dios, asesinado? ¿Pero los Dioses no son inmortales? Y para mas INRI, ¿en el servicio de caballeros? ¿Cómo ha acabado allí? Bueno, vale, quizá esa pregunta sobre… Que sea un Dios no le quita que tenga necesidades como cualquier humano ¿no? Pero, al fin y al cabo, fue una pregunta que pasó por mi cabeza en cuanto leí el título xD.
2) La sinopsis tan divertida de la contraportada, que se complementa con la descripción de la solapa: «Soy a quien llamas cuando la chica de la curva te ha robado el coche. Soy a quien necesitas cuando alguien te deja una cabeza de unicornio en la cama. Soy a quien recurre el hombre del saco cuando un extraño se mete en su casa. Soy detective paranormal y me enfrento a diario a los sucesos más extraños que puedas imaginar. Pero acabo de encontrarme el cadáver de un dios griego en el maletero del coche. Y hasta yo tengo un límite.»
3) Comentario de Antonio Torrubia en la banda que acompaña al libro: «¡Endiabladamente divertida! Como si Terry Pratchett hubiese guionizado Buffy, Cazavampiros en un universo paralelo.» No he leído nada de Terry Pratchett, pero Buffy es mi serie predilecta y si con los dos puntos anteriores había aún algún resquicio en mi cerebro que me hiciese dudar de si hacerme con esta novela o no, con la mención a Buffy se disiparon todas las dudas. ¡Tenía que conocer a la detective Parabellum!

Y dicho y hecho, la lectura ha volado en mis manos y Verónica Guerra, alias Parabellum, ha sido el descubrimiento del año. Una lectura refrescante y divertida, con multitud de mitos, dioses y criaturas sobrenaturales pululando por los bajos fondos de Barcelona sin que los humanos sean conscientes de ello, provocando un caos que Parabellum trata de mantener a raya a través de los diferentes trabajitos que le encomiendan, ya provengan de simples humanos que necesitan librarse de un poltergeist un tanto porculero, o de las mismísimas criaturas sobrenaturales y mitos que campan a sus anchas por la ciudad camuflados con hechizos de glamour. En este caso, recibirá la llamada de Killian, un clurichaun dueño del local que frecuentan los mitos, requiriendo de sus servicios para deshacerse del cuerpo de un Dios griego que ha aparecido asesinado en el servicio de caballeros. Pero quién le iba a decir a Parabellum que el asesinato de un Dios le traería tantos problemas, metiéndola de lleno en una guerra entre dioses nórdicos y griegos que, de no frenarla a tiempo, podría acabar no sólo con el panorama sobrenatural de Barcelona y alrededores, sino también con toda la humanidad habida y por haber en el planeta Tierra. Vampiros, minotauros, valkirias, semidioses, ¡incluso estrellas de la prensa y la televisión nacional! Sergio S. Morán ha introducido todo esto y más en una coctelera dando como resultado una historia sencillamente genial, y con una protagonista de bandera.

La Detective Parabellum es un personaje con mucha chispa y con un ingenio y una palabrería que atrapa al lector. Es una mujer decidida, con recursos y con los ovarios bien puestos. Sin duda alguna Antonio Torrubia acertó en su comentario al compararla con Buffy Cazavampiros. Pero yo me atrevo a ir un poco más allá y a afirmar que es un personaje a caballo entre Jessica Jones y Buffy Summers. Con la primera mantiene la conexión detectivesca, aunque Parabellum desde un plano más paranormal; y con la segunda guarda la elocuencia y el humor que rebosa por los cuatro costados y el escenario sobrenatural, cambiando la estaca por la pistola que le da su nombre en clave: una Parabellum. Incluso en mitad de una batalla, o en plena caída libre con su vehículo, sus ocurrencias y pensamientos hacen que el lector tuerza la boca y se parta de la risa.
Pero Parabellum es solo una parte de la propia Verónica Guerra, humana de carne y hueso y consciente de que no es indestructible y que los errores que cometa se pagan caro, ya sea en su propia persona o en la de los demás. Sabe diferenciar y encuadrar muy bien cada aspecto de su vida, compartimentarlos y asegurarse de que las personas cercanas a ella, y ajenas al mundo paranormal, no comiencen a sospechar de sus verdaderos tejemanejes laborales, como es el caso de su novio Roberto, el ancla que necesita Verónica en su vida para desconectar de la detective Parabellum y sentirse completamente humana en un mundo de humanos.
Otro aspecto que también me ha encantado de esta peculiar detective es que rompe con los clichés habituales de la novela negra y siempre anda preparada para cualquier tipo de contratiempo. Suele llevar el bolso repleto de cachivaches, runas mágicas, hechizos, agua del río Lete y, lo mejor de todo, una pistola cargada con balas tutti-frutti, como ella las llama, capaces de acabar o ralentizar a cualquier invención sobrenatural al estar rellenas de todo un poco. ¡Chica lista! ¡Ah! ¿Y whisky? ¡No por favor, una cerveza bien fresquita!

Parabellum lleva el peso de toda la historia y lo hace de manera sublime, pero también hacen acto de presencia otros personajes con mayor o menor relieve en la trama y que son dignos de mención.
Antón, un vampiro forense al que Parabellum acude con el cadáver del Dios griego y que, pese a su breve aparición e importancia en la trama, es un personaje del que me atrevería a decir que sólo hemos conocido la punta del iceberg y del cual espero conocer más en próximas entregas.
Arancha, amiga de Parabellum, vidente y psíquica a tiempo completo, y conocida en su trabajo como Doña Lola de María para guardar las apariencias y el anonimato.
Roberto, novio de Verónica y, como ya comentaba, el ancla que necesita en su día a día para olvidarse del alocado y peligroso mundo de su alterego; ¿la pega? Que su profesión como periodista quizá no sea lo más idóneo en una relación donde todo son mentiras o, mejor dicho, verdades a medias en las que Parabellum ignora el ingrediente paranormal cuando le habla de sus investigaciones.
Y, por último, mención especial a El Negociador, uno de los antagonistas de esta primera novela, que no son pocos, y que aparece para entorpecer y hacer peligrar la misión y la vida de nuestra alocada detective, dando por seguro que es sólo el principio y que lo volveremos a ver desplegando nuevas artimañas. Parabellum se ha cruzado con un prometedor archienemigo…

La historia está muy bien desarrollada de principio a fin, dejando pequeñas pistas a lo largo de sus páginas y enlazando cada una de ellas con algo cada vez mayor y épico. Lo que comienza como una simple investigación de asesinato va evolucionando, agrandándose como una bola de nieve en movimiento, afectando a más criaturas sobrenaturales, a Dioses nórdicos y griegos, ¡incluso a humanos!, dando lugar a una trama que sabe pillarte por sorpresa y llevarte por derroteros que no veremos venir ni con las largas del coche encendidas (Creo que Parabellum me ha poseído xD). Y eso es lo más entretenido y adictivo. Cualquier pista puede ser clave para resolver parte del caso, para llevarte a tropezar con algo de mayor magnitud o para dar por concluido un caso totalmente ajeno al anterior, zanjando así las diferentes vertientes que se van abriendo a lo largo del libro con un final que cierra todas esas tramas y deja la puerta abierta a otra muy, pero que muy atrayente. 

En resumen, ‘El Dios Asesinado en el Servicio de Caballeros’ es la tarjeta de presentación de una detective de casos paranormales que ha venido para revolucionar la literatura nacional. Una historia que lo tiene todo: humor, fantasía, mitos y criaturas sobrenaturales, Barcelona como telón de fondo, y una protagonista que se vale por sí sola para llevar todo el peso de la historia y hacer disfrutar al lector con su humor peculiar, su ingenio retorcido y su habilidad para atraer al peligro y hacerle frente mirándolo directamente a los ojos. ¡100% recomendable!

La detective Parabellum ha llegado a la literatura para quedarse, no me cabe la menor duda. Una novela que nos introduce a una protagonista magnífica y abre las puertas a un mundo sobrenatural en el que aún queda mucho carrete por revelar. El Dios Asesinado en el Servicio de Caballeros es el comienzo de algo grande y que llamó mi atención inicialmente por varias cosas:
1) El título tan llamativo y que te hace replantearte una serie de preguntas, entre ellas: ¿Un Dios, asesinado? ¿Pero los Dioses no son inmortales? Y para mas INRI, ¿en el servicio de caballeros? ¿Cómo ha acabado allí? Bueno, vale, quizá esa pregunta sobre… Que sea un Dios no le quita que tenga necesidades como cualquier humano ¿no? Pero, al fin y al cabo, fue una pregunta que pasó por mi cabeza en cuanto leí el título xD.
2) La sinopsis tan divertida de la contraportada, que se complementa con la descripción de la solapa: «Soy a quien llamas cuando la chica de la curva te ha robado el coche. Soy a quien necesitas cuando alguien te deja una cabeza de unicornio en la cama. Soy a quien recurre el hombre del saco cuando un extraño se mete en su casa. Soy detective paranormal y me enfrento a diario a los sucesos más extraños que puedas imaginar. Pero acabo de encontrarme el cadáver de un dios griego en el maletero del coche. Y hasta yo tengo un límite.»
3) Comentario de Antonio Torrubia en la banda que acompaña al libro: «¡Endiabladamente divertida! Como si Terry Pratchett hubiese guionizado Buffy, Cazavampiros en un universo paralelo.» No he leído nada de Terry Pratchett, pero Buffy es mi serie predilecta y si con los dos puntos anteriores había aún algún resquicio en mi cerebro que me hiciese dudar de si hacerme con esta novela o no, con la mención a Buffy se disiparon todas las dudas. ¡Tenía que conocer a la detective Parabellum!

Y dicho y hecho, la lectura ha volado en mis manos y Verónica Guerra, alias Parabellum, ha sido el descubrimiento del año. Una lectura refrescante y divertida, con multitud de mitos, dioses y criaturas sobrenaturales pululando por los bajos fondos de Barcelona sin que los humanos sean conscientes de ello, provocando un caos que Parabellum trata de mantener a raya a través de los diferentes trabajitos que le encomiendan, ya provengan de simples humanos que necesitan librarse de un poltergeist un tanto porculero, o de las mismísimas criaturas sobrenaturales y mitos que campan a sus anchas por la ciudad camuflados con hechizos de glamour. En este caso, recibirá la llamada de Killian, un clurichaun dueño del local que frecuentan los mitos, requiriendo de sus servicios para deshacerse del cuerpo de un Dios griego que ha aparecido asesinado en el servicio de caballeros. Pero quién le iba a decir a Parabellum que el asesinato de un Dios le traería tantos problemas, metiéndola de lleno en una guerra entre dioses nórdicos y griegos que, de no frenarla a tiempo, podría acabar no sólo con el panorama sobrenatural de Barcelona y alrededores, sino también con toda la humanidad habida y por haber en el planeta Tierra. Vampiros, minotauros, valkirias, semidioses, ¡incluso estrellas de la prensa y la televisión nacional! Sergio S. Morán ha introducido todo esto y más en una coctelera dando como resultado una historia sencillamente genial, y con una protagonista de bandera.

La Detective Parabellum es un personaje con mucha chispa y con un ingenio y una palabrería que atrapa al lector. Es una mujer decidida, con recursos y con los ovarios bien puestos. Sin duda alguna Antonio Torrubia acertó en su comentario al compararla con Buffy Cazavampiros. Pero yo me atrevo a ir un poco más allá y a afirmar que es un personaje a caballo entre Jessica Jones y Buffy Summers. Con la primera mantiene la conexión detectivesca, aunque Parabellum desde un plano más paranormal; y con la segunda guarda la elocuencia y el humor que rebosa por los cuatro costados y el escenario sobrenatural, cambiando la estaca por la pistola que le da su nombre en clave: una Parabellum. Incluso en mitad de una batalla, o en plena caída libre con su vehículo, sus ocurrencias y pensamientos hacen que el lector tuerza la boca y se parta de la risa.
Pero Parabellum es solo una parte de la propia Verónica Guerra, humana de carne y hueso y consciente de que no es indestructible y que los errores que cometa se pagan caro, ya sea en su propia persona o en la de los demás. Sabe diferenciar y encuadrar muy bien cada aspecto de su vida, compartimentarlos y asegurarse de que las personas cercanas a ella, y ajenas al mundo paranormal, no comiencen a sospechar de sus verdaderos tejemanejes laborales, como es el caso de su novio Roberto, el ancla que necesita Verónica en su vida para desconectar de la detective Parabellum y sentirse completamente humana en un mundo de humanos.
Otro aspecto que también me ha encantado de esta peculiar detective es que rompe con los clichés habituales de la novela negra y siempre anda preparada para cualquier tipo de contratiempo. Suele llevar el bolso repleto de cachivaches, runas mágicas, hechizos, agua del río Lete y, lo mejor de todo, una pistola cargada con balas tutti-frutti, como ella las llama, capaces de acabar o ralentizar a cualquier invención sobrenatural al estar rellenas de todo un poco. ¡Chica lista! ¡Ah! ¿Y whisky? ¡No por favor, una cerveza bien fresquita!

Parabellum lleva el peso de toda la historia y lo hace de manera sublime, pero también hacen acto de presencia otros personajes con mayor o menor relieve en la trama y que son dignos de mención.
Antón, un vampiro forense al que Parabellum acude con el cadáver del Dios griego y que, pese a su breve aparición e importancia en la trama, es un personaje del que me atrevería a decir que sólo hemos conocido la punta del iceberg y del cual espero conocer más en próximas entregas.
Arancha, amiga de Parabellum, vidente y psíquica a tiempo completo, y conocida en su trabajo como Doña Lola de María para guardar las apariencias y el anonimato.
Roberto, novio de Verónica y, como ya comentaba, el ancla que necesita en su día a día para olvidarse del alocado y peligroso mundo de su alterego; ¿la pega? Que su profesión como periodista quizá no sea lo más idóneo en una relación donde todo son mentiras o, mejor dicho, verdades a medias en las que Parabellum ignora el ingrediente paranormal cuando le habla de sus investigaciones.
Y, por último, mención especial a El Negociador, uno de los antagonistas de esta primera novela, que no son pocos, y que aparece para entorpecer y hacer peligrar la misión y la vida de nuestra alocada detective, dando por seguro que es sólo el principio y que lo volveremos a ver desplegando nuevas artimañas. Parabellum se ha cruzado con un prometedor archienemigo…

La historia está muy bien desarrollada de principio a fin, dejando pequeñas pistas a lo largo de sus páginas y enlazando cada una de ellas con algo cada vez mayor y épico. Lo que comienza como una simple investigación de asesinato va evolucionando, agrandándose como una bola de nieve en movimiento, afectando a más criaturas sobrenaturales, a Dioses nórdicos y griegos, ¡incluso a humanos!, dando lugar a una trama que sabe pillarte por sorpresa y llevarte por derroteros que no veremos venir ni con las largas del coche encendidas (Creo que Parabellum me ha poseído xD). Y eso es lo más entretenido y adictivo. Cualquier pista puede ser clave para resolver parte del caso, para llevarte a tropezar con algo de mayor magnitud o para dar por concluido un caso totalmente ajeno al anterior, zanjando así las diferentes vertientes que se van abriendo a lo largo del libro con un final que cierra todas esas tramas y deja la puerta abierta a otra muy, pero que muy atrayente. Inevitablemente he tenido que acompañar esta reseña con imágenes de Buffy ♥

En resumen, ‘El Dios Asesinado en el Servicio de Caballeros’ es la tarjeta de presentación de una detective de casos paranormales que ha venido para revolucionar la literatura nacional. Una historia que lo tiene todo: humor, fantasía, mitos y criaturas sobrenaturales, Barcelona como telón de fondo, y una protagonista que se vale por sí sola para llevar todo el peso de la historia y hacer disfrutar al lector con su humor peculiar, su ingenio retorcido y su habilidad para atraer al peligro y hacerle frente mirándolo directamente a los ojos. ¡100% recomendable!