Alicia es insegura, amable y con buen corazón. Su infancia no fue fácil y, en cuanto tuvo oportunidad, se marchó de su pueblo sin mirar atrás. Ahora las circunstancias de la vida la hacen volver para pasar el verano, y se dará cuenta de que la mochila que representa su pasado sigue pesando demasiado.

Jaime es un hombre sensato, sencillo, divertido y transparente. También tiene un pasado que lo marcó, pero hace grandes esfuerzos para que no perturbe su presente. Cuando conoce a Alicia, no se imagina hasta qué punto se convertirá en un gran apoyo para ella.

Es una historia de las que se cuecen a fuego lento. Conoceremos sus miedos, sus debilidades y los obstáculos que la vida les pone en el camino y que solo ellos deben ser capaces de superar.

Gala, la hermana de Alicia, es uno de los secundarios que más peso tiene en la historia. Tengo que confesar no me ha caído nada bien, sus comportamientos me han sacado de mis casillas y no me han parecido justificados en ningún momento, por muy difícil que fuera su situación.

El «pero» que le tengo que poner es que ha habido momentos que se me han hecho más lentos por la cantidad de reflexiones que nos encontramos, algunas más necesarias que otras. Por otro lado, me habría gustado que Alicia sacara las uñas y defendiera su postura sin dejarse manipular por Gala.

Es una historia de superación, de segundas oportunidades, sobre todo a uno mismo, de aceptar quienes somos y reconciliarse con lo que un día nos hizo daño. Nos encontraremos momentos tristes y felices, algunos llenos de rabia y otros repletos de amor.

La pluma de la autora me ha gustado mucho, ya que te adentra en la historia y en los sentimientos de los protagonistas y te hace empatizar con ellos. Sin duda, seguiré leyendo sus historias.

Cullen Post es un abogado y ex sacerdote que dedica su tiempo a sacar a personas inocentes de la cárcel. Tiene su sede en el sur de Estados Unidos y trabaja para una organización sin ánimo de lucro. Gana muy poco dinero, trabaja muchas horas y no ha tenido una relación romántica en bastante tiempo.

Post cumple bien el papel de protagonista, aunque no quiere elogios por su trabajo, solo busca respuestas para sus clientes y hará todo lo que pueda por ellos, la justicia entera verá la luz del día, y tratará de luchar hasta el final.

Su historia de fondo está claramente definida en los primeros capítulos y su crecimiento seguramente lo convertirá en un personaje con el que el lector no tendrá problemas para conectar.

La narración avanza lentamente, pero a su vez es emocionante para todos aquellos que juegan un papel en las distintas tramas, con una mezcla de capítulos cortos y largos, Grisham atrae al lector desde el principio y te permite ver cómo se ve la inocencia entre barrotes.

La escritura de John Grisham es perfecta y la historia es convincente. Captura hábilmente el estado de ánimo, el sentido de urgencia y la injusticia de los condenados.

Los Guardianes realmente te hace pensar en los muchos hombres y mujeres que han sido condenados injustamente y todavía están cumpliendo condena por delitos que no cometieron.

Año Uno fue la primera entrega de las Crónicas de la Elegida, donde una pandemia desata el caos llevándose con ella a millones de personas, y que los supervivientes denominaron como El Juicio Final, un virus mortal que deja paso a criaturas mágicas, cambiantes, hadas, duendes, elfos, brujas, brujos y se convierte en una lucha de luz contra oscuridad.

Nos encontramos con personajes muy variopintos que terminan reuniéndose al final en un lugar llamado Nueva Esperanza. Max y Lana, un brujo y una bruja, serán los padres de Fallon, La Elegida, destinada a enfrentarse a las fuerzas del mal y a ponerle fin a todo el caos.

En la segunda parte, Sangre y Hueso, vemos como Fallon, una preadolescente de 13 años, tendrá que abandonar su hogar para formarse durante dos años junto al hechicero Mallick, que la guiará por el camino del bien y le dará todas las pautas necesarias para afrontar su destino.

La primera parte fue más o menos interesante, pero la segunda se podía resumir perfectamente en muy pocos capítulos, fue demasiado tediosa y cargante, mucho relleno para mi gusto, ya que todo el libro se centra en la evolución de esa nueva comunidad que convive en Nueva Esperanza junto a seres mágicos y no mágicos, y en la propia evolución de Fallon, no había nada destacable o que captase mi atención.

Llegamos al final de la trilogía con Nueva Esperanza, donde Fallon, ya con 20 años, y otros seres, se enfrentarán a la oscuridad, una guerra del bien contra el mal y donde experimento la misma sensación que en la segunda parte, poco interesante que contar y muchos capítulos sobrantes.

Resumiendo toda la trilogía tengo que decir que me sobran páginas y muchas, insisto, mucha paja, demasiados personajes que consiguen hacer la historia bastante confusa y aburrida, diálogos demasiado pobres y todo muy predecible.

Una trilogía que empezó decentemente y que terminó perdiendo fuelle.

Participar en un team building un viernes por la noche es lo último que cuatro colegas de finanzas de Wall Street querrían hacer, pero realizar este ejercicio es obligatorio, por lo que todos llegan a la ubicación que les fue dada, un edificio de oficinas que se encuentra en obras y que los fines de semana queda vacío.

El ascensor se pone en marcha rápidamente y luego se detiene entre los pisos, las luces se apagan, el calor aumenta, surge la primera pista y el equipo se da cuenta que ha empezado el juego.

Dejar de lado las pequeñas rivalidades y trabajar juntos para resolverlas se vuelve prioritario para poder salir de ahí. Creen que solo necesitan completar el desafío y que podrán irse, pero las cosas no salen según lo planeado.

Lo que parecía un juego inofensivo se vuelve mucho más oscuro a medida que los secretos del equipo quedan al descubierto, lo que les lleva a enfrentarse entre sí, y provoca que los participantes luchen por salir con vida.

Encerrados alterna el presente y el pasado sin ningún problema o confusión, todos los elementos de la historia están donde deben estar y sin revelar nada más que lo suficiente.

Es un thriller inteligente, interesante y bien escrito, los personajes están perfectamente desarrollados y consigue mantener el interés y el suspense.

Así comienza es una mezcla de géneros, por un lado es un excelente thriller psicológico, lleno de mentiras, engaños, asesinatos y venganzas, pero también abarca la investigación policial y el drama judicial. Me enganchó desde la primera página.

La historia, dividida en tres partes, se centra en Evie, Mark, Cleo y las complicadas relaciones entre los tres.

Asistiremos a los acontecimientos que llevaron al asesinato de Mark, veremos el intrincado juicio y un sorprendente giro final que nos tenía preparado.

La habilidad de Rachel Abbott para manipular al lector a lo largo de las páginas hace de esta novela una lectura realmente convincente, retorcida, apasionante y satisfactoria.

Definitivamente es una trama astutamente inteligente donde crees saber lo que está sucediendo, o va a suceder, y luego te das cuenta que no iban por ahí los tiros ¿o sí? Simplemente empiezas a dudar de tus propias conclusiones.

El suspense psicológico, los personajes desagradables, los narradores poco confiables y las familias disfuncionales, hacen de esta novela un thriller muy recomendable.

Casanova ha regresado a Venecia y las reacciones son bastante dispares, las mujeres se muestran fascinadas por su vuelta, sus maridos recelosos y el inquisidor Pietro Garzoni, hombre obstinado y despiadado, se muestra indignado.

Para animar la historia, llega a la ciudad la condesa de Tirol Margarethe von Steinberg, que le brinda a Casanova un desafío algo inquietante, seducir a la joven e inocente Francesca Erizzo a cambio de una noche con ella. Casanova, atraído más por el desafío que por la pasión, acepta. A través de amigos y actuaciones extravagantes, atrae a la joven, pero tal vez no sea solo un desafío…

Giacomo Casanova, retratado como un rompecorazones irreductible, impulsivo, apasionado y presa de su estado de ánimo, representa al antihéroe más famoso de la historia que, aún siglos después, puede tener un efecto hechizante.

Además de seductor, fue un aventurero, un escritor, un poeta, un alquimista, un filósofo, un diplomático e incluso un espía italiano, todos los aspectos que, en su multiplicidad y complejidad, emergen claramente a través del marco narrativo construido por Matteo Strukul.

La sonata de los corazones rotos es una intriga entrelazada con hechos históricos que se reproduce en el nebuloso telón de fondo de Venecia. Entre los canales con góndolas y las deslumbrantes mansiones de los aristócratas del siglo XVIII.

Matteo Strukul logra representar a Casanova como un ser frívolo, profundo, imperfecto…
Las intrigas y relaciones sangrientas reconstituyen eventos históricos reales con originalidad y dinamismo, refrescando el espíritu de un momento emocionante.

«La carta olvidada» es una combinación bien escrita de misterio y romance que revela las verdades de una historia de amor de hace mucho tiempo. Nada ni nadie son lo que parecen.

Cuando el actor de 95 años Sir James Harrison muere, la periodista Joanna Haslam asiste al funeral donde un incidente con una débil anciana pone en marcha esta historia. Unos días después, Joanna recibe un paquete de la señora Rose, y la visita para hacerle preguntas, pero se entera que Rose ha muerto…
Desentrañar la verdad de las mentiras resulta ser mucho más complicado y peligroso de lo que Jo podría haber imaginado.

Mientras tanto, Zoe Harrison, la nieta y cuidadora del actor, que ahora se enfrenta a la vida como madre soltera, recibe una llamada del antiguo amor de su vida, cuya verdadera identidad permanece en secreto durante bastante tiempo, y, por otro lado, Jo tiene poca suerte en el amor y, después de traiciones pasadas, tiene dificultades para confiar.

Hay un elenco completamente pintoresco de personajes secundarios, los suficientes, no demasiados, incluido el editor de Jo, Alec, y el amigo de la infancia Simon. No hace falta decir que todos terminan inmersos en la trama.

Aproximadamente a la mitad de la novela, lo que pensaba que era la solución al misterio, resultó ser incorrecta y todavía había un camino por recorrer. Hasta ese punto el progreso de la historia me pareció un poco lenta y, aunque un poco confusa en partes, ya que la intrincada historia vuela de Londres a Irlanda y Francia, disfruté muchísimo el elemento espía y el fondo musical teatral de Sir James.

La historia nos la cuenta Alison, una abogada que está luchando por compaginar su carrera, su vida familiar y una aventura que mantiene con un compañero de trabajo, y que a menudo recurre al consumo de alcohol para evadirse de todo lo que le está pasando.

Con su primer caso de asesinato entre manos, Alison tiene que defender a Madeline Smith, acusada de haber asesinado a su esposo, y que a medida que se acerca al juicio, la abogada va encontrando bastantes similitudes entre la vida de Madeline y la suya propia.

Alison intenta por todos los medios recuperar el amor de su marido Carl, y finalizar su historia con Patrick, pero ese consumo de alcohol del que parece depender la llevan a tomar decisiones erróneas y peligrosas, hasta el punto de empezar a recibir anónimos de alguien que la vigila muy de cerca y que es conocedor/a de su aventura con su compañero.

Lo intrigante de la historia es tratar de determinar cómo se conectarán estos tres hilos, lo que hace que el suspense vaya en aumento según nos vamos acercando al final de la novela.

Harriet Tyce nos brinda un thriller psicológico poblado de personajes intrigantes y perturbadores con un resultado final hábilmente ejecutado, inquietante, convincente e inesperado.

La casa de la caridad es el primero de dos (creo) libros escritos por Ulrike Schweikert.

Es una historia emocionante, llena de lágrimas, basada en una historia real, bien escrita, y con muy buenos protagonistas.

El autor consigue que te familiarices rápidamente con una amplia variedad de personajes que tienen su lugar muy definido en la narración.

En 1831 se desató el cólera en Berlín, muchas personas infectadas son llevadas al famoso Hospital (el más antiguo de Berlín y hoy en día, uno de los hospitales universitarios más grandes de Europa), donde médicos, enfermeras y cuidadores luchan porque sobrevivan los pacientes.

Dado que a las mujeres en ese momento no se les permitía estudiar medicina, estaban condenadas a realizar tareas menores, pero Elizabeth no se conforma con eso y supera los límites establecidos para obtener el mejor tratamiento posible para los enfermos.

El estilo de escritura del autor me gustó mucho.
Las descripciones médicas son muy detalladas, lo que hace que la lectura sea bastante fluida, y no te da opción para aburrirte a lo largo de la lectura.

En conclusión, la novela me cautivó desde las primeras páginas, así que definitivamente quiero leer la secuela.

La vida de Lucía da un giro inesperado que la lleva a revivir su infancia en Galicia y a querer reencontrarse con sus orígenes.

Un paseo a través de sus recuerdos de la infancia, sus lugares favoritos, sus amigos de la niñez, de reencuentros…

En ese recorrido la acompaña su novio Julián, que no acepta del todo lo que el azar tenía dispuesto para ambos, y que cada uno se ve obligado a aceptarlo de diferente manera.

Una novela que te invita a enfrentarte a tus miedos y a darte cuenta que no somos dueños de nuestro propio destino, pero que sí somos capaces de hacer que las cosas, en cierta medida, vayan por donde nosotros queramos.

Todo lo demás era silencio es la primera novela de Manuel de Lorenzo que nos hace partícipe de un viaje lleno de dudas, miedos e incertidumbres que merece la pena leer.

188 páginas que te atrapan sin que te des cuenta, que te sumergen en un estado de reflexión inevitable y que nos regala una historia difícil de olvidar.

Está muy bien que la sinopsis no cuente apenas nada, porque así no te haces una idea «clara» de lo que te vas a encontrar.

Me cautivó desde el principio el personaje de Juliette, llegando por momentos a sentir cierta simpatía, incluso a desear que las cosas le llegasen a salir medianamente bien, aunque luego mis sentimientos hacia ella cambiaron por completo.

Ella es así, una sociópata, acosadora, obsesiva, retorcida hasta el final: Ten cerca a tus amigos, pero ten aún más cerca a tus enemigos, y es que es mejor tenerla de amiga que de enemiga.

El libro está narrado en primera persona, lo que hace que meterte en la piel de este personaje resulte tremendamente fácil. Se inicia con un prólogo (corto) en el que nos cuenta un acontecimiento importante en su infancia, y luego da paso al presente donde poco a poco vas entendiendo cómo funciona su mente, cuál es el plan que tiene para recuperar a Nate y el por qué hace lo que hace…

Tiene un par de giros totalmente inesperados, y que no puedo comentar abiertamente sin caer en el spoiler, ya que para mí el sentido de la historia cambió por completo…

Pensaba en dos posibles finales, y ninguno fue el elegido, cosa que no me desagradó en absoluto, porque afortunadamente la autora tenía otros planes que me dejaron con un buen sabor de boca.

Muy bien entretejido, no le falta nada y no le sobra nada, una vez que lo empecé no pude dejarlo. No me importaría leer una segunda parte.

Me atrevería a decir y sin haber leído el tercero, que este es el más flojo hasta el momento, la lectura en ocasiones se vuelve algo lenta y pesada, pero mejora a lo largo de la segunda parte.

De los personajes ya se sabe que son extremadamente ricos, unos auténticos snobs que babean por los coches de lujo, la ropa de marca, complementos exclusivos, joyas y un largo etcétera, lo que hace que detallarlos tanto al milímetro resulte un poco agotador.

Un segundo tomo que muestra la evolución, años después, de Nick y Rachel; Astrid, Michael y Charlie; así como nuevos personajes que vienen a llenar y enmarañar un poco más la historia. Si con su primera novela se hacía un poco difícil seguirlos, porque había muchos y variados, con La boda de Rachel Chu se hace más liviano porque los más principales ya son de andar por casa, lo que hace menos complicado seguir a las nuevas incorporaciones.

El autor sigue con su afición de utilizar las notas a pie de página no solo a modo de explicación, si no que aprovecha para dejar opiniones personales de manera sarcástica en algunos casos, el resultado ha sido bueno en este sentido, ya que es un complemento más de la narración.

Una continuación plagada de viajes en jets privados, bodas, banquetes titánicos y desfiles de moda; de relaciones que se complican, secretos que salen a la luz y nuevos enredos que llevan hacia un final que no se conocerá hasta que se publique el último libro de la trilogía.

Menos de 24 horas me ha durado en las manos, y en mi opinión es el mejor que ha escrito (o por lo menos el que más me ha gustado) de Shari Lapena, quizás porque se adentra en un apasionante thriller policíaco dejando atrás el psicológico.

Se disfruta desde el primer minuto en que los diferentes huéspedes (cada uno con su propia historia a las espaldas) van llegando al encantador (aunque termina siendo realmente siniestro) hotel Mitchell’s Inn.

Yo misma me sentí dentro de esa intrigante atmósfera que construyó de manera aceptable. Me veía subiendo y bajando las escaleras del hotel, en la biblioteca, junto a la chimenea, era la espectadora principal de un suspense bien relatado y sin perderse en detalles innecesarios.

Cada capítulo es mejor que el anterior, desvelando el pasado de los personajes que hace que todo se siga complicando un pelín más de lo que ya está. En ningún momento supe ni remotamente quién era ese «invitado».

Un final inesperado (aunque todo aquí es inesperado) que me dejó con un buen sabor de boca.

No suelo recomendar libros, porque mis gustos no tienen por qué coincidir con el resto, pero en este caso me atrevo a decir que merece la pena dedicarle unas pocas horas.