Coco es una mentirosa experta. Lleva un año fingiendo estar enamorada de su ex, pero es su mejor amigo el que le provoca mariposas en el estómago. Está a punto de meterse en una caravana para celebrar la despedida de soltera de su mejor amiga con su grupo de amigos. Y teme que ese pequeño espacio no sea suficiente para que quepan todos los secretos que esconde. 

La protagonista de esta enrevesada historia es Coco, una mujer sencilla en su casa, pero que se engalana para su trabajo en una galería de arte de renombre. Salió de casa en cuanto pudo y acabó compartiendo piso con un desconocido que se convirtió en su mejor amigo. Coco es una mujer con mucha fuerza, con una personalidad arrolladora, tranquila y natural, con gustos sencillos, a la que le encanta salir con sus amigos. Pero es también una mujer con sus miedos y sus inseguridades, llena de dudas. Eso la convierte en un personaje complejo y lleno de matices, tan real que es fácil poder identificarse con ella de alguna manera. A mí me ha encantado. Tanto ella como el camino que recorre a lo largo de la novela. 

Marín es el hombre que hace que su corazón se desboque. Parece el hombre perfecto. Con una familia desestructurada, tuvo que luchar desde siempre para sobrevivir, cuidando también de su hermana pequeña. Se ha ido labrando su propio camino, creciendo como persona y a nivel profesional. Es una persona inteligente y tranquila, y también muy divertido. Es un personaje bastante idealizado, aunque también tendremos una perspectiva más real de él. Conocerle será un largo camino, pero también uno muy interesante porque, como pasaba con Coco, es un personaje muy complejo, con sus cosas buenas y sus cosas malas. 

Y esto también se extiende a todo el grupo de amigos. Los cuatro personajes restantes que quedan son igual de complicados, con tantos matices como los dos protagonistas. Blanca es la chica de la despedida, aunque parece algo apagada para estar a punto de casarse. Loren es el amigo fiel que apoya sin dudas a todos los demás. Aroa es la amiga guapa y carismática, la ex de Marín, convencida de que es cuestión de tiempo que vuelvan juntos. Y Gus es el ex de Coco, un poeta melancólico que escribe sobre el amor, aunque no sabe lo que es. Son un grupo variopinto, que refleja la realidad de los grupos de amigos, tanto como la realidad de las personas, que nunca somos blancos o negros. 

La historia empieza cuando parte del grupo se mete en una caravana para empezar una despedida de camping en camping, con playas, sol y mucho vino. Coco fingiendo que sigue enamorada de Gus, Blanca con el ánimo un poco raro y Aroa hablando de Marín y de su amor a todas horas. Como podéis imaginar, todo el grupo está en el filo de una navaja en todo momento. Un paso en falso puede ser catastrófico. Es básicamente una novela de personajes. Veremos cómo Coco lidia con un amor no correspondido, mientras intenta mantenerlo en secreto. Nos hablará mucho sobre la amistad y la confianza, también sobre la autoestima, la fuerza y el valor. Trata una gran variedad de temas mundanos, de problemas que podrían ser de cualquiera de nosotros. Y creo que la autora los trata todos muy bien, con la naturalidad de la vida real, con el dramatismo de la vida real que también aparece a veces. Pero, sin lugar a dudas, lo que más me ha gustado son las diferentes formas en las que ha representado el amor, tanto el romántico como el que nace de la amistad. Y ambos desde un montón de perspectivas, desde la más tóxica a la más sana, quedando todas ellas muy claras, lo que me parece muy necesario y bien puntualizado. Así que queda claro que me ha encantado. 

Para la narración, tenemos una primera persona desde el punto de vista de Coco y, en menor medida, de Marín. Ambas son muy importantes, la de ella por ser la amiga enamorada en secreto desde hace milenios, la de él por ser el amigo que no se da cuenta de nada. También tienen diferente información que es útil para el lector. Y luego está esa idealización que tiene Coco por Marín, que es de lo más normal, y que se verá contrastada por él mismo. Es una narración muy ágil y vivaz, muy directa, muy de la vida real, acorde a la edad de los personajes. A mí me ha gustado mucho porque son muy ingeniosos con el lenguaje, y me han hecho divertirme mucho y soltar varias carcajadas. Aunque es cierto que alguna vez me ha resultado algo extraño. Tiene también muchísimo diálogo, muy bien construido. El ritmo se me hizo un poco lento al principio, pero una vez se juntan todos fui incapaz de parar de leer. 

Toda la verdad de mis mentiras nos habla del amor que siente Coco por su mejor amigo, que guarda en celoso secreto, y de una despedida de soltera que podrá ponerlo todo en jaque. Es una historia sobre la amistad y el amor desde una gran variedad de representaciones. Con personajes complejos y reales, llenos de problemas y secretos, pero también muy divertidos. Un libro con mucha riqueza y naturalidad, que nos habla de la vida, y con un final trabajado y muy bien argumentado.

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Kate Mularkey es una don nadie que pasa totalmente desapercibida. Tully Hart es la nueva, guapa, llamativa y la más guay del mundo. Y entonces el universo decide unirlas, a dos chicas que no parecen encajar juntas, para que se prometan ser amigas para siempre.

Escribir la reseña de este libro se me antoja una tarea muy difícil. ¿Cómo puedes reseñar un libro que habla de la vida de dos chicas desde la niñez hasta que son adultas? ¿Qué nos habla de una profunda relación que hay mucha gente que nunca consigue tener en su vida? No sé por dónde empezar ni tampoco hasta donde llegar. Y ha sido una lectura tan intensa que no sé cómo transmitir los sentimientos que este libro me ha dado. Ha sido una lectura abrumadora que ha sacado lo mejor y lo peor de mí.

Voy a empezar hablando de Kate. Tengo sentimientos muy profundos por esta chica. No entiendo por qué no tenía amigos en el instituto. Es a la que yo hubiese elegido como amiga. Cuando el libro comienza, Kate es una niña que no tiene autoestima, que se siente sola, que no encaja. Tiene una familia que la quiere, pero no puede evitar pensar que si su madre la dejase vestirse de otra forma o ponerse algo de maquillaje, todo sería distinto. Es una adolescente de la media. Una chica buena y sencilla, con un corazón tan grande que no le cabe dentro. Verla evolucionar es maravilloso. Ver cómo se transforma a su paso por la universidad. Verla en el mundo laboral. O después, cuando empieza a construir una vida propia.

Tully es bastante contraria a Kate. Parece una chica fuerte, segura de sí misma y con una personalidad arrolladora. Y lo es, hasta cierto punto. Pero Tully es también todo lo contrario, simplemente sabe ocultarlo mejor. Ella ha tenido una infancia complicada, ha tenido que crecer más rápido. Pero también es extremadamente infantil. Tully es una chica de polos opuestos. Y entonces decide lo que quiere hacer en la vida, y eso también la convierte en una chica tenaz. Así como observar a Kate a lo largo de los años era tranquilo. Observar a Tully es igual que mirar una tormenta tropical. Tiene una fuerza y una energía envidiables. Mi personalidad, sin embargo, ha chocado mucho con la de Tully. Eso me ha hecho odiarla un poquitito en algunos momentos.

Pero no importa a quien haya querido más o menos. Quien me haya sacado más o menos de quicio. La realidad es que ambas están exquisitamente creadas. Ambas parecen tan reales que pensaba que igual abría la puerta un día y allí estarían las dos, esperándome para ir a algún sitio juntas. Y la evolución… No sé cómo lo ha hecho Kristin, pero destaca el día a día, la evolución lenta de los años que pasan, de las experiencias que se viven, como una persona se va formando poco a poco hasta convertirse en la persona que está destinada a ser. Pero como uno sigue aprendiendo y evolucionando y conociendo cosas absolutamente siempre. Ha sido maravilloso.

Y esto solo en relación a las dos protagonistas. Porque hay muchas más personas que intervienen y que se ganan al lector sin duda alguna. Voy a destacar a la familia de las dos, porque es lo único que no es spoiler. No quisiera dar más datos de la cuenta y fastidiarle la experiencia a alguien. La madre de Tully es una mujer muy interesante. La madre de Kate es una figura que dibuja muy bien la maternidad. Es fantástica. Y me encantaría hablaros de un montón de gente igual de bien construida, que me han aportado mucho a mí y a la historia. Pero no debo.

La historia, como ya os he comentado antes, pasa por las diferentes etapas de la vida de una persona. Comienza cuando ellas son niñas. Podemos ver un poco cómo es la vida de las dos cuando están en el instituto. Después las veremos en la universidad. El primer trabajo, el primer amor, construir familias, construir carreras. Este libro es simplemente la vida contada tal y como es a través de estas dos mujeres que están en polos opuestos. Mujeres fuertes que deciden por sí mismas, que nacieron en la época en la que era una novedad poder ser madre y mujer con carrera. Podría haber sido un libro más del montón. Pero la autora ha salido darle los toques y la realidad necesaria para que fuese una novela excepcional. Un libro que no sabre sobre la fuerza de la amistad más sincera y maravillosa.

Hay también muchas referencias políticas, musicales, cinematográficas, televisivas, etc. que ayuda mucho a conseguir esa realidad de la que os he hablado. Referencias metidas con mucha clase. No están pegadas sin más. Sentía que vivía la vida con todos ellos.

Y todo con una tercera persona que me ha llegado al alma. Es una tercera persona que se centra en las dos chicas, pero que también me ha parecido bastante desarraigada. Y aun así me ha captado de una forma abrumadora. Una narración con un muy buen ritmo. Son muchos años que no se hacen pesados, que somos capaces de identificar con pequeños datos.

¿Lo recomiendo? Pues la verdad es que no sé si hacerlo o no. Mirad la nota que le he puesto. Es merecida. De verdad. Es un cinco en todos los sentidos. También un cinco en dolor. Leer El ruiseñor fue duro. Leer las últimas cien páginas de este libro fue más que duro. Kristin Hannah me mata. Es el aviso que os doy. ¿Mereció la pena? Para mí sí. El mundo no sería tan maravilloso si no hubiese conocido a estas dos mujeres. He aprendido mucho de ellas.

El baile de las luciérnagas ha sido una lectura que me ha llegado tan adentro que me he enamorado y he sufrido como si hubiese sido un personaje más de la historia. Nos narra la vida de dos mujeres excepcionales desde su niñez durante los setenta, hasta bien entrada la década de los 2000. Un día a día cotidiano muy bien contado, con evoluciones maravillosas y un nivel de realidad que no creía que fuese posible alcanzar. De momento se coloca en cabeza en la lista de mejor novela del año.

Vianne e Isabelle fueron dejadas de lado por su padre después de que su madre muriera y él no fuera capaz de sobreponerse a las vivencias que tuvo que soportar durante la Gran Guerra. Su complicada infancia las convirtió en dos mujeres muy distintas, que afrontaron el abandono y la soledad como mejor pudieron. Por eso, cuando los nazis invaden y ocupan Francia, cada una afrontará la situación como mejor pueda.

Si tengo algo claro después de haber acabado este libro, es que El ruiseñor no es un libro fácil. Para nada. Si queréis divertiros y leer junto al mar, este libro tiene que permanecer bien lejos de vosotros. Pero si lo que queréis es una historia real y cruda que no va a intentar mentiros, este es vuestro libro. Y lo que más me ha gustado de todo es que nos muestra lo valioso que fue el papel de la mujer durante la Segunda Guerra Mundial. Esas olvidadas que no reciben medallas, pero que se quedan atrás sufriendo peligros muchos más abstractos que los que se puedan sufrir en el frente. Pero no menos horribles. Esas mujeres que lo dieron todo por su patria y salvar vidas. Y algo que también puedo decir alto y claro después de haber leído este libro, es que me siento orgullosa de mi género.

Vianne es la hermana mayor. La que intentó hacer de madre para su hermana pequeña. Pero no le salió como ella quería. La soledad siempre estuvo al acecho, y ella hizo lo que pudo por deshacerse de ella. Se casó joven, se quedó embarazada y se separó de su hermana, que tuvo que seguir internada en centros de señoritas. Es una mujer muy vulnerable y asustadiza, a la que se le viene el mundo encima con la llegada de la guerra. No puede evitar pensar en lo que le sucedió a su padre, y teme que sea lo que le suceda a su marido. Pero no puede escoger, y le toca quedarse sola en su pueblo con su hija, esperando porque la invasión no se produzca nunca. Vianne es el personaje que más evoluciona de la novela. Me ha parecido excepcional. Un buen ejemplo de lo que una guerra hace en las personas, sin necesidad de ir al frente. La mujer en la que se ve obligada a convertirse, lo que debe soportar, lo que debe luchar, merece todas las menciones del mundo en los libros de historia.

Y así también Isabelle. Ella nunca aceptó lo que sucedió. Siempre intentó volver con su padre. Era irrespetuosa, desobediente, impetuosa. Y lo sigue siendo. Cuando ve a los nazis invadiendo su país, sabe que no puede quedarse de brazos cruzados. Acaba en casa de su hermana, viendo cosas terribles, luchando con una terrible impotencia. Hasta que ve una salida a su insoportable inactividad. La valentía de Isabelle, aunque distinta, es tan grande como la de su hermana. Isabelle se enfrentará a todo de frente, llevando al límite su resistencia. Y vivirá situaciones que también la ayudarán a madurar y a evolucionar como personaje. Su parte ha sido también sobrecogedora. Todo ha sido así. Me he sentido súper orgullosa de ella en cada página que leía.

–¿Quiere decir que esto no está pasando solo en París?
–No. Esto es solo el principio.

Ellas serán las dos protagonistas supremas de esta historia, pero no son los únicos personajes que tienen un gran interés y le aportan realismo y veracidad a la novela. Por ejemplo, Sophie, la hija de Vianne, me ha gustado mucho. No es más que una niñita de ocho años en 1939, cuando su padre tiene que alistarse. Un pequeño ser inocente que se verá en la obligación de convertirse en adulta mucho antes de lo que debería. Es un personaje descorazonador. Verla crecer a destiempo no es bonito.

La vecina de Vianne, Rachel, es una chica judía con una hija de la edad de Sophie y un bebé de tan solo una semana de vida. Ya os podéis imaginar lo complicada que va a ser su vida en cuanto los nazis aparezcan por el pueblo. Veremos así la vida de una mujer judía en Francia, desde una perspectiva un tanto diferente a la más típica y conocida. Más llena de orgullo y de miedo a pie de calle, más como una ciudadana más, hasta que los nazis deciden que ya no lo es. Todo lo que la envuelve a ella y a sus hijos ha sido digno de presenciar.

También conoceremos a muchas personas relacionadas con la resistencia y las guerrillas. Personas muy distintas y dispares. Judíos, franceses e incluso delincuentes que, tras escapar de la cárcel durante la invasión, solo pueden pensar en encontrar el puesto de alistamiento más cercano. Personas heroicas que arriesgan su vida a cada segundo por personas que ni siquiera conocen, por la libertad, por la paz. También franceses que serán todo lo contrario, que ayudarán a los alemanes, que colaborarán con ellos, ya sea por gusto o por miedo. Y esto es lo que aporta tanta variedad y veracidad a la novela, es lo que la hace tan rica y real. Lo tenemos todo. Y cosas que son reales, que sucedieron y que la autora ha querido plasmar.

Pero hay un personaje en especial que me gustaría destacar. Es un hombre que jugó con mis sentimientos y mi comodidad de formas en que pocos autores han conseguido hacerme en todos los libros que he leído en mi vida. Aquí salí de mi zona de confort a patadas. Y siendo algo que he pensado siempre, además, pero no suele hacerse hincapié en ello. Este hombre es Beck, un capitán nazi al que le cogí un tremendo cariño durante la novela, al que respeté admiré e incluso amé. Y es que no todos eran malos, también había buenas personas que no sabían nada o que detestaban lo que estaba sucediendo. Él intenta ser siempre respetuoso y ayudar a la gente siempre que le sea posible. Pero también tiene que hacer su trabajo. Así que es bueno y malo a la vez, jugando con el lector. Y haciéndome sentir muy rara. Y por eso me ha gustado tanto, porque para cosas como esta está la literatura. Porque nunca nada es blanco y negro, y agradezco que se nos recuerde.

–Vete a la cama, Isabelle.
–¿Cómo puede alguien dormir en un momento así?
Su padre suspiró.
–Pronto aprenderás que muchas cosas son posibles.

La Segunda Guerra Mundial es una época que siempre me ha fascinado. Me ha gustado conocer lo que sucedió, he leído mil cosas, y también algunas novelas. Pero siempre había sido desde el punto de vista nazi o desde el punto de vista judío con campo de concentración incluido. Todo lo demás han sido textos académicos que no eran ni una cosa ni la otra. Por eso me llamó este libro. Por ver la guerra desde el punto de vista de otro país europeo, rico, independiente, el hogar de la fraternidad y todas estas cosas que llaman a la paz. Y ha sido una perspectiva totalmente fascinante que me ha aportado muchísimo. Isabelle nos dará la acción. Nos dejará ver lo que fueron las pequeñas resistencias que suponen un mundo en países invadidos. Nos dará el peligro más visible, el terror más obvio. Vianne nos dará el día a día. Nos hablará de las cartillas de racionamiento, de los duros inviernos, del hambre, del miedo a permanecer en la calle, de las miradas al suelo, de la sumisión aterrorizada. Es un sufrimiento constante y sin fin. Todo lo que supone una guerra, tanto lo más conocido y visible, como las partes más personales y ocultas, están en esta novela. Además, también se nos hablará de la familia, del amor, de la solidaridad, de sacrificios. Me fue fácil creer que estas personas pudiesen haber existido y pasado por todo eso. Porque no se llamarían así, pero existieron seguro.

Y para que no nos perdamos nada, para que asistamos a todo y nos metamos en la historia completamente y sin vuelta atrás, la narración será una tercera persona que se centrará en las dos protagonistas, pero que también se internará en la mente de muchos otros personajes, ya sea directa o indirectamente. ¿Conclusión? Vais a sufrir y llorar hasta hartaros. Esto es una guerra, la autora no se ha guardado nada, ha sido cruda y real en cada página. Además, incluye algunos capítulos en primera persona donde alguna superviviente rememorará lo que sucedió. Capítulos ambientados en 1995, que son los que más me han hecho llorar. Literalmente no podía parar. Una narración directa y realista, que no se corta, que nos habla de lo malo y de lo bueno, de cuestiones más personales y otras más generales. Una tercera persona que consigue ahondar mucho en los personajes y captar nuestro interés, hasta hacer que sea imposible soltar el libro y dejar de leer.

El ruiseñor ha sido un libro cruel y real. Un libro que nos habla de la II Guerra Mundial desde la perspectiva de las mujeres francesas, atrapadas por una ocupación. Una en su casa, sufriendo el hambre y los duros inviernos. La otra en la resistencia, ayudando con todo aquello que estuviese en su mano. Una perspectiva que yo no había visto hasta ahora. Con personajes llenos de interés, que juegan con el lector y que tienen una magnífica evolución. Con un final en el que se sufre sin remedio, en el que se teme hasta por los pájaros del cielo. Y lleno de lágrimas. Avisados quedáis. Un libro que me ha parecido absolutamente brillante y necesario.