¿Habéis visto la portada tan bonita y dulce que tiene esta novela? ¡Si es que dan ganas de comérsela! jajaja Reconozco que ese fue uno de los motivos por los que quería leer esta novela, aunque después leí la sinopsis y me llamó todavía más la atención, así que aprovechando que salió en Edición Anticipada, solicité un ejemplar ^-^ Y a pesar de que había leído muy buenas opiniones, la novela no ha cubierto todas mis expectativas, pero bueno… vayamos poco a poco 🙂

La novela se nos presenta narrada en primera persona desde el punto de vista de Fiona, nuestra protagonista. La vida de Fiona no ha sido ni es nada fácil: sufre acoso escolar por parte de Lylla y su séquito, lleva sola desde los doce años cuidando de su padre enfermo y por si esto no fuera poco, tiene un problema con la comida y su sobrepeso (entre lo caótica y complicada que es su vida y que no sabe cocinar, no le queda más remedio que recurrir a los productos precocinados, congelados y la comida basura).

Pero un día aparecerá en su vida Mirna, la tía de su profesora Aurora, quien no dudará en volcarse con ella y enseñarle a cocinar utilizando el amor como ingrediente principal.

Y bueno… como podéis ver, el camino de Fiona se presenta con bastantes obstáculos, así que no seré yo quien revele más detalles de los estrictamente necesarios, por lo que si hasta ahora os ha llamado la atención la novela, no dudéis en darle una oportunidad 🙂

Los personajes secundarios que intervienen en la novela no son muy numerosos, pero destacaría a Max y Carmen (los mejores amigos de Fiona), la profesora Aurora y su tía Mirna, Alberto (quien defiende a Fiona desde que eran pequeños y del que ella está profundamente enamorada) y Lylla (la acosadora de Fiona).

Si he de ser sincera, no he conectado demasiado con los personajes porque, quizá, no los he sentido tan cercanos o no los he conocido tanto como esperaba. Es decir… con la protagonista sí que he empatizado desde el principio por lo delicada que es su situación, pero hubo determinados comportamientos o cosas que no me convencieron demasiado. Os hablo, por ejemplo, del humor ácido que utiliza para mofarse de su aspecto físico y autocompadecerse de sí misma. Que no digo que no pueda hacerlo, porque pienso que cualquiera lo haría en su lugar, pero hacer ese tipo de comentarios hacia sí misma página tras página resulta un poco cansino =/

Independientemente de esto, me ha gustado mucho la personalidad y el personaje de Fiona. Es una chica valiente, cariñosa, generosa, muy entregada a su familia e incluso divertida. Es un personaje tan real, creíble y cercano como el resto y cada uno de ellos aporta algo diferente a la trama. Por ejemplo, Max y Carmen aportan ese toque juvenil, desenfadado y divertido propio de la juventud mientras que Mirna y Aurora aportan algo más de seriedad y madurez. Aunque, como ya he dicho antes, me hubiese gustado conocerles más o que tuviesen más protagonismo.

La trama puede parecer sencilla a simple vista, pero os aseguro que de sencilla tiene poco. Hay varias subtramas que acompañan a la trama principal y todas ellas están muy bien desarrolladas e hiladas pero hay una en concreto que se toca muy por encima bajo mi punto de vista y que, además, precisamente esa era la que más me interesaba. Estoy hablando del padre de Fiona y su enfermedad, que para mí ocupan más bien un segundo plano y me hubiese gustado que se desarrollase más esta parte, pero esto ya es a título personal.

Creo que sobra decir que estamos ante una novela contemporánea y realista donde el drama está a la orden del día y donde, además, se tocan temas como el acoso escolar, los problemas alimenticios, la amistad, el amor, la cocina, la pérdida de un ser querido o las enfermedades mentales, entre otros.

A pesar de ello, a mí la trama se me ha hecho monótona y repetitiva en algunas ocasiones, básicamente porque la protagonista nos cuenta su día a día, cómo afronta los problemas y obstáculos que se le presentan y poco más. No hay grandes giros argumentales ni la autora nos tiene guardadas sorpresas, así que el ritmo de la misma es algo pausado la mayor parte del tiempo.

La pluma de la autora me ha gustado bastante. Es cierto que no es asombrosa ni tampoco ha sido todo un descubrimiento, pero tiene gancho. Ángela Vallvey tiene un estilo ameno, juvenil, muy cercano y natural donde predomina más la narración que el diálogo.

Además, a lo largo de la novela encontraremos numerosos hashtags (#) que, si os digo la verdad, no me han convencido demasiado y tampoco les he encontrado mucho sentido (al menos a la mayoría) aunque reconozco que algunos fueron bastante divertidos.

Supongo que ya habré dicho millones de veces la pereza que me da encontrarme con capítulos largos, más que nada porque soy de las que para de leer al terminar un capítulo, aunque más que esto es… la pereza xD Me dan mucha pereza los capítulos largos; no les veo fin y me ralentizan bastante a la hora de leer y avanzar con la lectura. ¿Y qué pasa? Pues que los capítulos de esta novela son lo siguiente a largos y, para colmo, no hay divisiones propiamente dichas ni nada que nos ayude a identificar o diferenciar los capítulos, sólo un salto de página. Sin exagerar os digo que igual encontramos capítulos de cinco páginas como de cuarenta o ciento cincuenta páginas, así que imaginad la odisea xD

El final, eso sí, me ha gustado mucho ^-^ Es bonito, tierno, acertado y cerrado. Puede que haya sido un poco predecible pero no lo cierto es que no lo he tenido muy en cuenta. Así que bueno… para mí, esta ha sido una novela con cosas buenas y malas, aspectos positivos y negativos, que me ha gustado en general aunque quizá no tanto como esperaba. Pero ya sabéis que si a vosotros os llama la atención os animo a que le deis una oportunidad 🙂

Esta novela llegó a mis manos gracias a Edición Anticipada y me enamoré de la portada y el título desde el mismo momento en que la vi. Pero antes de lanzarme a pedirla quise buscar un poquito de información sobre la novela y su autora y resulta que Celia Lastres es una cocinera vegana y que, además, fue una de las participantes de la segunda edición de MasterChef (yo sólo vi la primera y de la segunda veía algunos programas sueltos ;_;) así que, por tanto, las recetas de cocina que encontraremos en este libro son recetas 100% veganas y/o vegetarianas ^-^ Y bueno… ¡menuda sorpresa me he llevado con este libro! *-*

La novela se nos presenta narrada en primera persona desde el punto de vista de la propia Celia. Celia es un espíritu libre e independiente. Trabaja en un hospital y sus dos grandes pasiones son viajar y cocinar.

Celia Lastres nos contará sus idas y venidas amorosas a lo largo de veintisiete capítulos, más un prólogo y epílogo. Empezará por contarnos cómo conoció a su primer novio, El Patillas, y cómo fue conociendo a otros muchos chicos a través de aplicaciones como Tinder o Meetic o redes sociales como Facebook o Badoo.

Y básicamente Celia es el único personaje que destacaría de la novela porque, además de ser la protagonista de esta historia, es la única a la que se llega a conocer a la perfección. Sí, también están todos los chicos a los que va conociendo e incluso amigos y conocidos, pero algunos de ellos pasan desapercibidos y del resto apenas se conocen datos más allá de rasgos físicos y alguna que otra cualidad de su personalidad (salvo D, su mejor amigo, y El Patillas, su primer novio) así que tampoco voy a extenderme mucho escribiendo nombres 🙂

Y no puedo hablar de Celia como si de un personaje ficticio se tratase porque la historia que se cuece entre las páginas de «Mujer soltera cocinera busca…» es su propia historia; es una historia basada en hechos reales. Pero lo que sí puedo contaros de ella, aunque no la conozca en persona, es que me ha parecido una chica excepcional, divertida, con ganas de aprender y darlo todo, de amar y ser correspondida. Una chica carismática, divertida y con sentido del humor, que nunca se da por vencida y lucha por lo que quiere hasta el final (aunque no siempre salgan las cosas como uno desea). Vamos… la típica amiga que todos querríamos tener (y también querríamos tener un gatete como Tao jiji) ^-^

De la trama ya os he hablado lo suficiente como para que decidáis si queréis o no leerla, así que no quisiera añadir más detalles porque sino os lo estaría contando todo. Simplemente os diré que a mí me ha sorprendido y gustado mucho la novela en su conjunto. No sabía qué me iba a encontrar exactamente (aunque con la sinopsis uno se hace una idea) pero reconozco que me ha gustado mucho la combinación de «relatos + recetas + ilustraciones».

La parte de los relatos la he disfrutado mucho. Me he divertido, reído, entretenido y entristecido a partes iguales, pero sobre todo entretenido y reído xD Además, a lo largo de la novela (y sobre todo en el prólogo y epílogo) la autora nos regala algunos consejos relacionados con las parejas y el amor; unos consejos completamente sinceros y cargados de verdad.

Y reconozco que he disfrutado muchísimo aquellos capítulos en los que Celia viajaba al extranjero porque, gracias a ella, he podido conocer un poquito más lugares como París o Roma. Y voy a mojarme un poco para decir que mis capítulos favoritos han sido el 6, que es cuando viaja a París, y el último, que de poder hacerlo le pondría un monumento a Celia por sus palabras tan sinceras y sus consejos ^-^

Las recetas e ilustraciones han sido todo un detalle y un perfecto complemento para la historia ^-^ Antes de nada, decir que las recetas que vamos encontrando a lo largo de la novela no están ahí por azar, sino que son recetas que en algún momento Celia compartió con alguno de sus ligues o simplemente se trata de algunos de sus platos favoritos y, como decía al principio, todas las recetas son veganas/vegetarianas, muy fáciles de hacer y muy sanas. Podéis encontrar algunos ejemplos en las imágenes que hay repartidas por la reseña, pero hay muchas más recetas 🙂

De la pluma de la autora no sé qué deciros porque no estamos ante una novela «normal y corriente», pero algo tendré que contaros, ¿no? Pues bien… independientemente de que la tipografía de la novela es bastante grande (lo cual facilita y agiliza enormemente su lectura) a mí me ha gustado mucho el estilo de la autora. Es muy sencillo, juvenil, fresco, ameno y cercano. No utiliza palabras enrevesadas ni se excede en las descripciones o narraciones. Los capítulos son sumamente breves, así que las páginas vuelan solas sin darnos cuenta. Es más, yo me leí la novela prácticamente en una tarde :’)

Y el final ha sido simplemente genial: bonito, real, creíble e impredecible. Es el final perfecto y reconozco que después de tantos vaivenes esperaba algo completamente diferente, pero Celia lo borda en ese último capítulo, que transmite un claro mensaje, y… madre mía, me ha encantado ^-^

Descubrí este libro a través de Edición Anticipada y sólo con leer el título y la sinopsis ya supe que tenía que leerlo porque parecía ser una novela muy divertida. Y no me equivocaba porque lo cierto es que me lo he pasado realmente bien leyéndola ^-^

La novela se nos presenta narrada en tercera persona desde el punto de vista de Rita, nuestra indiscutible protagonista. Rita acaba de cumplir 30 años y no puede sentirse peor al darse cuenta de que su vida sigue siendo prácticamente la misma desde su adolescencia. Ahora sufre la adolestreinta, un trastorno de la personalidad mediante el que la persona que lo padece vuelve a revivir su etapa adolescente. Sería algo así como la segunda edad del pavo.

A parte de Rita, realmente no hay más personajes en la novela y tampoco podrían considerarse personajes secundarios los familiares y amigos suyos que aparecen a lo largo de la novela porque sólo llegamos a conocer sus nombres, así que poco puedo comentar al respecto.

Eso sí, os aseguro que vais a conectar de inmediato con la protagonista porque la gran mayoría de las situaciones que vive las hemos vivido muchos de nosotros en nuestra adolescencia o las estamos viviendo ahora (e incluso puede que las vivamos más adelante).

La trama es muy muy sencilla y tampoco la podríamos considerar como tal porque la autora combina unas cinco o seis páginas de texto con otras cinco o seis páginas de viñetas por cada capítulo en las que se nos cuentan, de forma resumida, muchas de las situaciones que vive Rita desde su adolescencia hasta la adolestreinta.

En las páginas de texto la autora nos relata las idas y venidas de la vida de nuestra protagonista: nos habla de sus primeros novios, de sus problemas en la adolescencia, de sus ligues, de su trabajo… todo narrado desde un punto de vista muy cómico, divertido y sumamente realista, por lo que las risas están más que aseguradas. Y en la parte de las viñetas se recogen algunas de las escenas narradas en la parte de texto. Muchas de ellas son realmente divertidas y era inevitable soltar expresiones tales como «¡es verdad!» o «¡eso también lo hago/hice yo!» mientras leía *-*

Salta a la vista que la edición de esta novela es una pasada y está muy currada, ¿no? Esta es una novela que no llega ni a las 200 páginas pero cada una de ellas está cuidada hasta el más mínimo detalle, así que entre esto y que me lo he pasado muy bien leyendo las viñetas, estoy segurísima de que le echaré un vistazo a la novela cada vez que pueda para rememorar los momentos y situaciones más divertidas y echarme unas risas.

Y como ocurre con todas las novelas ilustradas que tienen tan pocas páginas, pues es obvio que el ritmo de lectura es muy ágil. La novela se puede leer perfectamente en un par de horas, que fue más o menos lo que tardé yo en leerla. Obviamente, si os paráis a mirar con detalle las viñetas y a releer algunas partes pues tardaréis algo más, pero más o menos tardaréis eso en leerla al completo 🙂

Si os soy sincera, no conocía de nada a la autora pero desde que terminé de leer esta novela he estado investigando un poco y resulta que en 2014 publicó otra novela del estilo de esta (Los lunes me odian), así que después de habérmelo pasado tan bien leyendo Crónicas de la adolestreinta, estoy segura de que me lo pasaré igual de bien con la otra novela, así que espero conseguirla pronto ^-^

Y ya, para terminar con esta reseña, me gustaría animaros a que leáis este librito porque os vais a divertir mucho y si estáis en una de esas épocas en las que no sabéis qué leer o habéis salido de una lectura densa, os aseguro que esta es una novela perfecta para desconectar o para llevaros a la playa o la piscina ahora que estamos en verano 🙂

Además, seguro que muchos de vosotros estáis en la adolestreinta, al igual que yo xD

Antes de empezar con la reseña, me gustaría decir que no sabía de la existencia de esta novela hasta que Edición Anticipada me dio la oportunidad de leerla. ¿Por qué decidí hacerlo? Pues primero porque me gustan mucho las novelas de misterio y asesinatos y segundo porque nunca me había encontrado con ningún personaje como Sofía, que sufre de hiperactividad. Así que sí, esos fueron los principales motivos por los que decidí darle una oportunidad a esta historia. Como adelanto os diré que me ha gustado mucho más de lo que esperaba pero reconozco que he echado en falta un par de cosas de las que os hablaré más adelante 🙂

La novela se nos presenta narrada en primera persona desde dos puntos de vista que se alternan: por un lado tenemos a la madre de Sofía, una doctora separada que vive por y para su hija, y por otro lado tenemos a una de las pocas amigas de Sofía.

A medida que avanzaba con la lectura, fui descubriendo a más personajes: Blanca, Ana y Jorge (amigos de Sofía), Adela (la profesora asesinada), Luz (la profesora sustituta), Rodrigo (otro profesor), la abuela de Blanca, algunos padres de alumnos…pero si tuviera que destacar a algún personaje, ese sería sin duda Sofía.

Sofía es la protagonista indiscutible de la novela aunque sean su madre y una de sus amigas las voces narradoras. Sofía es una niña que va a 5º de primaria. Sufre de hiperactividad desde bien pequeña y, por si esto no fuera poco, también tiene que sufrir las burlas y castigos de su profesora Adela.

Además de Sofía, mi personaje favorito ha sido, sin duda alguna, su madre. La madre de Sofía nos acerca a las personas con TDAH (o trastorno por déficit de atención e hiperactividad), un síndrome o trastorno que afecta mayoritariamente a la conducta o comportamiento de la persona que lo padece. Gracias a ella, podremos saber de primera mano lo que supone tener una hija con hiperactividad, lo difícil que es comprenderla (y, sobretodo, que la comprendan los demás y no la den de lado) y la lucha continua que todo esto conlleva. Pero también descubriremos a una madre coraje que cuida, protege, ayuda y entiende a su hija. Es una madre valiente, dispuesta a cualquier cosa por ver a su hija feliz.

No me quiero enrollar demasiado hablándoos de los personajes, así que simplemente voy a decir que están muy bien desarrollados, trabajados y perfilados, que se les llega a conocer bastante bien (sobre todo a Sofía, su madre y sus amigas) y es fácil empatizar con la mayoría de ellos desde un principio. Eso sí, me hubiese encantado conocer más a Adela e incluso encontrar algún que otro capítulo narrado por ella.

De la trama tengo muchas cosas que contaros, pero mejor vayamos por partes.

Para mí, la novela cuenta con una trama principal y una subtrama: el asesinato de Adela y la hiperactividad de Sofía, respectivamente. En mi opinión, la subtrama tiene más fuerza y peso que la trama principal.

Al principio de la reseña os comentaba que la novela está narrada desde dos puntos de vista, pues bien, ambos puntos de vista tocan la trama principal y la subtrama pero, en mi opinión, la madre de Sofía se centra más en ayudarnos a conocer mejor a las personas con TDAH y más concretamente a su hija, y la amiga de Sofía se centra más en el asesinato de Adela, contándonos numerosos episodios del pasado (flashbacks) que tuvieron lugar en la época en la que iba al colegio junto a Sofía, Blanca, Ana y Jorge.

También comentaba que la novela me ha gustado más de lo que esperaba, pero reconozco que no se ha desarrollado como esperaba y siento que la autora se ha centrado más en el personaje de Sofía que en el propio asesinato. Ojo, que esto no quiere decir que no me haya gustado, sino que al ser una novela de misterio esperaba un mayor desarrollo de este y, al final, siento que esta parte flojea.

Es cierto que la autora juega al despiste desde un primer momento y es fácil sospechar de cualquier personaje, pues al fin y al cabo cualquiera podría haber matado a la profesora porque todos tenían motivos para odiarla, pero he echado en falta más datos, más información e incluso algún que otro giro argumental, pues apenas los hay. Apenas he podido hacer mis propias conjeturas porque el círculo de posibles culpables fue prácticamente el mismo durante casi toda la novela, por lo que la intriga y la tensión no están muy presentes y esto es, bajo mi punto de vista, lo que me ha fallado. Lo único que me ha fallado a decir verdad.

Lo que sí tiene la novela, y en grandes dosis, es crítica social, algo que me ha gustado mucho encontrar. La autora toca una gran cantidad de temas tan crudos y actuales como son la crisis económica, las pensiones y ayudas, la escasez de medicinas, médicos y profesores, el paro, el bullying…Creo que el objetivo de la autora al tratar todos estos temas no era otro que acercarnos a la dura realidad que asola nuestro país y, más concretamente, nuestra sociedad desde hace mucho tiempo y lo cierto es que lo ha conseguido, pues no se anda con rodeos, sino que lo hace de una forma clara y directa.

Así que, en general, tenemos una trama sencilla e impredecible, muy actual y crítica, con unas dosis algo escasas, bajo mi punto de vista, de intriga, tensión, información y datos pero muy bien hilada y desarrollada.

La pluma de la autora me ha gustado bastante. Tiene un estilo, como ya he dicho antes, cercano, actual y crítico, directo y coloquial, que se queda a medias entre lo juvenil y lo adulto. Ha sabido representar y diferenciar bien a los distintos grupos de edades que aparecen en la novela, es decir, se distingue perfectamente el momento en el que narra una niña, una joven o una adulta y eso es un detalle a valorar porque no todos los autores pueden presumir de ello, pues en algunas ocasiones me he encontrado con personajes que, aun siendo jóvenes, narraban como adultos (y viceversa).

Los capítulos son cortos y, aunque por esto mismo se pueda leer muy rápido, siento que el ritmo general de la novela es pausado por todo lo que os comentaba antes de la escasez de intriga, tensión y demás. Aún así, no se me hizo pesada ni aburrida en ningún momento y, en general, he quedado bastante satisfecha con la novela porque considero que es muy buena, original, ágil y entretenida. Es una muy buena opción para quien quiera empezar con el género ^-^

Y ya, para terminar, me gustaría hablaros del final (sin spoilers, obviamente). Las últimas veinte páginas son clave y las más intensas en mi opinión, pues es cuando la autora nos resuelve todo el misterio, nos desvela el nombre del culpable (o culpables) y nos explica los motivos. Reconozco que no me esperaba ese final porque, de entre todos los nombres que tenía en mente, ese (o esos) era el que menos me convencía, pero vamos…que al final logró convencerme y me dejó bastante satisfecha.

Sarna con gusto me llamó la atención desde el mismo momento en que leí la sinopsis. Últimamente no hay novela negra que se me resista, así que decidí leerla en cuanto tuve oportunidad. No conocía a César Pérez Gellida pero, investigando un poco, descubrí que esta es su quinta novela, pues anteriormente escribió la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne y Khimera (novela muy conocida por todos). También descubrí que algunos de los personajes de esta novela, incluido el principal, aparecen en la primera trilogía publicada por el autor, pero se pueden leer de forma independiente. Aún así, habiendo leído ya Sarna con gusto, me atrevo a decir que me gustaría leer todas las novelas publicadas hasta ahora por el autor porque esta me ha encantado.

La novela se nos presenta narrada en tercera persona desde el punto de vista de diferentes personajes, como bien anuncia la sinopsis. Por un lado tenemos a Ramiro Sancho, inspector de policía del grupo de homicidios de Valladolid que, junto a su grupo (Sara Robles, Álvaro Peteira y Fernando Fajardo, entre muchos otros), nos hará partícipes del proceso de investigación de la desaparición de Margarita Zúñiga. En segundo lugar tenemos a la familia de la desaparecida: Alfredo y Azucena (padres de Margarita) y José Antonio (abuelo de Margarita). En tercer lugar tenemos a la propia desaparecida, Margarita, y en último lugar tenemos a los secuestradores.

Cuatro perspectivas que nos ofrecen una visión bastante amplia de la historia y que nos permitirá meternos en la piel de todos y cada uno de los personajes. Experimentaremos un sinfín de emociones y sentimientos, desde angustia, desasosiego e incertidumbre hasta estrés o miedo. Esto hace que la historia sea más cercana, más real, más estremecedora. 

Es cierto que en un principio puede parecer bastante lioso tener a tantos personajes en la historia, pero al principio de la novela el autor dedica un par de páginas a presentarnos tanto a los personajes principales como a los secundarios y otros menos relevantes, por lo que si nos perdemos es tan sencillo como acudir a las primeras páginas para volver a meternos en la historia.

Hablemos un poco de los personajes. He encontrado a unos personajes complejos, unos más que otros, pero todos ellos están muy bien trabajados. Tanto los principales como los secundarios están muy bien construidos y, aunque ya comentaba antes que en los primeros capítulos es algo difícil distinguirlos, llega un momento en que prácticamente se llega a diferenciarlos a todos. Además, ha sido una experiencia realmente increíble tener a nuestra disposición una misma historia narrada desde distintos puntos de vista, pues es de esta forma como se conoce a los personajes: sabemos cómo actúan, cómo piensan, quiénes eran antes de que empezase todo, conocemos sus inquietudes, sus intenciones… Así que alabo la maestría con la que el autor ha hecho evolucionar a cada uno de los personajes.

La trama de la novela era lo que más me llamaba de esta novela y, sin duda alguna, el autor ha cumplido y con creces. Es cierto que en los primeros capítulos tenemos muchos cabos sueltos, muchas preguntas en el aire, pocos datos e incluso hay cosas que parecen no tener sentido, pero al llegar a la mitad de la novela, esta se convierte en un no parar: algunos cabos sueltos empiezan a atarse, otros quedan más o menos claros y, aunque aún hay algunas cosas que no entendemos del todo, tenemos información suficiente para empezar a elucubrar y elaborar nuestras propias pesquisas. Más adelante descubriremos si estábamos en lo cierto o no.

No quiero contaros absolutamente nada de la trama para evitar spoilers, pero debo decir que uno de los temas que aborda la novela (la trama de la Congregación de los Hombres Puros) ha quedado muy en el aire, pues se dan pocos detalles y es a esto a lo que me refería cuando anteriormente comentaba que había algunas cosas que parecían no tener sentido. Es cierto que más o menos se sabe por dónde van los tiros, pero aún así anduve algo perdida cada vez que salía a relucir este tema porque no encontraba conexión entre esta trama y los personajes. Aún así, imagino que en la segunda parte tendremos más información y detalles sobre esto, aunque he descubierto que en la otra trilogía del autor se habla más de ello (y ya mencionaba al principio que algunos personajes de esta novela también aparecen en la otra trilogía).

El ritmo de la novela es, en general, pausado, aunque las últimas cincuenta páginas son de un ritmo frenético. Es una novela que hay que leer lentamente y sin prisas para digerirla como se debe. Al principio puede parecer todo bastante caótico pero conforme vamos avanzando nos damos cuenta de lo bien hilado y desarrollado que está todo. Todo lo que el autor cuenta tiene un por qué y no hay exceso de información ni relleno. Además, a lo largo de la novela el autor nos sorprenderá con varios giros argumentales que aportan aún más tensión intriga a la trama.

Llegados a este punto, sobra decir que la novela no se hace predecible en ningún momento ni pesada ni aburrida, sino más bien al contrario, pues se hace muy amena de leer (a pesar de que algunos capítulos son algo largos para mi gusto) y es casi imposible parar de leer. Se podría decir que es una novela que te mantiene en vilo hasta el mismo final.

 Lo que más me ha sorprendido y gustado, a partes iguales, de la novela ha sido la pluma del autor. No sé por qué pensaba que esta sería una novela juvenil, pero cuando empecé a leer me di cuenta de que no era así. He encontrado un estilo muy cuidado y metafórico y de vocabulario complejo (sobre todo en lo que a narración se refiere, pues los diálogos tiene un estilo más coloquial y cercano), acompañado de algunos tecnicismos, que sin duda alguna me ha encantado. Su estilo se acerca a lo adulto más que a lo juvenil, pero eso no impide que se disfrute la novela.

Además, cada detalle de esta me ha parecido de lo más original y cuidado: desde el título de cada capítulo (se corresponde con un refrán muy relacionado con el contenido que encontraremos en dicho capítulo) hasta el prólogo (de mano de Urtzi, el inspector de homicidios que ayuda al autor con todo el proceso de investigación). Toda la novela en sí rebosa originalidad y calidad, pues he encontrado una novela muy bien construida y escrita.

Y el final, como no podía ser de otra manera, es medio abierto. Me explico: la trama principal queda cerrada, pero ya os comentaba antes que uno de los temas que aborda la novela queda casi en el aire, por lo que a esto me refiero al hablar de final medio abierto. Sin duda alguna la novela me ha dejado muy buen sabor de boca, la he disfrutado muchísimo y pienso leer más novelas de este autor (tanto las novelas ya escritas como las que vengan a partir de esta) porque me ha encantado su estilo. Si os gustan este tipo de novelas, os recomiendo este título encarecidamente.